11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 29 de octubre de 2006

"Mi súper ex novia" (2006)


"My super ex-girlfriend". Dirigida por Ivan Reitman. Protagonizada por Uma Thurman, Luke Wilson, Anna Faris, Rainn Wilson, Eddie Izzard, Stelio Savante, Mike Iorio, Mark Consuelos, Wanda Sykes, Margaret Anne Florence. Estados Unidos. Año 2006.

¿De qué se trata?
Es un día cualquiera en la ciudad. Un grupo de malandrines intenta asaltar un banco con modernas ametralladoras, etcétera. Para su desgracia, cuando están escapando con el dinero del atraco, el automóvil empieza a levantarse lentamente. ¿Qué acaba de pasar? ¡Es la Chica G en acción! Como lo dije, es un día cualquiera en la ciudad. O no. Porque una pacífica ciudadana es ayudada no por la Chica G, sino por un chico arquitecto, oficinista y un tanto loser con las chicas... y pareciera ser, diera la impresión, que esa pacífica ciudadana fuera alguien más... A medida que empiezan a salir, porque el gesto viril y galante (e inútil, todo sea dicho) del chico ha capturado la atención de la chica, él va descubriendo algunas cosas raras. Primero, que tiene en su cama (o lo que queda de cama) nada menos que a la Chica G en persona. Segundo, que mientras se va oficializando la relación, empieza a revolverle las hormonas a la chica compañera de trabajo que nunca se fijó en él (nada mejor que te vean con alguien, para que todas quieran). Tercero, que la Chica G podrá ser la heroína de la justicia y la protectora de la ciudad, pero de estabilidad emocional, cero o nada. Cuarto, que deberías tener todo el cuidado del mundo para romper con alguien así, porque en verdad, si ella es psycho e inestable, y además tiene poder militar suficiente para partirle el culo a un automóvil, entonces vas a sufrir. Síííííííííííííí... ¡¡¡¡VAS A SUFRIRRRRRRRR...!!!!

El espíritu de los tiempos.
Lo dijimos a propósito de "El diario de Bridget Jones" y lo repetimos a propósito de "Confesiones a mi suegra" (en donde también se repetía el plato Uma Thurman). Las chicas nacidas en el seno de una sociedad femeninamente liberada están sobrepasando la treintena, y en realidad, para muchas de ellas liberación significa angustia, patología, etcétera... Y mientras más independencia quieren y malusan, más caen en la espiral de "soy independiente y no necesito a nadie, pero igual quiero un hombre, pero los hombres no me hacen caso porque soy independiente y no necesito a nadie, pero no importa porque soy independiente y no necesito a nadie"... En esta cinta tenemos la opinión de Ivan Reitman sobre el asunto. Y bien, digámoslo fuerte y claro, no es que Ivan Reitman sea la opinión más autorizada. Su cine está trufado del conservadurismo más puro y duro, con bonitos guiños a la vida familiar y los valores de antes. Ahí están la "familia disfuncional" de "Los Cazafantasmas", los protas de "Gemelos", el equipo semirromántico de "Evolución", etcétera. Para Reitman, las cosas funcionan si los buenos defienden el status quo. Si además sumamos a la peli algunos detalles propios de las cintas de superhéroes, un género en boga a inicios del '00s y ahora un tanto de capa caída después de cosas como "Elektra", "Gatúbela" o "X-Men III" e incluso "Superman regresa", entonces todo está a gusto del dire.

¿Por qué verla?
- Es una típica película de Ivan Reitman. O sea, combina comedia (o mejor dicho, "comedia") con ciencia ficción (o mejor dicho, "ciencia ficción"). Esto es un plus o un contra, según se mire. Para los amantes de ese tipo de cine, es una gran noticia. Para sus detractores y enemigos acérrimos, nos tememos que es "otra más de Reitman". Digamos que tiene todo el sello pseudofriki y criptoconservador de Reitman, tanto, que elige puro rock alternativo de los '90s como banda sonora para decir que está en sintonía... (¡oye, Seattle murió!). Lástima, con lo que hubiéramos disfrutado escuchando a Gwen Stefani cantando "I kinda always knew I'd end up your ex-girlfriend", ¿será No Doubt demasiado X-treme para Reitman...?
- Aunque difícilmente puede ser calificada como una cinta de superhéroes, porque la cinta gira más en torno a las relaciones sentimentales de los protagonistas que a los superpoderes de la chica, hay algunos guiños y detalles. La secuencia inicial tiene cierto regusto a "Superman", y la secuencia del vuelo es claramente una parodia a "Superman" y "Superman regresa". Además, el talón de aquiles de la chica es también muy, por decirlo así, "kriptoniano". En muchos sentidos, por tanto, la Chica G es una parodia o trasunto de Superman. No deja de ser machista que esta especie de Superman neurótico y echado a perder sea una mujer, pero ¡hey! es una de Reitman, ¿qué esperaban?
- La visión de las relaciones de pareja tiene ¡auch! mucho de cierto. Chicas neuróticas y obsesionadas con la independencia, y al mismo tiempo con tener/agarrar/someter/dominatrixear a un hombre, andan a la orden de hoz y martillo para la publicidad soviética. El mundo quizás no esté plagado, pero sí tiene una proporción importantes de Chicas G que no exhiben superpoderes, pero sí buenos empleos, o fortunas personales/familiares, o relaciones de socialité, y lo hacen de manera realmente agresiva para tratar de imponerse a sus hombres, creyendo que de esta manera son más atractivas. Y lo son, por supuesto... para los débiles de carácter. ¿Quién quiere un menda así...? Parece que algunas de ellas sí.
- Aunque de manera muy laxa, la película plantea un importantísimo problema, más actual que nunca ahora que el mundo enfrenta a la amenaza de Su Majestad George W. Bush. El problema es ¿quién cuida a los que nos cuida? Se supone que elegimos a nuestros guardianes para que nos defiendan, y eso pueden hacer, pero de pronto, quizás esos guardianes se vuelven en contra nuestra, y entonces nos esquilmarán, robarán, depredarán y darán con nuestros huesos en la cárcel, o peor aún, tomarán nuestras vidas. Se suponía que la Chica G iba a estar preocupada de salvar la ciudad y etcétera, pero cuando sus intereses personales interfieren, utiliza todo su superpoder no para el bien ni la justicia, sino para tratar de doblegar a un inocente que trata de seguir con su vida sentimental adelante, después de estrellarse con ella. Una secuencia en particular es especialmente cruda: la ciudad necesita a Chica G para evitar que un par de misiles conviertan a Nueva York en salsa de hongos, pero ella, víctima de un inoportuno ataque de celos, está a punto de dejar que inocentes mueran. Después de eso, queda claro que la Chica G vota por los republicanos.

IDEAL PARA: Distenderse un rato con una comedia (¿?) romántica con chica psicótica, disfrazada de peli de superhéroes.

"Los diamantes son eternos" (1971).


-- "Diamonds Are Forever" (título original en inglés), "Diamantes para la eternidad" (título en España). Inglaterra / Estados Unidos. Año 1971.
-- Dirección: Guy Hamilton.
-- Actuación: Sean Connery, Jill St. John, Charles Gray, Lana Wood, Jimmy Dean, Bruce Cabot, Putter Smith, Bruce Glover, Norman Burton, Joseph Fürst, Bernard Lee, Desmond Llewelyn, Lois Maxwell.
-- Guión: Richard Maibaum y Tom Mankiewicz, basados en los personajes creados por Ian Fleming.
-- Banda Sonora: John Barry.

-- "Los diamantes son eternos" en IMDb.
-- "Los diamantes son eternos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una elegante pared de papel en un edificio japonés se rompe repentinamente: es Bond, James Bond, agarrado a trompazos con un matón de los malvados. Una sola pregunta: ¡Dónde está Blofeld! Después de tres o cuatro interrogatorios por el estilo, Bond llega hasta la guarida de Blofeld, teniendo una última lucha con su archienemigo antes de verlo sumergirse para siempre en un caldero de barro hirviente. Después de este ajuste de cuentas, en que ha conseguido poner en su lugar a su archinémesis que le ha perseguido en varias entregas, y además de paso le ha matado la señora, parte a investigar una operación de contrabando de diamantes entre Holanda y Sudáfrica. En Holanda conoce a una ladrona supuestamente muy hábil, y a través de ella (y de unos cuantos golpes más con algunos matones), llega hasta Estados Unidos. Allí hace un terrible descubrimiento: toda la operación de contrabando de diamantes en realidad no tiene nada que eer con las finanzas internacionales, sino que va destinada a conseguirlos para un gigantesco láser orbital que quedará impecablemente bien en las manos de SPECTRE. ¿SPECTRE, dije? Sí, SPECTRE sigue vivo, porque quien está detrás de todo este lío es, ¿adivinan quién...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después del fiasco de "007 al Servicio Secreto de Su Majestad", los productores Broccoli y Salzsman tenían que enrielar a como diera lugar la saga Bond, o de lo contrario la gallina de los huevos de oro moriría. Hacerlo sería difícil, porque el mundo entero estaba saliendo de los sicodélicos '60s para entrar a la resaca de los '70s. La respuesta a ello fue crear una película que fuera "la última de las antiguas", y después pasar a otra cosa. Y no se anduvieron con chicas. Pidieron de nuevo a Sean Connery, quien aceptó a cambio de una suma altísima, con la esperanza de que los productores se descorazonaran... y tuvo que hacerla cuando le pagaron. Y ya que la cosa no iba de oro, pero sí de diamantes, llamaron de regreso a Guy Hamilton, quien anteriormente se había hecho cargo de la fundacional "Goldfinger", razón por la que ambos filmes comparten una cromaticidad amarillenta muy peculiar, pero que por lo sicodélico de la trama de "Los diamantes son eternos", la hacen aún más extraña e irreal, si es que cabe. Y para no quedarse cortos, llamaron también de regreso a Shirley Bassey para cantar la canción de créditos ("Diamonds are Forever"); la Bassey había cantado ya justamente "Goldfinger". También hicieron arreglines con la trama: la primera escena, ambientada en Japón, enlaza derechamente esta cinta como una continuación tácita de "Sólo se vive dos veces", la anterior cinta Bond con Connery, haciendo caso omiso en forma tácita de "007 al Servicio Secreto de Su Majestad", y recurrieron a un guión rocambolesco que se aleja del intento de dotar a Bond de mayor realismo en la entrega anterior. Por todo lo anterior, "Los diamantes son eternos" es una de las películas Bond más extrañas jamás filmadas.

¿POR QUÉ VERLA?

-- El guión no tiene desperdicio alguno. Es cierto que los filmes Bond no son prodigio de verosimiltud, pero éste en particular se lleva la palma en muchos aspectos. Es decidor que buena parte de su trama se ambiente en Las Vegas, entre circos y casinos, casi como un guiño inconsciente a su condición de filme impostado, de "entrega de la saga que no debía estar ahí". ¿Diamantes para fabricar un espejo orbital que sea un arma láser...? ¿Un multimillonario estilo Howard Hughes que es la fachada del villano...? ¿Alusiones a la teoría de la conspiración sobre una eventual falsificación de la llegada del Apolo XI a la Luna...?

-- Es una de las películas Bond con enfoque ideológico menos convencional (para bien o para mal). Entrando a los liberales y permisivos '70s, se permite ser abiertamente homofóbica al presentar como villanos secundarios a una pareja homosexual que huelen a mariconeo desde el planeta vecino, un par de matonas con toda la apariencia de lesbianas que responden a nombre de dibujo animado de Disney, y el breve paseo por Holanda da a entender que ese lugar es una especie de tierra permisiva y liberal que, a fin de cuentas, es bastante aburrida. O sea, es un filme con la moral CONSERVADORA de los '60s, ¡pero filmado en 1971!

-- Es la última película Bond en donde aparece el clásico villano Blofeld, el jefe de SPECTRE (si descontamos el breve "cameo" en "Sólo para tus ojos"). En ese sentido, es también una despedida de los '60s.

-- Se diga lo que se diga, Shirley Bassey sigue siendo una buena entrada para cualquier filme Bond ("Goldfinger", "Los diamantes son eternos", "Moonraker").

-- Algunos de los mejores diálogos de un filme Bond aparecen aquí: la presentación que Bond hace de sí mismo al ingresar a la guarida del villano, los diálogos de los matones maricones, el despectivo comentario que hace el villano sobre Kansas, las dos líneas de Bond respecto de una rata que se encuentra en determinado lugar...

IDEAL PARA: Ver una película Bond rarísima, en más de un concepto.

jueves, 19 de octubre de 2006

ESPECIAL MENSUAL Nº 8: POLICIALES CLÁSICOS.

¿Estás preparado para esto, chico listo? Entonces guarda silencio y presta atención. Cine 9009 te agasaja con algunas perlas del cine policial, no del thriller actual, sino del clásico, el de antes, el de los '50s y similares. Eso, para que veas como se hacían las cosas antes de los laboratorios forenses, antes de CSI y todas esas prótesis científicas. La selección incluye:

- "Marlowe, detective privado" (1969).
- "Mientras la ciudad duerme" (1950).
- "Charada" (1963).
- "Policía corrupto" (1954).
- "Trama macabra" (1976).

Y si después de esto no aprendes algo, nene, entonces al demonio.
Ahora en serio. Como es habitual, nos tomamos una semanita de descanso. Volvemos el Domingo 29, continuando con el ciclo de películas de James Bond: será el turno de "Los diamantes son eternos". Hasta la próxima.

"Marlowe, detective privado" (1969).


"Marlowe". Dirigida por Paul Bogart. Protagonizada por James Garner, Gayle Hunnicutt, Carroll O'Connor, Rita Moreno, Sharon Farell, H.M Wynant, Jackie Coogan, Corinne Camacho, Bruce Lee. Estados Unidos, 1969.

¿De qué se trata?
Es un caso de rutina más para Philip Marlowe. O sea, hay un desaparecido al que se debe ubicar por encargo del cliente, y pataplam, el caso de desaparecido se transforma en uno con muertito. Dos personas aparecen lindamente ensartadas con un picahielos, y en medio de todo eso están gravitando unas fotografías comprometedoras de una célebre actriz de cine, vinculada a un hombre de negocios turbios. Nadie, ni las propias víctimas, quiere que el asunto se investigue, pero Marlowe no ceja. ¿Por dinero, por fama, por afán de justicia? Simplemente porque le dejen vivir en paz. Y mientras más se mete en el lodazal, más descubre cosas que no debería descubrir, sobre unas hermanitas muy singulares, sobre un mafioso bastante respetado, y sobre lo fácil que se meterse en líos cuando no se acepta un buen soborno para dejar dormir un caso en paz...

El espíritu de los tiempos.
Raymond Chandler había comenzado su carrera literaria como escritor de cuentos policiales de poca monta, cuando de pronto tuvo la idea de unificar dos o tres de ellos en una novela. Nació así "El sueño eterno", y el personaje de Philip Marlowe, romántico y sentimental, pero también duro y cínico cuando corresponde, y que fue adaptada para la pantalla grande con nada menos que Humphrey Bogart en el protagónico. Desde entonces, las adaptaciones de Chandler han sido más bien pocas, considerando que tiene varias novelas y que éstas llevan, en algunos casos, casi 60 años circulando. Es que las novelas de Chandler, por su propia naturaleza de "cuento ampliado" o "carrito de cuentos unidos en una sola trama", no dejan de ser un tanto disparejas y erráticas, y por tanto, bastante dificultosas de ser reducidas a un guión. Pero hay quienes lo han intentado, con resultados buenos, malos, y también en el vasto espacio conocido como "término medio", en donde podemos encasillar este filme.

¿Por qué verla?
- Es una buena introducción al personaje de Marlowe. Este filme no es exactamente una película "noir", como debería corresponder tratándose de una adaptación de Chandler, pero si obviamos su espíritu juguetón estilo "balas y bikinis '60s", es una adaptación aceptable. Y conste que decimos "aceptable" y no "exacta". Es, como decíamos, una actualización de Chandler a los gustos del grueso público de finales de los '60s, incluida banda sonora flopiflopi con coritos suaves femeninos en algunas secciones, y cosas por el estilo. James Garner hace un Marlowe algo más juguetón y tierno que el original, pero se sostiene como tal (aún así, hubiera preferido a alguien un poco más duro). Y el argumento parece bien respetado (no he tenido ocasión de leer la novela en particular en que se basó este filme, así es que tengo que usar otras como referencia).
- Bruce Lee. Hace aparición en poquitas secuencias, y no llega ni al rótulo de "secundario de lujo", máxime porque está ahí para hacer de matón karateca (algo muy del gusto de la época), pero por ser quien fue después, es toda una curiosidad verlo así de jovencito. Pero olvídense de verlo pelear: todo se reduce a hacerle pedazos la oficina y los muebles al pobre Marlowe, sin contacto físico (aunque esa escena tiene gancho, admitámoslo).
- Las chicas están como tienen que estar en un policial, es decir, deliciosas, en particular Rita Moreno. Claro que no se muestra mucho. Después de todo, esta película no tiene vocación de cine serie B, y por tanto, había que recatarse un tanto. Aunque algunas escenas de la señorita Moreno bien podían haber sido un tanto fuertes para la época...

IDEAL PARA: Quienes tienen curiosidad por ver un "Marlowe light" que sea entretenido.

"Mientras la ciudad duerme" (1950).


-- "The Asphalt Jungle". Estados Unidos. Año 1950.
-- Dirección: John Huston.
-- Actuación: Sterling Hayden, Louis Calhern, Jean Hagen, James Whitmore, Sam Jaffe, Marilyn Monroe.
-- Guión: Ben Maddow y John Huston, basados en la novela de W.R. Burnett.
-- Banda Sonora: Miklós Rózsa.

-- "Mientras la ciudad duerme" en IMDb.
-- "Mientras la ciudad duerme" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un alemancete sale de prisión y viene a los bajos fondos con un estupendo plan para hacer el "robo del siglo" contra una joyería. Como él es el hombre de las ideas, pero de dinero nada, le pide ayuda a un abogado bastante turbio, quien le conseguirá el financiamiento y los hombres. Lo que el alemancito no sabe, es que el abogado en cuestión está prácticamente quebrado, y el dinero que ha prometido, pues bien, simplemente no tiene de dónde sacarlo, por lo que tiene la brillante idea de esperar a que los otros hagan todo el trabajo, para al final quedarse con todo el botín. Pero las cosas no salen como se supone debieran salir. La operación criminal sale mal por un detalle estúpido, la policía se entera del hecho antes de que los criminales puedan ponerse a seguro, el alemán se da cuenta de que el abogado está jugando con cartas marcadas, hay además un oficial de policía empeñoso en descubrirlo todo aunque sea para tapar sus propios trapos sucios, y en general, todo comienza a irse lentamente al demonio.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

John Huston es uno de los cineastas más respetados de todos los tiempos, y con razón. Sus películas adolecen de un cierto estilo clasicista que hoy en día las hace un poco pesadas de ver, pero pisan con pies de plomo, tienen un desarrollo impecable, y son sólidas como una roca. Quizás el gran defecto de sus filmes, y propio también de éste en particular, sea que se quedan un tanto atrás en lo emocional. Es decir, su virtuosismo técnico no se condice con un sentido más bien frío de las relaciones humanas. Pero en fin, una de Huston sigue siendo una de Huston, y si no, díganselo a Humphrey Bogart, que le debe media carrera y la fama eterna por "El halcón maltés" y "El tesoro de la Sierra Madre".

¿POR QUÉ VERLA?

-- En primera, es una de John Huston. Eso debería ser motivo más que suficiente para su visionado obligado, para cualquier cinéfilo que se precie. Aunque, digámoslo con todas sus letras, esta película está un tanto sobrevalorada, pero en fin, sigue siendo un Huston legítimo, no se conforme con imitaciones.

-- Consigue el difícil ejercicio de hacer una película coral, en que no hay realmente ningún personaje principal. La acción está equilibrada entre varios personajes distintos, los cuales son retratados de cuerpo entero con apenas algunas pinceladas. La intención era hacer un retrato de lo que pasa en los bajos fondos cuando todos nos vamos a la camita, y para ello se recurre a una amplia galería de personajes: un abogado marrullero, un detective privado de poca monta, un matón, la amante cándida del abogado, el dueño de un garito, un policía corrupto, etcétera, todos con sus quince minutos de gloria. No se puede decir que su intención, ejem, sociológica, esté perfectamente lograda, pero sí la galería de personajes es interesante por sí misma.

-- Tiene un valor histórico adicional, por ser una de las primeras apariciones fílmicas de Marilyn Monroe, en un papel ultrasecundario que la encaminaba a sus apariciones posteriores de rubia tonta. Aún así, reafirma con creces sus cualidades actorales y sus, ejem, de las otras, en los escasos minutos que aparece en pantalla (apenas dos secuencias). Por algo se hizo famosa con ésta.

IDEAL PARA: Ver cine negro clásico, rodado por uno de sus maestros.

"Charada" (1963).


-- "Charade". Estados Unidos. Año 1963.
-- Dirección: Stanley Donen.
-- Actuación: Cary Grant, Audrey Hepburn, Walter Matthau, James Coburn, George Kennedy, Dominique Minot, Ned Glass, Jacques Marin.
-- Guión: Peter Stone, basados en una historia suya y de Marc Behm.
-- Banda Sonora: Henry Mancini.

-- "Charada" en IMDb.
-- "Charada" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un paisaje descampado, pasa el tren. Uno de sus pasajeros no llegará: sufre una inconveniente, y mortal, caída desde un vagón. Su esposa está de vacaciones en la nieve. Cuando regresa, descubre su departamento completamente vacío. Luego, es contactada por la policía, para ser enterada de que ya no es esposa, sino viuda. ¿A quién recurrir? Hay un tipo que anda dando vueltas, a quien conoció en la nieve, y que parece ser su única ayuda. En particular cuando descubra que su marido es sospechoso de haberse fugado con 250.000 dólares consigo. Dinero que quiere el Gobierno de los Estados Unidos. Y también tres hampones de muy mala catadura. Tampoco el galán es realmente quien dice ser. En este mundo, y en particular si hay 250.000 dólares, ¿en quién demonios se puede confiar? Para la chica, París acaba de transformarse en una trampa mortal, y no faltará demasiado antes de que los muertos comiencen a llover...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El policial en ambiente elegante es una tradición tanto en la Literatura como en el cine. Digámoslo con todas sus letras, ¿a quién le interesa las peripecias de una víctima de un delito, que sea pobre de solemnidad y no tenga donde caerse muerto? En los '50s, un policial de esa naturaleza significaba una película ambientada en Europa, aunque la película fuera yanki, con toda la iconografía propia de la época: es decir, mucha sofisticación, pieles alrededor del cuello, centros de descanso vacacional en la nieve, botes en París, edificios antiguos, pero no demasiado antiguos, etcétera. ¡Un momento! ¿En los '50s, dije? ¿No había dicho que la película era de 1963? Sí, dije que la película es de 1963 y lo sostengo. Sin embargo, a pesar de ciertos toques propios de los '60s, la atmósfera que se respira en la misma es de los tardíos '50s. Digámoslo con todas sus letras: consigue que las películas de James Bond, las primeras de las cuales son contemporáneas a "Charada", parezca un prodigio de modernidad al lado de ésta. Lo que no le resta encantos, por supuesto, sino todo lo contrario.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una película bastante inspirada, a pesar de algunos ripios (su vocación de cine '50s choca de frente con unos créditos que son ya absolutamente sicodélicos, '60s style). Stanley Donen es un cineasta de trayectoria bastante irregular (no hablemos de su etapa decadente con cosas como "Echale la culpa a Río" o "Saturno 3"), pero aquí está en su punto más alto, y consigue la cuadratura del círculo de hacer una película que funciona al mismo tiempo como un policial y como una historia de amor, sin que ninguna de ambas cosas desmerezca a la otra. Recordemos que en decálogo de Raymond Chandler, el afamado escritor de novelas policiales, estaba bien claro que no había espacio en ellas para el amor: el foco de interés de la historia romántica tiende por sí solo a desplazar el misterio policial. Sin embargo, Donen consigue una equilibrada alquimia entre ambos elementos, creando una mezcla de comedia, policial e historia romántica que funciona perfectamente.

-- El elenco... ¿Ya le echaron un vistazo? Cary Grant, casi frisando la sesentena, hace uno de sus últimos papeles, y está magnífico como la vida, como galán otoñal (quizás algo cansado, pero aún así en forma), repitiendo en parte su carismático rol en "Para atrapar al ladrón", de Hitchcock. Audrey Hepburn está deliciosa como siempre, fresco su éxito en "Desayuno en Tiffany", y poco antes de rodar sus magníficos roles en "My Fair Lady" y "Cómo robar un millón de dólares". James Coburn compone un villano muy carismático; otro tal se puede decir de Scooby, interpretado por George Kennedy con un gancho por mano (¿reminiscencia del Doctor Julius No de "El satánico Doctor No"?), varios años antes de interpretar al Patroni siempre emplazado en las torres de aviación en donde ocurrían las catástrofes de "Aeropuerto" y secuelas.

-- Los diálogos. La relación romántica entre Grant y Hepburn, estilo cazador/presa, con los papeles de seductor y seducido invertidos a cada instante, es de antología (aunque se dice que el papel de Grant está limado, a petición del actor, para no aparecer como un depredador cazachicas, ya que la Hepburn tenía algo más que la mitad de su edad). Mucho ojo con las veces en que Hepburn pregunta, con todo estilo, si él está casado o no.

-- Si adivinan en dónde demonios estaban al final los 250.000 dólares, sin que nadie les haya contado el final, se ganan un premio. Pocos escondites hay tan buenos como el que encontró el muerto; bueno, mejor digamos, el primer muerto de la lista. Y a propósito, impagable la escena de tensión final, con decisión existencial incluida (existencial, porque si decide mal, se termina la existencia de... mejor véanlo ustedes).

IDEAL PARA: Ver un romance policial con sofisticación y carisma a raudales.

"Policía corrupto" (1954).


-- "Rogue Cop" (título original en inglés), "Prisionero de su traición" (título en España). Estados Unidos. Año 1954.
-- Dirección: Roy Rowland.
-- Actuación: Robert Taylor, Janet Leigh, George Raft, Steve Forrest, Anne Francis, Robert Ellenstein, Robert F. Simon, Anthony Ross, Alan Hale Jr., Peter Brocco, Vince Edwards, Olive Carey.
-- Guión: Sydney Boehm, basado en la novela de William P. McGivern.
-- Banda Sonora: Jeff Alexander.

-- "Policía corrupto" en IMDb.
-- "Policía corrupto" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En los barrios bajos de la ciudad, apuñalan a un tipo cualquiera en un garito. El pinchacostillas va a dar rápido con sus huesos a la cárcel, pero surgen los problemas: el tipejo es lo suficientemente importante como para ganar la atención de los zares del crimen de la ciudad. Estos no pierden tiempo en encargar a un policía corrupto que se haga cargo del trabajo, porque este policía corrupto es hermano del polizonte que hizo la detención. El policía corrupto, que en el fondo, bien en el fondo, a pesar de aceptar sobornos y toda esa clase de cosas, es un tipo lo suficientemente bueno como para querer bien a su hermano, se pone manos a la obra, tratando de convencerle. Pero el hermano sale rebelde, y tiene algunas estúpidas ideas sobre que se debe actuar de manera moral y ética, de acuerdo a la ley y los reglamentos, etcétera, y él no va a contribuir a dejar en libertad al reptilito que arrestó por asesinato. Por lo que el polizonte corrupto recurre a todas sus argucias, incluso manipulando a la noviecita de su hermano el policía bueno, para tratar de convencerlo. Todo resulta inútil, y el policía corrupto se ve cada vez más envuelto en problemas. La única manera de salir de ellos es volverse contra sus empleadores y destruirlos. No contra sus jefes de la policía, por supuesto, sino contra sus OTROS empleadores, los del mundo del crimen.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Las décadas de los '40s y '50s vivieron el reinado en gloria y majestad del cine noir, del policial puro y duro que era herencia de la novela negra a lo Dashiell Hammett o Raymond Chandler. Algo bastante obvio, si se piensa, porque aunque hay un cierto halo de luminosidad en torno a ese período en Estados Unidos (los yankis apaleamos a los nazis primero, y nos apareamos como conejos y de ahí el baby boom posterior), lo cierto es que también fue una época dorada para los negocios de la mafia, que había conseguido extender sus tentáculos hasta lo más profundo del sistema legal y judicial, por no hablar de la policía; algo que queda muy bien reflejado de manera retrospectiva en las cintas "El Padrino" y "El Padrino II". No se hablaba abiertamente, pero algo olía podrido, y de ahí el éxito de este tipo de cine.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La trama es interesante. Es una película en donde pasan cosas, prácticamente ninguna escena sobra, y todos los cabos sueltos quedan bien amarraditos. El único requisito es aguantar en forma el primer tercio de película, ya que la historia tarda en empezar; ésos eran lujos que el cine más pausado de los '50s podía darse, y que en la actualidad hay que ver un poco con espíritu de época, para no aburrise. Pero una vez que la historia entra en vereda, ya no se detiene.

-- El prota interpretado por Robert Taylor, es un personaje duro, y ciertamente complejo. ¿Es realmente un villano reconvertido en héroe por haber encontrado un poco de iluminación interior debido a su drama personal, o bien actúa como un héroe por las mismas razones equivocadas que le llevaron a dejarse corromper y aceptar sobornos? No cabe duda que la ambigüedad del personaje sostiene la mayor parte de la película.

-- El tratamiento de la moral es bastante interesante. Como es usual dentro de la tradición noir, las fronteras entre el bien y el mal son difusas, y los personajes que quieran escaparse, la tendrán bastante difícil, oprimidos como están por la omnipresencia del mal. El único reparo es que cae en algunos lugares comunes propios de la época, que hoy en día difícilmente pasarían la prueba de la credibilidad ante el público, como poner como personaje secundario positivo a un enérgico sacerdote católico irlandés que se dedica a darle sermones al prota (que éste, con buen sentido común, se niega a escuchar).

IDEAL PARA: Ver una pequeña joyita del antiguo cine noir.

"Trama macabra" (1976).


-- "Family Plot" (título original en inglés), "La trama" (título en España). Estados Unidos. Año 1976.
-- Dirección: Alfred Hitchcock.
-- Actuación: Karen Black, Bruce Dern, Barbara Harris, William Devane, Ed Lauter, Cathleen Nesbitt, Katherine Helmond, Warren J. Kemmerling, Edith Atwater, William Prince, Nicholas Colasanto, Marge Redmond, John Lehne, Charles Tyner, Alexander Lockwood, Martin West.
-- Guión: Ernest Lehman, basado en la novela de Victor Canning.
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "Trama macabra" en IMDb.
-- "Trama macabra" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una ancianita hace un encargo a una chica que es espiritista: encontrar a su sobrino ilegítimo perdido. Pagará diez de los grandes. Por 10.000, la espiritista (que es una embustera) y su pareja se meterán en un lío gordo, porque resulta que el sobrino perdido está metido hasta las narices en operaciones de secuestro, y no quiere que lo encuentren ni que nadie rastree su pasado. Y no hablemos del resto, por aquello del suspenso y etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El pobre Hitchcock iba en descenso. O sea, es el maestro tras "Los pájaros", "Vértigo", "Psicosis", "La soga", "Intriga internacional" y un largo etcétera, pero los '70s no eran los '50s. Necesitado de un éxito, filmó esta película que, la verdad de las cosas, pasó sin pena ni gloria. Y es que, en plena fiebre disco, Hitchcock continuaba con una visión moral del mundo propia de 20 años atrás. Aunque con esta película es fácil entender el enlace con su hermanito menor (espiritualmente hablando), el director Brian de Palma. Sí, "Trama macabra" parece más que ser la última de Hitchcock, la primera de De Palma.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Por nostalgia y curiosidad histórica. Es la última que filmó Hitchcock (se murió en 1980).

-- A pesar de ser un Hitchcock en decadencia, y estar filmada en piloto automático, sigue teniendo un pulso y un suspenso muy propios de quien fue calificado precisamente como "el amo del suspenso". Que un director brille incluso en sus obras menores, habla de la diferencia entre la artesanía y el genio.

-- Barbara Harris está insufrible, pero Karen Black, en su rol casi de adorno, está deliciosa. Y sin desnudarse. Por aquellos años, Karen Black (llamada la bizca más linda desde Virginia Mayo) era coprota de Charlon Helston en las de "Aeropuerto", para mayores referencias.

-- Las implicancias morales del tema no son tópico recurrente en Hollywood. El asunto de fondo es: ¿qué pasa si una persona que tiene legítimo derecho a que le hagan un gran bien, no tiene la dignidad moral para ello? Casi todo el suspenso de la película gira sobre este casi invisible pivote, dándole con todo un aire bastante malsano, propio del mejor cine negro (aunque no sea cine negro en sentido estricto).

IDEAL PARA: Ver un policial "de los de antes".

sábado, 14 de octubre de 2006

"007 al servicio secreto de Su Majestad" (1969).


-- "On Her Majesty's Secret Service". Estados Unidos / Inglaterra. Año 1969.
-- Dirección: Peter R. Hunt.
-- Actuación: George Lazenby, Diana Rigg, Telly Savalas, Gabriele Ferzetti, Ilse Steppat, Lois Maxwell, Bernard Lee, Desmond Llewelyn.
-- Guión: Richard Maibaum, con diálogos adicionales de Simon Raven, sobre la novela de Ian Fleming.
-- Banda Sonora: John Barry.

-- "007 al servicio secreto de Su Majestad" en IMDb.
-- "007 al servicio secreto de Su Majestad" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Durante un paseíto por la playa, una chica se ve en problemas. ¿Y ahora quién podrá defenderla? Nada menos que Bond, James Bond, quien casualmente iba pasando por allí. Aunque no muy reconocible, porque viene interpretado con los rasgos de George Lazenby (¿lacuánto dijo usted?). Pero como George Lazenby es George Lazenby y no Sean Connery, pues bien, la chica mimada y caprichosa le da con un palmo de narices a su salvador. ¿Se le irá a escapar esta vez la tierna cervatilla al agente 007? No, si cuentas con algo de ayuda de papá. El padre de la chica es un poderoso jefe mafioso, que tienta a Bond para proseguir, gracias a un buen trato: si Bond seduce a la chica y se casa con ella, el jefe mafioso le dará una valiosa información que puede llevar a Bond al paradero de Blofeld, el criminal del gato blanco angora que ha estado dándole lata a Bond en casi todas sus películas anteriores. Pero aunque 007 acepta, en realidad tiene su corazoncito, y se casa con la chica por puro y verdadero amor. Pasados los días de vino y rosas, Bond parte a su misión: atrapar de una vez por todas a Blofeld, quien, enmascarado detrás de un spa en lo más aislado de los Alpes, prepara una terrorífica venganza contra el mundo civilizado.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Soplaban vientos de cambio. Después de "Sólo se vive dos veces", el diluvio: la Revolución de las Flores, mayo del '68, los hippies, Woodstock, amor y paz, etcétera. Todo eso eran malas noticias para papi Broccoli y tío Saltzman, los productores de las películas de Bond, por supuesto, ya que atentaban frontalmente contra el estilo naif y la ideología ultraconservadora de los filmes Bond hasta la fecha. ¿Sobreviviría Bond al cambio de década? Sí, a condición de reinventar al personaje. O sea, se imponía una nueva película Bond en donde la mujer no fuera una mera comparsa del héroe, o dicho más crudamente, el descanso del guerrero, y en donde el diabólico plan del villano implicara una amenaza real, y no un plan de villano pulpesco como andar saboteando carreras espaciales y cosas así (tema además obsoleto, porque en ese mismo 1969 se consiguió llegar a la Luna, y por tanto la carrera espacial perdió interés). O sea, la nueva película Bond debía ser más ruda y realista, y además, tener mayor compromiso emocional. Y como si todas estas dificultades fueran pocas, después de su quinta película Bond, Sean Connery amenazó con no volver más al set para interpretar a 007, ya que no quería encasillarse en el papel. O sea, no sólo había que reinventar a Bond, sino además literalmente buscarse uno nuevo. Lo encontraron en George Lazenby, un actor casi sin currículum (no se crean, el de Connery antes de "El satánico Dr. No" tampoco era como para tirar fuegos artificiales). Para Lazenby, "Al servicio secreto de Su Majestad" fue su debut como Bond... y despedida, ya que fue tan mal recibido que, pues bien, al demonio con él. ¡Si hasta en "Pinky y Cerebro" se cachondeaban del pobre! Justificando de paso su penosísima carrera posterior (incluso ha actuado en la saga softcore de "Emanuelle", eso es decadencia).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es la única película Bond en donde el romance se concreta en matrimonio. O sea, la única en donde 007 entrega su corazoncito de manera incondicional a una fémina, en vez de usarlas como divertimento pasajero entre batallita y batallita.

-- Telly Savalas. Sí, aunque no lo crean, antes de interpretar al clásico peladito Kojak, este calvo actor fue villano Bond, y nada menos que EL villano Bond por antonomasia, Ernst Stavro Blofeld, el líder de SPECTRE (en la película anterior había sido interpretado por Donald Pleasance). Aparece poco y su plan, si bien ultrarrealista (al menos, en comparación a las pelis anteriores), carece de todo componente espectacular, pero de todas maneras es reconfortante encontrarse con su rostro amigo al final del túnel.

-- ¡George Lazenby! Sí, quebremos una lanza por ese pobre hombre, el más vilipendiado de los 007 que han pasado por la pantalla grande. Vale que su Bond no es el mejor de todos ni por asomo, pero por otra parte, hagan la prueba deponerse en sus pantalones. En la actualidad ver a varios actores interpretando a Bond, James Bond, es algo habitual, pero en ese tiempo, era el primero con el formidable deber de tener que reemplazar a Connery, Sean Connery. Además, en su intento de desvirilizar a Bond, los guionistas lo hacen verse aún más patético, si es que cabe. Súmese el hecho de que no confiaron la dirección al buen hacer ni de Terence Young, ni de Lewis Gilbert, ni de Guy Hamilton, todos directores Bond probados y aprobados, y confiaron en Peter Hunt, un tipo que había editado "Desde Rusia con amor" y "Goldfinger", pero que de dirección, nada (era su primera película, antes no había dirigido ni siquiera programas de televisión), y por tanto, con una experticia virtualmente nula, algo que se nota en el ritmo terriblemente lento de la película (¡y se supone que la edición era su fuerte!), que se arrastra como un gusano por casi dos horas y media (la más larga peli Bond, al menos hasta la fecha). Agréguese a Diana Rigg, que no sólo interpreta una de las más penosas chicas Bond que se han visto (y no por culpa de ella, que se esfuerza bastante, pero es que oiga, si querían hacer una caricatura de la mujer liberada de los albores de los '70s, podían haberlo hecho con mayor tacto), sino que tenía una conocidísima mala relación con Lazenby (se dice que mascaba cebolla antes de cada escena romántica con el pobre). Además, había que convencer al público de que en la era post-Woodstock aún había lugar para el agente secreto del smoking en el casino, y de eso, ni siquiera el propio Lazenby estaba convencido (y con razón, hasta cierto punto, porque para sobrevivir, el propio Bond tuvo que cambiar su resto). Con todas esas malas vibraciones en el ambiente, era difícil que las cosas salieran bien para el pobre Lazenby. Y como no hizo ningún filme Bond adicional, tampoco tuvo oportunidad de redimirse (a diferencia de Roger Moore, que tampoco partió siendo el mejor Bond, y se fue componiendo por el camino).

-- La música. Por una vez en la vida, el tema de apertura no es cantado sino que es un instrumental, y famosísimo (auqnue sólo los fanáticos sepan de dónde salió; si hasta Propellerheads hicieron su propia versión). Y el tema de cierre, apartándose del Bond clásico, es la sentida balada semijazzística "We have all the time in the world", interpretada por Louis Armstrong.

IDEAL PARA: Cazadores de curiosidades fílmicas (¿Bond, casado? Sí, si sucedió)...

miércoles, 11 de octubre de 2006

"Confesiones a mi suegra" (2005).


-- "Prime". Estados Unidos. Año 2005.
-- Dirección: Ben Younger.
-- Actuación: Meryl Streep, Uma Thurman, Bryan Greenberg, Jon Abrahams, Adriana Biasi, David Younger, Palmer Brown, Zak Orth, Annie Parisse, Aubrey Dollar, Jerry Adler, Doris Belack.
-- Guión: Ben Younger.
-- Banda Sonora: Ryan Shore.

-- "Confesiones a mi suegra" en IMDb.
-- "Confesiones a mi suegra" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Chico conoce chica, chico pierde chica, chico reencuentra chica. ¿Necesitan un mapa, acaso? ¡Oh, está bien! Seré un poco más detallista. Hay un chico lindo de tiernos 23, cuya personalidad está semiaplastada por su controladora madre judía, que para colmo es psicoterapeuta (o sea, de las que cobran por hacer como que te escuchan). Conoce a una chica linda que, ¡ups!, tiene 37. Ambos se gustan, pero hay un problema: la chica va a terapia, sin saberlo, con la madre del chico... La terapeuta la alienta a pasarla bien, gozar y living la vida loca, pero cuando se entera de que el nuevo juguete sexual de su paciente casi cuarentona es su propio hijo, casi se le cae el pelo, y empieza a tratar de, ejem, influir en la decisión de ella, porque está bien que una profanadora de cunas se meta con un nene, eso sí, pero ¿con mi niño? ¿con mi pequeño judiíto ilustrado? ¡Oh, no, eso no! Por supuesto que, más tarde o más temprano, la situación estallará, y entonces este incestuoso semitriángulo amoroso (amor de madre, que le dicen) derivará en un clásico reencontrarse a sí mismo, expurgar las propias culpas, lidiar con los fantasmas del pasado, echar por la borda la endogamia, etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Lo decíamos a propósito de "El diario de Bridget Jones", hace un tiempo atrás: la liberación femenina no ha servido de mucho a un amplio batallón de féminas que, en estricto rigor, no sólo no deseaban ser liberadas, sino que siguen con una visión peneana de la vida incrustada en el cerebro. La prota es algo más vieja que Bridget Jones (quién había apenas bordeado la treintena cuatro o cinco años antes de esta película), así es que podemos suponerla parte de esa generación de mujeres que nacieron ya liberadas, y que en respuesta, sólo se dedican a ignorar qué demonios hacer con tanta libertad. O sea, hay una psicóloga, por lo tanto una profesional universitaria, que vive con una visión machista de la vida que te meas (lo siento, el formar parte de una cerrada comunidad religiosa no es excusa), y hay una chica casi cuarentona y recién divorciada que se mete en una relación con toda la ansiedad del "oh, sí, pero yo soy mayor que él"... Y en medio está el chico, a quien su madre arruinó la personalidad hasta hacerlo débil e inseguro, y que después es mirado por su propia pareja con recelos y desconfianzas... Son los tiempos que corren, supongo, y no es la época de regresar al machismo patriarcal de una esposa en el dormitorio y una ramera en otra cama, pero si así van a seguir las cosas, mejor pasar a ser gato capado o gata operada, ¿no? Por cierto, el planteamiento cinematográfico (¡qué pedante me estoy poniendo!) muestra la gran verdad según la cual el cine indie de atmósfera intimista y modernizante con soundtrack revivalista noventero, hace tiempo que dejó de ser independiente, para pasar a ser casi la norma en Hollywood: una tendencia saludable, si quieren mi opinión, en todo caso. Siempre son preferibles estas comedias a las de Sandra Bullock (ella era la primera opción para el personaje de 37, pero tuvo la mala idea de exigir cambios substanciales en el guión; la sobrepagada de sí misma creyó que podía).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Como "Viviendo con mi ex", es una interesante "comedia seria" (qué contrasentido, ¿no?) sobre las relaciones de pareja. O sea, un planteamiento de comedia sirve para caramelizar adecuadamente algunas crudas y desnudas verdades sobre lo que significa mantener un romance hoy en día. Antaño, cuando existían las reglas, todo el mundo sabía qué hacer y qué no, y aún sacarle provecho al sistema, pero hoy en día, lo sentimental es una anarquía de gana el más fuerte, y eso está más que bien plasmado en esta película, en donde los tres personajes tratan por todos los medios de llevar agua a su propio molino afectivo, al precio que sea, y dicho de una vez, de manera bastante egoísta.

-- Como decíamos, esta peli es una buena muestra de como el cine indie se ha ido transformando en norma y estándar para las producciones románticas, tendencia que observábamos a propósito de "El padrino de la boda" y "Juntos en la nieve", hace un tiempo atrás. Algo para aplaudir, porque ya la comedia glamorosa a lo Julia Roberts, simplemente no hace tanta gracia (y ni hablar de su clon pseudolatino J-Lo).

-- Debe ser la película más corrosiva que se ha hecho en años, sobre lo que significa ser judío. Vale que Woody Allen y Mel Brooks sueltan chiste tras chiste tras chiste sobre su propia condición de judíos semirrenegados de una fe y un lifestyle aplastantes, pero se lo toman de manera bastante distendida. Aquí vemos a los judíos ricos de Nueva York como una comunidad cerrada y endogámica, que viven en un orgulloso aislamiento, sin querer abrirse ni entender el mundo alrededor, mirándolo desde lo alto del balcón con una autosuficiencia que proviene del dinero, y que ni siquiera se cuestionan. Si este retrato es tan negro como lo pinta la película, o bien es una caricatura en donde ciertos rasgos de personalidad son exagerados hasta lo patológico, es algo que no sé (nunca un judío neoyorkino ha tenido la buena estrella de conocerme), pero siempre es saludable en medio de tanto cine apologético sobre la Shoah, pagado por los bolsillos de los productores judíos de Hollywood.

-- Las escenas en las cuales la chica le dice a su terapeuta cosa sobre sus hijos, incluyendo detalles peneanos varios, porque no tiene a nadie más para confidenciarle esas cosas... (y ella, ¿qué sabía?).

IDEAL PARA: Ver un dramacomedia sobre lo que significa ser mujer, judío, o terapeuta.

domingo, 8 de octubre de 2006

"Regresiones" (2005)


"The jacket". Dirigida por John Maybury. Protagonizada por Adrien Brody, Keira Knightley, Kris Kristofferson, Jennifer Jason Leigh, Kelly Lynch, Brad Renfro, Daniel Craig, Steven Mackintosh, Brendan Coyle, Mackenzie Phillips, Laura Marano. Estados Unidos / Alemania. Año 2005.

¿De qué se trata?
Tenía 27 años la primera vez que morí... Irak, 1991. Un soldado yanketa que no cree en el horror de la guerra a su alrededor, comete el trágico error de acercarse a un niño, sin haber visto esos documentales Nat Geo sobre el terrorismo, en donde aparecen niños con armas, sin armas, con brazos, sin brazos... Recibe un balazo, lo dan por muerto... Pero no, no estaba muerto. Su mente queda gravemente lesionada, eso sí. Regresa a Estados Unidos, sweet Estados Unidos, y le pasan dos cosas clave. Primero, se detiene a reparar un automóvil, cosa que la niñita chica que lo tripula se lo agradece, pero la madre, una drogo de cuidado, lo echa a patadas. Luego, se topa con un fulano que lo mete en un lío gordo, cuando hace comer plomo a un polizonte. Por lo del policía le hacen cargar el muerto, pero como está medio tocado, lo echan al hospital psiquiátrico. La cárcel era mejor: en el hospital le aplican un tratamiento de tipo "necesita una conciencia, lo haremos salir de un nuevo útero", y no se les ocurre nada más inteligente que meterlo a una caja guardacadáveres de la morgue. El tratamiento, eso sí, tiene un efecto secundario: lo mete en alucinaciones raras, lo hace vivir en 2007, o sea, quince años en el futuro, lugar en donde se reencuentra con la niña chica del automóvil, que ahora ha crecido en el envidiable envase de Keira Knightley. Ahora, ambos emprenden una carrera contra el tiempo para averiguar la verdad sobre esos misteriosos viajes: ¿son una alucinación, son la realidad...?

El espíritu de los tiempos.
A pesar de "La máquina del tiempo" de 1960, el cine de paradojas temporales había tenido pocos exponentes antes de "Terminator" y "Volver al futuro". Mezclar eso con una historia de psiquiátrico que te haga dudar sobre si el viaje en el tiempo es cosa real, o es tu mente la que está friéndose dentro de tu cráneo, es algo que quedó para "Doce monos", y más recientemente, para "El efecto mariposa". "Regresiones" es una mezcla de todas estas películas, pero con un detalle que la hace muy "principios del XXI": la cuestión de la identidad personal. La gran pregunta es si el tipo de verdad está muerto y ha resucitado milagrosamente (una y otra y otra vez, podríamos decir), o si es como el prota de "Sin miedo a la vida", que se creía a sí mismo muerto, pero que en realidad nunca murió. Sumémosle a eso el asunto de los desperfectos en el cerebro, y los lapsus sin memoria alguna, y terminamos de construir un protagonista que, bien mirado, carece por completo de identidad propia. Lo que nos lleva a la cuestión de qué diablos es un ser humano, si acaso la sumatoria de todos sus recuerdos, y si alguien sin memoria puede aún considerarse a sí mismo una persona propiamente tal (habíamos visto algo así recientemente en "Más allá de la muerte"). O sea, es la clase de películas que esperaríamos en un tiempo actual en el cual hace rato que Internet y la World Wide Web disolvieron el concepto ilustrado dieciochesco de "un ser humano = una persona" en un montón de nicknames, Yahoo!ID, GMailID, etcétera, que no se correlacionan para nada con el internauta detrás.

¿Por qué verla?
- Lo dicho. Es una buena película sobre el problema de la identidad, sobre qué hace a un ser humano ser un solo todo como persona, en medio de la ola de recuerdos dispersos y alucinaciones que todos, en mayor o menor grado, tenemos metidos dentro de la cabeza. Ya por eso merece aplausos.
- Adrien Brody. El hombre se especializa en papeles un tanto bordas, y aquí se repite el plato. Juegos de cámara aparte, lo cierto es que gran parte del terror de la experiencia de estar abovedado en una morgue es responsabilidad del señor Brody, y de sus ojitos inquietos que consiguen transmitir un sufrimiento que ni Miguel Angel, el de la Sixtina, oigan. Keira Knightley acompaña bien y, para no decir una cosa por otra, el papel que interpreta está de verdad para babearse, sin mostrar demasiado (quizás eso ayude, ya que la pobre es en realidad un saquito de huesos, si me preguntan, aunque por otra parte dicen que la escena de sexo era más larga, y la cortaron porque a los betatesters del público no les gustó... ¡imbéciles!). Kris Kristofferson, idos ya sus días de galán setentero (y de galán maduro ochentero), compone un rol algo plano, pero funcional, y que impone presencia. Mención honorífica se llevan también dos veteranas que en los '90s iban de sexies, y a quienes los años han pasado la cuenta, pero se las apañan para mantenerse en roles de interés, como son Jennifer Jason Leigh y Kelly Lynch.
- El trabajo de edición es interesante, aunque más al comienzo, donde importaba mostrar el estado de confusión del prota, que al final, en donde el asunto se encauza dentro de una historia romántica más normalita.

IDEAL PARA: Amantes del cine romántico con premisa sobrenatural, y con un poco de sobresalto.

"Sólo se vive dos veces" (1967).


-- "You Only Live Twice" (título original en inglés), "Només es viu dues vegades" (título en catalán). Estados Unidos / Inglaterra. Año 1967.
-- Dirección: Lewis Gilbert. Protagonizada por Sean Connery, Akiko Wakabayashi, Mie Hama, Tetsuro Tamba, Teru Shimada, Karin Dor, Donald Pleasance, Bernard Lee, Lois Maxwell, Desmond Llewelyn, Charles Gray.
-- Guión: Roald Dahl, con material adicional de Harold Jack Bloom, basados en la novela de Ian Fleming.
-- Banda Sonora: John Barry.

-- "Sólo se vive dos veces" en IMDb.
-- "Sólo se vive dos veces" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un lugar de innegable regusto oriental, el comandante Bond, James Bond, está pasándola a gusto con una nativa del Extremo Oriente, cuando aparece un equipo exterminador. A diferencia de la película anterior, ahora sí que hay funeral para James Bond. Pero en la mejor tradición heroica, como un nuevo Moisés, James Bond es rescatado de las aguas. Todo es una operación para hacer creer a los villanos que James Bond está muerto, y darle libertad para investigar un peliagudo caso: una cápsula espacial estadounidense ha desaparecido misteriosamente, y los yankis acusan a los rusos de secuestro espacial. Pero como suele suceder en las pelis de Bond, los británicos salvarán al mundo: la estación de Singapur ha detectado que la cápsula en cuestión ha caído en las cercanías de Japón. Bond emprende una misión para infiltrarse en Japón, uniendo fuerzas con el servicio secreto japonés. De esta manera, el flamante Bond-san, un chico rudo japonés y una agente japonesa que se ve muy bien por todas partes, unirán fuerzas para detener el siniestro nuevo plan de Blofeld, el líder de SPECTRE que le ha dado tanta lata a Bond en películas anteriores.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El Bond más vinculado a la tradición folletinesca de "El satánico Dr. No", o el Bond político de "Desde Rusia con amor", en las dos siguientes entregas ("Goldfinger" y "Operación Trueno") había estado decantándose cada vez más por la aventura pura y dura. El aire épico venía realzado, por supuesto, gracias a que el villano Blofeld y sus agentes de SPECTRE eran directa o indirectamente responsables de todas las trapacerías contra las cuales lucha Bond (salvo en "Goldfinger"). Después de la vuelta a las raíces en versión alto presupuesto que había significado "Operación Trueno", era tiempo de reinventar la saga, algo que queda muy marcado con la "muerte y resurrección" inicial de Bond, quedando así como un héroe más grande que la vida. En cierto sentido, "Sólo se vive dos veces" es la culminación de un ciclo, la película en donde todas estas ideas cristalizaron de manera definitiva (o, como podría sostener un cínico, la inspiración comenzó a convertirse en fórmula). No en balde, es aquí donde le vemos por primera vez la cara al siniestro Ernst Stavro Blofeld, el líder de SPECTRE cuya seña característica es el gato angora blanco con cara de malo que lo acompaña siempre en su regazo. Esto es notorio en la elección de director: sale Terence Young, responsable de tres de las cuatro pelis Bond anteriores y de su look más duro y realista, y entra Lewis Gilbert en su primer filme Bond (después hará "La espía que me amó" y "Moonraker").

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta es, seguramente, la película Bond más autoconsciente de todas, la que realza más el carácter épico o heroico del protagonista, y por qué no decirlo, la que más en serio se toma. Algo que es evidente también en que su trama no toca ningún tópico de actualidad, salvo la carrera espacial, y esto último de manera tan irreal, que incluso con la tecnología de hoy es complicado llevar a cabo un plan como el que Blofeld intenta para provocar la Tercera Guerra Mundial.

-- Bond pelea por primera vez con SPECTRE mano a mano (en películas anteriores sólo había liquidado a sus secuaces). Le vemos la cara por primera vez a Blofeld, con los rasgos nada tranquilizadores de Donald Pleasance (después lo interpretarán Charles Gray, que en esta película tiene un rol secundario... ¡y Telly Savalas!). Por cierto, la guarida de Blofeld es icónica dentro del cine del siglo XX: es aquí donde el villano Bond se esconde en el cráter de un volcán apagado, escena que ha sido citada hasta la saciedad en cuanta sátira sobre Bond se ha hecho desde 1967 a la fecha (incluyendo el célebre capítulo de Los Simpsons en donde Homero trabaja para el amable renegado internacional Skorpion).

-- Es la película Bond en que probablemente el sexismo llegue a sus máximas cotas. Con decir que a Bond le dan un baño de geishas, está todo dicho. ¡Ah, no! No todo. Tiene escenas sexistas de antología, como la réplica que Bond le da al servicio secreto al reportar que su minihelicóptero está a salvo ("la pequeña Nelly defendió con éxito su honor"). Mención especial para la secuencia en que una chica Bond muere paralizada por un potente veneno, ataviada con un diminuto bikini blanco, en lo que debe ser una de las escenas Bond más sádicas jamás filmadas.

-- Aunque esta película es algo lenta para los cánones de hoy en día, mantiene bien el equilibrio entre las secuencias de acción y el desarrollo de la tensión dramática, algo que no todos los filmes Bond consiguen, por no hablar del cine en general.

IDEAL PARA: Ver una película Bond realmente canónica.

miércoles, 4 de octubre de 2006

"El francotirador" (1978).


-- "The Deer Hunter". Estados Unidos. Año 1978.
-- Dirección: Michael Cimino.
-- Actuación: Robert de Niro, John Cazale, John Savage, Christopher Walken, Meryl Streep, George Dzunza, Chuck Aspegren.
-- Guión: Deric Washburn, basado en una historia de éste y de Michael Cimino, Louis Garfinkle y Quinn K. Redeker.
-- Banda Sonora: Stanley Myers.

-- "El francotirador" en IMDb.
-- "El francotirador" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un infecto poblado de la América profunda, que gira entero alrededor de la industria acerera, los steelworkers han decidido ir a la guerra, lo que por ese tiempo era LA - GUERRA, o sea, Vietnam. El asunto no se lo toman excesivamente en serio: Vietnam es algo lejano, casi una sombra sobre el horizonte, nada que se merezca algún chiste sobre una cerveza (en aquellos años no se habían hecho "Rambo", "Pelotón" o "Nacido el 4 de Julio"). Por lo que se dedican a pasar alegremente sus últimos días preparando la boda de uno de los amigotes, lo que por supuesto incluye borracheras en la cantina local. Llega el día del matrimonio, y el grupete se pone a hacer toda clase de locuras, víctimas del alcohol en la sangre. En medio de todo eso resalta la amistad (en el buen sentido de la palabra, en esa época los trabajadores del acero no tenían la siniestra reputación homo que les dio después Duran Duran y 2 Unlimited) entre Michael y Nick, quienes harán lo imposible por defenderse el uno al otro. Después de la boda, parten a una discreta cacería de ciervos, en donde vemos más escenas de amistad masculina y esa clase de cosas. Y luego, Vietnam. Los vietcongs capturan a nuestros muchachotes y los someten al tormento de jugarse el pellejo a la ruleta rusa. Michael y Nick diseñan un plan para arrancarse, y lo logran a punta de metralleta. Pero eso es el comienzo del infierno: mientras Michael se empeña en rescatar a otro de sus compañeros, Nick cae en manos del circuito clandestino de apostadores de la ruleta rusa. ¿Podrá la amistad redimir a este ángel caído que, para colmo, viene interpretado por el siempre pasado de roscas Christopher Walken...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Ya hemos comentado a propósito de "El Padrino" que el cine en los '70s era serio, extremadamente serio, y muy comprometido con su realidad social. A finales de la década, el tema de Vietnam era meapañales para Hollywood, ya que a los yankis les encantan las películas de guerras en donde ellos ganaron (la Segunda Guerra Mundial, típicamente), pero cuando a ellos les toca se ponen como el Clark Kent de "Superman II", y corren como venados asustados a esconderse bajo sus camitas. En medio de ese panorama, y a solo tres años de la ignominiosa evacuación de la embajada de Estados Unidos en Saigón en 1975, Michael Cimino se atrevió a poner Vietnam en la pantalla grande. Este carácter de película de avanzada para su tiempo es una bendición, pero también una maldición. Cimino estaba obligado a hacer una película sólida como una represa para convencer a los yankis de que se podía hacer cine sobre Vietnam, y en eso salió muy bien, pero por otra parte el tratamiento de Vietnam luce hoy demasiado pudibundo, comparado con lo que hemos visto en filmes posteriores (los ya mencionados "Pelotón", "Nacido el 4 de Julio", etcétera). Y aunque es un filme de calidad... ¡por Dios que hubiéramos agradecido que nos aligeraran una media hora de metraje! (¡y sus tres horas, inicialmente iban a ser cuatro!).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una de Michael Cimino. Se diga lo que se diga, Michael Cimino es uno de los mejores directores de acción de Hollywood en la segunda mitad del XX. Consigue darle solidez y credibilidad a un guión que, bien mirado, hace agua por los cuatro costados, debido a lo hiperbólico de su planteamiento. O sea, si hubiera condensado las escenas de camaradería de los steelworkers y hubiera abreviado la boda, tendríamos más claro por donde van los tiros de la película. Y ya no hablemos del tratamiento "Rocky style" del personaje de Nick, presentado como una suerte de campeón de la ruleta rusa. Resalta así aún más el buen oficio de Cimino para filmar un cine duro, sin concesiones al espectáculo, en ocasiones casi documental, lleno de tensión en cada fotograma. A la fecha, Cimino había sido guionista de "Magnum 44", escribió "El francotirador", y después dirigiría "El año del dragón", además de meter mano (sin acreditar) en el guión de "Los perros de la guerra".

-- El elenco. A ver, prueba a reunir en la actualidad a Robert de Niro y Meryl Streep otra vez en la misma película, a ver como te va. Y además, con Christopher Walken de regalo. De John Cazale (Fredo, hermano de Michael Corleone, en "El Padrino" y "El Padrino II") no hablamos, porque el pobre falleció de cáncer al poco de terminar el rodaje de "El francotirador". Robert de Niro construye un rol sólido, sin ninguna clase de manierismos, y Meryl Streep, en aquel tiempo jovencita como una rosa fresca, se roba la pantalla desde un rol en principio bastante secundario. En cuanto a Christopher Walken, averiguamos por fin en qué película el pobre tipo se desquició. Y es que las escenas de la ruleta rusa las hace tan alienado, que cuesta creer que no lo sometieron a alguna clase de tortura psíquica para así hacer más realista su personaje, no sé...

-- Como dijimos, "El francotirador" es la primera cinta de Hollywood que aborda el tema de Vietnam (antes que "Rambo"). Pero no es exactamente una película sobre Vietnam. Es, más bien, un filme sobre cómo esa guerra indeseable y extraña se mete de alguna manera en las venas de una comunidad semicampestre estadounidense perdida en algún punto del mapa americano. Para hacer aún más rara esta cinta, los personajes son estadounidenses, pero de ascendencia rusa, y el matrimonio es practicado por el rito ortodoxo, en un esfuerzo inconsciente por reafirmar aquello de que América es el crisol de razas. En ese sentido no es una película bélica exactamente, sino más bien un filme costumbrista, con Vietnam como lo que en verdad debió de ser para esas comunidades alejadas de la mano de Dios: un injerto parásito en sus existencias hasta el momento apacibles y cotidianas.

IDEAL PARA: Hacer un poco de arqueología fílmica e histórica con un brillante elenco.

domingo, 1 de octubre de 2006

"Operación Trueno" (1965).


-- "Thunderball" (título original), "Operació tro" (título en catalán). Estados Unidos / Inglaterra. Año 1965.
-- Dirección: Terence Young.
-- Actuación: Sean Connery, Claudine Auger, Adolfo Celi, Luciana Paluzzi, Rik Van Nutten, Guy Doleman, Molly Peters, Martine Beswick, Bernard Lee, Desmond Llewelyn, Lois Maxwell.
-- Guión: Richard Maibaum y John Hopkins, sobre un guión original de Jack Whittingham, basados en una historia original de éste, Kevin McClory e Ian Fleming.
-- Banda Sonora: John Barry.

-- "Operación Trueno" en la Wikipedia en inglés.
-- "Operación Trueno" en IMDb.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El agente Bond liquida a uno de los más importantes miembros de SPECTRE, y esto chasquea notablemente a su jefecito, un tipo conocido por esconder el rostro y hacerle mimos a un gatito blanco angora. La respuesta: un complicado plan para robarse dos bombas termonucleares y realizar un chantaje nuclear por todo lo alto. Mientras SPECTRE lleva a cabo su complicado plan, que implica operaciones de cirugía plástica para suplantar a un aviador de la RAF (la Royal Air Force, de Inglaterra, no sean ignorantes, por Dios...), Bond tiene algunos, ejem, incidentes menores en una clínica de rehabilitación. Después, cuando SPECTRE revele su maléfico plan, resultará ser que Bond tiene la única pista limpia. Emprende entonces un viaje a las Bahamas, en donde la hermana del aviador muerto es la amante de un millonario metido en asuntos muy turbios, que tiene un yate lujosísimo, y que podría estar directamente conectado con las bombas desaparecidas. Por cierto, creo que no mencioné que el villano tiene una piscina infestada de unos lindos escualitos muy voraces...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

La saga de James Bond había tenido un comienzo vacilante, en términos cinematográficos, pero con "Goldfinger" había adquirido un sabor propio y especial: el agente 007, sus mujeres, sus gadgets, las canciones, las secuencias de créditos de Maurice Binder... Era la hora de aprovechar al máximo la franquicia y darle espectacularidad. En el mundo exterior, la Guerra Fría dura daba paso a la Coexistencia Pacífica, había algo de distensión, pero el fantasma nuclear estaba bien presente. La historia de secuestro termonuclear encajaba a la perfección, y si se condimentaba con un "regreso a las raíces", llamando otra vez a Terence Young a la dirección, y filmando en el Caribe como en "El satánico Dr. No" (aunque ahora son las Bahamas y no Jamaica), además de gastarse un generoso presupuesto, entonces tenían un éxito seguro en la taquilla.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una de las películas Bond más épicas de todas. Está bien, puede que algunos gocen con lo grandilocuente de muchas escenas, mientras que otros encuentren esto infernalmente aburrido. Y es que, como en la trilogía de "El Señor de los Anillos", hay una buena cantidad de tiempos muertos destinados a hacer crecer la expectación de lo que sucederá, lo que la hace un tanto lenta. Pero de que tiene épica, la tiene.

-- Vemos por primera vez a SPECTRE en pleno, y ahora sí que parece una gran organización criminal de alcance mundial (ya no estamos en "Desde Rusia con amor", que había sido hecha con vocación de serie B, y eso se nota). Número 1, el jefe de SPECTRE, realmente intimida, a pesar de que aparece en una brevísima secuencia. En cuanto a Largo, es uno de los mejores villanos Bond: tiene un yate que costó tanto como todo el presupuesto de "El satánico Dr. No", tiene una piscina con tiburones (¡y los usa!), y tiene una relación de ribetes bastante turbios con Domino, la chica clave para resolver el entuerto.

-- Las secuencias submarinas son abundantes, y están muy bien hechas. Y es que crear acción y suspenso a partir de una actividad tan cansina como es bracear debajo del agua, es todo un logro.

-- Morbo a discreción. La fría asesina Fiona Volpe es muy superior a las estereotipadas coldkillers interpretadas por Lucy Liu, y de hecho, es evidente que ahí está la inspiración. Y no digamos sobre la pobre Paula y su más bien triste (y apetecible) aparición.

IDEAL PARA: Ver a Sean Connery en su más épica cinta de James Bond.

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