Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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domingo, 4 de diciembre de 2011
"El precio del mañana" (2011).
-- "In Time". Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Andrew Niccol.
-- Actuación: Justin Timberlake, Amanda Seyfried, Cillian Murphy, Olivia Wilde, Matt Bomer, Christiann Castellanos, Alex Pettyfer, Johnny Galecki, Vincent Kartheiser, Rachel Roberts, Ethan Peck, Yaya DaCosta, Bella Heathcote, Toby Hemingway, Jessica Parker Kennedy, Collins Pennie, Christoph Sanders, Faye Kingslee.
-- Guión: Andrew Niccol.
-- Banda Sonora: Craig Armstrong.
-- "El precio del mañana" en IMDb.
-- "El precio del mañana" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El futuro. Uno sospechosamente parecido al presente, a pesar de que deberíamos estar décadas avanzadas del XXI, probablemente incluso en el XXII. De alguna manera que colinda con el absurdo hasta un grado tal que la peli ni siquiera intenta explicarlo, han conseguido convencer a TODA la Humanidad de someterse a una modificación genética por la cual la gente tiene un reloj vital preprogramado. Tan bueno es el mecanismo, que cuando te llega el 000:00:00:00:00:00, te caes muerto al tiro, ni un segundo más, ni un segundo menos, eso es apoptosis y no los mendas mecanismos anticáncer dentro de nuestras propias células. Y para mostrarnos que la Humanidad es más idiota aún, han dejado que el Gobierno convierta al tiempo de vida que queda, en moneda de cambio. Exacto, si quieres un café de máquina debes pagar X horas, y vivirás por lo tanto X horas menos. Tu sueldo por su parte lo recibes en horas, días o años de vida, a según si eres obrero de baja calificación, titulado con MBA, o invitado honorario en Bilderberg. En este mundo nuestro prota, que es Justin Timberlake haciendo de un personaje cuyo nombre era... era... era... er... mmmmm... ehm... buenooooo... Justin Timberlake, decía, le cae la suerte de golpe. Porque aparece en su vida un rico tan rico, que tiene más de un siglo de dinero/vida, que ya está cansado de la inmortalidad, de vivir, anda buscando la muerte, no soporta el sistema tal y como está diseñado (le dice al prota que hay dinero/tiempo suficiente para todos, pero que el Gobierno sube los precios todos los días para que la gente se muera antes de tiempo y evitar la superpoblación), y le dona todo su dinero al gentil Justin Timberlake para irse después a morir. Como no hay testigos, la policía del tiempo, que debe haberla por supuesto para controlar que nadie haga estafas con el dinero/vida de los demás, cree que Justin Timberlake robó/asesinó al millonario (la peli es así de cabrona: cuando los ricos le sacan dinero/vida a los pobres, es legal, pero cuando es al revés, seguro que es un delincuente). Justin Timberlake, por su parte, se va a vivir la vida loca con su nuevo dinero, pasa todas las zonas de seguridad pagando los extraordinariamente caros peajes (un año entero de vida para llegar al sector más lindo), y conoce a una chica pijilla que se interesa en él porque, buenoooooo... tiene pinta de chico malote, si les gustan maltratadores al final del día. Además es la hija del villano más villano de la peli, que es por supuesto un tiburón capitalista que maneja el mercado del tiempo, y escrito está desde tiempos inmemoriales en esto del cine, que la hija del villano fatalmente se enamorará del héroe y se redimirá de sus pecados sociales a través del amor. Ahora, la persecusión al estilo Bonnie y Clyde a través de un mundo en que literalmente time is money, ha comenzado.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Andrew Niccol es un viejo conocido en esto de la Sci-Fi. Su primera peli se adscribía por supuesto al género. Se trata de la fantasía retrofuturista "Gatacca", otra distopía con ingeniería genética de por medio en que un pobre tipo medio excluído del sistema se las arregla para ascender en la escala social. Luego insistió con "Simone", ésa de Al Pacino en que plagiaba descaradamente (suponemos que sin conocer el material literario de base, seamos justos, porque cuánta gente allá afuera ha leído novelas chilenas que no sean de Isabel Allende) a la magnífica "El socio" de Jenaro Prieto, pero con realidad virtual de por medio, y cambiando el mundo de las finanzas de levita y mostacho por el moderno Hollywood. Y luego de darse un pequeño respiro fuera del género ("El señor de la guerra" con Nicolas Cage), regresa a su Madre Patria que tantas y tan bellas satisfacciones le ha dado (en realidad no tantas en términos monetarios, o de éxito y fama... pero sí de reconocimiento de algunos que vemos más allá, como vuestro seguro servidor el General Gato por ejemplo), regresa clonándose a sí mismo en versión teen (Justin Timberlake por Ethan Hawke, Amanda Seyfried por Uma Thurman... message received, sir).
¿POR QUÉ VERLA?
-- En términos estrictos, qué es el trabajo. La respuesta más directa es: dedicarle tiempo y esfuerzos a una labor por la cual te van a remunerar. Esa remuneración, a su vez, la utilizarás para comprar víveres, suministros y medicinas que te permitirán vivir otro día más. Sin trabajo y sin ser rentista, caes en la indigencia primero, y te mueres después (están los sistemas de asistencia social, sea la caridad eclesiástica o el apparachitnik del Gobierno, pero ya sabemos que eso es para mantener a los pobres en la línea de flotación, que la cosa es lavado de conciencia, no repartija justa para todos, no nos pasemos de rojitos tampoco). Tu economía personal funciona en la medida en que lo que ganas de tiempo de vida, es más de lo que debes invertir trabajando. Si trabajas hasta la extenuación por 18 horas al día, te desgastas hasta un punto en que te morirás, o sea, caerás en bancarrota biológica, por decirlo así. ¿Cuál podría ser el siguiente paso imaginable? Esta peli ensaya una respuesta: eliminar el metálico/papel/creditcard como intermediario entre la vida y el trabajo, convertir el propio tiempo de vida en la moneda de pago. En esta área, la peli se esfuerza lo suyo, aunque se queda en deuda en algunos respectos. La principal cuestión es cómo se las arreglaron para imponer en primer lugar un sistema que literalmente es life is killing you (and leaving you out of business, todo en el mismo giro comercial). En esos megasistemas de espionaje a la privacidad que son Facebook o el mastodóntico enjambre Google/gmail/Google+, lo tuvieron fácil predicando el mantra de la conexión (sí, te venden que facilitas tus datos personales para conectarte con la gente que quieres conectar... y te omiten que facilitas tus datos personales para acabar conectado al aeternum al sistema por tus opiniones políticas o tus antecedentes financieros). Pero, ¿cómo se vende un sistema geneconómico programado para matarte? La única explicación posible, que la peli no adelanta, pero se puede inferir: a la gente le prometieron vida eterna (¡con la nueva moneda, gana dinero vampirizando la vida de los demás!), y como la gente es estúpida, seguro que no se detuvieron a pensar que ALGUIEN iba a ver su vida drenada para que tú vivieras un par de siglos adicionales de nada. Y peor, que si eras un pobre patipelao al que le vendían la ilusión, era más que probable que TÚ fueras el alguien vampirizado, no el vampiro mismo. El caso es que cómo dicha sociedad se las arregla para seguir funcionando sin furiosos estallidos sociales, es algo que la peli pasa por encima. Pero en otras cosas, la peli sí se defiende bien. Desde grandes detalles como las grandes corporaciones que manejan el tiempo y dinero de las personas, incluyendo un completo aparato policial para que los pobres se queden en su sitio, hasta cositas mínimas como que Justin Timberlake se delata a la legua como pobre entre los ricos porque lo hace todo a la carrera (time is money, my dear, literalmente, ¿recuerdan?), o que la familia de los ricos tienen todos la misma edad. También detalla bien las actitudes egoístas de algunos, versus las actitudes de generosidad y desprendimiento de otros, todos ellos muy creíbles bajo las premisas de la peli. A las últimas, más allá de las consabidas escenas de acción, el principal valor de esta peli es que a través de las peripecias de los personajes, asistimos a un fresco completo de una sociedad ultracapitalista en que se ha llegado al último extremo de que los seres humanos ya no se vampirizan haciéndose quitadas con el dinero los unos a los otros (de manera legal o ilegal, o incluso legal-pero-inmoral), sino que se vampirizan robándose los unos a otros el tiempo de vida remanente de cada cual. En ese sentido, la peli funciona más que bien como un espejo de un estado de cosas que no suena tan de ciencia ficción: después de todo, 2011 es también el año de la primavera árabe, de los indignados...
-- Se agradece que la peli es bastante cable a tierra en lo que a la acción se refiere. Por supuesto que la tiene, en buena cantidad, y de manera algo gratuita a veces, para poder vender la peli entre las audiencias juveniles, pero la cosa nunca se desmadra como lo habría sido con un Michael Bay enamorado de hacer explotar galones y galones y galones de petróleo. Es decir, no vas a ver a personajes haciendo el Mátrix, ni machadas a lo James Bond. Incluso en las escenas de persecusión, hay un cierto feeling retro en ver a los personajes corriendo de manera directa, en vez de esos malditos montajes modernetes con harta cámara en mano y con 60 cortes por minuto para que tengas... ¡¡¡AKSIÓN!!! Es decir, que esta peli tiene éxito allí en donde "La isla" de Michael Bay fracasó: en escenificar una interesante premisa de ciencia ficción semieconomicista, mezclándola con acción, sin que ambas partes chirríen al ser puestas una con otra en conjunto.
-- ¿El resto? Pues está más que bien. Justin Timberlake se consolida cada vez más como actor de carácter, no diremos con un rol descollante ni mucho menos, pero sí haciéndonos olvidar que alguna vez fue el chico bonito de... ¿seré tan malvado que lo mencionaré? Sí, lo seré. El chico bonito de 'N Sync, ya está, lo dije (MWA-HA-HA-HA-HÁ!!!). Amanda Seyfried sigue adelante sin tener ya que probarle nada a nadie, encajando a la perfección con Justin Timberlake en su rol estilo "Bonnie y Clyde" (además de proporcionar fanservice en una fugaz escena en ropa interior negra, vamos, y es que todos los directores que contratan a la Seyfried, han caído en la cuenta, y ella se deja también, pues). Cillian Murphy como el policía está quizás un poco tieso, pero funciona lo mismo. La presencia de Olivia Wilde es por su parte casi testimonial, y si bien su rol tiene cierta importancia al comienzo, su actuación no lo hace remontar más allá. Y el grupete se completa con Vincent Kartheiser (sí, leñe, el hijito insoportable en "Angel"), haciendo un rol quizás no memorable, pero sí bastante cumplidor como villano (casi como villano Bond, diríamos, escena de duelo con el prota en un juego de cartas incluída).
IDEAL PARA: Ver una peli de ciencia ficción que, más allá de algunas falencias de peso en su premisa, pone el dedo en la llaga en numerosos puntos acerca del funcionamiento del sistema económico.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
Muy interesante. La película pudo haber sido mucho mejor, pero no fue un completo fiasco después de todo.
ResponderBorrarEs un claro reflejo sobre como el sistema económico subsume el valor de las personas... aunque es lo que pasa con cualquier sistema, creo.
La diferencia está en que te dicen que este sistema está al servicio de las personas, y además, las personas mismas participan con sus decisiones en el sistema ("el juego democrático", que le dicen). Aunque después no sea mucho verdad. Y la peli... bueno... por una vez en la vida que hacen ciencia ficción con ideas en el cine, aunque sea una peli regularcilla, y siguen quejándose. Si es que cuando se ponen en plan "o Blade Runner o nada", son unos pesados...
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