Páginas

domingo, 12 de marzo de 2006

"Buenas noches y buena suerte" (2005).


-- "Good Night, and Good Luck". Japón / Francia / Estados Unidos / Inglaterra. Año 2005.
-- Dirección: George Clooney.
-- Actuación: David Strathairn, George Clooney, Robert Downey, Jr., Patricia Clarkson, Frank Langella, Jeff Daniels, Tate Donovan, Ray Wise.
-- Guión: George Clooney y Grant Heslov.
-- Banda Sonora: Dianne Reeves, Peter Martin, Christoph Luty, Jeff Hamilton y Matt Catingub, intérpretes de jazz.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Son los años '50, y la caza de brujas comunistas mutantes está en su apogeo. Un puñado de valientes que trabajan haciendo un programa de tipo "investigación periodística" para la cadena CBS, se meten con el U.S. Army, cuestionando el despido de un fulano porque su padre lee diarios en serbio. El puñado de valientes entrometidos le cae muy mal al poderoso senador Joseph McCarthy, el George W. Bush de aquellos tiempos, quien comienza a lanzar sendos ataques contra el programa. En respuesta, los chicos del noticiario hacen un contundente reportaje sobre el senador. La batalla de los medios de comunicación libres contra la dictadura del Fascismo Americano ha comenzado.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En los últimos años hemos asistido a varias películas, del más diverso tipo (desde las intelectualizantes hasta las "para grueso público") que se han cuestiones sobre la libertad, la justicia y la religión, temas todos candentes debido a que el Presidente George W. Bush atribuye su victoria en las elecciones no a ser un neurótico con delirios mesiánicos votado por un grupo de asustados borregos, sino a Dios mismo. Tales cuestionamientos los hemos visto en escenarios tan disímiles a este filme como, por ejemplo "Las crónicas de Riddick" o "Star Wars, Episodio III, diga el título completo y gánese un premio especial en McDonalds", por no hablar de "Fahrenheit 9-11" y perlas similares. En el fondo, cualquier película que en estos tiempos revise la figura de McCarthy, quien estaba dispuesto a ahogar las libertades cívicas estadounidenses para defender las libertades cívicas estadounidenses (aunque suene a contrasentido) tenderá a estar hablando de Bush y de sus perros de presa. En ese sentido, la película es una cavilación sobre las libertades y la mejor manera de defenderlas. Subrepticiamente también, hay una reflexión bastante poderosa sobre los medios de comunicación y sobre el nuevo mundo virtual que actualmente aparece en el horizonte, ya que está filmada no como "eventos reales" sino como un programa de TV de la época, en blanco y negro, e incluso el personaje de McCarthy no es encarnado por un actor, sino que en un alarde inconsciente de "virtualidad", aparece en carne y hueso en películas de la época, interactuando con los actores. O sea, aunque la película esté ambientada en 1953, no está hablando de aquellos años sino de lo que está pasando en 2006 con los medios de comunicación y con los derechos civiles de las personas, de la interacción entre ambas cosas, e incluso de la progresiva desaparición de nuestro actual concepto ilustradorracionalista de "persona humana", debajo de todos esos fenómenos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Por el entramado filosófico. La película no es un discurso o apología de tipo filosófico, pero el espíritu de los tiempos se infiltra a cada momento entre líneas. Por cierto, la película defiende claramente la libertad y los derechos civiles de las personas, de quienes los pisotean pretendiendo defenderlos, dándole amplia tribuna a quienes cuestionan a McCarthy.

-- Aún sin el entramado filosófico, es una estupenda película en el sentido puramente fílmico. Está filmada con un enorme naturalismo, hasta el punto de que carece de banda sonora, como no sea por los ruidos ambientales, y por la inclusión de algunos segmentos de canciones de la época que no aparecen como "soundtrack", sino como un programa especial dentro de la CBS que justifica su inclusión como parte del ruido medioambiental.

-- El guión está llevado sin alardes de ningún tipo. La historia está resuelta a base de la interacción de los protagonistas, ninguno de los cuales es presentado como "el villano", aunque hay obvios intereses contrapuestos (presiones de los jefes de la cadena televisiva, esa clase de cosas). No hay salidas fáciles de guión como tiroteos, explosiones, sabotajes, actos de espionaje, traidores dentro de la organización, y toda esa clase de cosas. No es que despreciemos eso en un buen filme de acción, pero al césar lo que es del césar y a dios lo que es de dios: si estamos en un filme histórico, nada de concesiones a la galería, por favor. Esta no es una de Stallone, y eso está bien.

-- Los secundarios. Robert Downey Jr. actúa bien cuando quiere (y cuando está desintoxicado), y ésta es una de esas oportunidades, pero perderse a viejos veteranos como Ray Wise o Frank Langella siempre es un crimen imperdonable, y en este filme más aún. No puede decirse que sus roles sean descollantes, pero ésa es la gracia: se las arreglan para actuar bien, y al mismo tiempo pasar desapercibidos, como buenos secundarios que son. Eso es profesionalismo.

-- "Good night and good luck". La frasecita final que siempre repite el protagonista al terminar su programa de televisión, es en sí misma una joyita. Quizás, entre los entendidos de cine, termine por transformarse en una cuña como "yo soy tu padre" o "¡soy el rey del mundo!" entre un público más masivo.

IDEAL PARA: Recordar que aún en estos tiempos de cine pop corn, se puede hacer cine para reflexionar sin caer en el frikismo o en el narcisismo pseudointelectualoide.

2 comentarios:

  1. La vi hace muy poco y me encantó. Nada más que agregar a su comentario, excepto que para mí Ray Wise está muy bien en su papel, transmite plenamente la desazón y el temor de su personaje.

    ResponderBorrar
  2. Me alegra saber que esta peli se mantiene bien. Que la vi en el cine en su tiempo y después nunca la he vuelto a repasar, y hay pelis que envejecen una barbaridad en el intertanto. En fin, me alegro.

    Ray Wise es y ha sido siempre un grande del cine. Por desgracia, relegado siempre a papeles secundarios de mierda en donde no puede lucirse y en donde nadie lo reconoce (bueno, salvo por los que "miren, ¿no es el papi de Laura Palmer?"). El tipo ya tiene 65 (nació en Agosto de 1947, Wikipedia dixit), y le queda aún su tiempo de carrete, pero cuando se muera va a salir con una nota de tipo "llorado y recordado actor"... ¡mientras que en vida lo ven en una peli y a los cinco minutos se olvidan de él, suponiendo que lo hayan detectado en primer lugar! Este mundo loco en que vivimos...

    ResponderBorrar