Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
Páginas
▼
domingo, 25 de junio de 2006
"El Padrino" (1972).
-- "The Godfather". Estados Unidos. Año 1972.
-- Dirección: Francis Ford Coppola.
-- Actuación: Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Diane Keaton, Talia Shire, John Cazale.
-- Guión: Mario Puzo y Francis Ford Coppola, sobre la novela del primero.
-- Banda Sonora: Nino Rota.
-- "El Padrino" en IMDb.
-- "El Padrino" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Vito Corleone es un padrino de la mafia italiana. Su trabajo es hacer favores, y además, para los negocios, los cobra, usualmente en servicios profesionales. Es el año 1946, y el mundo está cambiando aceleradamente: la vieja mafia de los sindicatos, el juego y las prostitutas está cediendo lugar al emergente mercado de los narcóticos. Corleone, italiano de vieja estampa, no se deja convencer por la oferta de un turco que quiere inundar Nueva York de drogas procedentes de sus campos de cultivo en Oriente, de manera que un estratégico atentado lo sacará del camino, por un tiempo al menos. Los mafiosos rivales intentan negociar con el clan Corleone a través de Michael, el hijo que es "civil", que nunca ha estado metido en los negocios de la familia, creyéndole un inofensivo moscardón, y no tienen idea de con quién se mete, porque saca las garras, ¡y de qué forma! Lo que sigue es una guerra a muerte, llena de traiciones y contragolpes, de asesinatos planificados con ojo clínico, de negociaciones en donde lo que se calla y lo que se oculta es incluso más importante que lo que se dice, y en dónde sólo el más fuerte se quedará con el mercado de la mafia neoyorkina.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
El traco final de los '60s y comienzos de los '70s, en medio del apogeo y comienzo de la resaca de la era hippie, marcó una fuerte renovación dentro del cine, con directores que pisaban (y pisan) fuerte, como John Cassavetes, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Woody Allen, George Lucas y Steven Spielberg, quienes (en sus inicios, al menos), inaguraron el concepto de "cine independiente", tal y como se lo conoce hoy en día. Su cine estaba alejado de los géneros convencionales de Hollywood (musicales, bélicas, banana movies), y cuando los abordaban, los hacían con una mirada ciertamente insolente y desmitificadora. El cine de gangsters no era género nuevo en Hollywood, pero siempre había recibido un tratamiento de novela negra, con mucha dureza. "El padrino" fue la relectura de dicho género, enfocada ahora desde un ángulo épico y heroico. Digámoslo con todas sus letras: a pesar de estar ambientada en el bajo mundo de los gangsters, en realidad el género al que mejor adscribe "El padrino" no es el cine de mafiosos, sino el cine político o la epic movie.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es una película de muchas historias en una: es un filme épico, es una saga política, es un relato de familia, una historia de honor, etcétera. Funciona bien en todos esos registros, lo que habla de la destreza singular de Ford Coppola y la gente a su alrededor.
-- Mario Puzo escribe como nadie novelas de la mafia. ¿Y eso qué? No sólo la novela está escrita por su mano, sino también el guión (en colaboración con Ford Coppola). Meter la embrollada trama de las cerca de 500 páginas del libro en tres horas de película tenía sus complicaciones, y eso que una buena parte de la misma quedó aufuera (no se preocupen: el resto apareció en "El Padrino II"). Lo que habla de la capacidad de Coppola para ir a lo esencial, y el heroísmo de Puzo en sacrificar porciones importantísimas de su obra en aras de un filme que, a pesar de su extensión, sabe hacer gala de una precisión quirúrgica y es modelo de sobriedad narrativa.
-- El elenco no sólo es de primera fila, sino que se saca los zapatos actuando. Marlon Brando, iniciada ya su larga e imparable decadencia, sorprendió a todos con su cuidada interpretación de Vito Corleone, homenajeada, imitada y parodiada hasta el cansancio (antes que él, un buen alto de actores de Hollywood habían rechazado el papel como "poco interesante" en términos dramáticos). Al Pacino, jovencísimo, es su fiel contrapunto, creando un Michael Corleone en apariencia inofensivo y torvo, lejos de los manierismos interpretativos con los cuales se ha enviciado en los últimos años. Un también jovencito Robert Duvall se roba la película como el cauto abogado de la familia, haciendo hasta simpático a un miembro de aquella raza inferior que integran los picapleitos. Y Diane Keaton está espléndida, sin necesidad de robar cámara, en su época pre-Woody. Por cierto, tanto Pacino como Brando y Duvall, a la larga, entre "El Padrino" y "El Padrino II", se llevarían sendos Premios Oscar, en los tiempos en que echarse la estatuilla entre pecho y espalda todavía significaba algo.
-- Nino Rota. El gran Nino Rota. El único Nino Rota. ¿Quién es Nino Rota, preguntas? Hombre, entérate, y después arrójate a un pozo. Estamos hablando del hombre que musicalizó varias de Fellini ("Giulieta de los espíritus", "Satyricon", "8 1/2", "La Strada", "La Dolce Vita"), por no hablar de clásicos como "El Gatopardo" o el "Romeo y Julieta" de Zeffirelli. Ahora ya saben quien compuso esa linda tonadita otoñal tan asociada a los padrinos de la mafia que tienen voz gangosa.
-- Escenas hermosísimas: Vito Corleone recibiendo a sus "clientes", el tiroteo contra Corleone, el tiroteo contra Sollozzo, el atentado contra Santino, la noche de bodas de Michael, el "ajuste de cuentas" con un productor de Hollywood, la masacre final... Todo un ejercicio de buen cine, plástico, sugerente, con ideas, en el día de hoy una verdadera bofetada a los cineastas de acción y épicos que ruedan escenas con la profundidad de un platelminto y con el encefalograma de una planaria.
-- Un contexto metafísico de fondo: la muerte y el nacimiento siempre acompañados, como por ejemplo ver al viejo Vito Corleone con su nieto, o el cierre del ciclo final (Michael recibiendo gente como antaño su padre).
-- "Le haré una oferta que no podrá rehusar"...
IDEAL PARA: Ver buen cine, hacer ejercicios intelectuales, aprender un poco sobre el ejercicio del poder, estudiar un poco de ética y honor, y además de eso, gozar con lo primario que toda película debe tener, a saber, una historia bien contada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario