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jueves, 19 de mayo de 2016

"Conspiración y poder" (2015).


-- "Truth" (título original en inglés), "Sólo la verdad" (título en Argentina), "La verdad" (título en España). Australia / Estados Unidos. Año 2015.
-- Dirección: James Vanderbilt.
-- Actuación: Cate Blanchett, Robert Redford, Topher Grace, Dennis Quaid, Elisabeth Moss, Bruce Greenwood, Stacy Keach, John Benjamin Hickey, David Lyons, Dermot Mulroney, Rachael Blake, Andrew McFarlane, Natalie Saleeba, Noni Hazlehurst, Connor Burke.
-- Guión: James Vanderbilt, basado en el libro de Mary Mapes.
-- Banda sonora: Brian Tyler.

-- "Conspiración y poder" en IMDb.
-- "Conspiración y poder" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Cate Blanchett va a una oficina, y parece un pokito medio pa'llá, quizás porque la edá ya empieza a hacer lo suyo (seriously: medio siglo en 2019. Siéntanse viejos). Y entra a la oficina de un abogao, y la cosa va como de costumbre: a ver dígame qué pashó, estoy metía en lío pa're, hablemos de la cosa, blablablá. Y tenemos... tenemos... no, por favor, Bastet mía no por favor, no otra vez... ¡¡¡TENEMOS OTRO P*** FLASHBACK!!! ¿Qué manía le ha dao a las pelis ahora que to'as las hacen contás pa'trás? ¡Si no me interesa saber cómo llegaron hasta el final, de hecho NO ME INTERESA SABER EL FINAL ANTES DEL PRINCIPIO, y estos desgraciaos van y...! En fin. El caso es que la Blanchett participa en un medio ni peazo equipo periodístico, de ésos de serie de TV que te resuelven caso policíaco por semana. El del famosísimo 60 Minutes, ya puestos. Sí, ése. Esta es una de ésas de "basaos en hechos reales". Estamos en 2004, y viene la elección presidencial, con George W. Bush el Lesbailoiraquíes del Ritmo yendo a la reelección. El caso es que al equipo les llega un soplo désos. Que George W. Bush habría, figúrense... bueno... verán... no hizo el servicio militar. Niño malo. Que alguien habría movío palillos para que fuera a la Guardia Nacional de Texas, y luego ni pa'llá se habría presentao, el niñato (en la misma época en donde a otros yanketas de su edá los mandaban a Vietnam pa' ser masacraos por el Vietcón, pero claro, ésos eran los morenitos nigga/hispanou de Brooklyn, no el hijo de un ex senador de Texas que estaba tan conectao a las altas esferas que defendió a los republicanos durante Watergate, llegó a Director de la CIA, y luego a la Casa Blanca). El caso es que, moviéndose puaquí puallá, hablan con alguien que por trabajo tenía acceso a los documentos de los oficiales sirviendo en la Guardia Nacional de Texas, y que le entrega unas fotocopias así toas medias roñositas pero es lo que hay. El equipo periodístico hace la investigación, pide a peritos que evalúen el asunto, siguen otras pistas de Bush para ver en dónde coño estaba el nene hijitopapá, y... a lanzar la investigación. Porque, ¡horror!, el pijecito mintió sobre su servicio militar (lo que pue'e parecer moco 'e pavo, pero en un país en donde muchos veinteañeros que fueron a Vietnam eran votantes cincuentones, los que volvieron porque otros murieron en algún mugroso fango vietnamita, o terminaron en un campo 'e prisioneros sin Rambo/Norris que los rescatara, puej ke no es poco, ¿no?). Y, qué vino. ¿El desprestigio absoluto? ¿La tumba de las aspiraciones de Bush a la reelección? No, leñe, no. Que ya sabemos cómo acabó la cosa, tanto como sabemos que al final de la peli el Titanic se iba a pique (qué... ¿no lo sabías? ¿Que el Titanic se hunde? A la mierda contigo, por ignorante). El caso es que a Bush lo reeligieron, y désos papeles nunca más se supo. Y así le sigue yendo al mundo.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Pasá la época de la Segunda Guerra Mundial en donde los Yueséi luchaban por FREEEEEEDOOOOOOMMMMMM!!! en contra de los malvaos nazis porque, joer, pue'es ser un abusamujeres pedófilo descuartizacachorros con asiento en el Congreso y acciones en una petrolera en consorcio con una empresa de construcción, pero al final no eres tan malo porque "al menos no soy nazi", pasá la época ésa, decíamos, los Yueséi se han transformao en el matón pesao del barrio al que puede o no puede que sea un mal chato, pero en tu cumpleaños seguro que no lo quieres tener de invitao, por pesao. Bueno, es lo que tiene que los Yueséi tengan una actitud de tipo... de tipo... voy a citar la versión inglesa de "Amerika" de Rammstein, que lo grafica muy bien: "Will you do it? (No, I won't), Should you do it? (No, I don't), Could you do it? (No, I can't), Will you please me? (No, I won't), If you don't want me... (You'll get hurt), If you don't need me... (You'll get hurt), If you don't love me... (You'll get hurt), Fuck you is the magic word!!!". Pero pocos han graficado este imperialismo yanketa tan bien como George W. Bush, un tipo del cual no sabemos y quizás jamás sabremos si era un paleto puesto ahí como muñeco de intereses traseros, o era él mismo un tipo tan diabólicamente genial que consiguió que todos lo tomáramos por un tarao mientras sentó las bases del moderno New American Century, el proyecto geopolítico por el cual haces lo que quiere el gobierno del pueblo (de Yueséi, no el tuyo) por el pueblo (de Yueséi, no el tuyo) y para el pueblo (de Yueséi, no el tuyo), y por pueblo queremos decir los GRANDES INTERESES CORPORATIVOS, y si no te gusta , DRONE YOU is the magic word. En las elecciones de 2004 hubo un importante movimiento de gentes que lo quisieron fuera de la Casa Blanca, incluyendo el estreno de "Fahrenheit 9/11" por Michael Moore, por todas esas cosas que se han visto en documentales como "El mundo según Bush" y similares. Y, ¿adivinen qué? Los yanketas lo reeligieron. Al filo, pero lo reelegieron (50% de votos versus 48%, 286 electores versus 251, 31 estados versus 19 + Washington DC). En otra muestra de que una flor tan delicada como la democracia no funciona si la dejas en manos de paletos idiotas defensores del rifle y de los incestos con birra en los Montes Apalaches. (Bueno, después eligieron a Obama porque iba a ser un cambio, y... adivinen qué... la cosa siguió más o menos igual. Pero ahora con vaselina, por aquello de las cortesías, digo yo). En medio de ese movimiento de gente vino el asuntillo de los papeles ésos en que se probaba (o se supone que se probaba) que George W. Bush habría usao sus influencias para zafarse de ir a PRO PATRIA MORI en Vietnam. El asunto es que, finalmente, los papeles fueron cuestionados, y enterraron el asunto. Y no contentos con eso, además hicieron pupita al equipo de "60 minutos", y el equipo se fue básicamente por el caño. Por no hablar del follón judicial subsiguiente. Pero como los Yueséi son los países de los libros de memorias, la periodista Mary Mapes que fue el epicentro de too el juitreo escribió las suyas propias, con esos títulos tan bombásticos que tanto le gustan a la industria editorial anglosajona: "Truth and Duty: The Press, the President and the Privilege of Power" (no tengo idea si hay traducción al ezpañó, pero espero que hayan acortao la cosa, porque, leñe, 12 palabras en un título es indigesto, si por algo llamamos "Don Quijote", o más aún, el Quijote a secas, al libro ése que es "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha", que palabras son 8 y ya cansan sin ser decena). Y compraron las memorias, y escribió el guión e hizo su debut directorial un tipo llamao James Vanderbilt. ¿Quién? Pues... el guionista de "Básico y letal", "El tesoro del Amazonas", "Zodíaco", "El ataque", "El sorprendente Hombre Araña", y su secuela. Sí, ése tipo decidió de pronto que lo suyo era el thriller político conspiranoico setentero. Y... tan mal olfato no tuvo, desde cierto punto de vista. O sea, se pegó castañazo padre (la cosa costó casi 10 millones de dólares, una miseria de presupuesto, pero no llegó a recaudar a nivel mundial ni seis millones), pero... pero... ¿adivinan qué peli se llevó al Oscar a la Mejor Peli en esa pasada? Bueno, no "Conspiración y poder", no, desde luego que no, pero sí otra peli de periodistas a la caza de la verdad: "Primera plana".

¿POR QUÉ VERLA?

-- "Conspiración y poder" es uno de esos castañazos absolutamente inmerecidos. La peli quizás podía haber sido mejor en varios respectos, pero no me cabe ninguna duda de que es mucho más sólida que "Primera plana", que se llevó el Oscar a la Mejor Peli por las molestias. Porque mientras que "Primera plana" es cine en la arcaica tradición de "Todos los hombres del Presidente" de que toos son corruptos y malvaos menos los heroicos periodistas que destapan LA VERDÁ, esta peli es mucho más crítica y cínica al respecto, mucho más actual y realista si se quiere. La historia en sí, es quizás un poco cliché: el periodista (o grupo de periodistas, mejor dicho) que mete las narices en LA VERDÁ, pasa a llevar a un poderoso demasiado poderoso, y luego viene too el acoso desde la mismísima maquinaria del poder para acallar ciertas verdades inconvenientes. Y sin embargo... no es tan así, al final del día. Porque al final, ¿cuál es la verdá? ¿Los papeles eran legítimos y se movió toa una conspiración para hundir a los críticos porque KAKA DEMOKRACIA Y KAKA TRANSPARENCIA, o bien los periodistas actuaron con demasiada premura y precipitación y dieron por buena una noticia a la que le faltaban un par de comprobaciones, o... peor aún... fue todo una maniobra de contrainteligencia para liquidar al periodismo disidente que, la peli lo apunta, ya se había anotao un tanto en contra de George W. Bush al exponer los abusos de Abu Ghraib? La peli se inclina por la primera respuesta, pero lo hace de manera sibilina, tanto que queda flotando la pregunta y la ambigüedad en el aire. El propio título original en inglés es decidor: se trata de la verdad, pero como decía nuestro bienamado Poncio Pilatos, ¿qué es la verdad? En ese sentido, la peli disecciona las enormes dificultades que tiene el periodismo, y por extensión las democracias modernas, para transparentar y exponer las corruptelas de los poderosos, los conectaos, los enchufaos. La peli acredita muy bien que en los 2000s se ha producío un cambio importante en el periodismo, y que ya no están los tiempos para que un heroico Clark Kent o el parcito ése de "Todos los hombres del Presidente" se las estén dando de salvadores de la verdad, la justicia y el American Way of Life: a través de la misma, vemos cómo el periodismo tradicional se está hundiendo por las presiones de los grupos corporativos, cómo la gente hace cada vez menos caso de la prensa, cómo la cultura de los blogs es una nueva e importante fuerza a ser tenida en cuenta (bueno, en 2004. Después llegó Facebook, Twitter e Instagram, e Internet volvió a ser la amiga petarda de siempre). ¿Por qué alguien entonces querría seguir haciendo periodismo investigativo tradicional, ser un Quijote contra molinos de viento? En el caso del periodista viejuno interpretado por Redford, la explicación es clara: es un periodista a la antigua usanza, que cree en los antiguos valores tradicionales de juego político limpio de toda la vida, y por lo mismo, la peli no se ahorra remarcarlo, es un dinosaurio carcamal que ya no tiene lugar en estos tiempos de la-imagen-lo-es-todo y de la información fast food. Y en el caso de la otra periodista, la Cate Blanchett, también nos explican: ella es una fulana que creció en un hogar abusivo, y por lo tanto, la cruzada de ella por la libertad y la justicia y el pastel de manzana de mamá es también, de cierta manera, un exorcisar los demonios personales, porque bueno, incluso en estos tiempos en donde a nadie le importa un carajo nada, siempre quedan esas almas desalienadas o desafectas que, por motivos personales, de alguna manera siguen siendo virutas en el sistema que te quiere cada vez más tonto y anestesiado. En ese sentido, el fracaso definitivo de la investigación (y sí, spoiler del final de la peli, pero ejke joer, está basá en hechos históricos, y además, todos sabemos que a George W. Bush lo reeligieron, y si eres tan ignorante como para no saberlo, entonces tírate a un pozo que no te necesitamos entre nosotros, zombi de TWD disfrazao 'e ser humano), el fracaso definitivo de la investigación, decíamos, se transforma en la metáfora de un fenómeno más profundo, de la decadencia e incluso, quizás, la extinción de los valores cívicos tradicionales y su reemplazo por la cultura del yo y mi metro cuadrao y lo demás que se pudra, del todo vale, del no estoy ni ahí. "Conspiración y poder", por debajo de su narrativa acerca de un caso periodístico (real), es también una acerba crítica acerca de cómo nosotros estam... er... no, me corrijo. De cómo USTEDES, HUMANITOS ESTÚPIDOS, están dejando que se les muera la democracia entre las manos. Cuando esa cancerosa finalmente se les difunte, no vengan a quejarse. Que yo, gato detrás de un teclado, a través de estas humildes líneas de blog, estoy tratando de advertirles, y además recomendarles una peli que aborda estos temas de manera bastante reflexiva e inteligente. Bola de malagradecíos.

-- La realización está bastante bien. Contra lo que uno podría esperar del currículum de James Vanderbilt como guionista (aquí es guionista y además debuta como director), el guión en sí está bien escrito y la dirección es bastante precisa, sin alardes ni grandes detalles, pero escueta y directo al grano, lo que potencia mucho la historia, por supuesto. El elenco actoral está más que bien, aunque por supuesto quienes se llevan la palma son el incombustible Robert Redford, puesto otra vez en primera línea por "Capitán América y el Soldado del Invierno", y su rol debe ser un comentario malicioso, considerando que actuó en "Todos los hombres del Presidente", 3a vez que la mencionamos, y de hecho su personaje puede ser visto, en un nivel meta, como una especie de secuela espiritual y contrapunto con esa peli, a la manera de los western crepusculares con pistolero-demasiado-cansao-pa'-seguir-disparando, y por otro lao una Cate Blanchett que estuvo bastante activa en 2015 (joer: "Knight of Cups", "La Cenicienta", "Carol", ésta, y ¡trece roles! en "Manifesto") y que aquí hace un rol similar al de "Blue Jasmine" (y en menor medida al de "Carol", no digamos que no, su tríada de roles bordes, por lo visto), pero cuyo personaje adquiere la suficiente profundidad emocional como para despegarse del cliché y terminar siendo interesante (aunque, admitámoslo... ¿hay algún rol que haya hecho Cate Blanchett, que haya resultado sin interés?). Y en el plano secundario, un Topher Grace alguna vez promisorio y ahora medio caído en desgracia, interpretando a un periodista investigativo, hace una excelente pareja con un Dennis Quaid siempre inmenso, un ex militar que ayuda al equipo de periodistas un poco porque alguien tiene que hacerlo, leñe. La química entre ambos es muy buena, y funcionan muy bien como beta couple (en el sentido no romántico, vamos. Que tengo que explicároos too, joer). En este caso, lo escaso del presupuesto juega incluso a favor de la peli, toda vez que brilla de mejor manera tanto el guión como los actores. En definitiva, una recomendada incluso aunque los temas de fondo de la peli, sobre los cuales hablábamos latamente en la parrafada anterior, sean un poco resbalosos.

IDEAL PARA: Todo el mundo. Seriously, esta peli necesita mucho más cariño del que recibió.

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