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lunes, 19 de octubre de 2015

"Las doce pruebas de Astérix" (1976).


-- "Les douze travaux d'Astérix". Francia. Año 1976.
-- Dirección: René Goscinny, Henri Gruel, Albert Uderzo y Pierre Watrin.
-- Actuación: Voces de (en el original francés) Roger Carel, Jacques Morel, Pierre Tornade, Henri Labussière, Jean Martinelli, Pascal Mazzotti, Lawrence Riesner, Claude Dasset, Roger Lumont, Gérard Hernandez, Henri Virlojeux, Nicole Vervil, Jacques Hilling, Henri Poirier, Mary Mongourdin.
-- Guión: René Goscinny y Albert Uderzo, con la colaboración de Pierre Tchernia.
-- Banda Sonora: Gérard Calvi.

-- "Las doce pruebas de Astérix" en IMDb.
-- "Las doce pruebas de Astérix" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En una aldea gala que resiste ahora y siempre al invasor, blablablá, habrá OTRA NUEVA ESCABECHINA. Vamos, ya nos conocemos el guión. Roma attack, los galos toman la poción mágica, y vuelan los cascos romanos por los aires, y ES CÓMICO porque nadie se contusiona y tal (¿alguien quiere rodar una peli de Astérix en donde de verdad se viera el daño ocasionado por ese par de lovelyquakes que son Astérix y Obélix?). El caso es que entre los romanos comienzan a correr rumores de que esos galos SON DIOSES (pero... ¡momentito! ¿No que en el cómic, los romanos siempre han sabido de la poción mágica? Hmmm...). El caso es que los rumores llegan a Julio César, quien dice ¡¡¡PAPARRUCHAS!!!, pero siendo César un César, pues bien, decide que para qué va a perjudicarse, y viaja a la Galia (otra vez) para una apuesta. Resulta que en el pasado, Hércules realizó doce pruebas, y los dioses lo recompensaron convirtiéndolo en un dios (bueno, en realidad, en los mitos griegos, Hércules ya era semidiós porque nació cuando Zeus se trotó a Alcmena cuando Anfitrión el marido de la susodicha estaba ausente en casa, pero en fin, no nos detengamos con esto, que peores salvajadas hemos visto en las pelis de Hollywood y nadie se queja). Pero como esas pruebas están pasadas de moda, pues, que los ágiles de César han puesto a punto una lista que es algo así como las nuevas doce pruebas, anticipándose a la moda de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y otras imbecilidades varias. La aldea gala elegirá a uno o dos campeones, y ellos deben pasar las pruebas. Si lo logran, César decidirá que son dioses y dejará a los galos en paz. Pero si no lo logran, los galos deberán rendirse. Y los galos, siendo mucho galos ellos, aceptan. Entonces, los galos se miran entre sí, y deciden que Ordenalfabetix el vendedor de pescado y Esautomátix el herrero irán a las doce pruebas. Y parten Ordenalfabetix y Esautomátix a su primera prueba, cuand... no, estoy bromeando. Vamos, ya saben que ellos dos no son, si los héroes son Asterix y Obelix, ¿no? Bien, ahora en serio. El caso es que Asterix y Obelix son elegidos y parten a las doce pruebas. ¿Conseguirán superarlas todas? Guau, el suspenso por saber si los buenos ganarán, me está matando.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

La Europa de postguerra era un lugar deprimente. O sea, Europa era el gran continente sede de la civilización y tal, y de pronto, quedó tan arrasada que sólo para el Existencialismo les quedó ganas. En medio de todo empezaron maniobras para crear una unidad europea que pudiera pararse de tú a tú contra las superpotencias y tal. Y en medio de todo eso, sobreviven los cómics francobelgas. Nos referimos a Tintín por supuesto, y a los Pitufos, y también a Asterix. El propio contexto de Asterix es, buenoooooo... un tanto raro. Los malos son un gran imperio conquistador y los buenos son los héroes que resisten a su poderío. Qué nacionalista too. (De hecho, si leen los tomos en orden, los primeros volúmenes hacen varios comentarios sotto voce acerca de que los otros galos, los que se dejaron conquistar o se rindieron, son algo vergonzosos, o si no, lean "El escudo arverno"). El caso es que Astérix terminó resultando enormemente popular, debido a su inusual mezcla de elementos: un poco de historia, un poco de fantasía histórica, un poco de comentario social, y harto slapstick. Nada de raro entonces que Astérix diera el salto al cine, y no nos referimos a la un tanto mediocre saga iniciada por "Asterix y Obelix" de 1999, con un infame Roberto Begnini como villano, sino a dos pelis animadas hoy en día olvidadas, en un caso con un resto de justicia ("Asterix el galo" de 1967), y en otro con mucha ingratitud ("Asterix y Cleopatra" de 1968). Goscinny y Uderzo, los creadores del cómic original (perdón, que "cómic" es para esos burros y tontorrones cómics yanketas, hablemos mejor de "bande dessinée" que es más sofisti, ¿ya?), volvieron a la carga en 1976, aunque en este caso no adaptando alguna de sus historias, sino con un argumento completamente original (si ustedes ven por ahí el libro con las doce pruebas de Asterix, entérense: en este caso el libro es adaptación de la peli, y no al revés). El resultado fue "Las doce pruebas de Asterix", quizás la mejor de todas... aunque, curiosamente, es más irrespetuosa con el material original que otras adaptaciones. No que sea mejor, no que sea peor... sólo que es diferente. En el buen sentido de la palabra, por una vez en la vida.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos de la base que es una historia original, y por ende, presenta algunos detalles que difieren con la continuidad oficial de la serie (uno de los más obvios, y lo menciono porque hay otro más obvio pero que es un spoiler gigantesco, es que los romanos no saben de la pócima mágica, cuando en los libros es historia sí e historia también en donde los romanos complotan para obtenerla, destruirla, etcétera). Pero es una historia original de los creadores también originales. Esto podría ser una mala noticia, porque a veces los tipos que inventan el material original piensan que son lo más genio de lo genio y no hace falta cambiar nada, y después, sin entender las diferencias entre un medio u otro, quedan las plastas que quedan. En este caso no. Goscinny y Uderzo mantienen las formas básicas del cómic original, pero introducen cambios bastante creativos por aquí y por allá, en particular llevando el talento de la animación por caminos bastante... trippies, digámoslo así (la secuencia en la caverna de la Bestia, por ejemplo, es como para vérsela jarto de LSD). El humor mismo es también algo más absurdo y surrealista, con el comentario social llevado hasta el extremo. Pero todas estas cosas funcionan muy bien. La peli parte algo lisérgica, porque las primeras pruebas son competencias atléticas, y como que flota una sensación de que si la cosa sigue así, menudo peñascazo en la jeta va a ser esto. Es a partir de la cuarta prueba, en donde Asterix y Obelix tienen que cruzar un lago (y no, no voy a decir qué pasa ahí), en donde la peli realmente cobra vuelo, y de ahí ya no para. El enfrentamiento contra Iris el egipcio es simplemente delirante. La prueba de la caverna de la Bestia representa un marcado cambio de tono, pero el remate es inesperado e hilarante. La prueba de la obtención de la forma A-38 es delirio en estado puro. Y aunque quizás la última prueba desinfla un poco todo, no es menos cierto que el final es inesperado, contundente, y deja con un muy buen sabor de boca. En definitiva, una peli que puede decaer en algunos tramos, que quizás no se sostiene al ciento por ciento en todo su metraje, pero que resulta mucho más original, creativa, ingeniosa y atrevida que muchos subproductos para niños de hoy en día, que se venden metiéndolos a presión con marketing puro y bruto. Ojalá se hicieran más pelis animadas como ésta, hoy en día.

-- En una brevísima escena en el Olimpo, vemos a los dioses. Y entre los dioses vemos a la diosa Venus desnuda y tendida sobre unas pieles (o sea, vemos espalda y espalda baja, nada softcore, ¿eh?). Y está dibujada basándose en Brigitte Bardot. Y yo que no me acordaba, de cuando vi la peli por primera vez siendo cachorro...

IDEAL PARA: Fanáticos de Asterix, fanáticos del cóm... er... perdón, la bande dessinée francobelga, fanáticos de la animación, y en general para todas las personas que quieren pasar un rato relajado viendo material de calidad.

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