Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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domingo, 6 de julio de 2014
"Betibú" (2014).
-- "Betibú". Argentina / España. Año 2014.
-- Dirección: Miguel Cohan.
-- Actuación: Mercedes Morán, Daniel Fanego, Alberto Ammann, José Coronado, Osmar Núñez, Norman Briski, Lito Cruz, Gerardo Romano, Mario Pasik, Fabián Arenillas, Marina Bellati, Carola Reyna.
-- Guión: Ana Cohan y Miguel Cohan, basados en la novela de Claudia Piñeiro.
-- Banda Sonora: Federico Jusid.
-- "Betibú" en IMDb.
-- "Betibú" en la Wikipedia en español.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Vemos un hombre sentado, o mejor dicho, el perfil por el costado del sillón, al más puro estilo Blofeld, pero... un tanto inerte. No vemos qué le pasa, pero es que joer, es un policial argentino, no cuesta demasiado adivinar que en realidad está muricido. A la mañana siguiente aparece una señora que parece ser la iña 'e la limpieza, que pregunta ¿EL SEÑOR, EL SEÑOR? y luego ¡¡¡AAAAAA!!! al descubrir que el señor... sí, en efecto... está muricido. Luego viene una presentación de personajes, que... me voy a adelantar un poco, pero es pa' que se entienda la joda. No es un detective aficionado sino un grupo de ellos, un trío de ellos, así es que las escenas son para caracterizar personajes, eso es. Los que tenemos son: el viejo zorro de policiales que trabaja en un periódico en... en... a saber en qué sección (pero apenas salta lo del muertocidio, termina en policiales otra vez, a lo menos de manera no oficial). El joven aprendiz ambicioso blablablá, que se llevará de fusílate alone con el viejo, para después ir descubriendo el respeto mutuo blablablá. Y en medio, un poco a santo de qué, una escritora que está retirándose del oficio. Porque en un policial yanketa es un policía que dispara balas y too el que se retira, pero aquí es apenas una escribana que dispara... ¿tinta? Bueno, a saber si es un chiste, total, el keyboard es más fuerte que la espada. El caso es que los tres trabajan para el dueño del periódico que tuvo algo que ver con la susodicha en el pasado, blablablá. Y el Trío Dinámico empieza a investigar el crimen porque, joer, esto es un periódico... ¡¡¡SERIO!!! Uno que busca investigar ¡¡¡LA VERDAD!!! en vez de limitarse a cubrir el júrbol y las declaraciones de los políticos. ¡Ríanse ustedes de Bernstein y Woodward! El muerto muricido, a too esto, por supuesto que no es un vagabundo de la calle de ésos que los Death Squad van y prenden bencina en la calle y a quemar que son dos días. Nones. Es un tipejo poderoso que está dentro de la seguridad de un condominio. Ingresando así el consabido comentario social de que o el asesino es gente del interior, gente linda-pero-podrida, o bien uno del exterior, en cuyo caso tanto aislamiento pa'qué. Y por supuesto, esto significa que el Trío Dinámico va a meterse allí en donde nadie nunca debe meterse jamás. No si no se quiere acabar torturado, muerto, o peor aún, limpiando las kakitas de mi caja de arena.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Los policiales argentinos a estas alturas del partido son casi un subgénero por derecho propio. Ahí tienen "Nueve reinas" (con Ricardo Darín), "El aura" (con Ricardo Darín), "El secreto de sus ojos" (con Ricardo Darín), "Tesis sobre un homicidio" (con Ric... hmmm... ¿soy yo o están de joda conmigo?). Bueno, hay algunas en donde Ricardo Darín no actúa. "Matar a todos", por ejemplo, aunque a saber si cuenta porque en realidad es una coproducción de como medio Cono Sur. Y una de las precursoras, la no demasiado recordada ni demasiado lograda "Cenizas del paraíso". ¿El secreto de su éxito? Una adecuada mezcla entre importar códigos y tópicos propios del cine policial y negro clásico de Jólivu, eliminando la estética propia del Noir eso sí, e inyectándolos a la realidad política y social de Argentina, en particular a esa realidad de la gente papel cuché que no aparece en las revistas papel cuché. Interesantemente, el policial argentino cumple casi la misma función del Cine Noir de los '40s Bogart' style, que es servir de catalizador para la insatisfacción social, la conciencia de la existencia de la corrupción, la impotencia frente a gente demasiado grande como para caer, función que el policial yanketa en general ha terminado por perder porque, joer, los Yueséi, one nation under one God ¿vale? De ahí que el policial argentino no se concentre tanto en el caso de la semana (el cual por regla general no suele ser tampoco la gran cosa), como en utilizar la trama policial como pretexto para hacer un descarnado relato de la gente bonita. "Betibú" es el aporte 2014 argentino al género. Basada en una novela de Claudia Piñeiro. Y sin Ricardo Darín, por una vez en la vida.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Depende del punto de vista. Si lo que andas buscando es un policial de tomo y lomo, estilo "El secreto de sus ojos" o algo así, mejor olvídate. Porque esto se parece más bien a "Cenizas del paraíso" (y esto no es un cumplido, claro), en que la trama policial es apenas un pretexto para hacer un poco de historieta de ésas de "el pasado" y tal. El problema es que el caso policial en sí es interesante, pero la investigación no está todo lo bien amarrada que debiera. Da lo mismo si la investigación policial en una historia policial es una carrera de postas en donde la pista A conduce a la pista B que conduce a la pista C (estilo Philip Marlowe) o si existen múltiples pistas a la vez, algunas verdaderas y otras despistes (estilo Hercules Poirot), lo importante es que el lector tenga una sensación de que hay una lógica por detrás, hay deducción, de que las cosas son y sólo pueden ser así y no de otra manera, etc. Eso es lo que falta aquí. Los periodistas van descubriendo datitos del pasado, no demasiado tampoco, y al final, un poco por casualidad, porque sí, porque en algún minuto hay que terminar la peli, pues que a la prota (que hasta el minuto no ha pintado casi nada porque el grueso de la investigación se lo han llevado los dos periodistas, en realidad) tiene su momento eureka y se le ocurre cómo conecta todo, así porque sí y tal. La evidencia es tan feble, de hecho, que uno como espectador se hace la pregunta que uno nunca debe hacerse en un policial: ¿y si las cosas hubieran sido de otra manera? Porque en un policial, para que la solución sea satisfactoria, el lector o espectador debe quedarse con la sensación de que ¡oh, sí, así es y no puede ser de otra manera! Debe haber un razonamiento por detrás, y eso es lo que falla aquí. No es necesario que sea una deducción científica tipo Sherlock Holmes, como lo prueba por ejemplo el Padre Brown (que sacaba avante sus casos no por ciencia sino por una mezcla de perspicacia psicológica, razonamiento teológico y sentido común), pero sí debe existir ese hilado de cómo de los hechos A-B-C llegamos a la conclusión D (que fulano es el asesino). De hecho, la peli se deja ver casi como un fanfic feminista en donde una chica escribe una novela sobre una chica escritora que resuelve un misterio policial en que ella misma al final lo único que aporta en puridad es la resolución final. Conste que no hay nada intrínsecamente negativo en esto porque, después de todo, la ficción de todo tipo tiene mucho de wishful thinking, de satisfacción vicaria de deseos, porque qué otra cosa es James Bond por ejemplo sino una satisfacción de fantasías masculinas de tal o cual tipo (dicho sin derogatorio, si después de todo quien escribe es fanático de las Bond Movies... salvo "El hombre de la pistola de oro" que es una mugre), pero si se va a hacer, hágase bien. Si van a hacer un policial, dénme un policial en donde las cosas queden algo mejor amarraditas, ¿no?
-- En donde la peli no falla, es en el retrato de cierta realidad social argentina, y por qué no decirlo, sudaca. Porque mucha democracia, derechos humanos, liberalismo y tal, y al final resulta que cuando se trata de llevar del discurso al hecho es donde nos surge el Sudakistán que todo espalda mojada lleva dentro. El gran tema de la peli, esbozado desde el comienzo y llevado con mano recia hasta el final, es la impunidad. Hay gente poderosa, hay gente simplemente demasiado poderosa. ¿Es posible ir y darles caza, en nombre de lo correcto, la justicia, blablablá? O por el contrario... Todos sabemos cómo son las cosas en el cine yanketa estilo "Ciudad de sombras", en donde existen corrupción y manzanas podridas, pero al final bastan uno o dos héroes idealistas dispuestos a sacrificarlo el todo por el todo, y al final el corrupto es descubierto, llevado a la justicia, el sistema funciona, AMERICA UBER ALLES, blablablá. Pero esto es Argentina, Sudakistán, no Estados Unidos (menos el Yueséi del cine). La peli da una respuesta al respecto y, qué puedo decir... es una excelente respuesta. No puedo decir cuál es porque implicaría reventar el final, y tampoco quiero hacerlo (por una vez en la vida), pero la conclusión de la peli es satisfactoria y acorde con lo que hemos visto. Rematado por el excelente detalle de que la peli se abre y se cierra con la misma toma: periódicos en funcionamiento. De manera que si como policial "Betibú" es una peli fallida, como comentario social sí que funciona, y muy bien. Quizás demasiado mortíferamente bien.
IDEAL PARA: Ver un policial que funciona más como comentario social que como verdadero policial.
OTRAS PÁGINAS SOBRE "BETIBÚ":
-- "Betibú" en Miséptimapasión.
-- "Betibú" en Planet Rodríguez.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en español con eshe qué shé shó argentino, vishte].
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