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viernes, 19 de mayo de 2006

"Viaje a las estrellas: Insurrección" (1998).


-- "Star Trek: Insurrection". Estados Unidos. Año 1998.
-- Dirección: Jonathan Frakes.
-- Actuación: Patrick Stewart, Jonathan Frakes, Brent Spiner, LeVar Burton, Michael Dorn, Gates McFadden, Marina Sirtis, F. Murray Abraham.
-- Guión: Michael Piller, sobre una historia de éste y de Rick Berman, sobre la franquicia creada por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Jerry Goldsmith.

-- "Viaje a las estrellas: Insurrección" en IMDb.
-- "Viaje a las estrellas: Insurrección" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Esa aburrida cosa semiandrógina que responde al nombre de Comandante Data, o Lugarteniente Data, o lo que sea Data, descubre que hay un planetucho de tres al cuarto que rechaza toda clase de tecnología. La tripulación del Enterprise descubre de paso que hay un complot de la Federación en contra de dicho planetucho porque, verán, en él está la fuente de la inmortalidad o algo por el estilo. Vienen entonces una serie de batallitas en la superficie y en el espacio que no debieron haber sido demasiado vistosas, porque cometí la indelicadeza de maullar un par de veces, darme vueltas en mi cojín favorito, echarme, estirar las patas y afilar las garras, retraer las patas, acomodar la cabeza entre ellas y echar una buena pestañeada.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

"Viaje a las estrellas: Primer contacto" había sido una buena película trekkie, y en general, una buena película a secas, o por lo menos, de un nivel aceptablemente superior al promedio. Por lo que Jonathan Frakes quedó llamado automáticamente a dirigir por segunda vez, una secuela. La película iba a tocar algunos temas que vagamente estaban en el aire, como la posibilidad de Estados Unid... perdón, de la Federación de meterse en otros planetas sin respetar su desarrollo cultural, el espinoso temita de qué hacer cuando unos tercermundistas del espacio tienen una enorme riqueza biológica entre las manos que quizás no compartirían de buena gana, etcétera. La idea era esa. Y quien diga que la película estaba a destiempo o era una premonición del bochornoso follón que los yankis se han mandado en Irak desde 2003, olvidan que en 1998 los yankis estaban metidos hasta la yugular en Kosovo, por no hablar de los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas en la Amazonia, así que el tema era bien actual en ese tiempo, tanto como ahora.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Me gustaría decir que porque tenían una gran historia entre las manos. O porque el villano viene interpretado por el gran y único F. Murray Abraham (el villano de "Amadeus" y "El último héroe de acción"). O porque Patrick Stewart repite una vez más en el protagónico. O porque suponíamos que Jonathan Frakes podía dirigir mejor de lo que lo hizo, en particular por los buenos resultados de "Primer Contacto". Por cualquier cosa. Lo que sea. Cuando empecé a ronronear y cerré los ojos, llevaba ya media película (45 minutos a una hora, más o menos), y aún no pasaba nada interesante. Y cuando digo nada interesante, me refiero a: ninguna actuación decente, ningún personaje atractivo, ninguna estética novedosa, ninguna profundidad temática, ningún giro impactante de guión, nada. Soy un flojo gato de chalet, de eso no hay duda, y me fastidia esforzarme por presionar con la pata el botón para cambiar el control remoto del TV, o por pasarme de una sala a otra del multicine, por lo que prefiero ser optimista y encontrar aunque sea la quinta pata del yo para hacer que ver una película valga la pena. Pero en este caso, nada. Nada de nada. Realmente nada. Ofensivamente nada. Desoladoramente nada.

-- Quizás los trekkies la quieran ver. Puede que a alguno hasta le guste, vaya uno a saber.

IDEAL PARA: Maullar un par de veces, darse vueltas en el cojín favorito, echarse, estirar las patas y afilar las garras, retraer las patas, acomodar la cabeza entre ellas y echar una buena pestañeada, o lo que sea que ustedes los humanos hagan en reemplazo de todos los pasos anteriormente mencionados.

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