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domingo, 28 de mayo de 2006
"El Fantasma de la Opera" (2004).
-- "The Phantom of the Opera". Inglaterra / Estados Unidos. Año 2004.
-- Dirección: Joel Schumacher.
-- Actuación: Gerard Butler, Emmy Rossum, Patrick Wilson, Miranda Richardson, Minnie Driver, Ciarán Hinds, Simon Callow, Victor McGuire, Jennifer Ellison, Murray Melvin, Kevin McNally, James Fleet, Imogen Bain, Miles Western, Judith Paris.
-- Guión: Andrew Lloyd Webber y Joel Schumacher, sobre el musical del primero, basado en la novela de Gaston Leroux.
-- Banda Sonora: Andrew Lloyd Weber y Charles Hart.
-- "El Fantasma de la Opera" en IMDb.
-- "El Fantasma de la Opera" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un incendio ha consumido el Teatro de la Opera de París. Se subastan distintos objetos. Dos personas, ancianas ambas, pujan por ellos: un Vizconde, y una Madame. De pronto aparece un imponente candelabro, y ambos recuerdan, recuerdan, una sórdida leyenda asociada a dicho candelabro, un misterio nunca bien resuelto, del cual sólo ellos conocen la respuesta... Una leyenda que gira en torno a una joven cantante de ópera en ascenso llamada Christine Daié... A su enamorado el joven Vizconde... a un misterioso personaje conocido tan sólo como el Fantasma, que ronda por los sótanos de la Opera de París... a un misterioso ángel de la música que ha ido guiando a Christine con lecciones de canto para ser la estrella principal del espectáculo... A todo un mundo que existe detrás del espejo, y que lleva a los oscuros dominios de un terrorífico mago... A una serie de accidentes provocados por alguien que firma sus cartas como "el Fantasma de la Opera"... A un romance imposible entre la santidad y las tinieblas, entre la luz y la oscuridad...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Desde su publicación en 1911, la novela "El Fantasma de la Opera" de Gaston Leroux ha gozado de una popularidad quizás no demasiado elevada, pero sí de la adhesión de un reducido grupo de fanáticos que la han hecho perdurar como una pieza rara e insólita dentro de la literatura de aquellos años, y que le ha valido adaptaciones fílmicas de todos los presupuestos y calañas posibles. El prolífico Andrew Lloyd Weber la adaptó para un exitoso musical de Broadway, pero su ambición llegaba más lejos. Deseaba verla concretada algún día en forma de una gran película, filmada con toda la suntuosidad que la historia requería. No era la primera vez que una de Lloyd Weber pasaba de Broadway a Hollywood: ya ese viaje lo habían emprendido "Jesucristo superestrella" y "Evita", y con un éxito bastante aceptable. La producción de "El Fantasma de la Opera" tomó una enorme cantidad de tiempo, pero consiguió fichar a Joel Schumacher, quien ha tenido una carrera fílmica sumamente irregular con filmes interesantísimos como "Un día de furia" o "Enlace mortal", junto con bodrios inenarrables como "Batman eternamente", "Batman y Robin" u "8 milímetros". El resultado es una ópera gótica hecha cine, una de las mejores pelis del año 2004, que ofrece todo lo que el buen cine puede dar de sí: un gran espectáculo. Una lástima que en su tiempo haya tenido un desempeño bastante discreto, en particular considerando que lo gótico es tópico de moda; merecía mejor suerte que muchos subproductos fílmicos pretenciosamente intelectuales, o desvergonzadamente faltos de calidad.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Básicamente, es un musical filmado. Es la obra de Andrew Lloyd Weber, entera. Cantada. Y la partitura de Lloyd Weber, aunque bastante básica, efectista y limitada a cuatro o cinco temas que se repiten constantemente (el de Christine, el del Fantasma, el de ambos, la pieza operática... y creo que me faltan uno o dos leit motivs musicales) está compuesta con una fuerza emotiva tal, que cuesta no remecerse con momentos memorables como el dueto entre el Fantasma y Christine ("The Phaaaaaaaantom of the Opera is there... inside your mind...").
-- Joel Schumacher está más acertado que nunca. Este realizador que trata de meter cuñas gays y preciosistas en todas las películas que toca, aquí está a sus anchas, porque el ambiente que debe describir es justamente el encanto sofisticado, suntuoso y decadente de finales del XIX. O sea, muchas cortinas, muchos encajes, muchos decorados en las paredes, y un encanto decadentista particular. Consigue construir bien la ambigüedad entre el "mundo de arriba" y el "mundo de abajo", ambos al mismo tiempo tan distintos y tan iguales.
-- La elección de los intérpretes no puede estar más acertada, más aún si se considera que todos ellos cantan al natural, sin doblajes (con la obvia excepción de Minnie Driver, que aunque tiene estudios operísticos, según sabemos, fue reforzada con el doblaje de una cantante de ópera especialmente contratada para el efecto). Inclinarse por actores desconocidos fue la mejor garantía de que los grandes nombres no opacaran la historia. Emmy Rossum está magnífica como la ingenua Christine, Gerard Butler encarna a un Fantasma plagado de mala leche, y Wilson encarna muy bien a un Raoul que puede ser heroico y valiente, pero también chulesco y petulante. Miranda Richardson y Minnie Driver dan lo mejor de sí, como siempre, construyendo secundarios que brillan por peso propio, pero sin opacar la historia de verdad.
-- Es una película llena de secuencias que a primera vista es difícil sacarles mayor provecho, pero que están bellamente resueltas: el dueto de Christine y el Fantasma ("The Phantom of the Opera"), la canción de amor entre Raoul y Christine, la mascarada, el duelo a espadas, la escena del candelabro... La única palabra que cabe para describir todo esto es simplemente "hermoso".
IDEAL PARA: Ver una gran y oscura historia de amor.
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