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domingo, 6 de febrero de 2011
"1492: La conquista del paraíso" (1992).
-- "1492: Conquest of Paradise". Francia / España. Año 1992.
-- Dirección: Ridley Scott.
-- Actuación: Gérard Depardieu, Armand Assante, Sigourney Weaver, Loren Dean, Ángela Molina, Fernando Rey, Michael Wincott, Tchéky Karyo, Kevin Dunn, Frank Langella, Mark Margolis, Kario Salem, Billy L. Sullivan, John Heffernan, Arnold Vosloo.
-- Guión: Rose Bosch.
-- Banda Sonora: Vangelis.
-- "1492: La conquista del paraíso" en IMDb.
-- "1492: La conquista del paraíso" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Hasta dónde hemos llegado simplemente por tener un pretexto para comer naranjas sentado frente al mar: el pobre Cristóbal Colón debe rebuscárselas y mostrarle a su hijo que en realidad está pelando el dichoso fruto para mostrarle que la Tierra es redonda, que se fije en un barco en alta mar, etcétera. Después de esta aburrida escena didáctica, volvemos nuestra vista hasta el Monasterio de la Rábida, en donde rábido está Colón esperando que los mastuerzos ésos que se hacen llamar Reyes Católicos, se dignen de recibirlo... ¡A él! ¡¡¡A CRISTÓBAL COLÓN!!! Las cosas no son fáciles porque los sesudos eruditos españoles dicen que, señor Colón, resulta que nuestros más avezados geógrafos y astrónomos y toda la ciencia de nuestra época dicen que ud. está equivocado y que con la tecnología actual no se puede llegar al Asia desde Europa navegando hacia el oeste (la peli los pone como "los maloh" que se oponen a Colón que es "el buenoh" porque tiene ¡¡¡UN SUEÑO!!!, pero en la realidad tenían razón: si no hubiera estado América de por medio, el viaje de Colón hubiera ido a parar al grueso listado de desapariciones en alta mar). Pero con mano mora por aquí y por allá (lo de "mano mora" dicho con precaución, no en balde estamos en la época de la caída de Granada y de las pintorescas quemas de brujas ejecutadas con garrote vil, como la peli se ha encargado gráficamente de recordarnos), Colón consigue congraciarse con la Reina Isabel (rozagante cuarentona en ese tiempo, una anciana acabada para los estándares del XV), y logra un ventajoso trato que, ingenuidad la de maese Colón, los ezpañoleh no tienen intención alguna de cumplir. El caso es que Colón se embarca entonces en las consabidas tres carabelas en el consabido Puerto de Palos y emprende el consabido viaje de tres meses en donde descubrirá la consabida y jodida América. ¿Y ahí termina todo? ¿En que nuestro underdog ha llegado a la cima cual Rocky Balboa de la Era de los Descubrimientos y ha expandido el conocimiento mundial y la Verdadera Fe? ¡¡¡JUAS-JUAS-JUÁS!!! No, porque ahora viene lo bueno, y es que por algo Colón trabaja para España... ¡Envidias, celos, resquemores, mangoneo, ninguneo, puñaladas traperas por la espalda! ¡Todo lo que ha ayudado a erigir y hacer grande a la nación de España! Pero... pero... ¡es una locura! ¡Nadie amenaza así a un descubridor...! ¿Locura...? ¡¡¡ESTO... ES... EZPAÑAH!!!
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En el Año de Nuestro Señor Jesucristo de 1992, el mundo se aprestaba a celebrar o conmemorar (a según se estuviera en el lado europeo o amerindio del Atlántico) los 500 años del Descubr... er... de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo, que nuevo un huevo porque estaba ahí desde el apachurrarse de los tiempos en adelante. Se organizó la Expo Sevilla (¡y Chile contribuyó aportando un áisber de hielo antártico legítimo, rechace imitaciones!), llevaron los Juegos Olímpicos a Barcelona, y el Festival de Viña del Mar otorgó de manera excepcional como trofeo la "Gaviota de los Dos Mundos". Y el cine, que cómo podría ocurrírsenos jamás que podría plegarse a alguna moda, por una vez excepcional cedió a la vil tentación y se embarcó en dos proyectos distintos: "1492: La conquista del paraíso" que ahora nos ocupa, y "Cristóbal Colón: El descubrimiento", que acá en Cine 9009 no hemos podido ver pero muy buena no debe ser si para Fernando el Católico no pudieron dar con ningún actor más ajustado que Tom Selleck. En fin, la idea partió impulsada por su guionista Rose Bosch y algunos capitalistas franceses (¿capitalistas...? ¿franceses...? ¿es que el mundo se ha vuelto loco...?) que después de tratar de entenderse con Francis Ford Coppola (¿?), Roland Joffé (¡!) y Oliver Stone (¡¡!!), acabaron encontrando interés en Ridley Scott (bueno, aunque uno no asociaría a Oliver Stone con el cine histórico prima facie, el concepto de peli épica con "rise and fall" lo abordaría años después en "Alexander"). Ridley Scott hacía años que venía deseoso de rodar una peli sobre Colón con Gerard Depardieu de prota, porque nada mejor que un actor francés para interpretar a un italiano al servicio de la Corona de España (bueno, lo narizón para el personaje lo tiene), y estaba un tanto necesitado de un éxito que lo volviera a la cima en la que estaba con "Alien" y "Blade Runner", ya que cosas como "Leyenda" o "Lluvia negra" habían funcionado mahometano, y era hora de pasarse al cristianismo de nuevo. Cuando le fueron a preguntar a Depardieu, éste saltó de alegría (un epic dirigido por un tío como Ridley Scott y eres el prota, ¿qué ibas a decir tú?). La peli se armó un poco entre gallos y medianoche, un tanto al margen de los canales de distribución tradicionales de Hollywood, lo que incidió quizás en su tono un tanto alejado de la ramplonería hollywoodense, más sofisticado, en definitiva más europeo... y también en que se pegara un batacazo padre en la taquilla. De hecho, la humillación suprema para esta peli es que, caso único en la Historia del Cine, el soundtrack recaudó más dinero que la peli misma (por muy Vangelis que sea el compositor, sigue siendo una humillación suprema, ¿o se imaginan lo humillado que estaría James Cameron si el soundtrack de James Horner para "Titanic" hubiera recaudado más que la peli...?).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Aunque tiene sus falencias, y algunas bastante gruesas, a casi veinte años de su estreno "1492: La conquista del paraíso" es claramente una peli subvalorada. Aunque la peli describe uno de los más importantes cruceros de placer en la Historia de la Humanidad, en realidad trata de ser una peli de tesis, y se esfuerza en ello. El resultado final es algo dudoso porque en definitiva la cosa no pasa del clásico "genio iluminado lleno de espíritu en lucha contra un medio ramplón que no lo entiende", aunque con un sorprendente giro final (no es un spoiler, leñe, que ustedes han leído libros de Historia, ¿no?): resulta que no es el héroe quien le enseña a la sociedad un poco de respeto por el Ubermensch superior que le ha marcado el camino, sino que los mediocres terminan ganando. A Colón le terminan dando el consabido reconocimiento de boquilla tipo "galvano por años de servicio", palmaditas en la espalda después de que algún Bobadilla o algún noble del tres al cuarto le ha hecho la putada, y lárgate de aquí porque todo esto nuevo que nos has dado, bueno, no es para tí, deja que nosotros lo administremos que nosotros sí sabemos. No importa cuánto personaje noble medio acomodaticio y medio redimido nos pongan para decir eso de que "a nosotros nos recordarán por él", el resultado final sigue siendo deprimentemente el mismo. Seguro que en Hollywood no pasaba un final tan, ehm, realista. En ese sentido, la peli es impecable. Pero comienza a desgranarse en los detalles que hacen ver las costuras e impiden el acabado y remate de la idea. La escena inicial en el mar trata de explicar didácticamente la prueba de que la Tierra es redonda, pero justamente por lo didáctico resulta aburrida. El retrato que el guión hace de los españoles no deja de ser un tanto burdo, con harto auto de fe y quema de herejes y todo eso, que para eso son españoles, y es cierto que no eran la puntilla de la civilización en su tiempo, pero es que oigan, ya no eran tampoco la banda de cavernícolas armados de garrotes que habían emplastado a los más civilizados musulmanes en Covadonga, ¿eh? Después, cuando aparecen los indios, caemos otra vez en el lugar común de que los nativos son buenos, la civilización viene a mancillar la pureza inmaculada del origen, etcétera (no habían visto "Apocalypto", parece), y el discurso se vuelve algo confuso aquí (pero Colón, ¿qué coño defiende aquí? ¿propagar la civilización o defender la pureza inicial de la misma? ¿o no es un iluminado sino un pobre loco que quiere la civilización pero no los males de la civilización...? ¿y si ése es el caso, por qué leches entonces es el héroe del cuento, ah?). Y mi detalle de realización favorito es cuando, entre diálogo y diálogo sueltan alguna frasecilla cotidiana en español (pero es que, leñe, todos los personajes hablan en inglés y nosotros suponemos por convención del género que es español y todos se entienden en español, ¿a santo de qué cambian entonces el inglés por el español aquí y allá?). En fin, la peli defiende su tesis valientemente, y se gana el aprobado, pero queda el aroma de que con un guión algo más ajustado no habríamos tenido simplemente una buena peli de tesis, sino una obra maestra en forma. En fin.
-- Ridley Scott. Este director injustamente denostado por todos los que tratan de dárselas de sabidillos en el cine, nos legó con "1492: La conquista del paraíso" la última peli de lo que podríamos llamar su "edad de oro". Recordemos que había principiado con "Los duelistas" para consagrarse con "Alien" y "Blade Runner". Después habría que esperar hasta otro epic histórico, "Gladiador", para que resucitara y tomara su segundo aire (su "edad de plata", podríamos decir). A primera vista, contratar a un director cuyos mayores éxitos estaban en el campo de la ciencia ficción para realizar una peli histórica podía parecer un desacierto, pero el resultado fue francamente bueno. Scott tuvo la inteligencia de explotar el tema del arribo de los brutos europeos casi como si fuera el encuentro de la Humanidad con una raza alienígena. Mientras otras pelis son más prosaicas en el tema (tipo capitán de nave espacial en peli de los '50s: "¡Oh, sí, la atmósfera es respirable! Vamos, muchachos, por Dios y América...!"), Ridley Scott se lo faena bien: nos ha mostrado con detalle la vida en Europa, la civilización, la ciudad, los autos de fe, etcétera, y a continuación, después del viaje como metáfora de la purificación (¿o de la falta de la misma?), viene la naturaleza agreste y salvaje, ese nuevo mundo que está más allá de la mentalidad de todo lo conocido por los rudos marinos que han llegado hasta ahí. "La conquista del paraíso" no es sólo un título, sino que describe a la perfección lo que Scott trata de hacer, y consigue de lleno con esta peli. No será una peli maravillosa como peli de tesis, pero sí que es maravillosa en el otro sentido, de que te compenetres con el sentido de la maravilla de los protas asombrados frente a toda una cultura que es para ellos como si nosotros de pronto acabáramos caminando sobre otro planeta (y peor, porque nosotros tenemos todas esas series de TV que nos muestran como serían, mientras que ellos...). Después viene el intento por convertir el paraíso en una ciudad, y Scott nos mete de lleno en todo el optimismo de Colón, así como en el progresivo desmoronamiento de su sueño. Ridley Scott no nos ahorra brutalidades al respecto, incluyendo descripciones muy gráficas de una ejecución por garrote vil, y algunas mutilaciones por aquí y por allá, sin limitarse por pudor ni excederse más allá de lo preciso, y consigue así una peli histórica terriblemente violenta, pero al mismo tiempo ajustada a lo que en verdad debieron ser esos tiempos menos civilizados. De esta manera le saca el máximo partido al guión y a la historia, consiguiendo escenas que por su plasticidad, por su congruencia entre imagen y banda sonora, por su fotografía, son cine en estado puro. Quizás en donde Scott falle un tanto es en la dirección de actores: todos actúan bien, pero con un elenco como el que se gasta (Gerard Depardieu como Colón, Sigourney Weaver como la Reina Isabel, Armand Assante como el noble acomódome, y con Fernando Rey y Frank Langella de secundarios de lujo), hubiera sido deseable roles que fueran más allá de lo cumplidor. Quizás eso también le impida remontar más a la peli: cuando ésta se vuelve desde la naturaleza y la ciudad a los seres humanos que la habitan, la cosa baja un poco de nivel. Sigue estando bien, pero después de toda la maravilla que nos han mostrado, "bien" simplemente no es suficiente.
-- Vangelis. Hemos hablado precedentemente de cómo la banda sonora se comió a la peli, hasta el punto que muchos deben conocerla más por el popular tema "Conquest of Paradise" que por la peli misma. Y siendo justos, "1492: Conquest of Paradise" es uno de los mejores trabajos de Vangelis en toda su carrera. Este ya había trabajado con Ridley Scott mano a mano en el soundtrack de "Blade Runner" (uno fundamental para cualquiera que le guste la música del cine), y acá repite de manera superlativa. Vangelis consigue mezclar muy adecuadamente los elementos electrónicos con esa cosa pseudogregoriana para parir una de las bandas sonoras más adrenérgicas y potentes compuestas jamás. Buena parte de los créditos acerca del sentido de la maravilla de esta peli, se deben a los buenos oficios de Vangelis. Recordemos que en la época, las pelis épicas con banda sonora pseudogregoriana eran más bien una curiosidad, de manera que el trabajo de Vangelis resultó ser tremendamente rompedor, y aunque desde ese entonces se ha popularizado la idea (la culpa es de Howard Shore, el tipo que compuso el soundtrack de "El Señor de los Anillos"), la obra de Vangelis sigue siendo un hito y un clásico. Háganse un favor a ustedes mismos, y si les gusta la música en el cine, o la música en general, y no han escuchado este disco, háganse con él, que es un inevitable en cualquier discoteca bien provista.
IDEAL PARA: Ver una peli ciertamente irregular, pero con un poderoso empaque y sentido de la épica.
Precisamente, el único recuerdo que me quedó grabado de esta peli es la gran banda sonora que comentas, o como mínimo el gran tema principal; algo parecido me pasó con "El último mohicano". Son un tipo de pelis que me gustan mucho más sus bandas sonoras que las historias que cuentan. Y como consecuencia de ello me compré las dos bandas sonoras (y en aquella época me las compré en cinta).
ResponderBorrarUn saludo!
En aquella época los españoles eramos los reyes del mundo y junto con los portugueses los mejores navegantes de los océanos. Que un puñado de hombres de España se metieran en tres barcos rumbo a lo desconocido es una gesta de la que podemos estar orgullosos. Respecto a la película es un poco floja, y también tiene bemoles poner a Depardieu haciendo de Colón (creo recordar que Marlon Brando hizo del inquisidor torquemada en otro largometraje perpetrado en el 92 para el 500 aniversario). Mejor quedémonos con los libros de historia.
ResponderBorrarUn saludo
A ELPRIMERHOMBRE: Entre colegas estamos, pues, porque también me compré "1492" en cinta, vaya... Pero aunque el soundtrack sea mejor que la peli en sí, creo que la peli no desmerece significativamente tampoco. Pudo haber sido mejor, sí, pero también pudo haber sido infinitamente peor, y no lo fue. En cuanto a "El último mohicano", pues bien... ¿me va a creer alguien que nunca jamás la he visto, aunque la han repetido en el cable hasta decir basta...? Saludos.
ResponderBorrarA EL BUENO DE CUTTLAS: Hacer pelis históricas más o menos ajustadas a lo histórico siempre es una faena difícil, y creo que esta peli sale airosa de la prueba (otro cuento es que sea una obra maestra, que no lo es tampoco). Creo que la peli rescata bien justamente ese espíritu de gesta, porque ya bien puestos, de verdad que había que tener cojones para meterse en esas cascaritas de nuez y cruzarse océanos enteros sin chalecos salvavidas ni GPS ni nada. En cuanto a Depardieu haciendo de Colón... la verdad es que me ha ido gustando más su inclusión en visionados sucesivos de la peli, que la primera vez que la vi. Aunque quizás hubiera funcionado mejor con un actor no tan conocido y con un físico, er, digamos... no tan rotundo. Saludos.
Una pelicula muy buena, retrata muy bien la epopeya de Cristobal Colon. Ni es irregular ni tiene falencias gruesas.A mi me parece ajustada y muy bien contruida, tal vez el unico defecto que le veo es que sea hablada en inglés. Si Ridley Scott hubiese empleado actores españoles,quizas le hubiese ido mejor en la acogida de la cinta.
ResponderBorrarAlgunas falencias sí, pero de acuerdo en que ninguna lastra seriamente la peli. O al menos, los puntos a favor superan ampliamente a los puntos en contra. En lo que discrepo, es que si Ridley Scott hubiera utilizado actores españoles, el batacazo hubiera sido incluso peor. Que en Estados Unidos a la Penélope y al Bardem los quieren hablando inglés, for the Christ's sake...
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