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viernes, 7 de abril de 2006

"Solaris" (2002),


-- "Solaris". Estados Unidos. Año 2002.
-- Dirección: Steven Soderbergh.
-- Actuación: George Clooney, Natascha McElhone, Viola Davis, Jeremy Davies, Ulrich Tukur, John Cho, Morgan Rusler, Shane Skelton, Donna Kimball, Michael Ensign, Elpidia Carrillo, Kent Faulcon, Lauren Cohn.
-- Guión: Steven Soderbergh, basado en la novela de Stanislaw Lem.
-- Banda Sonora: Cliff Martinez.

-- "Solaris" en IMDb.
-- "Solaris" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un científico terrestre llega a una base espacial ubicada en otro planeta. En dicha estación, con un innegable look a EEI, descubre que algunas cosas andan mal. Y que entre eso que "anda mal", se encuentra la presencia de una chica de su pasado, que no puede estar ahí por la sencilla razón de que está muerta. Los científicos de la base le ponen al corriente: dichas imágenes de personas muertas son extraídas desde sus cerebros, de alguna manera, por la gigantesca criatura que existe allá afuera: nada más y nada menos que el océano planetario que cubre Solaris.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los yankis en general se sienten tan ombligo del mundo, que no pueden ir al cine a ver una peli extranjera, si no hacen el remake yanki. El susodicho saqueo ha incluido a "La asesina", "Sommersby", "Vainilla Sky", y un etcétera demasiado largo para recordarlos todos. La característica común de todos estos filmes es que, como están hechos por productores yankis que saben más de dinero que de hacer filmes de calidad, y están confeccionados para la audiencia masiva yanki, hace tiempo víctima de alguna bacteria asesinacerebros, los remakes suelen ser de nivel muy inferior al original. En ese sentido, "Solaris" es un remake más y no lo es, al mismo tiempo. Lo es, porque es una versión descafeinada del "Solaris" de 1972. Y no lo es, porque se asume desde el comienzo como una suerte de "hermano menor" de la versión rusa precedente, así es que no intenta abusar demasiado de su buena suerte. El resultado final es, por tanto, un producto decente y bien hecho, no tan malo como la crítica se dio en denostar, que reemplaza el contenido filosófico y existencialista del filme de Tarkovski por un ritmo mucho más ágil (una hora menos de película), y por tanto, más accesible para quienes renegamos de los excesos intelectualoides (ya saben, planos estáticos de veinte minutos de duración, cosas así) del cine europeo en general.

¿POR QUÉ VERLA?

-- El empaque visual de la película se sostiene por sí mismo. No es un aporte estético, e incluso desaprovecha criminalmente muchas posibilidades que tenía la historia (no muestra el océano de Solaris con toda la riqueza que lo describe la novela original, por ejemplo), pero no comete tampoco el error de querer remedar la estética del filme original. Esa estética estaba bien para 1972, pero en la actualidad, se ve tan obsoleta como la técnica descrita en una novela de Julio Verne.

-- Soderbergh tiene la inteligencia suficiente como para darse cuenta de que lo suyo no es contar una profunda historia metafísica, así que se decanta por otro lado, por rescatar el elemento romántico de la historia. Y francamente, le sale bastante bien. Es, dicho en plata, una historia de amor imposible, que no cae en el sentimentalismo lacrimógeno, lo cual es una lectura (o relectura) de la obra original tan válida como cualquiera otra que pueda sostenerse sobre sus dos pies.

-- Los protagonistas, si bien en esta ocasión no son prodigio de actuación, sí son lo suficientemente carismáticos como para sostener la atención del filme. Como resultado, no es un romance ni excesivamente frío, ni tampoco tan hot que elimine cualquier lectura filosófica de fondo.

IDEAL PARA: Verla como platillo de entrada antes de la versión rusa, para tener una idea de qué va la historia, y después ver la rusa para ver qué posibilidades ofrece la trama sin aburrirse demasiado.

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