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domingo, 15 de agosto de 2010

"Mi villano favorito" (2010).


-- "Despicable Me" (título original en inglés), "Gru - Mi villano favorito" (título en España). Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Pierre Coffin y Chris Renaud.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Steve Carell, Jason Segel, Russell Brand, Julie Andrews, Will Arnett, Kristen Wiig, Miranda Cosgrove, Dana Gaier, Elsie Fisher, Pierre Coffin, Chris Renaud, Jemaine Clement, Jack McBrayer, Danny McBride, Mindy Kaling.
-- Guión: Ken Daurio y Cinco Paul, basados en una historia de Sergio Pablos.
-- Banda Sonora: Heitor Pereira y Pharrell Williams.

-- "Despicable Me" en IMDb.
-- "Despicable Me" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Egipto. Uno de esos terribles criaturos conocidos como ¡¡¡NIÑOS!!!, llega junto con sus papis en un tour. Allí, a pesar de las recomendaciones de sus papis (y es que estos críos de ahora, yo no sé cómo los educan...), va y se mete a una rampa de mantención de las pirámides. Y cae contra la pirámide. Listo para estrellarse. Hacerse talco. Como se lo merece, crío del demonio, quién te manda desobedecer a los autores de tus días. En fin, el caso es que se estrella con toda su humanidad grasienta... contra un colchón de hulespuma contra el cual rebota y se salva. Así se descubre que... ¡se han robado las pirámides! ¡Vergüenza nacional! Y no falta el locutor de telenoticias que grita como desaforado... ¿¿¿QUÉ SUPERVILLANO HABRÁ HECHO ESTA ATROCIDAD SEMEJANTE...??? En la secuencia siguiente vemos a Gru, un tipo con cara de malvado caliginoso que, bueno, es malvado y todo, pero al poco andar descubrimos que él NO robó la dichosa pirámide. Y que su honor de supervillano está en juego. De manera que diseña un plan mucho más bizarro, para robarse nada menos que... ¡¡¡LA LUNA!!! El problema es que cuando va a conseguir financiamiento al... ¡¡¡BANCO DEL MAL!!! (anteriormente Lehman y Brothers, no, en serio, hacen ese chiste obvio), descubre que ya no le financian porque está viejo, y los supervillanos más jóvenes están tratando de tomar el puesto y tal. Ahora, nuestro supervillano Gru tiene entre sus manos no sólo el trabajo de robarse la Luna, sino ganarle el quien vive a un supervillano más joven con una cara de Bill Gates que tirapatrás. ¿Sus recursos? Su viejo inventor, una panda de secuaces que son criaturillas de esto-o-aquello con tanto tesón y lealtad como torpeza e incompetencia (¿qué esperaban? ¡secuaces de supervillano, al final del día!), y tres niñitas que venden galletas puerta a puerta. Con esta panda de inútiles, parece que el mundo sigue a salvo, por algunos días más al menos...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los supervillanos ya no son lo que eran. En los tiempos remotos, eran cabrones de cuidado contra los cuales se necesitaba a los mejores y más idealistas héroes para mantenerlos a raya y proteger al mundo civilizado. Hablamos de diabólicas mentes criminales armados con ejércitos y ejércitos de secuaces y asesinos a sueldo, con nutridos arsenales e incontables recursos financieros, que extendían sus tentáculos por todas las tierras emergidas del planeta de una u otra manera. Aunque el villano como enemigo del héroe es una idea vieja como el Goliat de la Biblia, la idea de un supervillano que conquistara el mundo entero debía esperar a que justamente existiera la tecnología para viajar por todo el mundo al mismo tiempo, lo que ocurrió más o menos en el siglo XIX. Ahí es donde hombres como Robur el Conquistador, el Profesor Moriarty, el Doctor Fu Manchú y otros de ralea similar, en un linaje que atraviesa al malvado Ernst Stavro Blofeld de las pelis de James Bond o a Lex Luthor y el Doctor Doom de las historietas, y llega hasta el Doctor Claw del Inspector Gadget, han adquirido carta de presencia. Pero lo poco gusta y lo mucho cansa, y en estos tiempos postmodernos en que ya nada es cierto y todo es relativo, pues bien, el supervillano como ha estado de capa caída, en beneficio de malvados como corporaciones financieras, gobiernos en la sombra, altos funcionarios militares, terroristas, etcétera. Quizás el punto de inflexión fue la serie televisiva sesentera de "Batman", en que cada supervillano era más ridículo que el anterior (Vincent Price como un supervillano con fetiche por los huevos... seriously). Y así es como llegamos a una peli como "Mi villano favorito", en que los protas son supervillanos a secas, y en la cual a falta de héroes, son los propios supervillanos los que se arrugan entre sí la papeleta. Como en las historietas de Superman en donde un grupo de villanos se reune para destruirlo, sólo para terminar saboteándose a sí mismo con sus estúpidas rencillas internas, vaya. Sólo que sin Superman de por medio.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli se mueve en ese terreno intermedio entre lo entretenido y lo bueno. No es una joya ni de lejos, pero consigue hacer pasar una horita y media de lo más divertido. La premisa de la peli, de darle el protagonismo de la historia a un supervillano, es a priori muy interesante, pero todo sea dicho, un poco impracticable para una peli infantil en que se supone, por aquello de la enseñanza y lo didáctico y todas esas zarajandas, que los valores morales deben estar claramente establecidos entre el bien y el mal. De ahí que esta peli tome una discutible decisión de guión: el supervillano protagonista adopta a un trío de chicas para la realización de sus planes. Con un poco más de mala leche, podríamos estar en el terreno de "Una serie de eventos desafortunados", con un Gru (Steve Carell, cómo tiene que haberse divertido dándole voz) como sosías de Jim Carrey. Pero no, resulta que el supervillano acaba descubriendo toda su nueva faceta de padre putativo y todo eso, y ya la cosa empieza a degenerar en lo que podría ser un episodio del Conde Pátula o peor. Además, se nos explica que este supervillano es como es porque su madre no le prestaba ninguna atención, y en este paso de humanizar al supervillano para hacerlo aceptable ante las audiencias infantiles, es donde acaba de hacer la inevitable transición a antihéroe, y ahí es donde la premisa se va por la borda. Porque es lo mil veces visto, que el nene malo y egoísta en definitiva tiene su corazón de oro y hasta es capaz de sacrificarse y todo por un bien superior y etcétera. Así expuesto, podría parecer que la peli es un muermo y que no vale la pena verla. Pero tampoco es tan así. Porque aunque la trama sea lo mil veces visto, a lo menos está bien resuelta, con humor inteligente y aún con ternura en algunos respectos (además de que la idea de robarse la Luna... ¡¡¡Y SE LA ROBAN!!! ¡¡¡Y CÓMO!!! ...es de por sí un desquicio). Los secuaces aportan también su cuota de chistes, algunos demasiado forzados (el típico síndrome "niños, he aquí sus nuevos mejores amigos"), y otros que son verdaderamente ingeniosos (el suero antigravedad...). En resumen, el principal pecado de esta peli es querer pasarse de listos, de querer ser inteligentes, y sobre eso se impone la siniestra sombra de Pixar, que es el summum y referente de lo que se supone es una peli de animación "seria", y contra eso no hay nada que hacer. Pero si por un minuto nos olvidamos de las comparaciones odiosas y nos lo tomamos como lo que es, o sea, un divertimento para niños bastante más blanco de lo que su premisa podría hacernos creer, la verdad es que es una peli para pasárselo pipa. Aunque sea un poco en la categoría de los placeres culpables, pero, ¡hey!, la vida son dos días y después al hoyo, así es que culpable o no culpable, un placer sigue siendo un placer.

IDEAL PARA: Ver distendidamente.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español].



-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

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