Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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domingo, 6 de noviembre de 2011
"Contagio" (2011).
-- "Contagion". Estados Unidos / Emiratos Arabes Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Steven Soderbergh.
-- Actuación: Marion Cotillard, Matt Damon, Laurence Fishburne, Jude Law, Gwyneth Paltrow, Anna-Jacoby Heron, Kate Winslet, Jennifer Ehle, Enrico Colantoni, Bryan Cranston, Griffin Kane, Sanaa Lathan, Demetri Martin, Elliott Gould, Chin Han, John Hawkes, Amr Waked, Daria Strokous, Dr. Sanjay Gupta, Chui-Tien-you, Josephine Ho Chiu-Yi, Armin Rohde.
-- Guión: Scott Z. Burns.
-- Banda Sonora: Cliff Martínez.
-- "Contagio" en IMDb.
-- "Contagio" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
DÍA 2. (¡Hey! ¿Qué pasó con el Día 1? ¡Maldita lacra de tramposos, apuesto a que no me lo muestran porque me están escamoteando algo bueno!). Una chica ya no tan chica (Gwyneth Paltrow, peligrosamente cerca de la crítica edad femenina de los 40) hace algunas llamadas telefónicas mientras está viajando por el mundo: Hong Kong, Chicago... Mientras tanto, en apretados saltos de cámara, vemos como dos o tres pringaos en otros lados empiezan a enfermarse y caer como moscas, si es que les falta la pura chaqueta roja para que veamos que la amenaza... ¡¡¡VA EN SERIO!!! Después de mostrarnos que la chica parece que tiene uno de esos asuntillos de calentar camas que no son la propia, llega hasta su matrimonio como si ná, saluda a su amante maridito y a su familia, y... ¡¡¡PATAPLÁS!!! El Cielo vengador que ama a los matrimonios bien constituidos se ensaña con ella, mandándola con convulsiones y espumarajos bucales al suelo, muy bíblico too, luego al hospital, luego a la morgue (¡sí, leñe, la Güiné Paltrou, ganadora de un Premio Oscar... EN ESTA PELI TODOS PUEDEN MORIR!!!), y luego a una creepy escena de disección cerebral con ruidos de sierra cortando cráneos (el de la Güiné) y too. Mientras tanto, alrededor del mundo, se han disparado las alarmas de diversos centros de salud, ante el incremento anormal de casos de gripe y encefalitis, lo que lleva a la conclusión de que la Humanidad afronta una nueva amenaza. Pronto empiezan a llegar las cifras. Tasa de mortandad: 20-25% de los infectados. Tasa R0 (contagio del virus ANTES que el contagiador muera): 2. ¿Estará la Humanidad (o sea América, vamos, si ya sabemos que en estas pelis América ES EL MUNDO) preparado para contender con la peor epidemia desde la gripe española de 1918 o quizás antes? Bueno, si me preguntan, yo diría que sí... Tenemos una clase política a nivel mundial en que todos y cada uno padecen de encefalitis crónica, y bien podríamos decir que la civilización como un todo aún se las arregla para sostenerse...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
La Historia de la Humanidad está compuesta de una seguidilla de guerras, artistas locos, eventos científicos y quemas de brujas, que son diríamos las tramas principales del asunto. Pero hay otra que recién la ciencia del siglo XX consiguió empezar a desentrañar: la lucha de los campeones de la cadena evolutiva (en esta esquina... ¡¡¡EL HOMO SAPIENS!!!) contra los terroristas infiltrados del sistema (en esta otra esquina... ¡¡¡LOS MICROORGANISMOS PATÓGENOS!!!). Cada avance y cada propagación de poblaciones humanas a lo largo y ancho de la Tierra se ha librado al precio de que los pioneros han caído como moscas y a las últimas se han visto obligados a resistir contra hordas de microorganismos que llevaban miles de años viviendo ahí, quietitos, sin que nadie los molestara. Eso, hasta que llegaron nuevos contingentes humanos carentes de inmunología adecuada o protección genética, y se dijeron... ¡¡¡COMIIIIIIDAAAAAA!!! ñomi-ñomi. Oye, compadre, ¿quieres otro poquito de alveolo pulmonar? Ya, bueno, pero esta vez sin tanta sal, ¿eh? hmmmm... alveoooooolos... Episodios de la guerra: la Yersinia Pestis abriéndose paso desde la estepa mongola al coto cerrado de caza que fue la Europa de 1348, la sífilis cabalgando genitales desde el Caribe hasta Rusia vía esos insignes puteros que eran los italianos y franceses renacentistas, la viruela merendándose a los aztecas con aderezo de inca y salsa de mayas para condimentar, y ese exquisito refinamiento gastronómico que fue TODA LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL cuando un jodido virus de mono consiguió abrirse camino hasta el decadente San Francisco gay y ser llamado la "peste rosa" primero, para luego obtener el más respetable nombre de SIDA cuando la cosa empezó a saltar de hétero en hétero. Hoy en día, la Humanidad está enlazada en una gigantesca red de comunicaciones en donde un virus, cabalgando en los aparatos respiratorio, digestivo, nervioso o reproductor de cualquier pobre diablo, puede arreglárselas para viajar hasta donde se le antoje. Es cuestión de tiempo antes de que alguna cepa especialmente ávida de nuevos placeres gastronómicos decida abrirse paso hasta toda esa fenomenal cantidad de alimento a disposición, nada menos que 7.000 millones de reses listas para la mesa. En los hechos ha estado a punto de ocurrir desde hace décadas, y sólo por una mezcla de heroísmo científico con milagro escatológico es que seguimos firmes y sin problemas. Ya en los '70s, estuvimos a punto de ser merienda para nuestro comensal el Lhasa (nombre a lo amigo de uno que en su tarjeta de presentación ostenta el orgulloso nombre científico de lassa virus), así como el más agresivo Marburg (23% de mortalidad cuando estuvo a punto de escaparse de un laboratorio biotecnológico en Marburg, Alemania, en 1967, y un terrorífico 90% de mortandad durante una epidemia en Angola en 2004). No es raro entonces que el tema haya estado desde siempre presente en el cine, desde la fundacional "Pánico en las calles" de Elia Kazan (1950), hasta "Epidemia" con Dustin Hoffman. La peor pesadilla es que el virus MEV-1, la estrella invisible e impaga de "Contagio", no es un invento: está basado en un glotón llamado Henipavirus, que desde hace rato viene golpeando las paredes de contención que les hemos puesto ante cada nuevo brote. Y todo lo que necesita el desgraciado es sólo... un día de suerte.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por lo que más se ha promocionado de la peli, que es un realismo. En eso, la peli está muy bien. Se la juega por un enfoque down-to-earth, muy técnico, muy poco hollywoodense en definitiva. Existen historias y trasfondos para los personajes, pero éstos se encuentran minimizados a lo esencial, lo justo para que sepamos que lidiamos con seres humanos y no simples chaquetas rojas. El elenco multiestelar no presupone que a la mayoría le irá bien, y de hecho, es verosímil en su enfoque de cualquiera puede morir, así como en darle un motivo al personaje principal para lo obvio en un personaje principal, o sea, no ser contagiado. La jerga técnica aparenta estar bien, hasta donde su seguro servidor el General Gato domina la materia, y el enfoque entre numerosas historias y tramas permite construir un certero cuadro general del desastre. Un punto importante es que la peli no tiene momentos heroicos destinados a energizar a la audiencia. En vez de eso, toma el riesgo de adoptar un estilo casi de crónica noticiosa, desarrollando eventos con una gelidez y frialdad que ayudan al resultado final, aunque eso pueda decepcionar a la parte más palomitera de la audiencia que quiera ver hartos cadáveres y subirse a una montaña rusa de emociones. Lo único criticable son ciertos elementos que rompen la ilusión de realismo, como por ejemplo la subtrama de la burócrata de salud destinada a vivir una odisea en China (aunque nadie espere escapes ni explosiones aquí, no se preocupen por eso), o ciertos diálogos en los cuales los médicos conversan con médicos, y resultan demasiado explicativos para lo que un especialista le diría a otro especialista en esas circunstancias. Aunque por otra parte, esto último es perdonable, o si no, de qué otra manera se le podría explicar a la audiencia algunos conceptos claves. De hecho, en varios segmentos son los políticos los encargados de hacer el rol de audiencia tonta, para que los médicos les expliquen las cosas, lo que está mejor. Ya lo dije, si quieres tipos con encefalitis crónica, contrata políticos, ésos no fallan.
-- Un punto importante de esta peli, que puede ser un plus o no a según el punto de vista, es su tremenda incorrección política. Hoy en día es casi de recibo poner de malvados a las grandes corporaciones aliadas con los políticos para aprovecharse de cualquier catástrofe, etcétera. Lo hemos visto en pelis de catástrofes desde "Tiburón" hasta la actualidad. Esta peli se atreve a montarse un escenario diferente, en que las autoridades sanitarias y militares hacen lo que mejor pueden para cabalgar y acabar con la crisis (otro cuento es que lo hagan de manera eficiente y competente, y en algún punto se pone el dedo en la llaga en el conflicto normativa vs. resultados), y en que los blogueros y los new media son pintados como el demonio. ¿Reaccionario? Sí, indiscutiblemente sí. Pero el punto es que después de la debacle dejada por el contubernio política/banca desde la crisis del 2008, y más aún, desde el 9/11 para profitar de la Guerra Contra El Terror, se los ha machacado tanto como los villanos del cuento, que a veces una visión desde la trinchera contraria se agradece, por aquello de que nada es blanco y negro y todo tiene su punto de gris. Por mucho que el Complejo Político-Industrial esté metiendo la gamba hasta el pescuezo, me cuesta pensar que todos ellos son diabólicas mentes maestras o monstruos de Cthulhu listos para depredar al mundo. Ellos son parte de un sistema, así como nosotros, y por lo tanto, algo de bondad debe haber. Muy poca, poquísima y con cuentagotas, pero algo. La peli en este sentido no trata de halagar los bajos instintos de la audiencia poniendo a megacorporativos malvados o burócratas obstruccionistas para que odiemos al Poder. Puede que te guste, puede que no, pero el Poder es algo necesario si se quiere que la sociedad funcione, aunque sea en momentos de crisis como la epidemia escenificada, y eso la peli lo rescata bien. (Por otra parte, Soderbergh no es un tipo que diríamos anarkozquierdista, así es que esto no debería ser raro, ¿eh?).
-- Steven Soderbergh. Aquí está muy bien dirigiendo. A lo largo del tiempo se ha ido configurando con un estilo bastante peculiar, que por cierto le encanta a la crítica oficial, ya que ésta ama lo retro y lo conservador (y no olvidemos que Soderbergh podrá tocar temas polémicos, pero siempre lo hace dentro de la moral clásica hollywoodense, y utilizando recursos del cine de los '70s a tutiplén). A veces funciona, a veces no. Aquí funciona. Y bien. Soderbergh menciona como grandes influencias para esta peli, thrillers setenteros de catástrofe como "Infierno en la torre" o "La aventura del Poseidón", y la verdad es que la mano se nota, aunque la catástrofe sea de una naturaleza distinta. ¡Incluso cuando tiene que rodar escenas en hoteles, la decoración y la iluminación se torna delicadamente retro! Los que amen el estilo Soderbergh, van a estar en su salsa. Los que no, puede que lo encuentren incómodo o fastidioso. General Gato el seguro servidor quien esto escribe, lo encontró un toque autoral en medio del panorama más bien impersonal de la puesta en escena, por lo que no lo resintió en lo absoluto.
-- Es poco lo que se puede decir de las actuaciones, debido a que la mayor parte de ellos pasan poquito tiempo en pantalla, y hacen roles de personas normales sin otro conflicto aparente que lidiar con la epidemia. No actúan mal: simplemente, su trabajo no se luce debido a que el foco de la peli está en otra parte. En cuanto a la banda sonora es electrónica y atmosférica, y funciona bien para crear tensión dramática en los momentos claves.
IDEAL PARA: Ver una más que inquietante descripción sobre cómo va a ser el mundo el día en que algún agente biológico se le ocurra el modo de empezar a merendarse a la civilización occidental.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
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