Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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jueves, 9 de septiembre de 2010
"Sangre eterna" (2002).
-- "Sangre eterna". Chile. Año 2002.
-- Dirección: Jorge Olguín.
-- Actuación: Juan Pablo Ogalde, Blanca Lewin, Patricia López, Carlos Borquez, Claudio Espinoza, Yerko Farías, Ximena Huilipan, Pascale Litvak, Jorge Denegri, Willy Semler, Consuelo Holzapfel, Javiera Contador.
-- Guión: Carolina García y Jorge Olguín.
-- Banda Sonora: Lucybell (tema central).
-- "Sangre eterna" en IMDb.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En las noticias, los típicos noteros que no salvan a nadie andan diciendo que el eclipse esto y el eclipse aquello, y ya nos olemos que el final de la peli va a tener que ver con un eclipse, y seguramente, porque no es la primera peli de vampis que hemos visto, tendrá que ver con un ritual o algo. En fin, en medio de esto tenemos a una chica media reberrrde que va a la U y todo, a una carrera más o menos indeterminada (parece que periodismo porque en una parte la mandan a hacer entrevistas), y que asiste a unas clases de religión (¿en periodismo? es una universidad católica, suponemos), con un profe que es mirar a la alumna y ponérsele así de largos los colmillos (no de vampiro, sino de hueveta con pretensiones de introducirle... sabiduría... al intelecto, eso es). Pero como el profe en realidad es lo que en buen ssshileno se llama un pobre weón pajero (metafóricamente, pero de verle la cara, es probable que de manera literal también), la chica pasa olímpicamente de él, y ni se da cuenta tampoco que el otro quiere puro consagrarla poniendo su báculo en el altar de... er... bueno, pasa de él, y se hace amigui con otro tipo que, para no abandonar el lugar común, es un poco friki-geek, está pegao con los juegos de rol, vale, pero por debajo de su pringadez en realidad es (¡sorpresa!) una pobre alma torturada con una mami ausente y un papi castrador y que tiene un enorme mundo de sensibilidad interior con el que conquistar a la chica blahblahblah (se le perdona al director la ingenuidad, escribió e hizo esta peli cuando tenía 25, a esa edad todavía hay gente que no ha aprendido the basics). El caso es que el amigui la mete en sus partidas de rol, y la chica, contra todo pronóstico, engancha con eso de dárselas de macarra al estilo Blade, porque este juego no es de vampiros clásicos de verdá sino más bien como "Vampiro: La mascarada" u otro subproducto narcisista semejante, y le queda gustando la tontera. Después de la partida, el grupo va a una fiesta de ésas medias goticosas, lo que sirve para meter música cool en la peli (industrial nacional, o de cómo cuatro mapudungunes pelopinchos con chauchas para sintetizadores tratan de dárselas de alemanes de raza), y después acaban en otra fiesta más sórdida aún. Una fiesta en la que podrían haber gente media extraña. Rara. De la que no son exactamente humanos, sino vampiros de verdad. ¿Sigo...? ¿O ya adivinan qué va a pasar?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Cine barato. Cine berreta. Cine Zeta. Al margen de esas grandes y mayestáticas catedrales del cine que son los hitos clásicos de toda la vida, ha proliferado toda esa microfauna de estercoleros abriéndose paso en el ecosistema gracias a su pequeñez. O de como por cada enorme jaguar en la jungla hay cientos de hormiguitas, escarabajos y otras alimañas que juntas suman más tonelaje que el gatito de marras. La serie B tiene larga prosapia en el cine, pero en Chile, curiosamente, no mucha gente se había atrevido con el tema. Veamos, el cine chileno había estado medio en paro hasta que en los '40s, gracias a la CORFO y ChileFilms, comenzó una campaña de financiamiento estatal que produjo simpáticas y tontorronas comedias costumbristas como las que nos infligía José Bohr (chileno el apellido, ¿ah?). Las de Cantinflas eran más o menos lo mismo, pero al menos las protagonizaba Cantinflas, en vez de Eugenio Retes ("Uno que ha sido marino", "El Gran Circo Chamorro"... ambas de los '50s, eso sí). Después el cine se hizo cultureta y enormemente autoconsciente, lo que significaba que cada peli debía ser de crítica social (y así estamos, desde "Valparaíso mi amor" hasta "Taxi para 3"), y el público debía ir no a divertirse con inocentes evasiones de la realidad, sino a flagelarse por ser malos y no tener CONCIEEEEEENCIAAAAAA (el gran daño que influencias como "El ladrón de bicicletas" le hicieron al cine patrio). ¿Hacer cine serie B en Chile? ¿Suspenso, acción, terror, comedias picantes...? ¡No, por favor, cómo es posible! ¡¡¡ULTRAJE, ULTRAJE!!! ¡¡¡QUE ESO NO ES CURRRRRRTURA!!! O como el viejo chiste de Nicanor Parra (de él era, creo, ¿no?) del: "¿Hablo con la Casa de la Cultura?", "¡Sí chuchetumare!". Pero andando el tiempo, con nuevas generaciones postdictadura a quienes la realidad social les resbalaba, criados con MTV y otras insubstancialidades semejantes, era lógico que algo debía cambiar. Incluso el ser friki se estaba volviendo algo un poquito más respetable. Así fue como Jorge Olguín se descargó con su ópera prima, que fue "Angel negro". Y después nos azotó con su segunda producción, que es "Sangre eterna" ésta en comento. Ninguna particularmente exitosa, aunque ambas piezas de culto para las generaciones pura-imagen-nada-de-substancia. Eso, algo debe decir.
¿POR QUÉ VERLA?
-- El vampiro es una figura trágica, y parece apropiado que una peli de vampiros tenga también un aura trágica. Porque esta peli es el reino de las posibilidades desaprovechadas. Viéndola, uno se pregunta por los cinco millones de tópicos que podían haberse tratado con semejante argumento, y que quedan en agua de borrajas. Tenemos la alienación de los protas y de los jóvenes, la ambigüedad de la religión como sistema de represión en nombre de "el bien", el vampirismo como metáfora del sexo o simplemente de una sociedad neoliberal en donde el pez grande se come al pez chico, o un retrato de lo estragadas que están las relaciones sentimentales hoy en día. O por último, una pieza de buena y pura y simple acción. Todas esas cosas que están como en embrión dentro de esta peli, podían haberse explotado sólo con haber escrito un libreto un poquito mejor. ¿Y a cambio que tenemos? Una serie B. Vale, eso no tiene por qué ser algo negativo en sí, si a fin de cuentas no todo el cine tiene por qué ser tan catedralicio tampoco. Pero es que se cumple aquello de que si el discípulo es bueno no superará al maestro sino que se transformará en su maestro. Y eso es lo que pasa. De tanto querer hacer una serie B al modo yanki (o al modo de la Hammer, pero a la chilena), acaba por salir una serie B de factura anglosajona. Y para un viaje tan corto no valían la pena tantos bártulos. Si eres un devorador contumaz de cine serie B y de vampiros, "Sangre eterna" quizás no sea un must-see, pero no te decepcionará. Pero si eres un espectador casual, la decepción puede ser mayúscula, en particular a costillas de todo lo endiosada que esta peli ha sido por los frikis. Si uno compara esta peli con otras serie B chilenas como "Kiltro" o "Mirageman", bastante mejores que ésta (una de artes marciales y otra de vigilantes), quizás la diferencia esté en el desenfado. Las mencionadas no tratan de ser más de lo que son, puras serie B sin mayores cuestionamientos, mientras que "Sangre eterna" trata de ser BUENA. O lo que algunos entienden por BUENA. Saltándonos los risibles efectos especiales (vale, contó con la caca de 300.000 dólares como presupuesto, pero nosotros qué culpa tenemos), en particular para las escenas acrobáticas, lo peor está en las actuaciones, carentes de toda espontaneidad porque todos se esfuerzan en ACTUAR, así con mayúsculas. Y entonces, vamos recitando los diálogos como si estuvieran leyendo el libreto de una obra teatral sobre el escenario por primera vez, todos respetuositos de no interrumpirse unos a otros, todos escuchándose atentamente (cualquiera sabe que en la vida cotidiana las personas no conversan así), y con eso matan toda la frescura que podía sacársele al asunto. Claro, uno puede decir que este espíritu está en consonancia con la manera que tienen de jugar los roleros a "Vampiro: La mascarada", pero es que vamos, todos los seres humanos y gatos normales sabemos que hay un punto de subnormalidad en tomarse en serio un juego de rol con vampiros de grandes gabardinas de cuero y lentes oscuros empuñando un subfusil al estilo "Blade". La que mejor salva la papeleta es Blanca Lewin, con un personaje con un nombre tan forzado como Carmila (homenaje evidente, pero forzado por lo poco común del nombre en nuestra sociedad), además de que a nadie le hace mal verla con colmillos mostrando que tiene una aureola y un pezón pequeñitos. Puede decirse en definitiva que es una buena peli de vampiros, en el sentido de que se guía por los cánones más clásicos del género, pero no que sea una buena peli a secas.
IDEAL PARA: Fanáticos del tema del vampirismo. Muy fanáticos.
OTRAS PÁGINAS SOBRE "SANGRE ETERNA":
-- "Eternal Blood - review" en Taliesin Meets the Vampires (en inglés).
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en español].
-- Inicio de la peli [en ezpañoh de Ezpañah... ¡sí, leñe, la doblaron para el mercado hispano, y lo que es peor... ¡LE PONEN MÁS ENTUSIASMO QUE EN ORIGINAL CHILENSIS!].
la version doblada al español es un asco
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