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miércoles, 19 de julio de 2006

"La boda de mi mejor amigo" (1997).


-- "My Best Friend's Wedding". Estados Unidos. Año 1997.
-- Dirección: P. J. Hogan.
-- Actuación: Julia Roberts, Dermot Mulroney, Cameron Diaz, Rupert Everett, Philip Bosco, M. Emmet Walsh, Rachel Griffiths, Carrie Preston, Susan Sullivan, Christopher Masterson.
-- Guión: Ronald Bass.
-- Banda Sonora: James Newton Howard.

-- "La boda de mi mejor amigo" en IMDb.
-- "La boda de mi mejor amigo" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Julianne es una chica cercana a la treintena, exitosa e independiente. O sea, una chica que en materia de relaciones sentimentales postmodernas es una arpía que se sienta en los hombres. Hizo un pacto, alguna vez, de casarse con cierto chico si es que ambos estaban solteros a cierta edad, y cuando se acerca el cumpleaños, pues bien, ella recibe la llamada que arreglará el matrimonio de Michael... no con Julianne, sino con otra chica llamada Kim. Y el tipo, con un sentido de la discreción no excesivamente desarrollado, invita a la más o menos "ex" a ser dama de honor. A la tal Julianne, maldita la gracia que le hace, así es que viaja para luchar con la competencia, una chica descerebrada e inocentona que está embobada hasta los talones con él. Julianne hace lo imposible por sabotear el matrimonio, y lo único que logra es, por una parte, que el novio trate gentilmente de disuadirla, al tiempo que la novia, pues bien, le coge cada vez más cariño... El problema es que el chico aún siente algo por la arpía exitosa e independiente, y, pues bien...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Mientras los veinteañeros de los '90s se escudaban en la escena de Seattle y seguían a bandas yonkis depresivas autorreferentes como Nirvana o Alice In Chains, los treinteañeros experimentaban un cambio de proporciones. La vida era linda y frívola para los adinerados que, hijos de la revolución sexual de los '60s, no estaban dispuestos tan abiertamente al dulce vínculo matrimonial. Consecuencias de la liberación femenina, que le llaman. El sexo en los '90s era, en consecuencia, algo distendido y neurótico a la vez, una mezcla de la decadencia frívola de "Sex And The City" y la tragedia narcisista de "Buffy la Cazavampiros". En medio de este panorama irrumpió con fuerza esta comedia aparentemente ligera, con muchos referentes irónicos y a la vez distanciadores con la comedia romántica de los '50s (partiendo con los números musicales), y cuya sátira no por involuntaria es menos corrosiva. La fórmula de "La boda de mi mejor amigo" (treinteañeros que descubren que el trabajo no lo es todo, música en abundancia, entornos de cierto glamour, amigo gay) fue después imitada por "El diario de Bridget Jones", las "comedias" de Jennifer Lopez, y varios otros subproductos de menor categoría.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Julia Roberts. En su papel de villana adorable alcanzó la cúspide de popularidad en su carrera (interpretativa no, ese rol queda para su ninguneado papel en "Mary Reilly"). Dan ganas de abrazarla tiernamente para consolarla, y también de ahorcarla para que se deje de estupideces de una vez. Es decir, la esencia misma de lo que significa ser una hembra humana (suerte para los gatos, que sólo tenemos que lidiar con gatas).

-- Cameron Díaz. Hasta ese minuto era la rubia sexy de "La máscara". Este rol le entreabrió las puertas de la fama, que después pateó con brutalidad al reventar las taquillas con "Loco por Mary". Y es que en esta película está chispeante como nunca (como antes de hacerse famosa, por lo menos). La escena del karaoke, en donde canta con más voluntad que calidad, forma parte de la leyenda en la historia de la comedia cinematográfica.

-- Dermot Mulroney. ¿Este tipo aburrido y sin gracia, motivo suficiente para ver una película...? Pues sí... Si ese desangelado y maltrecho gato de callejón puede convertirse en objeto de deseo de Cameron Díaz y Julia Roberts, entonces cualquiera puede, hasta yo, ¿no? (voy a ir a lamerme la barriga y acicalarme los bigotes por si acaso).

-- P. J. Hogan. Si no eres Woody Allen o los Hermanos Coen, entonces dirigir una comedia es un infierno, porque lo hagas bien o mal, nadie se va a fijar en ti. Así es que démosle palco a este pobre australiano ninguneado, cuya filmografía es más bien escasa, pero contundente (entre sus filmes se cuentan "La boda de Muriel", que cuando la vi en el cine éramos cinco personas adentro de la sala, y el "Peter Pan" del 2003).

-- Las secuencias musicales. Tienen todo el encanto de los filmes de los '50s, pero actualizados: partiendo con la secuencia de créditos con chicas en rosado, la mencionada escena del karaoke, y acabando con ese gran coro de mitad de tiempo cantando una de... ¿de quién era? ¿Dionne Warwick...? Se me olvidó el otro día, cuando trataba de memorizarme los 626 Kegels de Mozart...

-- El humor. Hay chistes estilo gag, por supuesto, pero también hay mucho humor de diálogo. Y de buenos diálogos, no chistes obvios ni evidentes. Ya este solo detalle debería dejar esta comedia entre el decil superior de las mejores comedias de todos los tiempos.

IDEAL PARA: Ver una comedia con la que te puedas reir porque es divertida, y no porque estás acompañado por una chica y más vale que muestres tener sentido del humor.

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