Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
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domingo, 8 de junio de 2008
"Transformers: La película" (1986).
-- "The Transformers: The Movie". Estados Unidos. Año 1986.
-- Dirección: Nelson Chin.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Judd Nelson, Orson Welles, Leonard Nimoy, Robert Stack, Norman Alden, Jack Angel, Michael Bell, Gregg Berger, Susan Blu, Arthur Burghardt, Corey Burton, Roger C. Carmel, Victor Caroli, Regis Cordic, Scatman Crothers, Peter Cullen, BJ Davis, Paul Eiding, Walker Edmiston.
-- Guión: Ron Friedman.
-- Banda Sonora: Vince DiCola.
-- "Transformers: La película" en IMDb.
-- "Transformers: La película" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Un muuuuuuuuuuuu gigantesco planeta robot (¿qué se habrán fumado?) se está moviendo a toda pasta contra un simpático planetito poblado de robotitos. El muuuuuuuuuuuu gigantesco planeta robot, que responde al nombre de Unicron, devora entonces al mundillo pelele, y con más eficiencia que Galactus, porque lo hizo solito y sin tener heraldos surfistas que le apuñalen por la espalda. Mientras tanto, en el futuro distante, en el año 2005 (la peli es de 1986, la época en que "futuro" significaba calles apestosas con chicas malas enchaquetadas en cuero y punkies, ¿vale?), el Universo Conocido es blitzkriegzado por la guerra entre los juguetes robóticos buenos, que son los Autobots, y los juguetes robóticos malos, que son los Decepticons. Los Autobots se han apoderado de dos lunas de su planeta nativo Cybertron, pero no conformes en su desatada ambición imperialista, quieren quitarles a los Decepticons el planeta que ocupan (Cybertron, pues), con la excusa de que es su planeta nativo y no les gusta que les priven de peregrinar al Santo Robosepulcro. En esta RoboJihad, los Autobots planean un enlace entre Ciudad Autobot y las lunas, pero los Decepticons interceptan el convoy y hacen discontinuar la venta de unos cuantos muñequitos Autobots en las jugueterías. Luego usan el vehículo como Caballito de Troya para meterse en Ciudad Autobot, y casi barren con ellos. Mal por los robotitos, por supuesto, porque habrán bajas de lado y lado, bajas que serían mucho mejor aprovechadas si pudieran unir fuerzas y combatir de esta manera a Unicron, que por necesidades dramáticas del guión, enfila recto hacia Cybertron...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Lo dije a propósito de "Transformers" (la otra, la de carne y hueso, la cag... perdón, la deyección de Michael Bay), que en los '80s llegaron al extremo de la chunguez, de sacar series de TV auspiciadas por líneas de juguetes. Y éstas después saltaron al cine, o al DVD al menos. Ahí tienen "Amos del Universo" (basada en He-Man), "G.I.Joe: La película" (direct-to-VHS) y la que nos ocupa. En 1984 arribó a la TV una serie llamada "Transformers", y que fue grito y plata porque era de robots, y además estos robots eran muy chulos porque se transformaban. Claro que todos tenían la misma transformación básica (ya saben, meter los brazos y convertirse en vehículos o aviones), salvo unos pocos privilegiados que se transformaban en otras cosas, pero como lo que molaba eran los vehículos y aviones, tampoco nadie hacía demasiado caso de los otros. En fin, el caso es que la serie de televisión se vendió como churros, se convirtió en objeto de culto, fue secuestrada por el poder monetario del Duque Spielberg y entregada al Barón Bay en feudo para hacer cuanta trapacería se le ocurriera dentro de sus fronteras... Pero estoy adelantándome en el tiempo, incluso un poco más que el año 2005 de la peli que nos ocupa. Volvamos a ella. Sacaron la peli en 1986, y no la vio casi nadie. Ayudó la mala crítica, por supuesto, lo que no iba a alejar a los niños, pero sí a los papis que debían pagar el dinero de la entrada, y que dijeron "no, no, no, esa peli es muy violenta, ya sabes que la violencia es mala, y no te la llevo a ver". Bueno, hubo algunos padres más inconscientes que no querían educar a sus hijos sino entretenerlos, y los llevaron igual. En ese tiempo, mi amo no me quiso llevar. No importa, porque mis uñas quedaron afiladitas con su helecho regalón. En fin, garfieldadas aparte (la mala influencia de los cómic), lo cierto es que la peli fue un fracaso. Y bien merecido, por lo demás. Sí, a mí me gustaban los Transformers. Hubiera dado mi pata derecha, mis bigotes y mi cola por verla. Pero Bastet fue generosa conmigo y me lo impidió. De lo contrario, quizás intelectualmente siguiera siendo el Conscripto Gato, en vez de haber llegado a General Gato...
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos por un hecho casi obvio, pero no por ello con menos necesidad de mención. Esta peli fue hecha con fecha de entrega para la próxima semana, para aprovechar que los churros estaban todavía calientes y no debían enfriarse. Por otra parte, su público destinatario es justamente aquel que veía la serie de televisión. Ellos, los fanáticos, seguramente que gozarán como sexólogos chinos con las peripecias de sus juguetes favoritos entre la Tierra y Cybertron. La historia está diseñada específicamente para ser un puente entre la segunda y la tercera temporada de la serie televisiva, y con ello la trama de la peli sufre un fuerte lastre. Para que nos entendamos, la primera mitad termina la historia de la segunda temporada (he ahí el duelo final entre el malvadísimo Megatron y el buenoide imperialista Optimus Prime), y la segunda mitad inagura la tercera temporada. Sí, es un enredo que no lo entiende nadie. No me culpen, yo sólo soy historiador del cine, nada más. Si quieres saber cómo Optimus Prime muere a manos de Megatron después de haber visto chorropetecientos capítulos de serie (¡UPS! Spoiler), entonces es tu deber cívico ver esto. El problema es que después de ese momento climático, a mitad de peli (¡UPS! Otro spoiler), viene el resto. Y no puede ser más anodino. La premisa del planeta gigante a punto de hacer mermelada de robot es interesante por sí misma, pero tiene el pequeño inconveniente de la escala: si el enemigo es físicamente muy grande, entonces el combate se dificulta y pierde interés (de hecho, la lucha final de los Autobots con Unicron linda el ridículo). Podía haber sido bien resuelta con un buen trabajo del binomio guionista-director. Lo repito: PODÍA haber sido bien resuelta etcétera. También NO PODÍA, como lógica consecuencia, y de hecho no pudieron. Es lo que tiene menospreciar a los niños: terminas creyendo que hacer una peli infantil sea sinónimo de hacer una peli ñoña, y no es el caso. Por el contrario, deberías ser incluso más cuidadoso en no caer en la ñoñería. La peli entera se resume en pelea, pelea, pelea. El desarrollo de personajes no es que sea mínimo, es que es nulo, incluso para los cánones de una de acción respetable. Aparte del duelo de Optimus Prime y Megatron, la única escena que excita medianamente la atención (fuera del imponente atracón que se manda Unicron en la primera escena, por supuesto, comienzo que pareciera ser homenajeado sutilmente en "Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer", con la idea de suprimir el carácter antropomórfico de Galactus), es aquella en que Megatron ajusta finalmente cuentas con el fastidioso Starscream. (Starscream, o sea "Grito estelar", con S intermedia, y no "Starcream", "Crema estelar", como traducen algunos no muy iluminados). Y esto también es a mitad de peli. ¡Ah, se me olvidaba! Uno de los protas humanos de la serie, veinte años en el futuro (2005, ¿recuerdan?), ha tenido un hijo, que es uno de esos niñatos que de tan adorable y heroico terminamos odiando. Lo dicho: los fanáticos de la serie se lo pasarán pipa. Los fanáticos irredentos, por lo menos (a mí me gustaba, ya lo dije, pero la peli, ejem...).
-- Bueno, mueren robots. No fue una decisión creativa, claro está (la razón última parece ser que los juguetes de los robots fueron discontinuados, y estrenaron otros juguetes nuevos, así es que para evitar que algún niño hinchara pidiendo los antiguos, que por lo demás estaban ya todos comprados, simplemente mataron a los personajes correspondientes en la peli). Pero mueren. Eso añade un poco de suspenso a la cosa. Después de todo, si la peli se abre con Megatron y sus esbirros cepillándose a cuatro de los buenos, entonces algo de tensión te mete tratar de adivinar a quién más le va a llegar la china. Y, contra la decisión de la juguetería responsable, algunos de los robots que parten en la peli, sí consiguen llegar vivos al final (a la rastra, por lo demás, pero vivos). Cosas como ésas no las veías en la serie original, en donde los robots se daban alegremente de tunazos, pero después se daban una reparadita y listo (y ahí tenemos a los críos matándose después al grito de "¡Yo soy Optimus Priiiiiime...!").
-- La música incidental, ¿qué decir? Bueno, en las partes de suspenso acompaña más que bien. Pero en las partes de acción vemos la inclusión de canciones que ¡horror! se corresponden con lo peor de la Música GlamFuckingHortera Metal ochentera, que en la época debieron quedar molonas (chicos malos ésos, ¿no?), pero en la actualidad descuadran por completo cualquier empeño por suspensión de la incredulidad. Y cuando dan paso a la música incidental de acción, ¿qué tenemos? Guitarras eléctricas tocadas en ese peculiar modo heavymetaloso conocido vulgarmente como "chillido de rata", y la comparación roedoril no le viene sólo por el timbre melódico. Pero en las escenas de suspenso acompaña bien, eso sí.
-- Para los historiadores del cine, digamos que fue la última peli en que participó Orson Welles. ¡¡¡Sí, mis amigos cinéfilos, el genio cinematográfico que partió su carrera con la justicieramente considerada mejor peli de la Historia del Cine, "El ciudadano Kane", rodada con miserables 25 años, cuatro décadas y media después vino acá, a recibir la extremaunción!!! Con los años, el genio de Welles no pudo desplegarse como correspondía, y se vio obligado a trabajar indignamente de garbancero por aquí y allá para pagar las cuentas, y suponemos que éste era otro de esos trabajos. Se dice que Welles, cuando le preguntaron por su personaje, dijo algo así como "soy un robot que es un planeta gigante, mato a muchos robotitos juguetes chicos que se hacen cosas horribles unos a otros, y entonces soy destruido". Las últimas palabras de Unicron en esta peli son, por tanto, "destino... no puedes... destruir... MI DESTINO", famosas últimas palabras después de las cuales su personaje muere, Welles sufrió después un ataque cardíaco, se despachó, y con eso se salvó de ir al estreno de la peli. Si les gustan esas morbosas recortinas de la Historia, pues vean a Kane/Welles/Unicron decir sus famosas últimas palabras, recordando aquello de sic transit omnia gloria mundi...
-- Momentos para el bronce: Unicron haciendo papilla de planeta, Optimus Prime vs. Megatron, la increíblemente maniquea introducción explicativa, la primera aparición de los Quintesson. Si toda, o al menos una parte importante de la peli, hubiera sido como esto...
IDEAL PARA: Fanáticos talibanes de los Transformers, historiadores del Transformerverso (debe haber alguno por ahí), y gente ociosa que pueda darse el gusto de perder una hora y media de su vida que, he aquí la mala noticia, nunca más podrán recuperar.
OTRAS PÁGINAS SOBRE "TRANSFORMERS: LA PELÍCULA":
-- (Ir a la página). Comentario sobre la edición en DVD.
-- (Ir a la página). Esta peli en la comunidad Linkara.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
-- Comienzo de la peli [en español]. -- Duelo final entre Megatron y Optimus Prime. Sigue la muerte de Optimus Prime [en español].
que recuerdos la verdad yo tambien hubiera berreado por ver la pelicula y la verdad tabien fui a ver la ultima de los transformers auque no son muy fans.
ResponderBorrarBueno, entonces, la cuestión es... ¿irás a ver "Transformers 2: Revenge of the Fallen"? Porque la del 2007, pues, no sé...
ResponderBorrarSaludos, y un Feliz 2009.
wtf?...orson welles en transformers?... que bizarro... carne de cañon para un matt groening cualquiera, jejeje
ResponderBorrarConsiderando lo ochentero de la referencia, quizás más para un Seth McFarlane cualquiera, jejeje.
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