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domingo, 23 de septiembre de 2007

"El día del chacal" (1973).


-- "The day of the Jackal". Inglaterra / Francia. Año 1973.
-- Dirección: Fred Zinnemann.
-- Actuación: Edward Fox, Terence Alexander, Michel Auclair, Alan Badel, Tony Britton, Denis Carey, Adrien Cayla-Legrand, Cyril Cusack, Maurice Denham, Vernon Dobtcheff, Jacques François, Olga Georges-Picot, Raymond Gérôme, Barrie Ingham, Derek Jacobi.
-- Guión: Kenneth Ross, basado en la novela de Frederic Forsythe.
-- Banda Sonora: Georges Delerue.

-- "El día del chacal" en IMDb.
-- "El día del chacal" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Charles de Gaulle, el milico que creía en las democracias siempre que fueran bien autoritarias (con razón le gustaba tanto a la Comisión Ortúzar), decidió que el Imperio Francés en Argelia debía acabarse. Los franchutes son el país de la democracia universal y los derechos humanos, pero en todas partes hay manzanas podridas, y en este caso se trata de grupos parafascistas que deciden por su cuenta que a los franceses no se los puede dejar solos, y por ende, Charles de Gaulle debe morir para que ELLOS puedan mostrarle al mundo que los franchutes son algo más que bolsas de aire caliente. Un primer complot fracasa de manera patética (se gastan lo que no tienen ametrallando a gusto con una churrada de francotiradores, y aún así la palman), de manera que los remanentes de este grupo ultranacionalista cambian de estrategia, y deciden que utilizarán a un asesino solitario para la misión. Para este propósito llaman a un tipo que no pueda ser buscado en Francia, por carecer de prontuario criminal allí; éste resulta ser un inglechute cuyo nombre código es el Chacal, y que ha sido nada menos que... ¡¡¡CHACHÁN!!! ...el tipo que se cargó a Rafael Leónidas Trujillo (si vieron el episodio de "X-Files" que revela como el Hombre del Cigarrillo fue el tipo que mató a JFK y Martin Luther King, ya saben de dónde se robaron la idea). El Chacal pone condiciones leoninas para el trato, y como los otros no tienen mucho que perder, acceden. El Chacal empieza entonces por estudiar el terreno y encargar una linda arma, amén de falsificar los pasaportes necesarios para moverse con comodidad por Francia. Para su desgracia, los polis franceses no son exactamente unos tontos, y espiando a los jefes del Chacal, descubren que algo raro se está cocinando, por lo que empiezan también sus propias averiguaciones. Sin embargo, ¿cómo se consigue detener a un hombre que ni siquiera se sabe su nombre ni su rostro...? El tiempo se agota, y cada segundo le permite al Chacal acercarse un pasito más a Charles de Gaulle...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Ya no se hacen pelis como éstas. Y cuando se intentan, salen cosas como ese remake desabrido que fue "El chacal" (escribí "desabrido" simplemente por usar una palabra suave). En los '70s, cualquier peli de complots internacionales debía tener un argumento sólido como una casa. Por eso, la aparición de un novel escritor, que venía de las aguas del océano periodístico, llamado Frederick Forsythe, fue saludada por todo lo alto; y es que "El día del chacal" venía escrita con pulso, además de una potente documentación. Este Forsythe fue para los '70s y '80s lo que Tom Clancy fue para los '90s: el novelista de tramas meticulosas e hiperdetallistas que jugaban con enormes intrigas internacionales mezclando a políticos, mercenarios, espías, etcétera. Basta recordar que aparte de "El día del chacal", se basan en obras suyas las películas "Odessa", "Los perros de la guerra" y "El cuarto protocolo". Lo que tiene de malo jugar a la política ficción, es que cuando la política pasa (Charles de Gaulle lleva casi cuarenta años de muerto), la ficción interesa menos. Pero sigue siendo buena ficción, si ha sido confeccionada por un maestro. Y Fred Zinnemann era de los buenos (dirigió, entre otras, "A la hora señalada", "Un hombre de dos reinos" y "De aquí a la eternidad").

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es un thriller de espionaje por todo lo alto. Quien esté acostumbrado al cine palomitero actual, con tramas simples y situaciones estandarizadas que permiten desviar la vista un par de minutos y enterarse igual de qué va el asunto, pueden verse más que un poco confundidos con un montaje rápido y acelerado (incluso para los cánones actuales), en donde cada escena cuenta, nada se sobreexplica, y se debe estar atento a todos los detalles. Esto, en particular porque la cantidad de personajes puede llegar a resultar apabullante, a ratos. Pero nada falta ni nada sobra. El trabajo de edición y montaje es una joyita maestra. Por cierto, Zinnemann se da el lujo de hacer un montaje paralelo vagamente reminiscente de la escena en que llega el villano al pueblo en la peli "A la hora señalada", en la escena cuando el Chacal aborda el tren mientras sale a la luz otra de sus barbaridades.

-- Edward Fox. Para los seguidores de ese género cinematográfico de vagos contornos que es el "cine de época" (es decir, esos filmes ambientados en una época que no es la actual ni la de nuestros padres, pero no es un tiempo tan lejano para hablar de "romanos", "caballeros", "piratas" o "pelucones dieciochescos"), Edward Fox es un individuo ciertamente reconocible: "Un puente demasiado lejos", "Fuerza 10 de Navarone", "Gandhi" y "Nunca digas nunca jamás" se cuentan en su currículum. Para quienes ya lo reconocieron, debe ser toda una curiosidad verlo hecho un crío, interpretando al Chacal (y yo que pensé que había nacido viejo). Resulta curioso también observar que un factor determinante en su elección como protagonista fue que Fred Zinnemann quería justamente un rostro poco reconocible y no una superestrella, para que fuera creíble un asesino escondido entre la multitud, y hoy en día el rostro de Edward Fox es bastante reconocible por cualquier aficionado cinéfilo (Michael Caine, quien quería el rol, debía estar más que chasqueado, y otro tanto con Roger Moore, aunque éste en ese mismo año se apuntó su primera Bond con "Vive y deja morir"; digamos para la trivia que al contrario, Jack Nicholson lo rechazó)... A diferencia de Bruce Willis en el desastroso remake de 1997 ("El chacal"), Edward Fox no trata de ser más malo que el diablo sólo para que lo odiemos, sino que interpreta al Chacal como un hombre de negocios cualquiera con un horario de trabajo que podría ir perfectamente de nueve a cinco, sólo que su negocio es el asesinato selectivo de personas y comprende muchas salidas a terreno. Esto es justamente lo que hace tan escalofriante al Chacal, en la versión de 1973 (bueno, esto, y que no le hace asco al sexo ni con hombres ni con mujeres, y esto no por placer sino por trabajo). Dicho en breve, el Chacal es en esta película una amenaza peligrosa no porque sea el villano maligno, sino porque en definitiva la vida o la muerte de una persona le importa un reverendo bledo (léase "comportamiento psicopático").

-- Otro detalle adicional: la película apenas cuenta con música incidental. Esta se reduce al mínimo, y casi todo el sonido proviene de los diálogos y el ruido ambiental. Era una práctica más común antes que ahora, cuando la sensiblería hollywoodense y la progresiva insensibilización del público obliga a bandas sonoras cada vez más sobrecargadas y ampulosas. A veces, regresar a lo básico, a esas películas que decían lo más con toda economía de recursos (de banda sonora, en este caso), es sumamente refrescante.

-- El hecho de que Charles de Gaulle sea un personaje histórico, y de actualidad para la época, le añade un plus, una gran sensación de realismo. Esta lección no la aprendieron en el remake de 1997, y con eso se destiñeron un punto más.

IDEAL PARA: Ver un gran thriller de suspenso, incluso para los estándares de una época en la que de verdad sabían hacer thrillers de suspenso.

4 comentarios:

  1. La vi anoche. Bueníiisima. Aporto algo: no sólo tiene un ritmo desacostumbrado a la época (no para un segundo)sino que, a diferencia de las películas corales de Altman, acá ningún personaje se diluye porque la protagonista excluyente es la trama. Hace un par de años leí el libro y descubrí que era buenísimo. Siempre había creído q FF era un escritor de best-seller -en sentido peyorativo. Nada que ver.
    Ah, Y Eduard Fox es hermano de Michael Fox, mucho más conocido -La Bestia Sexi, Willy Wonka (el millonario padre de la nena), El rey de las ratas, etc.

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  2. No solo tiene un ritmo desacostumbrado para la época, sino que diría para la nuestra, en donde tanto guionista mediocre trata de crear suspenso con los recursos baratos de toda la vida (¡ups, la peli está morosa aquí, pongamos una explosión y un tiroteo para mover las cosas!). La novela era realista a ultranza, sin concesiones al hollywoodismo, y tuvieron el buen olfato de adaptarla de la misma manera. Cuando pienso en los productores actuales que buscan justificar su sueldo metiendo cambios en las pelis que producen, cualquier cambio, con tal de que se note su mano...

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  3. A mas de la trama, la extraordinaria actuación de todos y cada uno de los artistas, pese al concepto delictivo que lleva la preparación, se ve el compromiso de hacer las cosas bien con una planificación tan minuciosa sin posibilidad de dejar pistas que vayan a poner en riesgo su trabajo. Extraordinaria película.

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  4. En particular el juego del gato y del ratón, muy bien llevado, esa cosa de que casi lo tienen pero no... Muy bien ejecutado.

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