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jueves, 2 de junio de 2016
"La chica danesa" (2015).
-- "The Danish Girl". Inglaterra / Estados Unidos / ¡Bélgica! / ¡¡Dinamarca!! / ¡¡¡Alemania!!! (la Liga de la Justicia de las pelis). Año 2015.
-- Dirección: Tom Hooper.
-- Actuación: Eddie Redmayne, Alicia Vikander, Matthias Schoenaerts, Ben Whishaw, Amber Heard, Sebastian Koch, Pip Torrens, Emerald Fennell, Adrian Schiller, Henry Pettigrew.
-- Guión: Lucinda Coxon, basada en la novela de David Ebershoff.
-- Banda sonora: Alexandre Desplat.
-- "La chica danesa" en IMDb.
-- "La chica danesa" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Dinamarca, 1926. O sea, onda flapper pero no-tan-flapper porque PROVINCIANOS (ya saben, eso de los años locos fue pa' los vence'ores 'e la WWI, y el resto que se pudra). El caso es que aunque provincianitos y too, Dinamarca tiene circuito artístico porque EUROPA. Y dentro del circuito artístico están Einar y Gerda, un matrimonio que son de lo más churrichurri miumiau que hay, la clase de amorcito de pareja que dile adios a tu páncreas por coma diabético y tal, muuu majoh lo' dos, tanto que son románticos hasta con esos nombres nórdicos que suenan a escupitajo de fumador canceroso, vean ustedes. El caso 's que ambos se dedican a la pintura. Y... bueno... el pintor exitoso es él, mientras que ella, no pa' musho con ella. ¿Porque e' mujéh? No, por suerte, no hay feminazismo aquí. Es simplemente porque ella pinta... cositas así como simpáticas, pero... eso na' más. Parezque lo que vende, son retratos de chicas, porque en la época no había Playboy, y... sí, habían fotos picantes, pero ésas circulaban bien bajo tierra, no como ahora que te vas al Google Image y escribes "zorras guarras desvergonzás califas wenas pa' la tontera", y ya ves lo que te sale. El caso es que la Gerda, decíamos, contrata una modelo y tal, pero por estoquello la modelo no va, así es que, ella, solución desesperá... le pide a su maridito que se ponga ropita mujéh. (Por suerte el maridito es Eddie Redmayne, conocido por ser el GANADOR DEL OSCAR MÁS BISHONEN EVER, y no, digamos, Russell Crowe, a quien las ropitas de mujéh... Y no, no quiero acordarme de ESA escena en ESA peli en donde Robert DeNiro aparecía con ropa de balé... ¡No, por favor, mis ojitos, no!). El caso es que a Eddie... perdón, Einar... bueno... le queda gustando la tontera. Porque ya sabemos a lo que vamos con esta peli. Lo que tiene delito, considerando que se folla a la Alicia Vikander, que la muestran bien mostrá en gloriosa pelota picá porque CINE ARTE y no BLOCKBUSTER PG-13, benditas sean estas producciones alternativas a Jólivu. El caso es que la esposa, al descubrir las nuevas tendencias lúbricas de su maridito, estalla en lágrimas, arma una pataleta, se va de la casa, el maridito se va a una taberna, se emborracha, desciende a los infiernos de la prostitución masculina, too con música opresiva y... HAHAHÁ, no, estoy bromeando. No. Que esto no es Darren Aronofsky sino cine europeo, pero ese cine europeo que sea bien así como d'época, ¿OK?, pero no tan alterno tampoco. Así es que la señora, en vez de tomárselo como buena hembra hétero y estallar en lágrimas preguntándose si es femenina o no... puez como que también la pone que el maridito se vista así (irónicamente, teniendo too el pretexto del mundo porque el personaje existió en la realidad, la peli NO se juega la baza vendedora del girl-on-girl con la señora, considerando que ella en la vida real sí que le iban las mujeres y tal, pero aquí no, aquí es sólo que "te amo a ti te vistas como te vistas", lo que le da un cierto regusto a clóse que, bueno, niega un poquito los valores que la peli dice defender. Pero volviendo a la peli...). El caso es que, así como jueguito ¿erótico?, resulta que ella decide salir a una reunión social con su maridito vestío de mujéh, en un argumento que parece más salío de esos mangas medios salidorros, con eso de que "mi maridito se quedó en casa, así es que vine con la prima d'él". La cosa medio funciona, sólo medio, porque él está incómodo, no sabe como actuar, etc... hasta que de repente descubre que siendo mujer, le basta con SER PASIV(o/a) y DEJARSE SOMETER (bueno, era la época, ¿no?), y de pronto, la señora lo pilla con un hombre metiéndole mano por toas partes y... ¿Ahora sí que viene el estallido de furia de la señora y tal? Que no, óigale, que si la señora se pone chúcara, a la Alicia Vikander no le llega Oscar, que ya sabemos cómo se las gastan los vejetes conservadora de Jólivu. Pero ambos se han embarcao en un viaje en que ya no hay vuelta atrás, y... ¿conseguirá él su sueño de CONVERTIRSE EN MUJÉH? ¿Y seguirá queriéndolo ella y tal? Déjenme darles una pista. Esto se basa en una novela que, a su vez, se basa en hechos reales. ¿Conocían la historia? ¿No? Bueno, si hubiera sido uno de esos eventos que cambian el curso de la historia, ¿la conocerían? Probablemente sí, ¿verdá? Pero no la conocen. Bueno, ya saquen conclusiones.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
El año 2015 fue el choque de trenes entre dos pesos pesaos de "peli artsy pero-no-demasiado-artsy con tema de identidá sexual". Una fue "Carol", una full-lesbian movie con escena empelotá entre Cate Blanchett y Rooney Mara inclusive, para que no se note pobreza. La otra es "La chica danesa", que lo aborda desde un ángulo diferente (como decíamos más arriba, que la señora era lesbi en la vida real, la peli no lo toca, pero él sí que era "mujéh atrapá en cuerpo d'hombre"). La historia real fue la de Einar Wegener y Gerda Wegener, un feliz matrimonio en donde ella era lesbi (bueno, bisex, probablemente) y él era, bueno, ya lo dijimos, "mujéh atrapá en cuerpo d'hombre"). La historia dio de que hablar (bueno, lo poquito que sea) por ser una de las primeras veces en que se intentó una operación de cambio de género (¡en los 20s/30s! Miren qué modernos los antiguos, ¿eh?), aunque al final la cosa no funcionó del too bien porque, bueno, lo que pasa con las técnicas quirúrgicas experimentales, que no siempre funcionan al ciento por ciento. Y no, no voy a decir cómo termina la cosa. En fin, en qué estaba. Ah, sí. Un novelista llamao David Ebershoff tomó la historia real y escribió una novela sobre ella que se lo inventó too sobre la marcha, hasta el punto que uno puede preguntarse por qué se tomó la molestia de usar a los personajes reales si es que dezpué too el resto es fruto de su imaginación calenturienta. (Podría funcionar si se hace como comentario a personajes bien conocidos, como Napoleón o César o Hitler o Santa Claus, pero, ¿con un pintor danés que se intenta cambiar de género? ¿Estamos de broma?). La peli pasó por development hell durante su buena década y media, período en el cual iba a ser protagonizada por Nicole Kidman (¡como el prota masculino! Hubiera sido su segunda prótesis "nasal" después de "Las horas"...), barajándose el nombre de Charlize Theron para la chica (vamos, vamos, vayan a decirme que no hubieran pagao por ver una peli en donde la australiana se morreaba con la afrikaner, ¿eh?). Pero la Theron se cayó. Y después la Gwyneth Paltrow. Y Uma Thurman. Y Marion Cotillard. Y Rachel Weisz. Y finalmente, la propia Kidman se cayó, y con ella, POR FIN, alguien pensó en que el rol debía interpretarlo un hombre (o a lo mejor alguien tomó notas del papelón de Blanca Portillo como venerable sacerdote inquisidor en "Alatriste", a saber). El director iba a ser Lasse Hallström, topísimo él cuando rodaba cosas como "¿A quién ama Gilbert Grape?", "Las reglas de la vida" o "Chocolate", pero d'eso sus buenos 15-20 años, y ya el hombre no está pa'sos trotes, parezque ser (y se jodió. Con esta peli se hubiera ido pa'rriba de nuevo. Supongo). El proyecto cayó en las seguras y confiables manos de Tom Hooper, porque si quieres a un director que sepa rodar bonito, le quede artsy, pero que no tenga muchos dientes, pues vas y contratas a Tom Hooper (que, no en balde, ha tenío su cuota de óscares para sí y los suyos con "El discurso del rey" y "Los miserables", en otra prueba de que el drama histórico con pretensiones le viene bien). Y para que la cosa tenga caché, Eddie Redmayne al protagónico, que ya tenía su Oscar por interpretar a Stephen Hawking ("La teoría del todo"), además de que seguro cobró barato luego de estar a punto de desbarrancar su carrera con "El destino de Júpiter", y Alicia Vikander la nueva chica-it de Jólivu, en el rol que le rindió buenos réditos (se llevó un Oscar y se fue a tope altiro). Y vamos rodando que son dos días. La cosa funcionó bien. 64 millones de recaudación con apenas 15 de inversión, lo que está más que bien para una peli que, bien mirao, toca un tema no muy kid-friendly que digamos (porque cambio de sexo no es lo que llamaríamos un tema de peli sanitizada tipo Disney/Marvel, que digamos). Y aclamación crítica y Oscar para Alicia Vikander. ¿Qué más se puede pedir...?
¿POR QUÉ VERLA?
-- Admitamos que el tema de "La chica danesa" es un poco tirapa'trás. ¿Quién diablos quiere ver una peli de tema transgénero en vez de, digamos, el último producto Marvel o qué-se-yo? Bueno, aparte del colectivo LGBT, y los eternos "no veo cine mainstream", los que no encuentren estas pelis Oscar-bait como mainstream, por lo menos. En ese sentido, no me extraña su más o menos escasa popularidad. Y sin embargo... esta peli funciona. Y bastante bien. Claro, es más aséptica de lo que podría haber sido. No es que tengamos una densa reflexión filosófica acerca de temas de género ni mucho menos. La peli no sigue su camino artsy hasta el final y se queda en la superficie: la bonita recreación de época, vestuarios, peinaos, que los personajes son pintores o sea bohemios, etc. O sea, debería ser otro de esos pestiños pretenciosos que Jólivu trata de hacernos pasar por "buen cine", apoyao por un tema polémico para agitar un poquito la cosa y parece más risky de lo que es, ¿no? Y... ¿vieran ustedes que no? Curiosamente, el hecho de que Tom Hooper sea un director más bien de manual, buen profesional pero no excesivamente creativo, ayuda sobremanera al resultado final. Porque la puesta de escena de Hooper es muy-muy correcta, bonita pero sin alardes de ninguna clase. Lo que lo ayuda a esquivar los dos monstruos formidables de, por un lado, explotar too el lado morboso del asunto (que lo tiene, por suporto, pero que Hooper con muy buen gusto decide no explotar), y por el otro, esquivarle el bulto a su tema con un exceso de alardes visuales o narrativos que tiendan a distraer del potente conflicto de fondo, lo que tanto hace por vaciar a productos similares que buscan ser "artísticos", "trascendentes", blablablá. Si a eso le sumamos que los dos protas, Eddie Redmayne y Alicia Vikander, tienen una química estupenda, entonces tenemos la peli hecha. Es cierto que de toos los actores que andan dando vueltas allá afuera y andan en el rango de los 30yalgos, Redmayne era el que más se prestaba, y consigue una interpretación brillante, y le sale con tanta facilidad y naturalidá que es fácil mirar en menos su trabajo. A su lado, Alicia Vikander la tenía realmente difícil... y lo logra, y con creces, darle la réplica a Redmayne. Ambos tienen una química increíble, ya lo decía, lo que por supuesto añade varias capas de lectura a los personajes (la peli no lo dice abiertamente, pero insinúa que parte de la lucha de ella por aceptar a su maridito cambiando de género, es porque ella misma también tiene problemas con su propio género, casi como si ella también tuviera que salir del armario... recordemos que el personaje histórico original en que ella se basa, le hacía a las mujeres, pero en esta peli ella no tiene esas tendencias, lo que por supuesto hace mucho más complejo el carácter). Puede que "La chica danesa" no sea la peli LGBT definitiva, pero el gran quehacer de sus dos protas, sumada a la estupenda banda sonora de un no siempre bien valorado Alexandre Desplat, y a un Tom Hooper que confía en que su gente sabe lo que hace y les da manga ancha para dar lo mejor de sí, todo eso resulta en una peli redonda, que trasciende la categoría facilona del Oscar-bait para transformarse, si no en una reflexión sobre su tema, sí a lo menos en una buena aproximación al mismo, lo que no es poco, dado que considerando el morbo inherente al tema, y el potencial para la polémica y la provocación que había aquí presente, podía haber sido mucho peor.
IDEAL PARA: Una buena aproximación a los temas relativos a la identidad de género.
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