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domingo, 14 de septiembre de 2008

"El novio de mi madre" (2007).


-- "I Could Never Be Your Woman". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Amy Heckerling.
-- Actuación: Michelle Pfeiffer, Paul Rudd, Saoirse Ronan, Stacey Dash, Fred Willard, Jon Lovitz, Sarah Alexander, Tracey Ullman, Yasmin Paige, Rory Copus, O.T. Fagbenle, Jayden Berry-Garvey, Iddo Goldberg, Noah Lee Margetts, Jonathan Ryland.
-- Guión: Amy Heckerling.
-- Banda Sonora: Jess Bailey.

-- "El novio de mi madre" en IMDb.
-- "El novio de mi madre" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Ha pasado el tiempo, y Michelle Pfeiff... perdón, Rosie ya no es la jovencita rompehielos que alguna vez fue. Pasó la cuarentena, tiene una criatura chica que está entrando en los terribles 11 (¿o 12? Qué se yo, no me acuerdo), y su maridito decidió casarse con una chiquilla de veintialgos (sí, parece el chiste de "cambio una de cuarenta por dos de veinte"). La vida siempre le aguarda sorpresas, porque verán, aunque hay telarañas en el falopioverso, ser madre de una criatura que recién empieza a caer en las redes de aaaaaahhhhhh... amoooooor... y ser la guionista/productura/almamáter de una serie de TV de adolescentes cool es todo su mundo. Hasta que de pronto el cabronazo de su boss le dice que, bueno, verán, eso de programas infantiles/juveniles/whatever ya no rinde, no la lleva, y debemos introducir cambios en el programa si es que queremos mantenerlo a flote. Nuestra buena Rosie se resiste y se resiste, porque el brillante concepto de renovación es hacer un extreme-makeover, y nuestra chica dice que no, que eso está saturado, old-fashioned, etcétera, pero la palabra del jefe es la palabra del jefe, y se llama a un casting para proveer el papel de un nerd volviéndose el head of the class. Como suele suceder en los castings, se llena de chicos que compensan la falta de talento con chorreón de narcisismo (¡hey, lo mismo pasa en los torneos de "Vampiro: La Mascarada"!), y pareciera que la búsqueda es un fracaso, hasta que... ¡sorpresa, señores! Aparece el Chico Maravilla. Tan maravilla, que nuestra cuarentona Rosie empieza a qué estoy haciendo, poniendo ojitos, etcétera... Y el chico, pues, como que corresponde... Y empieza a flotar love in the air... Pero ¡quién está de por medio! ¡Oh, sí! ¡La hijita preadolescente! O no, porque el chico se la da vuelta enseñándole como pasar cierto videojuego que es el favorito del compañero de escuela de ella... Pero ése será el primero de los obstáculos. Vendrán peores. Incluyendo, por supuesto, la neurótica inseguridad de una cuarentona que cómo va a ser la Demi Moore de Ashtun... Ashtoon... Ash... No, no me digan ¡salud!, no estoy estornudando... ¿Cómo es que se llamaba ese impresentable? ¡Bueno, el criaturo ése, el pobre sustituto del gran Bruce Willis! Y eso por no hablar de las intrigas cruzadas en el ambiente laboral... El drama estaría servido, de no ser porque esto es una comedia. Y de las buenas, si me preguntan.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

MILF la lleva. En el 2000, las veinteañeras tienen un poquito de gusto a nada, de sosainas, y tienen que madurar su resto antes de llegar a los peligrosos treintas. Y los cuarentas y los cincuentas... Pregúntenselo a Ash... Esh... Pashtun Kuchen o como se llame, el que se afila a Demi Moore. O a Guy Ritchie, que se come los ya transitados Firestone de Madonna. Antaño, 30 era el umbral de la muerte para una mujer, y a los 40 estaban ya acabadas (para la gloria ese gran diálogo de Goldie Hawn en "El club de las divorciadas", que decía algo así como: 'Sólo existen tres edades para las actrices en Hollywood, jovencitas, fiscal de distrito y "Conduciendo a la Señora Daisy"'). Pero claro, a condición de que la MILF tenga recursos. Dinero. El poder del sex-appeal. Una MILF debe tener money para enchularse, hacerse las cirugías pertinentes, etcétera. Una MILF sin dinero no es MILF, es simplemente una veterana (dicho así, con cariño, por aquello de lo políticamente correcto). Antaño, una MILF era una mujer medio acabada ("El graduado"), y hasta tiempos bien recientes era una especie de fantasía adolescente ("Y tu mamá también"). Pero ahora, aunque sea una comedia, el tema se está volviendo serio. Mortalmente serio. Como en "Infidelidad", por ejemplo. Las MILF ya están aquí, y llegaron para quedarse. Así es que mejor tomárselo con humor. Como acá.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Aunque todas las críticas positivas de esta peli han partido por elogiar a Michelle Pfeiffer (merecidamente, por lo demás), partamos primero por ese angelito invisible (o demonio, según el caso, pero angelito aquí) llamado "director". Amy Heckerling hace rato que pasó la sesentena (cero posibilidad de autorreferencia MILF aquí, entonces), pero en su vasta y no demasiado prolífica carrera fílmica ha dejado un puñado de pelis relativamente clásicas, de las que sólo me basta enunciar los títulos: "Años locos en Ridgemont High", "Vacaciones en Europa" (bueno, en este caso recordemos que es parte de la saga de Chevy Chase), "Mira quién habla", "Mira quién habla ahora", "Ni idea"... Esta peli podríamos considerarla como "más madura", incluso con una perspectiva más otoñal que las anteriores, debido al choque entre el "estoy vieja, la vida y el amor se acabaron para mí" y el "¡quiero vivir!". Pero bueno, la señora Heckerling sigue incombustible al pie del cañón, y no deja que lo melancólico del tema le carcoma lo principal, que es hacer reir. Y en eso lo logra, con un guión inteligente (escrito por ella misma) y una estupenda dirección de actores. Además, ella conoce más que sobradamente el ambiente de trabajo dentro de la televisión (tanto "Años locos en Ridgemont High" como "Ni idea" parieron sendas series de TV), así es que acá está en su salsa.

-- Ahora sí. Lo que estaban esperando. Michelle Pfeiffer: ¿se mantiene la vieja sobre su esqueleto o se la come la osteoporosis? Recordemos que la Pfeiffer (nativa de ¡1958!, o sea de la edad de Madonna y un año más joven que Sharon Stone) fue sex-symbol ya en los tempranos '80s (era la noviecita de Al Pacino en "Caracortada", y la siguió dando con "El hechizo del águila", "Casada con la mafia", "Relaciones peligrosas", la escena en que se revuelca con un vestido rojo sobre un piano en "Los fabulosos Baker Boys"...), y a la par que interpretaba magníficamente a Gatúbela en "Batman regresa", ya en 1991 aparecía como "vieja de vida sentimental acabada" (¡¡¡!!!) junto a Al Pacino (again) en la por otra parte estupenda "Frankie y Johnny". Uno podría esperar por tanto que la señora se arrastrara ahora en un fútil intento por volver a arañar la cartelera, como una Goldie Hawn cualquiera, ¡y no! Después de algunos años de silencio volvió con esta comedia, y con su insigne rol de "Stardust", no sólo asumiendo los años y llevándolos dignamente, sino que también pateando traseros sin necesidad de disimular las arrugas ni mucho menos. A punta de puro talento actoral. Y que lo tiene. Como acá, por ejemplo, asumiendo con valentía que ya no tiene 25 (bueno, tiene 49 y su personaje 40, pero en fin...). Y haciendo comedia de eso. Y mostrándose sexy, completamente segura de sí misma y de lo que está haciendo. Gracias a ella, esta peli no luce como una relación maternofilial sino como una verdadera y equilibrada relación romántica, en la que incluso él pareciera ser a veces más maduro que ella (el personaje de él tiene 29, o sea, es 11 años menor, aunque el actor tenía 38... ¡menudo enredo!).

-- Pero el resto del elenco no se queda a la zaga. Paul Rudd es una magnífica elección como partner de la Michelle Pfeiffer, y se nota que se la pasaron bomba rodando esta peli (o eso, o son muy buenos actores, no sé). La creepy Saoirse Ronan (prueben a escribirlo ustedes), que daba de que hablar comiéndose con zapatos a todo el elenco de "Expiación, deseo y pecado" (Keira Knightley incluida) con sus tiernos 14 añitos, acá es capaz de dar la réplica a Michelle Pfeiffer sin transformarse en el cliché de la niñata antipática, pero con una personalidad bien marcada y definida. Sarah Alexander (ya actuó con la Pfeiffer como una de sus brujas subordinadas en "Stardust"), conocida por su protagónico en la brillante serie británica "Coupling", acá está a la altura como una odiosa secretaria que no es feliz si no ve desgracias a su alrededor. Stacey Dash, que ya estuviera en una Heckerling Movie (era la amiga nigga de Alicia Silverstone en "Ni idea"... ¡Bastet, esta chica tiene pacto con el diablo, no envejece!) está notable como la estrellita de medio pelo que le baja el sobrao y va y viene de sexy (se supone que es una veinteañera que interpreta a una adolescente de secundaria... y si alguien me hubiera dicho que ya pasó la cuarentena le hubiera arañado la nariz por mentiroso... ¡pero es cierto, ya pasó la cuarentena, señores!). Tracey Ullman está un poco insoportable como "conciencia de la prota", pero admitámoslo, el único aporte de esta señora a la Historia de la Civilización Occidental en realidad es haberle dado un segmento dentro de su programa ochentero a "Los Simpsons", antes de que obtuvieran media hora semanal para ellos solos. Y Jon Lovitz, ya envejecido, pero siempre good vibes, está topísimo como el ex marido de Michelle Pfeiffer (Michelle, él no te merecía... miau...).

-- La prota trabaja de productora/guionista de una serie de TV que tiene un nombre tan mascachicles como "¡Ustedes la llevan, chicas!", o algo así ("You go, girls!"), incluyendo la inevitable canción bubblegum de letra "no dejes que la vida destruya tus sueños", interpretada por la mina Tetanic de rigor (Stacey Dash, que por esos años era chica Playboy, por cierto... busquen en Google Image, sin el SafeSearch conectado por supuesto). Mientras más miraba la serie de TV dentro de la peli, más me parecía una sátira desenfadada de "Salvados por la campana", incluyendo una mención por ahí al personaje de Screech, que era el que verdaderamente la llevaba en la serie (por algo lo conservaron para el vergonzoso spin-off "Salvados por la campana: La nueva generación"... ¡sí, hicieron una!). ¡Ah! Y no debe olvidárseme el mencionar los escenarios de colores verde loro, rojo furia, amarillo chillón... Todo en delicado contraste con la vida cotidiana de los protas, en una quizás no demasiado sutil crítica contra cómo te venden fantasías preenvasadas por la TV, y tú te las tragas pasivamente porque te gustaría que tu opaca vida fuera como esos chicos guapos y esas chicas bigbreasted por la experiencia vicaria de sentarse frente a un artefacto en vez de ir a buscarse una vida. Y esto, sin necesidad de remarcar el mensaje, sólo introduciendo alguna sutileza por aquí y por allá...

-- Evita un defecto muy serio que arruina muchas comedias románticas, y que es el desconfiar de la comedia para crear una gran comedia. Me explico: muchas comedias románticas tratan de ser más románticas que comedia, y para esto crean situaciones de "me caigo y aporreo" para hacer reir en la primera mitad, y en la segunda viran al drama para mostrar que a pesar de ser comedia, también tienen alma y sentimientos (sensiblería y ñoñería, lo llamaría más bien). Sandra Bullock podría dar cátedra de eso, con sus caretos de "la c*g*é media peli, pero igual me merezco ser feliz, por qué no me resulta, ¡diablos!". Acá no. Cuando una escena pareciera que va a derivar al drama, se las arregla para mantener siempre el tono de comedia ligera. Con lo que esta peli gana muchos enteros en profundidad, porque el verdadero mensaje se va al subtexto, y no peca de discursiva en ningún minuto (bueno, quizás la no muy necesaria adición de Tracey Ullman... Pero en fin).

-- Escenas memorables. Paul Rudd bailando algo así como pseudobreakdance en el suelo de la disco. El primer beso. Michelle Pfeiffer mirando los intentos de su hija por acercarse al chico que la ignora (y que le gusta, claro está). La criatura Saoirse negociando la edad de su "primera vez" con su mami (lo dicho, esta chica es más creepy que Kirnsten Dunst en "Entrevista con el vampiro"). Sarah Alexander doing the bad girl. Todas las secuencias relativas al programa ése de las chicas arriba. El gran diálogo del director de la cadena diciendo "¡El rating se está desplomando, nada de temas serios como discriminación racial o embarazo adolescente, a partir de ahora pura comedia!". Y en general, la peli entera en realidad.

IDEAL PARA: Ver una gran comedia MILF, una gran comedia romántica, y una estupenda peli a secas.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "EL NOVIO DE MI MADRE":

-- (Ir a la página) Nota en Todo Cine.
-- (Ir a la página) Comentario en Toma-Uno.com.
-- (Ir a la página) Compilación de comentarios en Pochoclo.com.
-- (Ir a la página) Comentario en El Comercio Perú.
-- (Ir a la página) Comentario en Dolce City.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].



-- El jovenzuelo se lleva a la veterana a la disco y hace el mongo bailando [doblado al español de Ezpaña, pero no se preocupen, es una escena casi sin diálogo].



-- Saoirse Ronan haciendo lo suyo [en inglés, sin subtítulos].

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