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domingo, 5 de agosto de 2007
"Harry Potter y la Orden del Fénix" (2007).
-- "Harry Potter and the Orden of the Phoenix". Estados Unidos / Inglaterra. Año 2007.
-- Dirección: David Yates.
-- Actuación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Helena Bonham Carter, Robbie Coltrane, Tom Felton, Ralph Fiennes, Michael Gambon, Brendan Gleeson, Robert Hardy, Jason Isaacs, Katie Leung, Matthew Lewis, Evanna Lynch, Harry Melling, Devon Murray, Gary Oldman, James Phelps, Oliver Phelps, Alan Rickman, Fiona Shaw, Maggie Smith, Imelda Staunton, Natalia Tena, David Thewlis, Emma Thompson.
-- Guión: Michael Goldenberg, basado en la novela de J.K. Rowling.
-- Banda Sonora: Nicholas Hooper.
-- "Harry Potter y la Orden del Fénix" en IMDb.
-- "Harry Potter y la Orden del Fénix" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El asqueroso primito mimado y consentido por ese mugroso muggle (¿ven como suena parecido?) que cría a Harry Potter, va a molestarlo justo a tiempo para descubrir que cosas malas pasan allá afuera, allí donde el pobre Ubermensch quinceañero anda dando vueltas. Como por ejemplo, que los mortífagos aparecen haciendo de las suyas. Harry Potter tiene que defenderse como mejor puede, aunque eso implica usar la magia en el mundo de los inferiores muggles. Como eso está prohibido, es despachado a juicio. Potter sale bien librado gracias a los buenos auspicios del director de Hogwarts, para variar un poco, pero en respuesta el Ministerio de la Magia, quien ve con muy malos ojos todos esos rumores de que El Que No Puede Ser Mencionado En El Casting ha vuelto... (¡uh, qué terrible, mira, nadie lo puede nombrar...! ¡Cómete esto, VOLDEMORT, VOLDEMORT, VOLDEMORT... Interpretado por RALPH FIENNES!). El Ministerio de la Magia, con una actitud muy Neville Chamberlain ("¡no se preocupen, si Hitler es un gatito!"), en vez de ponerse en alerta interviene a Hogwarts para que los alumnos no armen alboroto (aquí en Chile podrían darle un par de lecciones sobre ello, los que reprimieron la Rebelión de los Pingüinos). Pronto, la nueva directora de Hogwarts hará de la vida en el interior un verdadero infierno, cegada por la autocomplacencia de que son los buenos y los puros y por tanto todo lo que hacen es ético y correcto... e inteligente (en particular, dejar de vigilar a Voldemort). Ahora, acabados todos los conductos regulares con los cuales los ciudadanos pueden hacerle llegar sus reclamos a las autoridades vía derecho de petición, los alumnos de Hogwarts, con Harry Potter a la cabeza, se lanzan a la única opción que les queda a los ciudadanos decentes que aman a su país: la rebelión.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Son tiempos duros para ser un demócrata defensor de los derechos humanos. Resulta que allá afuera, en nombre de la democracia, la tradición y los valores de siempre, una horda de tiranos encabezados por gente como George W. Bush y Dick Cheney, entre otros tenebrosos "ministros de magia" de la vida real, han estado oprimiendo y aplastando justamente todas esas tradiciones que dicen defender. No es raro que algo de ese espíritu se haya infiltrado en la venerable saga de J.K. Rowling, que en fechas cercanas al estreno de esta película estaría cerrada con una novela libremente traducible como "Harry Potter y las reliquias mortales". Desde que empezaron las pelis de Potter, y resultaron un éxito de taquilla, estaba claro que debían exprimir la gallina hasta el final. Independientemente de sus méritos literarios sans phrase, que pese a sus detractores los tiene, Rowling tuvo la inteligencia para comprender que un buen cuento de hadas no puede permanecer hablando sólo de haditas, y que en algún minuto Caperucita Roja debe enfrentarse al lobo tenebroso para crear esa sensación de ominosidad que es propia de los clásicos más nobles del género. Claro que, como el negocio es el negocio, la trama tardaría como cuatro o cinco tomos en ponerse oscura (no como "La dama en el agua", que tuvieron a bien no hacernos engullir siete historias al hilo)... Rowling encontró evidente inspiración (confesa o no) en el pasado de Inglaterra, en las espúreas maniobras de Neville Chamberlain para tratar de frenar a un Hitler que no quería ser frenado; los paralelos entre el Ministro de Magia y Chamberlain son más que evidentes. Algo que sintoniza bien con la Era Bush: si Bush y su banda de terroristas se permiten sembrar Irak de bombas, no es sólo porque ellos sean malvados, sino porque los ciudadanos del mundo con "mentalidad Ministerio de Magia" se lo permiten.
¿POR QUÉ VERLA?
-- No sé si calificarla como la más impresionante de la saga fílmica, pero es uno de los puntos altos, junto con "Harry Potter y el prisionero de Azkaban" (sobre la novela no nos corresponde pronunciarnos). No se diga que no la tuvieron difícil. La verdad de las cosas es que la entrega anterior, "Harry Potter y el cáliz de fuego", había dejado las cosas difíciles, básicamente porque era una soberana yasabenqué o poco menos (había sido dirigida por el generalmente nefasto Mike Newell). Y para colmo, "Harry Potter y la Orden del Fénix" está basada en un tocho de ¿900 páginas, si no me equivoco...? Es claro que sólo una mano firme en la dirección podría salvar a la quinta entrega de un desastre seguro, que no en taquilla (los fanáticos de Harry Potter son cosa seria), sí al menos en resultados artísticos. Esta misión cayó en un tal David Yates, al que no lo conocíamos ni en pelea de perros (media carrera del hombre como director está en TV), y que si bien es un tipo sin grandes ideas propias, sí sabe de trabajar con los mimbres propios de cualquier peli comercial (¡hey, estaría pintado para dirigir alguna secuela de James Bond!). Y eso que en el camino quedó (por declinación propia) nada menos que el gran Jean-Pierre Jeunet... (¿cómo hubiera sido Harry Potter dirigida por el tipo tras "Delicatessen", "Alien: La resurrección" y "Amélie"...?). Por eso, desde ya le maullamos agradecidos... ¡Gracias, Yates, por película concedida!
-- La historia, qué decir de la historia... Tiene nervio y garra. En el fondo es otra variante del clásico esquema "yo soy la justicia", popularizado por Clint "Harry el Sucio" Eastwood o Sylvester "Cobra" Stallone. Todos conocemos el esquema: los buenos y tranquilos ciudadanos tenemos una vida apacible y próspera circulando para conversar con nuestros vecinos y respetando las leyes, hasta que llega el villano a hacer su putada. El prota, entonces, como respeta las leyes y conversa con los vecinos, acude a las autoridades, sólo para descubrir que las instituciones no funcionan, y que si quiere justicia, tendrá que tomársela por mano propia. Ahora bien, dentro de este esquema, la peli arroja frontalmente por la borda uno de los mejores valores que tenían las entregas anteriores (algunas, por lo menos): la construcción de un argumento en clave detectivesca. Digámoslo desde ya, J.K. Rowlings no es una buena constructora de historias (usa y abusa del deus ex machina, entre otras cosas), pero con el ambiente de intriga a lo Agatha Christie contribuía a tapar esos baches. Aquí, justamente por faltar ese elemento, lo lineal de la historia está tan a la vista como el esqueleto de Kate Moss en una pasarela de Milán. Francamente, no sabría decir en dónde está la falla. Podría ser que adaptar el enorme pisapapeles que es la novela original en apenas dos horas y cuarto de peli sea imposible ("Lo que el viento se llevó" tiene cerca de mil páginas, y ver su adaptación al cine consume casi cuatro horas de tu vida, y eso comiéndose media novela en el camino). Podría ser que el material literario de base hubiera sido simplemente escrito en piloto automático. O podría ser que el guionista haya hecho una labor que lo haría digno de ir a parar a las fauces de los leones en el Anfiteatro Flavio. No lo sé. El caso es que la peli está trufada de personajes y situaciones tan fugaces, que parecen casi claves dirigidas a los que leyeron la novela, pero que quienes tomamos la sana opción de esperar al estreno fílmico para saber de qué va la cosa y ahorrarnos el ancho de banda para descargar el PDF de Internet, puede perdernos un poco. El guión está lleno de situaciones que parecen ir a generar algo grande, y de pronto, de manera abrupta, sin que sepamos bien por qué, estamos en otro lugar y otra situación completamente distinta, y cuando estamos adaptándonos al nuevo giro, ¡ZAS!, estamos en otra parte otra vez... Para que nos entendamos: eso está bien en una peli de acción, porque todos conocemos los códigos de las pelis de acción, y además en ellas lo que importa son las explosiones y la carnaza, pero en una peli con un poco más de argumento, puede ser como mínimo algo desorientador. ¿Me entienden ahora, por qué le estoy tan agradecido al señor David Yates por sus buenos oficios...?
-- Las actuaciones son el punto fuerte aquí. Daniel Radcliffe está un poco débil, usando y abusando del berrinche para dar a entender que es un chico a punto de explotar, pero en algunas escenas se supera a sí mismo. Rupert Grant muestra bien la evolución de su personaje, que pasó de ser el niño poca cosa a un adolescente cada vez más seguro de sí mismo. Emma Watson sigue siendo la manzana más deliciosa del huerto, pero ahora tiene competencia por parte de la novata Evanna Lynch, quien desde su rol ultrasecundario de Luna Lovegood se roba cada escena en que aparece; en la novela quizás esté claro, pero en la peli no termina de encajar bien que Harry prefiera a la sosa estudiante china en vez de esta rubiecita que es linda, y además lo entiende bien. En cuanto a los adultos, es casi una ofensa señalar lo bien que están: son la crema de la crema entre los actores británicos, y lo demuestran a cabalidad. Bueno, casi todos al menos (Helena Bonham Carter en el papel de psicótica gótica da un poco de pena, la verdad). Pero la que se lleva el cáliz de fuego con honores y se merienda a todo el resto del elenco como canapé, es Imelda Staunton como la nueva directora de Hogwarts; su personaje es literalmente la "tía buena" que te aprieta los cachetitos en un gesto de simpatía, pero que a poco de andar se descubre es una bruja japuta autoritaria, trepadora e incapaz de cuestionarse a sí misma, y que cuando alguien la confronta, se siente ofendida hasta lo más vivo porque la han pasado a llevar A ELLA, y que cuando consigue imponer un golpe de autoridad, lo hace con la más burlesca de las sonrisitas. Hacía tiempo que no daba tanto gusto que un villano recibiera su justo merecido como esta arpía solterona.
-- La secuencia en la Sala de las Profecías. Digámoslo con todas sus letras, la batalla final es bastante aburrida, resuelta a punta de puros fuegos artificiales y con varios desvergonzados deus ex machina, pero la secuencia inmediatamente anterior, la Sala de las Profecías, es bellísima. Y espartana. Pisos y pisos del Ministerio de la Magia, con pequeñas esferas para ver el futuro de cada persona. Austero. Orwelliano. Y con una fotografía maravillosa. Esos cinco minutos de peli deben contar como una de las mejores secuencias de todas las pelis de Harry Potter.
IDEAL PARA: Recordar que incluso en las pelis de magia, a veces hay que hacer entrar en vereda a los jerifaltes cuando se apoltronan demasiado en sus asientos y no hacen nada por el rebaño que supuestamente deben pastorear.
Excelente blog... lo estuve viendo y tiene harta info con contenido de las pelis que hay que ir a ver... el comentaro d ela peli de woody allen me gustó... pero le tengo más ganas a los 13 estafadores, es que las dos anteriores son muy buenas...11, 12.. ahora 13...
ResponderBorrarharry potter todavia na la veo
Jaime
Centro de Investigaciones Poéticas
GRUPO CASA AZUL
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ResponderBorrarGracias por lo de "excelente blog". Yo no sé si será verdaderamente excelente o no, pero siempre esta clase de cosas son un incentivo para hacer las cosas mejor cada día. Por cierto, con el beneplácito de Bastet, el Jueves viene posteo sobre la peli de los "Transformers"...
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo contigo, en que la película que hizo Cuarón es la mejor de la saga, y esta también es muy buena, quizás porque las cosas ya comienzan a moverse, o sea, la fuerzas malignas comienzan a dejar el backstage i quieren quitarse la máscara.
ResponderBorrarGato, desde Abril veo que no escribes. Danos una alegria y postea algun artículo. Saludos desde Girona y Cataluña!
ResponderBorrarEn lo de postear algo nuevo, en un rato más será servido, y espero que bien servido, mi buen Jean Robur.
ResponderBorrarPor su parte, mirando con algo más de distancia, sí que me pregunto qué habría pasado de hacer una adaptación algo más larga y pausada, para que el argumento no se vea tan atropellado. Pero en fin, sí que la tercera y ésta son las mejores de la saga, hasta la quinta al menos.