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viernes, 18 de septiembre de 2015

"Uno que ha sido marino" (1951).


-- "Uno que ha sido marino". Chile. Año 1951.
-- Dirección: José Bohr.
-- Actuación: Eugenio Retes, Hilda Sour, Arturo Gatica, Eduardo Naveda, Eva González, Rolando Caicedo, Elena Moreno.
-- Guión: Eugenio Retes y René Olivares.
-- Banda Sonora: Donato Román Heitman y José Bohr.

-- "Uno que ha sido marino" en IMDb.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Pueh, uno que ha sío marino... suponemos. Porque el perejil en cuestión, el gran Eugenio Retes, en la actualidad es pescao de mesa, si está en Santiago a como cientialgo kilómetros del mar, vociándole la lustriá y too, con un amigo más joven. Y en medio anda metía una fémina, la Maruja que le dicen (joer con el nombrecito, que ahí la retriatan di cuerpo intero), que vocea diarios. Y la vida es jodía, jodía, porque 's año nueo y nadie se pega la lustriá (bueno, salvo un sujetomerda que va a tomar el tranvía 36, y pasa el tranvía y sale correndo sin pagar, el desgraciao). Después de como 20 minutos de peli en donde vemos las desdichas y desgracias de este trío 'e pobres muirtos di'ambre, llega el Año Nuevo y... la chica toma una determinación. Está fastidiá 'e la pobreza, quiere surgir, prosperar, tener su casita, su familia... (mujé de carrera, eso sí que no, que son los '50s, leñe). Y cruza el puente para ir al Santiago 'e los ricos (que en esa época todavía estaba en el centro, no como hoy que de tanto subir la Cordillera, los millonarios van a terminar desparramándose pa' la Argentina, como si los argentinos estuvieran faltos de gente pesá). Y, weno... el galán toma entonces el recao, y decide que va a dejar de lustriá (con el amiguete, el que ha sío marino, empujando por ditrás pa' hacerse con un trabajo digno y tal). Y se meten a maistros albañiles. Y, po'que la vida eh así... ¿cuál e' el edificio al cual le van a hacer la pintá en la fachá? Justiniano el del barrio rico en donde trabaja la chica, ahora reconvertía en doncella y tal. La lucha de los chilenitos pobres por surgir acaba de principiá, y sólo puede terminar de una manera. ¡CON MELODRAMA! ¡DE CORAZONCITO TIERNO! ¡Y CON ALGO DE HUMOR! Porque pa' qué nos vamos a poner sindicalistas, ¿verdá? Vivachilemerda.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

José Bohr es esa gran presencia del cine chileno en los '40s-'50s, el cineasta chileno (de origen alemán, y no, no era un refugiao 'el 1945) que mejor entendió los resortes del cine de entretención pa'l público chileno. ¿Sus armas? Historias 'e gente sencilla, un poco de humor, su cuota de melodrama pero sin pasarse, en general la adopción de los códigos del melodrama clásico 'e Jólivu a la realidá chilena. Y el público se lo recompensó convirtiéndolo en un clásico del cine chileno, di'esas pelis que son las típicas pelis "pa'l 18". Probablemente sus dos obras maestras, dentro de lo que catalogan para tal (que José Bohr no era tampoco el revolucionario del cine, y también maldita la falta que le hacía) son "Uno que ha sido marino" y "El gran circo Chamorro", ambas con la presencia inconfundible del gran cómico chileno Eugenio Retes, y ambas pergueñadas un poco al calor del ocaso de la Era Radical (1938-1952), con su apatía respecto de la política corrupta (que en la peli no aparece), su humorístico-pero-sardónico retrato de las desigualdades sociales, y su percepción de y-pa-'onde-va-il-país. Bueno, ya li sabimos pa' onde va. Derechito pa'l '73. Y de ahí, derechito pa' la 'erecha.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Para la gente con espíritu de historiador, esta peli capta bien el clima social del Chile a finales de la Era Radical. A lo largo de sus tres Presis (Pedro Aguirre Cerda, el de "gobernar es educar", Juan Antonio Ríos y Gabriel González Videla) se había sostenío la promisa de que iba a ser un Chile con crecimiento y también más justo e igualitario, y al final, sí, el país había crecío y tal (joer, Chilefilms fue fundada en estos años, que no en balde son una edá de oro pa'l cine chileno... o chapá en oro, no sé, a según il punto di vista), el país había crecío, decía, pero por otra parte la corruptela política había llegado a niveles increíbles, la economía amenazaba con destazarse por la inflación y el desempleo... ¿en dónde he visto eso antes? Ah, claro. La Concerta. En fin. Volviendo al '51. Esta peli describe justito ese país: uno clasista, prepotente, en donde el que tiene dinero ruge y el otro se lame las heridas, uno en donde rájatelas como puedas porque si no, papi Estado o la sociedad en su conjunto no va a ayudarte, en donde el fresco cínico carerraja se abre paso y el otro a joderse... leñe, no había visto lo actual que es esta peli. Ni que la hubieran rodado ayer, óigale...

-- ¿La peli en sí? Bastante bien, fíjense. No es un monumento ni una obra de arte. Ni siquiera es una peli tan definitoria de lo que pueda ser la "chilenidá" como lo será la posterior "El Gran Circo Chamorro" (aunque también se puede debatir de que ésa es "chilenidá" desde cierta trinchera, por supisto). Pero es una buena historia de lo que podríamos llamar costumbrismo urbano. Desde luego, quen se roba to'a la peli es el gran Eugenio Retes, interpretando a un personaje que, quiensá si ha sío o no marino, pero que tiene el salero y los santos cojones de too buen chileno. El personaje podría resultar antipático porque, muuu en el fondo, e' el fulano aprovechadó que no te lo quieres topar en la calle, pero Eugenio Retes le confiere mucho sabor humano. La parejita de protas (siguiendo el molde clásico de esos años en que la fórmula es "el graciosete que ayuda a la parejita romántica", que ni los mismísimos Hermanos Marx desdeñaban en su cine, y que veremos replicada y medio parodiada hasta "Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra" inclusiva), fíjense, hasta están bien y too. Se agradece por supuesto que la parte melodrama pa' sacar pañuelitos, estando ahí (y tenía que, si eran las convenciones del cine desos años), jamás se sale tanto de madre que acabe transformao en una bomba lacrimógena. El humor mismo, por su parte, quizás no es tan desternillante ni mucho menos, pero sigue sintiéndose fresco y jovial (e incluso, cosa curiosa aquí tratándose de una del '51 en un país tan conservador-pacato como Chile... ¡hasta se permiten algunos chistes de gay en sordina!). Quizás el único lunar realmente significativo de la peli es que, a partir de su segunda mitad, el nudo argumental comienza a resolverse con algunas coincidencias (ese asalto al banco...) y giros de guión buenos para dar too por cerrao y bien cerrao, pero que no deja de ser algo rebuscao. Pero se le perdona. "Uno que ha sido marino" no es la mejor peli del tándem Bohr-Retes, no es una obra maistra, y no es una peli que haya sentao escuela, pero ha conseguido el raro milagro de que, a pesar de que Chile ha cambiao, sigue viéndose fresca como el primer día. O a lo mejor, reflexión inquietante aquí... sigue viéndose fresca porque en el intertantito, CHILE NO HA CAMBIADO EN LO ABSOLUTO. Lo que sería una tragedia, por supisto.

IDEAL PARA: Ver una peli de sano humor blanco sobre chilenos en los '50s.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "UNO QUE HA SIDO MARINO":

-- "Uno que ha sido marino" en Cinechile.

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