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domingo, 5 de octubre de 2008

"Los crímenes de Oxford" (2008).


-- "The Oxford Murders". España / Inglaterra / Francia. Año 2008.
-- Dirección: Alex de la Iglesia.
-- Actuación: Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling, Julie Cox, Burn Gorman, Anna Massey, Jim Carter, Alan David, Dominique Pinon, Tim Wallers, James Weber-Brown, Ian East, Charlotte Asprey, Alex Cox, Tom Frederic
-- Guión: Jorge Guerricaechevarría y Alex de la Iglesia, basados en la novela de Guillermo Martínez.
-- Banda Sonora: Roque Baños.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En el frente de batalla, la mitad del mundo está siendo asesinada y tratando de asesinar a la otra mitad. Es la Guerra Mundial, después de todo, ¿no? Pero mientras cada bando alza su fusil para alzarse con la victoria, hay un irreductible galo que... hmmmmmm... bien, es alemán, pero me entienden la metáfora. Hay un alemán garrapateando palabras. ¿Qué palabras? Pues nada menos que el "Tractatus Indigesto-Filosoficus"... perdón, el "Tractatus Logico-Philosophicus", la más importante obra de la Deutschmaschinenkultur del siglo XX (chúpate ésa, Heidegger). La obra de Wittgenstein, que así se llama el paleto de marras, le da pretexto a un profe de Oxford muy chupi, de esos que dicen "con Wittgenstein llegó a su fin la Filosofía, pero como ya no podemos seguir avanzando en la investigación filosófica porque nunca hubo investigación de ninguna clase desde un comienzo, pues bien, explicaremos en la cátedra de Filosofía por qué la Filosofía es imposible y así seguimos cobrando el estipendio mensual", el profe de esta filosofía como "la buena vida", decíamos, está dando una cátedra. De la manera pesada, prepotente y autoritaria que tienen las vacas sagradas para expresarse desde su púlpito secular. Pero las cosas no serán tan sencillas. Porque este profe tiene un admirador, un jovencito que dice "quiero ser tan chupi como él", como el Platón de Sócrates, como el Moisés de Nap, como el rubio de WHAM! de George Michael... Y en fin, el jovencillo se ha ido a alojar en la casa de unos amigos del profe, con la esperanza de ser recibido. Craso error. El vejete no recibe a nadie. Demasiado vapor caliente alrededor suyo, me temo. Pero el joven wannabe no se rinde. Y sigue a la carga. Poniéndose de paso a tiro de dos chicas que, hmmmmmm... Sí, están muy apareables, ambas, a su manera anglicana la una y con su sabrosón toque latino, la otra. ¿Es acaso ésta la historia de un cultureta cuya guitarra de peanes líricos le hará oscilar violentamente entre dos amores que se derriten por un intelectual? Podría ser, pero entonces aparece... ¡¡¡CHACHAAAAAÁNNNNNN!!! ...el cadáver. Cruelmente asesinado. Ahora, unidos por la curiosa circunstancia de haberse encontrado el joven wannabe y el Poderoso Señor de la Filosofía en el sitio del crimen, la feliz pareja dispareja debe empezar a resolver... ¡¡¡LOS MISTERIOSOS CRÍMENES DE OXFORD!!! uaaaaaá, tengan miedo...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Las Matemáticas y la Lógica ya no son lo que eran. Antaño uno podía impresionar a la gente con esas cosas. Vean a Pitágoras, el chalao que viajó a Egipto, aprendió unos simpáticos trucos con numeritos, y luego se fue a Italia a fundar su propia secta de la que él, por supuesto, era el P*** Amo (eso hasta que le cayó la maldita raíz cuadrada de dos como un baldazo de agua fría). Aquellos eran gente temible. Tanto, que a la inteligentísima Hipatia, los cristianos de pro, guiados por su venerable Obispo Cirilo, la apedrearon y le arrancaron la piel con conchas de ostra, estando viva, por supuesto, quizás tratando de hacer un exorcisomo, vaya uno a saber (¿ya dijimos que este santo patrón del oscurantismo fue canonizado por la Iglesia Católica, ninguno de cuyos obispos tenga probablemente una puta idea de Matemáticas, más allá de llevar la contabilidad del 1%...?). Nunca podremos los historiadores calcular con certeza los alcances de la devastadora influencia ejercida por los adláteres de la Filosofía Analítica, por los buenos de Frege, Russell y Wittgenstein, en la demolición del prestigio profesional de los Matemáticos, al permitírseles enredarse de esta manera en los oscuros meandros de la Metafísica de los numeritos bonitos (¿los números expresan una clase de verdad irreductible sobre el mundo? ¡Toma, ya!). Bueno, los matemáticos nunca habían sido ajenos al arte de ser un rockstar (échenle un vistazo a la biografía de los matemáticos italianos del XVII, si es que se la pasaban en puros duelos, a pluma y pizarrón a falta de espada, claro está...), y la tendencia ha seguido en el XX con engendros como Nicholas Bourbaki o el tipo ése que resolvió el Ultimo Teorema de Fermat... De ahí a que saltara alguien escribiendo una novela conectando crímenes y Matemáticas, faltaba un paso. Y después de todo, ¿por qué no? Al final, las novelas detectivescas, al menos las del tipo quién lo hizo (ya saben, Agatha Christie, Sherlock Holmes) son ejercicios puros de lógica (bueno, algunas más que otras, si es que hasta la venerable Christie se le "olvidaba" sacar pistas de la carpeta sino hasta el final...). Alguien dijo en una ocasión que el cadáver es de plástico: realmente a nadie le importa quién es el muertito, sino la identidad del asesino y el entramado lógico necesario para identificarlo más allá de toda duda razonable, y el cadáver no es sino un pretexto para darle el puntapié inicial al juego lógico. O sea, tenemos el pretexto ideal para hablar, a propósito de los crímenes, sobre el problema de los límites del pensamiento, los límites de la lógica, los límites del sentido... ¿Y la novela de Ludwig Wittgenstein P.I., para cuando? Vale que era un poco mariconcito, y no da el tipo viril de un Humphrey Bogart, pero igual tener a Wittgenstein resolviendo crímenes en la Viena nazi da de sí...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Francamente no entiendo la inquina con la cual los críticos, tanto los profesionales como los amateurs blogueros (bueno, a mí para profesional me falta que alguien me pague, que para algo Cine 9009 es mucho mejor que otros blogs wannabes por ahí...), le han cobrado a esta peli. Porque esta peli es un policial bastante correcto. Un poco salido de madre a ratos (ese bus cargado de monguitos...), pero correcto. Hay una serie de muertes misteriosas, hay una investigación criminal en toda regla, el juego de sospechosos está bien tramado, y la resolución final es quizás un poco decepcionante, pero es congruente con el resto de la narración. ¿Qué más le piden a la peli? ¿Extasis místico, comunión, teofanía...? ¿Qué...? Claro que hay varias posibilidades de decepción acá: 1.- La novela original era mejor (no lo sé, no la he leído), 2.- Esperaban puro esperpento al estilo Alex de la Iglesia y les molesta que se haya adocenado un poco (¿y qué? ¡Déjenlo tranquilo, hombre, por Dios! ¿O acaso quieren que ruede "Acción mutante" y "El día de la bestia" una y otra vez hasta que esté en las náuseas de muerto, el pobre...? Además, ya había mostrado su amor por el policial clásico en "Crimen ferpecto", y si quiere seguir haciendo discretos homenajes, pues...), o 3.- Sobredosis de Matemáticas y Lógica (el promedio de la gente es ignorante y le disgusta pensar, y si mencionan cosas serias como Wittgenstein o el Teorema de Fermat en vez de misticismo pseudohistórico como en "El Código Da Vinci", se rebelan por la tangente). Pero en fin, aparcando todas estas cosas en el estacionamiento para minusválidos, tenemos un producto con un buen acabado, y bien hechito.

-- Crímenes y Matemáticas. Ecuación difícil, porque el asunto de los crímenes emociona por un tema visceral (vale, está bien eso del ejercicio de razonamiento, pero no en balde las novelas de crímenes más populares son las que involucran asesinato, no estafas ni adulterios), y el de las Matemáticas... Bueno, para ser matemático no hay que tener vísceras, de entrada. No se puede decir que la peli encaje bien ambas cosas, y pareciera a ratos que las conversaciones matemáticas van por un lado y la investigación criminal va por otro, pero es que, oigan... Ambas combinan mal, ¿lo sabían? Y la peli en eso es realista. Cuando se ponen a hacer disquisiciones matemáticas pareciera que los personajes están en la tercera nebulosa porque efectivamente el pensamiento matemático PERTENECE A LA TERCERA NEBULOSA. Las Matemáticas se necesitan corrientemente para sumar las monedas para el pan (bueh, con esta inflación, los billetes...), y para poco más que eso (ya sé, me van a dar la tabarra con los contadores y los impuestos, pero ¿cuántos de ustedes trabajan en empresas de auditoría, ah?). Las altas Matemáticas, ésas que permiten inventarse Bosones de Higgs o detallar en simulación los efectos de una detonación termonuclear, ésas son cosas para unos pocos iniciados, que viven en un mundo paralelo al nuestro. En efecto, ellos son frikis y hacen cosas de friki, sólo que como les pagan con generosas subvenciones del Gobierno para hacer modelos estadísticos sobre el envejecimiento de la población futura y la quiebra del modelo de pensiones vs. el calentamiento global, pues bien, nadie tiene la cara de llamarlos así. Y esta peli rescata bien esa cosa friki que tienen los matemáticos, de vivir en sus propias wittgensteiníadas. Que les aproveche.

-- Las conversaciones sobre Lógica están bien. Notablemente bien. Mucho público debe haberse aburrido con ellas, pero servidor estaba fascinado. Vale que a veces caían un tanto en el simplismo, pero no deja de ser un lujo tener una peli en la que parte importante del trasfondo está regido por el pensamiento de Wittgenstein y su "Tractatus Diarreico-Philosphh...", perdón, su "Tractatus Logico-Philosophicus", se hable de cuestiones acerca de si las Matemáticas son convenciones o son la realidad, si es posible tener certeza absoluta sobre el mundo o no...

-- Pasemos al apartado más puramente cinematográfico. La peli, aparte de caer en algunos clichés (la chica histérica, el estudiante medio perturbado, el ex-estudiante perturbado entero...), está en general bien resuelta. Las actuaciones son bastante buenas, si exceptuamos al más bien débil Elijah Wood y sus ojazos de sensible/sorprendido (el pobre fue, es y será por siempre Frodo, de "El Señor de los Anillos", y ya nunca se podrá sacar el cartel, aunque quiera... mejor haría retirándose del cine con dignidad), que no termina de encajar por completo en un personaje que, sin lugar a dudas, tiene sus complejidades (¿se habrá sentido incómodo con el mariconeo latente que es inherente a su personaje...?). A su lado, John Hurt está grandioso como el despreciable, mezquino y miserable matemático encerrado en su torre de marfil. Leonor Watling cumple con poner las curvas peligrosas (y sí, no es una de Hollywood ñoñamente recatada sino que hay topless, para felicidad del pobre Elijah Wood, mira como sufre el hobbit miserable ése...), y Julie Cox consigue dar el tipo como la chica pasadita de roscas (todos hemos tenido una así, y sabemos lo temibles que pueden llegar a ser). Y la banda sonora no es la gran maravilla, pero es un tanto atípica para los estándares hollywoodenses, y acompaña sin excesivo fastidio.

IDEAL PARA: Ver una peli de muertes misteriosas que quizás no sea imprescindible ni de lo mejor que ha hecho Alex de la Iglesia, pero que cumple con lo que se espera de una buena peli de misterio policial.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Sitio oficial en español.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Comentario en Blog de Cine.cl.
-- (Ir a la página) Comentario en Escribiendo Cine.
-- (Ir a la página) Comentario en Quizá Soñar.
-- (Ir a la página) Comentario en E.E.Y.A.U.D. Danny MacGill.
-- (Ir a la página) Comentario en Radiópolis en la Web.
-- (Ir a la página) Comentario de Ramón Monedero.
-- (Ir a la página) Comentario en Kinóptico.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado al ezpañoh].



-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



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