11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 27 de junio de 2010

"Apocalipsis: Atrapados en medio de la tormenta" (1998).


-- "Apocalypse: Caught in the Eye of the Storm". Canadá. Año 1998.
-- Dirección: Peter Gerretsen.
-- Actuación: Leigh Lewis, Richard Nester, Sam Bornstein, David Roddis, David Wand, Toni Carey, Michael Halkusis, Rexella Van Impe, Jack Van Impe, Mel Prout, Maria Lianos, Tara Goudrea, Leanne Scott, Paris Bonsu, Shauna MacDonald.
-- Guión: Peter Lalonde y Paul Lalonde.
-- Banda Sonora: Ray Boltz.

-- "Apocalipsis" en IMDb.
-- "Apocalipsis" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¡¡¡OH, DIOS!!! (ahora digo "Dios" y no "Bastet" porque me refiero al ídolo pagano de los cristianos, no a la Unica y Verdadera Gran Diosa Gata, por cualquier apunte que me hagan). ¡¡¡LAS POTENCIAS DEL MUNDO POR FIN SE VAN A CALZAR LOS GUANTES DE BOXEO Y VAN A SUBIR A LA LONA!!! ¡¡¡Y LO VAN A HACER EN MONTE MEGGIDO!!! ¡¡¡LAS PROFECÍAS SE ESTÁN CUMPLIENDO!!! Los noticiarios de todo el mundo están haciéndose la CNN mostrando cómo la tensión internacional va escalando por minutos, en una conflagración después de la cual podría venir cualquier cosa. Incluso el fin del mundo. La heroica reportera Helen nosecuánto se mantiene ahí al pie del cañón, firme en su deber de informar, sólo por si el mundo el día de mañana sigue ahí. Y de pronto, una cámara se viene abajo. ¡Oye, técnico, arregla esa maldita...! Er... ¿qué pasó? ¿Y el técnico dónde se metió? No sé, pero ahí está su ropita, doblada y sin ninguna arruga, como si estuviera en el cajón lista para ponérsela... Y mientras tanto estas escenas de gente que desaparece (cuando nadie está mirando ni con el rabillo del ojo, nótese, que no es cuestión de que el Gran Prestidigitador muestre el truco de la disolvencia de las personas, o gastarse más pasta en efectos especiales) se repiten por todo el mundo, los misiles nucleares vuelan. ¡Ahora sí que se viene el apocalipsis, son los últimos momentos de la Humanidad! Y de pronto, los misiles desaparecen. En la nada. Mágicamente. Porque sí. Y aparece un gran líder mundial llamado Franco Macalusso, que le dice a todas las naciones que los misiles han desaparecido porque... ¡EL! ...lo ha hecho. Y además propone un plan de paz que todo el mundo acepta. Porque el odio religioso debe quedar atrás, y debemos prohibir a las religiones, que han dejado esta escabechina cuasiarmagedónica en primer lugar (a río revuelto...). Y eso, porque no existe ningún Dios Cristiano ni Judío ni Musulmán sino... ¡¡¡YO!!! ¡¡¡FRANCO MACALUSSO!!! Y la Humanidad, no demasiado consciente de que si realmente existiera un Dios Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente no tendría el gusto de ponerse un nombre tan de villano de pulp como "Franco Macalusso", va y lo aclama como a un dios. La cuenta regresiva de los siete años antes del desastre final ha comenzado, los que desaparecieron se han librado de las tribulaciones y sirven de testimonio para los que vienen después (¡las profecías del Apocalipsis se están cumpliendo!), los que quedan van a sufrir horrores porque... ¡¡¡SON PECADORES!!! ¡¡¡Y DEBEN PURGAR SU PECADO!!! Y Macalusso por supuesto que se hará el Amo del Mundo etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¿Qué pasa cuando la vida te oprime, no tienes ninguna salida, piensas que tu existencia no vale nada, y que el mundo entero está vuelto en tu contra? ¿Acaso no sería agradable reunir en tus manos el poder de Dragonball Z para hacer saltar toda la realidad en pedazos y enseñarles a esos paganos que TÚ eres quien tiene la RAZÓN? ¿De la manera más dolorosa y sangrienta posible...? ¿¿¿AH??? Algo así sucedió con los hebreos en los últimos siglos antes de Cristo, que bajo las sandalias de sepetecientos pueblos extranjeros, se inventaron toda una literatura apocalíptica acerca de que sus opresores (los caldeos, los egipcios, los romanos, los que se terciaran, los que iban ganando) en realidad eran malos malísimos y pronto vendría Dios a poner las cosas en su lugar matando a los malos y ensalzando a los buenos (a los hebreos, claro está). El ejemplo máximo de esta literatura es precisamente el "Apocalipsis" de la Biblia y tal. Y como desde ese entonces siempre han existido perdedores en la sociedad, y los seguirá habiendo hasta que el mundo deje de ser mundo, el "Apocalipsis" no ha perdido un ápico de popularidad. En la actualidad, con el Cristianismo en retroceso en cada vez más frentes, y no sólo geográficamente sino también porque los propios cristianos son cada vez menos cristianos (que se dicen cristianos, vamos, pero casi no van al templo, tienen sexo prematrimonial, y usan bikini en las playas), es natural que los cobijados en las últimas trincheras se vuelvan al Apocalipsis una vez más. Ahí es donde vienen sagas como "Dejados atrás" ("Left Behind") y similares. Porque el cine iba a explotar ese filón más tarde o más temprano. Y pensar que los anapbatistas en el siglo XVI pensaban que el fin del mundo estaba cerca, y ya van cinco siglos de eso...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Salvo que seas un perfeccionista nato o similar, no creo que una peli que sea mala de cojones te ofenda por el solo hecho de ser mala. Después de todo, las pelis malas son como el idiota del pueblo, que son un estorbo, pero que al final el pobre no tiene la culpa de ser lo que es, y hasta le perdonas y le das un panecillo y todo (un panecillo pequeño, no vaya a ser cosa que el idiota se atasque la garganta tampoco). Pero cuando una peli tiene apuntes de que podría haber sido no diré buena, pero sí al menos un producto decente, y aún así sale un bodrio de cagar diarrea una semana, eso sí que es ofensivo. "Apocalipsis" es de ésas. Nadie le pedía un enorme presupuesto ni grandes megaestrellas ni una puesta en escena suntuosa. Es una serie B, y sabemos a lo que vamos si vemos una serie B. O deberíamos saberlo, al menos, y si no lo sabíamos, culpa nuestra es. Y sin embargo, toda la primera parte de la peli se las apaña para ser incluso vibrante. Vemos un noticiario (un falso noticiario) con notas de prensa y todo, acerca de lo que está pasando en el mundo, y aunque todo son imágenes de archivo que cantan a la legua su condición de tal, hasta terminan de crearte esa sensación desasosegante de "¿y si fuera verdad?". Cuando las armas atómicas vuelan (por razones obvias eso se menciona pero no se muestra, y es que las maquetas de los IBCM cuestan lo suyo en tiempo y dinero), hasta se te hace un nudo de angustia porque eso podría pasar perfectamente mañana, apocalipsis cristiano o no apocalipsis cristiano. Incluso cuando aparece Franco Macalusso, no te dicen de una quien es (aunque con dos miligramos de inteligencia intuyes que es el Anticristo), pero queda esa sensación luciferina en el ambiente, y el hombre da cogota, con sinceridad. Hasta el minuto, seas creyente o no, tienes una buena peli de sustos. O infrapeli, a según. Incluso detalles como que los creyentes son arrebatados y su ropita queda doblada, aunque son hilarantes bien pensados (mira el cuidado que pone Dios en la ropa de sus creyentes, sólo le falta anunciar que Omo lava más blanco), al menos son chispazos de ingenio que levantan un poco el nivel general de todo. Y entonces viene el desastre. Porque viene todo el Via Crucis de la chica periodista que se ha quedado atrás (sí, como en "Dejados atrás"), y que siempre ha sido bueeeeeena, bueeeeeena, bueeeeeena, pero que como no ha aceptado a Cristo en su corazón, tiene que quedarse a tragar un poco de la lecha que se viene bajo el imperio tiránico de Franco Macalusso. Hasta aquí podría ser, pero el problema es que todo esto se resuelve con un guión paupérrimo, con diálogos horribles, y con unos agujeros de guión espantosos (si la chica se da cuenta de que las profecías del Apocalipsis se están cumpliendo, ¿cómo es que Franco Macalusso, siendo quien es, no cae en lo mismo y no le echa una leída al Apocalipsis para adivinar que al final la va a acabar palmando y se deja de su plan satánico satanoso de querer rebelarse contra Dios y todo...? El villano podrá ser diabólico, pero además de eso, es tonto). Y todo el ambiente de terror sobrenatural que había conseguido crear la peli, se va por el despeñadero. Conste que no tengo nada en contra del cine por su carga ideológica. Se han hecho grandes pelis con carga ideológica (desde el Eisenstein de "El Acorazado Potemkin" hasta el fachas Clint Eastwood de "Harry el Sucio", por mencionar dos trincheras ideológicas contrapuestas) que son grandes pelis por sí, más allá de cargar ideas de una dirección u otra. "La pasión de Cristo" de Mel Gibson, sin ser una maravilla de peli, saca la papeleta bastante bien a pesar de portar una visión intrínsecamente veterotestamentaria del Dios Vengativo que le gusta ver sufrir a sus criaturas que para eso soy Dios, joer. Tampoco el ver a un Cristo más histórico o más proleta como en "Rey de Reyes" o en "El Evangelio según San Mateo" desmerecen a estas pelis. Lo que convierte a "Apocalipsis" en una mugre, es que a pesar de su limitado presupuesto, la peli a ratos consigue crear la sensación de que el mundo efectivamente se va a acabar, y después todo ese trabajo lo dilapida con una puesta en escena fatal, con diálogos y personajes de cartón piedra, y con actuaciones dignas de esos niñitos pepones del Colegio, recitando con más convicción que credibilidad. A estas alturas del partido, mis estimados lectores se estarán preguntando cómo es que perseveré viendo esta cosa. Y la respuesta es sencilla. Eran las dos de la mañana, y tenía un ataque de insomnio. Y créanlo o no, ver esta peli me ayudó a dormir como un bebito. Si de verdad te hubiera metido susto con el Apocalipsis, probablemente me habría tirado de la cama hasta el día siguiente, para tenerme a las ocho de la mañana golpeando la puerta de mi parroquia para ir y convertirme y abjurar de Bastet y cerrar este blog por pagano y apóstata. Obviamente, eso no sucedió, así es que algo dice de esta peli ese magno hecho. (O no: hay un "Apocalipsis 2", "Apocalipsis 3", "Apocalipsis 4", "Apocalipsis 5"... no es broma).

IDEAL PARA: Cristianos terminales.

VIDEOS.

-- Inicio de la peli [en español].

jueves, 24 de junio de 2010

"Zeitgeist" (2007).


-- "Zeitgeist, the Movie". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Peter Joseph.
-- Actuación: Nadie se prestó para actuar aquí.
-- Guión: Peter Joseph.
-- Banda Sonora: Peter Joseph.

(También Peter Joseph es Productor y Editor, y en Arte y Animación no porque está un tal Eric Clinton).

-- "Zeitgeist" en IMDb.
-- "Zeitgeist" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Trataré de resumir esto lo más fielmente posible, lo que no me será fácil porque "resumir" significa extraer lo esencial y eliminar los detalles, y lo esencial aquí, la columna vertebral de la peli, pues es un tanto confuso. Pero ahí vamos. Primero vemos la gran mentira de la religión, incluyendo que Jesús Tu Señor es en realidad una invención de la Iglesia Católica y de Constantino el Grande, y que Jesús en realidad es el antiguo Dios Sol reconvertido en símbolo cristiano. Luego vemos una serie de testimonios sobre el 9-11, y sobre como el 9-11 fue fabricado por el Gobierno de Estados Unidos, en un vasto complot organizado con la CIA, el FBI... Luego, vemos la historia de la Reserva Federal, y de cómo los banqueros de Estados Unidos se las están arreglando para quebrar a toda la economía. Y al final-final-final, todo eso remata en que se creará un Nuevo Orden Mundial con un Gobierno Unico Mundial, etcétera. Si ustedes le ven el sentido a este baturrillo de cosas, pues me avisan, cuates, que pos como que a mí se me echó la mula... O igual, como eran las cuatro de la mañana...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Conspiraciones. Qué sería del mundo sin ellas. Imaginémonos por un instante. Vemos al Presidente de los Estados Unidos gobernar así o gobernar asá, y de pronto aparece el líder opositor diciendo: "En honra del espíritu de la lealtad, y henchido de amor por mi nación, ¡os reto, noble caballero, a duelo a muerte!". ¿Se imaginan que la política fuera así? ¿O las finanzas? ¿O la religión? ¿O los consultorios de asistencia jurídica a los menesterosos? Todo a la luz del día, todo plenamente visible. ¡Vaya un mundo de locos que sería! ¡Imagínate, podrías confiar en TODO EL MUNDO! Qué asco de mundo, dónde está el suspenso, dónde está la emoción de saber que tu mejor amigo podría traicionarte por la espalda por un plato de monedas de oro o por 30 lentejas, mira tú... No existirían las teleseries venezolanas ni "24". No es por nada que las conspiraciones han sido y seguirán formando parte substancial de nuestra vida en sociedad. Tanto, que nadie llama "conspiración" a que tu compañero de oficina te aserruche el piso para quedar bien con tu jefe y birlarte el ascenso y el sueldo de paso. No, hombre, cuando hablamos de "conspiraciones", hablamos de cosas como la CIA, el Bilderberg, la Trilateral, los Illuminati, Nueva Suabia, los vril-ya, el Grupo Millennium, el Sindicato, los 13 y la Gran Raza de Yith, intrincados en elevadas esferas de poder controlándolo todo. Caldo de cultivo para toda clase de teorías conspiranoicas. Como "El Código da Vinci". Y como la que nos ocupa.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Todo buen creyente en las teorías de la conspiración sabe que para hacer tragar a la gente sus retorcidas ideas, deben primero aderezar ésta con algunos datos objetivos. El problema es que aquí, los árboles nunca dejan ver el bosque. ¿Cuál es el esquema global? Se supone que hay una gran conspiración, pero ¿qué tienen que ver exactamente los cristianos y su astrolatría con la Reserva Federal y con el 9-11? Hay varias posibilidades, pero si el tipo está haciendo un documental, creo que no sobra alguna explicación, sólo para los que somos demasiado tontos de no darnos cuenta de... ¡¡¡LA VERDAH!!! A las últimas, las cosas en esta peli devienen en uno de esos alocados capítulos de "Los expedientes secretos X" en donde el insider de turno le contaba a Mulder toda una serie de revelaciones sobre cómo los masones mayas habían predicho el fin del mundo en conjunción con unos extraterrestres tan poderosos que nunca se sabía bien cómo no terminaban de aplastar bien aplastados a Mulder y Scully. En definitiva, que todo está conectado con todo, tópico favorito de los conspiranoicos, pero que a las últimas no explica nada (vale, todo está conectado con todo, pero ¿cómo?). Súmese además que esto es un trabajo casi unipersonal, y además un estilo que trata de ser un Michael Moore de rebajas... y tenemos un hermoso cuento de brujas y lobos malos para hacer dormir a los niños (o no). El tono documental mete terror a la vena, eso ni qué decirlo. Algunas de las siniestras consecuencias de la computación y la pérdida de privacidad están a la vuelta de la esquina, y de que la gente lo pedirá es cosa de verlo habida cuenta de cómo las chicas ponen fotos suyas en bikini en Facebook. ¿Y...? Y además, ¡llamarla "Zeitgeist" ("el espíritu de los tiempos" en alemán, como el título de la segunda sección de los comentarios de Cine 9009)! ¿A santo de qué un título tan pretencioso? Si alguna vez ruedan alguna peli sobre la vida de Hegel, el título de Zeitgeist estaría bien, pero aquí... ¿en dónde diablos está el Zeitgeist, en qué minuto el espíritu de nuestra época o de cualquier época es el alma y motor de este descalabrillo? No se le puede negar entusiasmo al hombre, al tal Pedro José que escribe, dirige, produce y pone música, pero no basta el entusiasmo para hacer buen cine, ni siquiera cine medianamente decente o interesante. De lo contrario deberíamos considerar también como buen cine a las pelis cristianas de bajo presupuesto sobre la Biblia que emiten en los canales evangélicos ("Dejados atrás", "Apocalipsis"...), o a las pelis de Ed Wood, o a "Transformers". ¿Quieres ver una buena peli sobre lo que está pasando en Estados Unidos antes o después del 9-11? Un buen par de recomendaciones son "El mundo según Bush" y "Niebla de guerra". Incluso la denostada "Fahrenheit 9-11".

IDEAL PARA: Entrar en la onda conspiranooooooica, güey...

VIDEOS.

-- Inicio de la peli [en español].

domingo, 20 de junio de 2010

"Robin Hood" (2010).


-- "Robin Hood". Estados Unidos / Inglaterra. Año 2010.
-- Dirección: Ridley Scott.
-- Actuación: Russell Crowe, Cate Blanchett, Max von Sydow, William Hurt, Mark Strong, Oscar Isaac, Danny Huston, Eileen Atkins, Mark Addy, Matthew Macfadyen, Kevin Durand, Scott Grimes, Alan Doyle, Douglas Hodge, Léa Seydoux.
-- Guión: Brian Helgeland, basado en una historia de éste y de Ethan Reiff y Cyrus Voris.
-- Banda Sonora: Marc Streitenfeld.

-- "Robin Hood" en IMDb.
-- "Robin Hood" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Europa Medieval. La Europa Medieval aburrida, o sea, la histórica, sin dragones, elfos o hechiceros. El Rey Ricardo Corazón de León parte a las Cruzadas, y luego emprende el recorrido turístico "toda Europa en diez años". Y librando una batallita en Francia, acaba por muriciarse. Robin Hood y los suyos, un grupo de arqueros que han luchado bajo su comando, decide entonces que si rey vivo paga tarde-mal-nunca, qué queda para un rey muerto, así es que vámonos a la desbandada antes de que los british hagan subir la demanda y con ella creen una burbuja financiera en torno a los precios de las barcazas de regreso a la Pérfida Albión. En el camino se pillan con una emboscada en la que el maloh ha pretendido hacer caer al rey (en balde, porque como dijimos, ya estaba muerto). Ponen en fuga al malo, y uno de los caballeros buenos, ya agonizante y diciendo palabras sabias como todos los buenos que agonizan en las pelis épicas, le pide a Robin Hood que lleve su espada a su padre, que tiene unas chacritas nada más monas en... ¡Notthingham! (miren qué coincidencia, así se va armando la leyenda). A pesar de ser un tipo pragmático, a Robin como que se le hace un nudo en la garganta, y bueno-ya. Robin y sus amigos viajan a Inglaterra a encontrarse con Cate Blanchett, y qué bien, ya era hora, porque harto buena que está la cuarentona (Ridley Scott lo sabe, y la ha ido metiendo escena aquí y escena allá hasta el minuto), mientras que el maloh sigue conspirando para crear la guerra civil y el caos en Inglaterra, y propiciar una invasión militar a mano armada por parte de Francia. Y sí, de repente en esta peli hasta se acuerdan de los impuestos contra los que combatía Robin Hood y todo.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

A pesar de ser un personaje adaptado desde siempre, no debe ser casualidad que las pelis más icónicas sobre Robin Hood han llegado en épocas socialmente convulsas. La clásica "Las aventuras de Robin Hood" con Errol Flynn data de 1938, cuando Estados Unidos llevaba como una década luchando contra los coletazos de la Gran Depresión, y existía un miedo cetrino y una sorda inquina contra los de siempre que estaban pudriendo a la Buena y Vieja América. El "Robin Hood" de Disney, tan happyñoña esa versión, salió el mismo año en que el escándalo de Watergate le costó la Presidencia a uno de los prohombres más tiránicos que han pasado por el solio washingtoniano ever, y tres años después, en medio de la oscuridad setentera, salió el "Robin y Marian" paródico de Lester. El "Príncipe de los ladrones" con Kevin Costner salió justo a tiempo para ver cómo el gobierno de George Bush padre se hundía por aquello de ¡es la economía, estúpido! (es curioso observar que el cine de la época se cachondeaba de lo tonto que era George Bush padre, sin sospechar que el hijito iba a salir aún más mentalmente lisiado e iba a dejar a su padre como un genio Nobel en comparación), crisis que las políticas de recortes fiscales de los republicanos (léase menos impuestos para los pobrecitos ricos, que tanto pagan) se las arreglaron para ahondar incluso más si es que cabía. Y ahora, a casi veinte años de la versión costneriana del cuento, otra vez se acordaron de él. ¿Por qué? No me lo imagino, aparte claro está de los banqueros corruptos que hubieran quebrado a Wall Street de no ser por el millonario rescate promocionado por George W. Bush y que se fueron apenas con un tantán y no lo vuelva ud. a hacer para la casa, y que a falta de Wall Street, lo más bien que se las arreglaron para desquitarse quebrando a Grecia, porque bueno, algo había que quebrar, si son banqueros al final del día. Porque mientras hayan poderosos que exploten la política para extorsionar a los comunes y hacerse más ricos a costa de los miserables, siempre tendremos una peli del heroico bandolero de Sherwood para que nos proporcione el placer vicario de ver a los expoliadores castigados. Que en el cine sea, al menos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Debo decir desde el comienzo que ésta es una peli fallida. No es mala gracias al poderoso empaque visual con el que Ridley Scott sabe dotar a todas y cada una de sus producciones en la dirección: la fotografía es superlativa, la escena está cuidada hasta los menores detalles como por ejemplo incluir elementos célticos que probablemente formaran parte del acervo cultural de los comunes británicos en esa época (aunque esas barcazas de desembarco tipo Día D como que chirrían un poco), y el tipo que trabajó el sonido se la curró creando el efecto envolvente, de manera que cuando estás sentado en tu butaca sientes las flechas volando en todas direcciones alrededor tuyo. Pero por otra parte se nota demasiado que esta peli iba a ser otra cosa (en el guión original el bueno era el Sheriff, y Robin Hood era el villano), y que pasó por cincuenta reescrituras distintas. Y se nota en el ritmo cansino de la historia, en las múltiples tramas que no terminan de encajar bien unas con otras (ni siquiera en lo que debería haber sido un final "unidos todos"), y en los personajes desdibujados o no suficientemente desarrollados. Aquí en Cine 9009 solemos admirar el trabajo de Ridley Scott que, sin ser un cineasta peazo bruto la hostia de pelis que rueda, sabe sin embargo ser un buen storyteller, y refiere sus historias, inmensas o banales, con un cierto grado de amenidad. En los últimos años nos había legado algunas divertidas pelis de género ("Un buen año", "Gangster americano", "Red de mentiras"), pero en este caso, su nueva incursión en la Edad Media después de "Cruzada" rechina igual que la anterior (¿qué tiene la Edad Media que se le resiste tanto a Scott...?). Y es que nada puede contra un guión en el cual, en lo esencial, hay una batalla al comienzo de la historia (más o menos adrenalínica, vale, aunque nada demasiado nuevo respecto de lo que diez años antes había hecho en la Germania de "Gladiador"), una emboscada como a la mitad para amenizar el cotarro, y una escena de acción demasiado corta y poco contundente al final y después de como dos horas y media de muermo. Si hubiera querido ir a ver una peli de la Edad Media sin acción, me habría vuelto a ver "Andrei Rublev" de Tarkovski, hombre. Además, la conspiración del villano y la historia de Robin Hood corren por carriles separados toda la peli, y sólo al final vienen a encontrarse, de manera un tanto forzada para que Robin Hood tenga una motivación que usar para terminar con el maloh. Sumémosle una banda sonora un tanto desmayada por parte de Marc Streitenfeld (habitual del Scott de segunda mitad de década: "Un buen año", "Gangster americano", "Red de mentiras"...), y ya la tenemos liada. Por todo lo anterior, no puedo decir que sea mala (lo repito: el buen empaque), pero desde luego que está lejos de ser tan adrenérgica como se suponía debía ser. Con decir que en "Las aventuras de Robin Hood", con todo lo trasnochada que está esa versión con Errol Flynn usando mallas verde travesti (¡o, demonios, que en "Las locas aventuras de Robin Hood" de Mel Brooks!) vemos más acción que acá, está todo dicho. ¡Ah! Y al final (¡¡¡SPOILER, LEÑE, SPOILER!!!) Robin Hood se transforma en el forajido que todos aprendimos a amar. O sea, invertimos casi dos horas y media de nuestras vidas en ver lo que otras pelis despachan en quince minutos, si es que no parten derechamente in media res como el "Robin Hood" de Disney. Y lo que haga Robin Hood como bandido, esperar a la secuela, o qué se creían, ¿que no íbamos a sacarles los cuartos de los bolsillos acaso? ¡¡¡Somos mercachifles de Hollywood, coño, y amamos el vil dinero de vuestros bolsillos, MUAHAHAHAHÁ!!! (FIN DEL SPOILER).

-- Un punto encomiable de esta peli, es el enfoque. Se ha dicho que en esta peli Robin Hood es menos Robin Hood que nunca (correcto, desde cierto ángulo), que no captura la magia del Robin Hood original, y todo eso. Sin embargo, esta crítica sí que es injusta. Porque el reloj de la Historia ha girado, ya llevamos una década entera del XXI, y no podemos pretender que se vuelva a rodar again and again "Las aventuras de Robin Hood" de 1938, que para los estándares actuales es, por decirlo con toda suavidad, un tanto inocentona. Si hay un pecado en el que incurría "El príncipe de los ladrones" es que justamente era demasiado conservadora en sus recursos narrativos, como si para dirigirla hubieran sacado a una venerable momia de los '50s resucitada a punta de conjuros y ensalmos. Ya el propio Ridley Scott había cambiado el cine de acción histórico para siempre con "Gladiador" (razón por la cual las comparaciones no son gratuitas, además de compartir prota), y no se puede pedir que volvamos a lo mismo otra vez. Claro, la maniobra falla por otros respectos (lo dicho, un guión imposible), pero no porque no haya un intento sensato de traer a Robin Hood de lleno al universo fílmico del XXI.

-- Las actuaciones cuentan como de lo mejorcillo en la peli. Se ha criticado que Russell Crowe ha transportado a su Máximo de "Gladiador" un milenio en el tiempo y lo ha llevado a la Edad Media, pero esa crítica es injusta porque todos sabemos que Crowe interpreta más o menos siempre al mismo personaje (al propio machorrecio pelompecho Crowe, a saber), así es que si ibas al cine esperando algo diferente, es que has vivido debajo de una piedra durante los últimos diez años, chico, que si te engañaron, tuya es la culpa y de nadie más. A su lado tenemos a una Cate Blanchett con una química no demasiado buena con Crowe (¡qué pareja romántica más deslavada, por Bastet!), pero que saca bien la papeleta actuando a una heroína de armas tomar, en vez de la clásica Marion en peligro de versiones más clásicas del personaje (insértese suspiro romántico gatuno aquí). Mark Strong (que ya había interpretado al jefe de espías jordano en "Red de mentiras", para Ridley Scott) se mueve cómodamente en el terreno familiar del villano que nos había dado en "Sherlock Holmes" y otras producciones, aunque por culpa de un guión que no se hace tiempo para mostrarnos de lleno su vileza (aparte de algunos actos de crueldad gratuita, que palidecen frente a los del malo de "El patriota", todo sea dicho), jamás llegamos a odiarle como se suponía que debíamos, tratándose del maloh. Oscar Isaac como el Rey Juan, Eileen Atkins como la Reina Leonor, William Hurt como el "consejero bueno" y un más que perdido Matthew Macfadyen como el Sheriff de Nottingham, entre que se esfuerzan o al menos tratan de no desteñir, pero nunca llegan a lucir demasiado (aunque servidor echó de menos más Léa Seydoux, la chica que interpreta a la esposa de Juan, que algo animaba el cotarro con su estrogénica presencia). Y el pobre Max von Sidow, que ha ido desde Jesucristo ("La más grande historia jamás contada") hasta Ming el Despiadado ("Flash Gordon") en el lapso de una sola vida, ahora se ha transformado en el padre putativo de Robin Hood (sólo le faltan Moisés y Batman Beyond, y ya puede morirse tranquilo el vejete), y su interpretación cuenta como de lo mejorcillo dentro de un elenco que en promedio se gana el aprobado justito, y poco más que eso.

-- Si algo tienen los blockbusters hollywoodenses, es lo que inconscientemente dicen sobre la mentalidad yanketa en la época en que se hacen. Acá, por enésima vez, el tema es la Patria expoliada por una guerra absurda librada en una tierra distante en la que a los ciudadanos no se les ha perdido nada (Medio Oriente más encima, si es que estos yankis no entienden de sutilezas). Hay un cambio de gobierno cuando el antiguo monarca muere, y el nuevo gobierno está lleno de palabras de buena crianza, pero en el fondo es un macarra petulante (ni siquiera inteligente, porque por Bastet que es tonto el pobre) que habla sobre unidad nacional y derechos ciudadanos para todos como una manera de engañar a la pobla y conseguir su adhesión, a la par que trata de fortalecer la corona cobrando nuevos impuestos para seguir financiando el complejo militar-industrial (¡impuestos que después despilfarrarán en "planes sociales", si ya os oigo gritarlo, y es que sois todos republicanos!). Al final el mensaje pareciera ser que el tipo que fue a pelear una guerra inútil al Medio Oriente, andaba desencaminado y hundió a su nación, pero es que mírenlo, si tan buenas intenciones que tenía el pobre, y hasta algo de caballeroso se deja en el campo, mientras que el nuevo Gobierno que trata de limpiar el cagarro dejado por el antecesor, es mezquino y codicioso y tonto ¡¡¡Y QUIERE TUS IMPUESTOS!!! Neoconismo a la vena y sin anestesia. (En la "Robin Hood" de Disney, al menos tienen el detalle de exculpar al Corazón de León, porque el maloh malosoh lo había hipnotizado y por eso éste se manda la tontería de embarcarse en la Cruzada y tal). (Aunque en la historia real, el Lionheart era cualquier cosa menos un héroe, aunque no es que Juan Sans Terre mejorara tanto la cosa). Claro, los guionistas pueden alegar que no fue adrede la cosa, pero el inconsciente traiciona de todos modos, ¿no?

IDEAL PARA: Esperar a que salga en DVD.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "ROBIN HOOD":

-- "Robin Hood, aventuras como las de antes" en Soy Crítico.
-- "Robin Hood, Nuevos aires en Sherwood" en Zona Negativa.
-- "Robin Hood: Tirando Flechas" en Panfleto Negro.
-- "Robin Hood de Ridley Scott" en The Word.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].



-- Segundo trailer de la peli, con un spoiler del tamaño de Inglaterra y Francia juntos [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 17 de junio de 2010

"Pesadilla en la Calle Elm" (2010).


-- "A Nightmare on Elm Street". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Samuel Bayer.
-- Actuación: Jackie Earle Haley, Kyle Gallner, Rooney Mara, Katie Cassidy, Thomas Dekker, Kellan Lutz, Clancy Brown, Connie Britton, Lia D. Mortensen, Julianna Damm, Christian Stolte, Katie Schooping Knight, Hailey Schooping Knight, Leah Uteg, Don Robert Cass.
-- Guión: Wesley Strick y Eric Heisserer, sobre una historia del primero, basados en los personajes creados por Wes Craven.
-- Banda Sonora: Steve Jablonsky.

-- "Pesadilla en la Calle Elm" en IMDb.
-- "Pesadilla en la Calle Elm" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¿Más café, por favor? ¿Señorita, más café...? Pero qué... hijjjj... ¡Oye, tú, ven, tráeme más caf...! Er... Er... ¿Dónde estoy? ¿Y esto? ¿Y estas cabezas de animales cocinándose, que parecen sacadas de un videoclip de los '90s? ¿No estaré en los reinos de...? ¿Ese tipo, el de dedos cuchillosos y jersey a rayas de los '80s...? ¿Ah? ¡¡¡AUGH!!! Oye, te quedaste dormido. Oh, sí, mira, lo siento, yo... tuve un sueño raro. Como si el tipo de La Isla y Transformers me hubiera mandado de regreso a una peli de terror cutre de... bueno, no importa. Porque, qué de malo puede pasarme si me quedo dormido, si después de todo es sólo un sueño... ¿Eh? ¡¡¡AGH!!! ¡¡¡UGH!!! ¡¡¡NO!!! (Oh, yeah!). El pobrecito que se quedó dormido para no despertar, ahora lo están enterrando, y vemos a cuatro personajes alrededor que están mirándose unos a otros, porque no vayan a ser cosa que los tomen por locos, pero... todos ellos sueñan con un tipo con jersey a rayas y el rostro quemado y los dedos de cuchillo, y a todos ellos les ha pasado algo que les muestra que, si se quedan dormidos, es el final, kids. De manera que empiezan a explorar en el oscuro pasado de su ciudad, y en su propia vida anterior, la que sus padres parecen empecinados en borrar a toda costa. Quizás ésa sea la única manera de combatir contra Freddy Krueger. O quizás no, quizás él necesite que lo recuerden para obtener la fuerza necesaria para destruir a todos sus enemigos...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1984, en medio de la oleada de Jalogüines y Martestreces, surgió un slasher diferente. Hasta el minuto, todos los asesinos seriales macheteacalentorros eran simples tipos detrás de una máscara, más o menos poderosos, pero humanos. Freddy Krueger fue el primero (o el primero que tuvo éxito, al menos) cuyo trasfondo fue netamente sobrenatural desde el comienzo. Claro, por el camino también Michael Myers y Jason Vorhees también se hicieron sobrenaturales, porque la competencia es dura y uno no se puede quedar en el camino (y de "Freddy vs. Jason" mejor no hablemos). Pero Freddy Krueger fue un éxito inmediato. En la mitología de las pelis de Pesadilla (pesadilla fue que durara seis entregas, y que hubiera una séptima que era secuela y no, además del crossover ése, ya saben a qué me refiero) hubo espacio para mucho más que el mero cine slasher. Claro, el corazón de la franquicia (e hígado, bazo, riñones...) era ver a Freddy rondando mientras se escabechinaba a los muñecos de rigor, pero también Freddy era la materialización de un terror mucho más profundo, el viejo y ancestral miedo a dormir y no despertar. O el sueño como sinónimo de la muerte. ¿Acaso no decimos de las personas que están muertas, que están en el "sueño eterno"? ¿Y acaso no hablan los veterinarios, cuando nos tienen que eutanasiar a los gatos, de "dormir" a la mascota? (Humanos arrogantes, como si nosotros no fuéramos los amos, hahá). En fin, en qué estaba. Ah, sí. El personaje de Freddy Krueger, inesperado hallazgo del por otra parte irregular Wes Craven ("Las colinas tienen ojos", la "Pesadilla en la Calle Elm" de 1984, "La serpiente y el arcoiris", "Shocker: 100.000 voltios de terror", "La gente detrás de las paredes", "Scream"), se transformó en un símbolo por sí mismo, una nueva y diabólica encarnación de las fuerzas de la oscuridad. En la oleada de remakes y reboots que invadió Hollywood a partir de "Batman inicia" y "Casino Royale", no era tan impredecible que Freddy tuviera su propio reset-button. Ya habíamos tenido un "Martes 13" con un nuevo inicio. Y dénlo por hecho, de esta "Pesadilla en la Calle Elm" habrá secuela: costó 35 millones, pero a la fecha de escribir esto había recaudado 100. Se los doy firmado. Palabra de General Gato.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La verdad, no hay demasiadas razones por las que valga la pena ver este reboot/remake. No es que sea mala de solemnidad (no lo es), pero es una peli completamente superflua. El principal pecado es que tomaron la trama de la peli original casi literalmente, incluyendo una tonelada de escenas no diré calcadas, pero sí abordadas de una manera que aburrirá sobremanera a quienes hayan visto la "Pesadilla en la Calle Elm" original. Y claro, la peli original te metía cuco porque estaba el misterio de quién diablos es el tipo del jersey a rayas que le gusta tejer pellejos a cuadritos con sus cuchillos, mientras que acá, ya Freddy es un personaje consolidado y aceptado en la cultura popular, y quién no lo conoce, vamos. Es como si ahora quisieras hacer una peli sobre Jesucristo en la que todo el suspenso radica en saber cuál de todos los discípulos lo va a traicionar, cuando sabemos de sobra que fue Judas Iscariote sin haber visto esa hipotética peli. Quizás parte importante del problema es que en la silla del productor esté sentado Michael Bay (sí, señores: "Armagedón", "Pearl Harbor", "La isla", "Transformers"...), tipo al que el terror le resbala por completo, y no debe ser casualidad que algunas de las escenas de más empaque dentro de la peli, sean justamente las de acción física pura y dura (léase, Freddy luchando a mano limpia, o a cuchillo limpio). Aún así, la peli tiene algunos puntos para defender. La dirección de Samuel Bayer es acertada, tratando de hacer lo que puede con un guión tan amuermante, aprovechando toda su experiencia como uno de los más grandes directores de videoclip de la MTV noventera (joyitas audiovisuales como "The Heart's Filthy Lessons" de David Bowie u "Only Happy When It Rains" de Garbage son suyos) para crear una densa atmósfera onírica, en la que llega un instante en que no se sabe qué es el sueño y qué la realidad. Jackie Earle Haley (el estupendo Rorscharch de "Watchmen") es un estupendo reemplazo para Robert Englund, probablemente el único que podía hacer el trabajo sin caer en el ridículo más supino, tanto en las escenas como el asesino de los sueños, como en los flashbacks en que lo vemos en su vida normal (esa cara de pedófilo...). A su alrededor, las actuaciones son cumplidorcitas dentro de lo que cabe, y sin ponerse muy exigentes. Y el soundtrack a cargo del usualmente ineficiente Steve Jablonsky ("Transformers") funciona inesperadamente bien (tampoco es que sea tan tremendo, pero es que viniendo de quien viene...). El guión mueve el énfasis desde el conflicto generacional presente en la primera (y en sus secuelas), hacia la soledad del adolescente actual, indefenso frente al mundo y sin otro recurso que conectarse a Internet, lo que es un giro interesante, aunque como es de esperar, no bien explotado. Un adolescente nacido en los '90s, que nunca haya visto una peli de Freddy Krueger antes, o al menos no una de "las clásicas", o que las considere un tanto añejas (y admitámoslo, ese ochenterismo de las primeras entregas como que ha envejecido un tanto mal), puede llevarse una agradable sorpresa aquí (bueno, ya saben qué quiero decir con "agradable"). Pero sí ya has visto la "Pesadilla en la Calle Elm" original, lo que es más que probable si estás dentro del rango etáreo supra25/30, no necesitas ver este remake, porque no vas a encontrar ninguna relectura interesante o novedosa, más allá de los FXs un poco más pulidos.

IDEAL PARA: Fanáticos de Jackie Earle Haley, que debe haberlos, o completistas de la franquicia, o larvas que crean que la Historia del Cine partió con "Armagedón".

domingo, 13 de junio de 2010

"Caravaggio" (2007).


-- "Caravaggio". Italia / Francia / España / Alemania. Año 2007.
-- Dirección: Angelo Longoni.
-- Actuación: Alessio Boni, Elena Sofia Ricci, Jordi Mollà, Paolo Briguglia, Claire Keim, Benjamin Sadler, François Montagut, Francesc Garrido, Paolo Giovannucci, Francesc Orella, Mauro Marino, Luigi Diberti, Ricard Sadurní, Roberto Bisacco, Marta Bifano, Arnaud Giovaninetti, Ruben Rigillo, Blas Roca-Rey, Francesco Siciliano, Sarah Felberbaum, Maurizio Donadoni, Joachim Bissmeier, Luca Capuano, Giuliano Oppes, Florian Teichtmeister, Manuel Witting.
-- Guión: James Carrington y Andrea Purgatori.
-- Banda Sonora: Luis Enríquez Bacalov.

-- "Caravaggio" en IMDb (serie televisiva original).
-- "Caravaggio" en la Wikipedia en italiano (serie televisiva original).

¿DE QUÉ SE TRATA?

A bordo de un velero de medio raídas velas, vemos a un hombre muriéndose, y como suele suceder en las pelis artíticah europeas, en vez de simplemente tumbarse pa' fallecer, va y nos suelta un tremendo monólogo acerca de la vida, la muerte y todo lo que está entre medio, que para eso él es un... ¡¡¡PERSONAJE HISTÓRICO!!! ¡¡¡BUAAAAAÁ, TENGAN MIEDO!!! De esa manera, su mente lo hace retroceder en el tiempo hasta la época en que era joven e indocumentado, y emprende el viaje a Roma. Porque, eso no lo había dicho, aunque el lector de Cine 9009 que sea culto ya lo habrá adivinado por el título de la peli, estamos en la Italia de finales del XVI, la época del Caravaggio histórico que sirve de base a este biopic, precisamente. Y en esa época el equivalente de los rockstars eran los... ¡¡¡PINTORES!!! ¡¡¡PINTA BONITOS CUADROS Y LUEGO DILE NO A LA PIRATERÍA!!! ¿En qué estaba? Ah, sí, Caravaggio yendo a Roma. Resulta que llega allá, y vive una vida sombría y putrefacta, porque como sabe cualquier historiador o literato de pro, en la época "¡Oh, Roma! en tu grandeza, en tu hermosura / huyó lo que era firme, y solamente / lo fugitivo permanece y dura". Que la ciudad que era sede papal era un putiferio infecto, lleno de duelos, intrigas políticas entre gentes de poca monta, y sífilis, amenizado todo ello por unas cuantas quemas de herejes a manera de asado dominguero. Resulta que Caravaggio las pasa un poco testas porque tiene un carácter de demonio y señor mío, pero como es un hombre talentoso, un poco el Rocky de los artistas del XVII, obtiene los favores (no sexuales, remarco el punto por lo que pudiera entenderse, si mal que mal, hablo de un provecto hombre de Iglesia, y ya ha quedado asentado que Caravaggio es "rarito") de un provecto hombre de Iglesia, precisamente, que lo protege y cuida por su talento con los pinceles (literalmente, no es metáfora sexual, insisto). Pero Caravaggio, bueno, Caravaggio es mucho Caravaggio, que no por remar por babor y estribor es menos machito a la hora de darse de trompadas con la gente, así es que se meterá en un problema y en otro y en otro más. Y entre medio, este pintor hasta pintaba y todo, el muy majo.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Si su seguro servidor el General Gato tuviera que hacer un Top 100 de los mejores pintores de todos los tiempos, Caravaggio estaría en un lugar alto, pero muy alto. Caravaggio es pieza fundamental para entender un período pictórico tan apasionante y peculiar como lo es el Barroco, con su mezcla de pietismo espiritualista y su chocante brutalismo social. Pero si pasamos del Caravaggio pintor al Caravaggio personaje, nos encontramos con un tipo fascinante y complejo, un artista maldito en toda su dimensión, una especie de antecedente del rockstar del "vive rápido y muere joven". Si bien los conocedores suelen tener en alta estima a Caravaggio, su obra pictórica no es popular entre el grueso público como un Leonardo o un Goya simplemente porque su pintura es malsana, sórdida y opresiva (no por nada, a la corriente pictórica iniciada por Caravaggio, e imitada hasta la saciedad durante el siguiente medio siglo y más allá, se la llama "tenebrismo"). Caravaggio es capaz tanto de pintar el Baco borracho más andrógino ever, como de mostrar al bíblico Holofernes chillando como barraco mientras es degollado por una Judit que lo mira con la frialdad de una cocinera destripando el pescado para la cena. Un arte chocante, no apto para las masas, ni siquiera atenuado por el pretexto mitológico como sucede con el Saturno devorando a sus hijos de Goya, que es un cuadro monstruoso pero bueno, es tan fantástico que no produce tantas cositas como... bueno, como ESTO. Además, el Caravaggio histórico es un enigma, y ha sido objeto de más de un estudio siquiátrico que en clave retcon tratan de dilucidar si el tipo era sicótico, sicópata, paranoico, esquizoide, esquizofrénico, etcétera, porque con lo que se sabe de su vida, con un temperamento explosivo que siempre liado en problemas y muerto en oscuras y zafias circunstancias, no es probable que haya tenido lo que se llama una azotea bien entejada precisamente. De manera que adaptar la vida de Caravaggio para el cine es al mismo tiempo una experiencia desafiante (los artistas malditos metidos en su espiral de autodestrucción siempre dan jugo de sí, y si no díganselo a "Behind the Music") como un casi imposible, tanto por lo difícil de comprenderlo y plasmar lo que se alcanza a comprender de él, como porque a diferencia de un Rembrandt o un Picasso, la marca Caravaggio siempre ha sido un secretito entre conoceurs, no un for sale de multitiendas por pisos. La adaptación canónica de su vida, por cierto, mencionémoslo, es el biopic "Caravaggio" que le dedicara el maric... er... quiero decir, el interesante artista conceptual gay Derek Jarman, por allá por 1985. Lo que circuló como "Caravaggio" en el 2007 y siguientes, y que estamos comentando aquí, es en realidad la condensación en 130 minutos de una miniserie italiana que duraba 180 en su versión original en dos tandas. Bueno, "circuló" es un decir, que estreno comercial en cines, por lo menos en los cines de Chile, esta peli no lo tuvo, más allá de algún cine arte malamente sobreviviendo entre las multisalas copadas con "Iron Man 2", "Alicia en el País de las Maravillas" o "Furia de titanes". Es lo malo con Caravaggio, que no usaba una armadura chula, ni viajaba por mundos mágicos, ni era mitológico, y su único superpoder era saber usar bien el pincel...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Sabio es el hombre que conoce sus capacidades, y más sabio aún el que conoce sus limitaciones. "Caravaggio" podría ser un buen ejemplo de esta máxima. La peli es atrevida en aquello que juega de local, pero da un paso al lado en todas las honduras en las cuales podría naufragar. Meterse de lleno en el simbolismo y el universo pictórico de Caravaggio es como mínimo una tarea algo compleja, y o lo haces bien, o la cagas sin remedio. Esta peli prefiere moverse por el cómodo espacio del biopic al uso, contándonos la historia del pintor en forma más o menos novelada, e intercalando de tarde en tarde algunas escenas con personajes modelando para los cuadros de Caravaggio y mostrándonos así la gestación (que no el sentido o significado, eso se deja a la inteligencia y cultura del espectador) de cada obra. ¿Decepcionante? Un poco, sí, pero más decepcionante hubiera sido que se las hubieran dado de culturetas y hubieran fallado en el intento (y con Caravaggio es fácil pifiarla). A cambio, tenemos algo en lo que las producciones históricas italianas de la RAI nunca fallan: una suntuosa recreación de época (ayudada, claro está, porque Italia tiene las locaciones renacentistas intramuros), una rica fotografía (reminiscente del estilo caravaggiano mismo, aunque sin llegar al homenaje visual directo, en un alarde de estilismo sutil), una banda sonora algo incoherente pero muy potente (cortesía de Luis Bacalov, antaño soundtrackista de Spaghetti Westerns), y un guión bien llevado de principio a fin, que si bien se permite alguna que otra salida simbólica, en general está bien aterrizado. La recreación de época es magnífica, y no solamente en la parte formal (vestuarios, decorados) sino también en el contexto y mentalidad. La peli no se arruga en mostrarnos la Roma del siglo XVII como la ciudad bruta y mugrienta que era, ni tampoco hace ningún intento por blanquear la corrupción, el fanatismo y el puterío en que estaba sumergida la omnipresente Iglesia Católica por aquellos años. O sea, estamos en las antípodas del cine histórico hollywoodense, que si algún día se atreve con Caravaggio, lo convertiría en un héroe atormentado sin más, blanquearía su currículum (nada bisex, entendámosnos), y lo ubicaría en una Roma en donde todas las aldeanas pobretonas tendrían harapos de alta costura y dentadura Colgate. Además, la peli detalla bien la lucha que entablan las inevitables envidias, resquemores e intrigas con lo que los mediocres se oponen al genio que amenaza con sumergirlos. Quizás el único defecto de la peli es que algunas situaciones pasan de manera rápida y fugaz y no siempre es claro desde dónde vienen o hacia dónde van tales o cuales personajes, pero claro, estamos frente a la reducción de una serie televisiva, a la que le amputaron cerca de un tercio de metraje. Si sale en DVD, es probable que sea en el formato extendido de las tres horas, porque ahí no tienen las inevitables limitaciones de la distribución ("¿quiere usted que le distribuyamos una peli sobre un pintor italiano al que no lo conoce ni su madre, y además dura tres horas? ¿y cómo diablos le saco siete funciones diarias a una peli de tres horas, me puede decir, ah...?"), pero aún así, la peli en su formato de dos horas se defiende bien.

IDEAL PARA: Interiorizarse en la vida, pasión y milagros de uno de los más interesantes y complejos genios que ha producido el mundo de la Pintura.

VIDEOS.

-- Caravaggio pinta un retrato del Papa [en italiano, sin subtítulos].

jueves, 10 de junio de 2010

"Rise: Cazadora de sangre" (2007).


-- "Rise: Blood Hunter". Estados Unidos / Nueva Zelanda. Año 2007.
-- Dirección: Sebastian Gutierrez.
-- Actuación: Lucy Liu, Margo Harshman, Michael Chiklis, James D'Arcy, Carla Gugino, Robert Forster, Samaire Armstrong, Mako, Nick Lachey, Simon Rex, Cameron Goodman, Marilyn Manson, Anastasia Baranova, Cameron Richardson.
-- Guión: Sebastian Gutierrez.
-- Banda Sonora: Nathan Barr.

-- "Rise: Cazadora de sangre" en IMDb.
-- "Rise: Cazadora de sangre" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un bar de ésos, un vejete se está tomando un güiscacho, y se le aparece una bellísima chica haciéndole cariñatos. El vejete está a punto de cerrar trato (pasta x sexo), cuando de pronto aparece una mejor postora. De rasgos chinos. La chica no le hace ascos a eso de hacerlo con hombres o con mujeres, en tanto los billetes sean buenos, así es que se va con la china. Allí, la china le ordena con gelidez glacial, que se quite todo, de manera que la chica queda en topless, portaligas y tanga (y se ve la mar de bien, qué demonios...). Pero todo es una trampa. ¿Contra la chica? ¡Oh, no! Porque la china, siguiendo el tópico de que los chinos son gente misteriosa, da vuelta las tornas, libera a la chica, y mata al tipejo que ha orquestao todo. Salto temporal al pasado. Vemos como la china se la suda en un periódico, y ha escrito peazo artículo sobre el mundo gótico. La cosa se inflama porque la entrevistada estrella, una goticosa de pro, aparece salvajemente asesinada/escuartizada, etcétera. La periodista se le ocurre meter las narices, básicamente porque se lo ordenan, por aquello de vender periódicos, blah blah blah. El caso es que por meterse allí donde no la llaman, la periodista acaba secuestrada por una secta de vampiros (en la peli no se dice la palabra una sola vez, pero si vive de noche, bebe sangre y tiene colmillos... ya sabes). Después de darse una orgía con la chica, la dejan por muerta. Big mistake. La chica no sólo no está muerta... bueno, lo está, pero no muerta del todo... undead, semiviva, etcétera. Ahora es una de ellos. E irá y los cazará uno por uno. Como Kill Bill, pero a lo cutre, y con vampiros asesinos en vez de asesinos a secas. Y con Lucy Liu pateando traseros en vez de Uma Thurman.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por alguna razón, la década del 2000 fue la de los vampiros por excelencia. Se abrió con "Drácula 2000" y fue in crescendo hasta rematar con "True Blood" (bien) y "Crepúsculo" (mal). Probablemente porque el mundo allá afuera se ha vuelto vampírico. Todas las personas, de una manera o de otra, quieren obtener su tajada del pastel del mundo. Aunque sea vampirizando al mundo, precisamente. En este ambiente, cualquier cosa que tuviera vampiros, podía tener posibilidades de financiamiento. Cualquier cosa, he dicho. Incluso ésta.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Er... Bueno... Es una peli plagada de buenas intenciones. Esto no es "Crepúsculo", en la cual ser vampiro no era una maldición existencialista sino coolness a tope y con superpoderes (¿vampiros que brillan al sol, en vez de ser achicharrados como en barbacoa...? ¡Toma ya!). Aquí, ser vampiro es algo sucio y desagradable. Y además, te regodeas en ello. Que por adultez no se quede: esta peli tiene abundante sangre y gore, y además una enorme cantidad de sugerencias sexuales, además de una buena cuota de desnudos. Con todo eso podrían haber hecho algo bueno. Y sin embargo... no funciona. El guión es simplemente aburrido a más no poder. La anécdota central da con suerte para una hora, el tiempo suficiente para rellenar un capítulo de "Expedientes X" o "Supernatural", pero no: dale con que tiene que extenderse por dos horas el asunto. Cuando parece que va a acabar, algo nuevo sucede que alarga más lo inevitable. Porque sabemos como terminará: la chica va a vengarse de todos los malos. No es que sea malagradecido y reniegue de haber visto a Lucy Liu en bolas, a Carla Gugino en escenas lesbis (y van...) y a Cameron Richardson con peazo topless, pero lo que hace adulta a una peli adulta no es mostrar tías buenas empelotadas ni violencia descarnada, sino el tener ideas y planteamientos de peso. Y esta peli, por debajo de toda su crudeza, en el fondo es tan básica y esquemática como "Kill Bill". Con el agravante de que al menos "Kill Bill" era entretenida. Bueno, "Kill Bill 2" al menos, que la primera en realidad salía sobrando (sintomáticamente, en la primera salía Lucy Liu, también...). Que desde su efímero estrellato en "Ally McBeal", y después en "Los ángeles de Charlie", Lucy Liu viene cayendo a los tumbos por el acantilado, no es en realidad una sorpresa para nadie. Pero la cuestión es como diablos consiguieron convencer a Carla Gugino, que más o menos se las arregla para conservar un nombre que defender... Ah, verdad, ella hace cositas con el director. En cuanto a Marilyn Manson, cualquier cosa que huela a cultie potencialmente puede convencerlo, así es que se prestó (sí, aparece Marilyn Manson sin maquillaje, y hasta parece un tío buena onda y todo, miren ustedes...). Lo de Michael Chiklis es más complicado, porque usualmente es muy simpático y elige más o menos bien donde caer parado o al menos no tan magullado ("The Shield", "Los 4 Fantásticos", "Control total"), de manera que... La peor parte de todo, es que en esta peli consigue Lucy Liu una de sus mejores perfomance, a años luz de sus roles más clásicos (o por decirlo con mala leche, más estereotipados). Que ni una buena actuación de la prota Lucy Liu, ni la sangre, ni los desnudos, ni una fotografía entusiastamente darkgoth, ni un tema vendedor como los vampiros, consigan levantar a este muerto... O mejor dicho, que lo levantan a medias. Que esta peli es consecuente, joer: trata sobre muertos vivientes, y no es una peli ni viva ni muerta, sino una peli muerto viviente. Congruente hasta la sepultura, estos chicos. Bravo por ellos.

IDEAL PARA: Fanáticos de Lucy Liu, fanáticos de los vampiros, y cazadores de desnudos femeninos (o mejor esto último no: para eso existe Google Image con SafeSearch desactivado).

P.D. Haber sabido antes: el director/guionista de esta cosa había sido también de "En compañía del miedo". Las cosas que uno acaba tragándose únicamente por no saber. Bueno, ustedes tienen más suerte, al menos ya están advertidos... (¡¡¡Por el amor de Dios, no me digan que ya la vieron y se epataron, no podría perdonarme el haber llegado demasiado tarde al rescate!!!).

OTRAS PÁGINAS SOBRE "RISE: CAZADORA DE SANGRE":

-- "Rise: Cazadora de sangre" en Under The Rose.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Créanlo o no, el tipo detrás de la barra de bar es Marilyn Manson sin maquillaje [en inglés, subtítulos en... en... en... c'mon, don't f*** today, OK?].

domingo, 6 de junio de 2010

"Príncipe de Persia" (2010).


-- "Prince of Persia: The Sands of Time".
-- Dirección: Mike Newell.
-- Actuación: Jake Gyllenhaal, Gemma Arterton, Ben Kingsley, Alfred Molina, Steve Toussaint, Toby Kebbell, Richard Coyle, Ronald Pickup, Reece Ritchie, Gísli Örn Garðarsson, Claudio Pacifico, Thomas DuPont, Dave Pope, Domonkos Pardanyi, Massimilano Ubaldi.
-- Guión: Boaz Yakin, Doug Miro y Carlo Bernard, basado en una historia de Jordan Mechner, basada en su videojuego.
-- Banda Sonora: Harry Gregson-Williams.

-- "Príncipe de Persia" en IMDb.
-- "Príncipe de Persia" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Algunas vidas están enlazadas en el tiempo blablablá, o así nos dicen unos cartelitos supuestamente ilustrativos al comienzo, y pensamos que va a ser una de reencarnaciones y "creo que te conozco desde siempre" y en una vida pasada etcétera. Los saco del error de una: no es sobre reencarnaciones. Es sobre un niñato llamado Dastan que, con el impulso de la juventud, va y defiende a un compañero de un guardia estilo ropero de tres cuerpos y etcétera. Actitud tan gallarda y viril llama la atención del rey de Persia, que justito iba pasando por ahí, y va y lo adopta como hijo. Pasan quince años, el tal Dastan está instalado en el Palacio y todo, y ha marchado a la guerra. En la frontera, los malvados dirigentes de Alamut están juntando armas de destrucción masiva y se preparan para rebelarse contra... ¡Persia! ¡El Imperio! (¿a alguien le suena un poco todo esto? ¡Si hasta en un punto de la peli mencionan Irak!). Y Alamut será una ciudad sagrada muy sagrada y todo, pero los persas son mucho persas, e ingresan a saco a la ciudad, y religión mi par. La dichosa ciudad cae en manos persas, pero a partir de entonces, los acontecimientos se precipitan. Dastan, el héroe de la jornada (era que no), acaba echándose encima a la princesita mimada de la ciudad, soportable únicamente porque tiene una carrocería modelo F1, el rey de los persas muere víctima de un complot (creyendo que su hijo adoptivo lo ha traicionado, para que sea más cruel la escena si es que cabe), y pronto la pareja dispareja debe darse a la fuga. En breve, Dastan no sólo tendrá que limpiar su nombre de las malvadas maquinaciones del villano de turno, sino que además se ve enfrascado en la guerra por un mcguffin que podría desatar el apocalipsis/armagedón/auditoría sobre la Humanidad y etcétera. Lo de siempre, vamos.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Me cuentan mis hermanos mayores (en realidad no, pero no quiero que se note el paso del tiempo, ehm) acerca de un juego llamado "Prince of Persia", que era chulo molón para sus años (hablamos de los tempranos '90s, que es cuando se supo de su existencia acá en Chile). El juego era impresionante para su tiempo, porque el personaje parecía más o menos eso, un personaje, y no una nube de pixeles retratando a un humano abstracto Picasso' style. Recordemos que en esos tiempos no se hablaba de gigas de disco duro, sino de procesadores 286, 386... (los menores entre ustedes ni saben de qué hablo. Y bendita sea su ignorancia). Se le suele atribuir el éxito del juego a su gran jugabilidad (valga la redundancia), a la fluidez de sus gráficas, y en general a todo el apartado técnico, pero yo creo que hay un factor adicional: la ambientación. Porque en vez de elegir opciones de toda la vida como la Europa Medieval, las tumbas aztecas (¡"Montezuma"!), la China o el Japón de los samurais, el juego se decantó por Persia, cultura que ha sufrido la humillación de verse considerada a nivel común como un apéndice del mundo árabe, en vez de una civilización por derecho propio (en eso, "Prince of Persia" fue un pionero, antes que "Age of Empires" o "Civilization", y válgame que tenían cojones para eso, habida cuenta de que desde los '80s, con el villano favorito de todos el Ayatola Jomeini, poner a Persia como "los buenos" era casi una herejía, y sigue siéndolo en buena medida incluso hoy). Y bien, llegó la hora. En la resurrección de la épica post2000 (post "Gladiador" y post "El Señor de los Anillos") habíamos tenido épica germánica ("El Rey Arturo", "Beowulf"), nacionalcatólica ("Cruzada"), griega ("Troya", "Alexander", "300"), romana ("La última legión"), japonesa ("El último samurai") y pirata ("Los Piratas del Caribe"), pero de los persas nada (y del mundo islámico en general, ya puestos, tampoco, porque como sabemos, desde el año 2001 que son "los malos", así es que vayan olvidándose de tener algún biopic sobre la expansión musulmana del siglo VII, al menos de momento). "Príncipe de Persia" viene a saldar la deuda. Que la pague bien pagada, eso es cuestión de opiniones.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Nuevamente voy a ir a contracorriente de la crítica erudita para quienes o es el Indiana Jones de Steven Spielberg (y sólo las tres primeras) o nada, y voy a defender esta peli. ¿Es brillante, es la pipa, es la revolución en dos patas? No. Es el cine de acción y aventuras palomitero de toda la vida. Pero es buen cine de acción y aventuras palomitero. La peli juega sin complejos con los clichés de toda la vida (el aventurero con una misión, la chica malas pulgas que al final se derretirá por el héroe, el rey bondadoso, el malvado poder detrás del trono, el artefacto mágico que desatará el fin del mundo, y una ambientación exótica para todo lo anterior), y se mantiene en esa delgada línea de equilibrio entre no caer ni en la petulancia de ser lo chulo y antes nunca visto por un lado (el defecto clásico de Michael Bay, por ejemplo), y la parodia autoconsciente por el otro. Esta peli se toma a sí misma suficientemente en serio como para las peripecias de sus personajes nos interesen, sin ser tan mayestática que nos cause risa por el humor involuntario. Y eso es una rara avis por estos días. Por supuesto que no hay que pedirle demasiado a la historia (el plan del villano es lo suficientemente descabellado como para que podamos reirnos viéndole tratar de matar una mosca a cañonazos, por explicarlo de una manera que no implique spoilers), ni tampoco a los personajes, que responden a una serie de arquetipos mil veces vistos antes en el cine, pero también a veces hace bien desconectar el cerebro y dejarse llevar. La peli y sus ambientaciones se sienten como si fueran Persia de verdad y no un escenario musulmán genérico (aunque no tratemos de situar históricamente la trama porque lo mismo podría ser la Persia aqueménida, la sasánida o la safavida, y todos tan contentos), y eso le hace mucho bien a la hora de suspender la incredulidad. Mike Newell, mercenario perseguido en varias jurisdicciones por haber rodado "La sonrisa de la Mona Lisa", "Harry Potter y el Cáliz de Fuego" o "El amor en los tiempos del cólera", hace una dirección no memorable (como de costumbre, en realidad), pero sí eficiente, y salva el dinero. Contra toda esperanza, el improbable Jake Gyllenhaal interpreta a un héroe creíble, Gemma Arterton se defiende en su cómodo terreno de chica dura (dura de carácter y dura de carnes, entiéndase en ese doble sentido por supuesto), Ben Kingsley se divierte de lindo haciendo un rol no especialmente memorable pero tampoco un mamarracho como otros en que ha caído desde que (sí, joer, que Halle Berry no es la única que ha caído así de tanto) ganó el Premio Oscar al Mejor Actor por su protagónico en "Gandhi", y la joya de la corona es Alfred Molina explotando al máximo su rol de alivio cómico (a ratos recuerda un poco al entrañable Danny DeVito de "La joya del Nilo", pero con algo de más mala leche). Y Harry Gregson-Williams nos regala un soundtrack discreto y cumplidor. ¿Qué más puedes querer de una peli? ¿Contenido, profundidad filosófica, cátedra sobre cómo se debe rodar una peli? Bueno, OK, tienes derecho a pedirlo, pero si aún así acabaste por ver esta peli, no puedes quejarte después de que te tomaron el pelo. Esta peli no ofrece más que entretención pura y dura a la vena, y cumple con eso, y el resto es pedirle peras al olmo. O vastos océanos a Persia, ya en vereda.

IDEAL PARA: Esos días en que se necesita aventura de la buena.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 3 de junio de 2010

"La Esmeralda 1879" (2010).


-- "La Esmeralda 1879". Chile. Año 2010.
-- Dirección: Elías Llanos Canales.
-- Actuación: Fernando Godoy, Jaime Omeñaca, Víctor Montero, Víctor Rojas, Roberto Prieto, Ariel Mateluna, Francisca Opazo, Andrés Reyes, Maximiliano Vivanco, Nicolás Poblete, Renato Munster, Marcelo Maldonado.
-- Guión: Elías Llanos Canales.
-- Banda Sonora: Elías Llanos Canales.

-- "La Esmeralda 1879" en su sitio oficial en español.
-- "La Esmeralda 1879" en la Wikipedia en español.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Valparaíso, 1941 (¡un momento! ¿No se supone que es una peli sobre el Combate Naval de Iquique, que fue en 1879? ¡Damn it, es otra de reminiscencias del pasado que rellenan minutos de escena!). Un automóvil se desliza con un oficial muy encopetao, que va a dar una charla para unos niños, porque él, Wenceslao Vargas... ¡Estuvo a bordo de la Esmeralda! ¡Y sobrevivió para contar el cuento! Cuando llega ante los niños, que por supuesto tienen una cara de que la historia patria les resbala, que la historia como mucho la conocen por la línea de cartas de "Héroes: La gloria tiene su precio" para Mitos y Leyendas... en fin, ante esos chavales el pobre hombre se conmueve y empieza a rememorar... ¡Ahora sí! Iquique 1879. La Escuadra chilena se ha dirigido al Perú a partirle todo lo que se llama cavidad bucal a los peruanos en su propio puerto del Callao. La Esmeralda se ha quedado atrás, un buque tan viejo que tiene las calderas funcionando más a fuerza de maulas y bulerías porque esas cosas con ciencia y técnica no se explican, y además con una tripulación de bisoños que ni siquiera se han hecho hombres dándole un buen repaso a algún cristiano del bando contrario, como en cualquier guerra que se precie de tal. El capitán Arturo Prat llega a hacer guardia, mientras el grumete Wenceslao Vargas las pasa canutas por su inexperiencia e indisciplina. Pero todo eso está por cambiar. Porque al día siguiente, los vigías gritarán "¡Humos al norte!". Pronto, la Esmeralda quedará enganchada en combate con el muy superior monitor Huascar, y los chilenos a bordo sufrirán la más horrible prueba de sus vidas, pondrán a prueba su valor, se lanzarán con arrojo y heroísmo, entrarán a la inmortalidad, pasarán a los textos escolares de los chilenos, se bautizarán calles con sus nombres, se harán pelis sobre ellos, etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Aunque la gesta del 21 de Mayo, de Arturo Prat y sus marinos batiéndose en la Esmeralda contra un enemigo muy superior y sin ninguna esperanza, forma parte del ADN nacional chileno, el cine no se había atrevido a escenificar esta historia. Por un lado conspiraba la falta crónica de presupuesto para hacer pelis en Chile, algo que se ha conseguido paliar sólo en parte en los últimos años gracias a las cámaras digitales y los FXs por computadora, si total de YouTube a "Cloverfield" hay sólo un paso. En segunda, como buenos artistas latinoamericanos, los cineastas chilenos tienen que mantener una pose de hermandad latinoamericana y todas esas zarajandas, y eso les impide rodar un género tan gozosamente xenófobo y maniqueo como lo es el cine de guerra (al menos, el cine de guerra en su concepción tradicional, porque aquí en Chile tuvimos la muy acerba crítica de la Guerra del Pacífico que fue "Caliche sangriento"), porque cuando los yankis muestran a un Joe ametrallando nazis pues eso está bien que para eso son nazis, pero mostrar a un chileno repasando a un peruano, eso sí que no, qué van a decir nuestros vecinos. Y en tercera, factor no menor, los militares en Chile no andan con los bonos altos debido a la dictadura militar primero (1973-1990), y a unos cuantos incidentes posteriores como los reclutas muertos por congelación en la Tragedia de Antuco porque sus superiores no los proveyeron con ropajes adecuados para entrenamiento en nieve (2005), o a las nuncas demasiado aclaradas deficiencias logísticas que se produjeron con ocasión del Terremoto de Febrero de 2010, en que un aviso oportuno de riesgo de maremoto hubiera podido salvar innumerables vidas en la Octava Región. No debe ser casualidad que el ejemplo inmediatamente anterior de cine militarista chileno sea la anémica "El último grumete de la Baquedano", rodada en 1983, o sea, en plena dictadura militar, cuando un proyecto de esas características tenía todos los pases para ser financiado y rodado. Por todo lo anterior, no puede menos que celebrarse los cojones de Elías Llanos Canales, que suponemos a punta de pura voluntad, se las arregló para levantar la primera peli chilena en forma sobre el Combate Naval de Iquique. Bueno, existía el telefilme "Arturo Prat", por supuesto, el que exhibieron en el ciclo de "Héroes, la gloria tiene su precio" en Canal 13, pero como comentábamos en su día acá en Cine 9009, los resultados allí eran bastante mediocres, siendo muy indulgentes. "La Esmeralda 1879" no se acompleja y va a por el oro. Y es probablemente el estreno nacional del Bicentenario en Chile. Aunque sea porque es la peli más cara de la historia chilena, hasta lo que va del año 2010 al menos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Primero que nada, digamos que esta es una peli honesta. Asume sin complejos ni berrinches autorales su condición de cine bélico de toda la vida, de "nosotros contra ellos", sin tampoco caer en el panfleto apologético de la vida militar ni mucho menos. En la primera sección no se hace una larga relación de los personajes y etcétera, sino que se nos muestra la vida a bordo de una nave de guerra del siglo XIX, con su disciplina, sus costumbres, su vocabulario, etcétera. Claro, todo esto constituye una apología del militarismo al final del día, pero está hecho de manera mucho más discreta que los nunca demasiado sutiles yankis. A diferencia de las pelis bélicas yankis en donde los soldados son sufridos y estoicos y están cabreados de la guerra pero la pelean con nobleza porque para eso son yankis, para patear traseros nazis, acá vemos a la tripulación de marinos tomándose todo un poco a cachondeo, haciendo bromas, y llegado el momento de los porotos con rienda, rec*g**dose de miedo por lo que se les viene encima. Tampoco se nos intenta aleccionar sobre la naturaleza de la guerra y de los hombres ni ofrecernos un contexto político al respecto, como en las ya mencionadas "Arturo Prat" o "Caliche sangriento", sino que se va directo al grano, al buque anclado en Iquique porque tiene que estar anclado en Iquique, y al buque enemigo que va a ir a hacerlo pupa, que esto es guerra y punto, y quiénes la dirigen a según qué objetivos, eso queda fuera del cuadro. La peli intenta ofrecer un retrato respetuoso de los peruanos, pero a ratos cae algo en el cliché del malo maloso (ese capitán peruano Miguel Grau regocijándose con partir en dos a los chilenos, o berreando porque los chilenos del carajo no se rinden, o ese subordinado de Grau que sugiere viperinamente a los supervivientes sólo para recibir un rapapolvos del jefe). O sea, estamos en las coordenadas del cine bélico de toda la vida, con héroes muy héroes y enemigos muy enemigos, y sanseacabó. Claro, una peli así no va a salir a los festivales internacionales a ganar premios ni mucho menos porque "no es profunda" ni te "hace pensar", pero tampoco la peli tiene mayores pretensiones que retratar el momento de heroísmo de un puñado de valientes que en el momento de la crisis supieron plantar cara a la adversidad. Y este planteamiento, muy universal por cierto, la hace agradable de ver, justamente por esa llaneza y falta de pretensiones, defectos éstos que son tan pesados lastres para el cine chileno en general, siempre preocupado de la mirada autoral y de pasar con estatua de mármol al museo cinematográfico nacional y todo eso.

-- La parte técnica está bastante bien. No hay nada que temer respecto de la crónica falta de presupuesto del cine chileno aquí, y estamos lejos de las esforzadas y aún así penosas infografías de prensa dominical de "Arturo Prat". Para la peli se construyeron una réplica de la Esmeralda casi a escala real, y eso redunda en una peli mucho más verosímil en lo visual. El uso de CGI prácticamente ni se nota (de hecho, doy por hecho de que usaron por un tema de FXs, pero no podría decir a ciencia cierta en qué escenas se emplearon). Las actuaciones en general son de buen nivel. Fernando Godoy (¡sí, el crío de la versión chilena de "Casado con hijos"!) como el Wenceslao Vargas joven consigue transmitir todo el horror de un crío que aún no se ha hecho hombre, y debe lidiar con el horror a bordo de una embarcación que todos más o menos saben condenada frente a la superioridad del enemigo. Víctor Rojas, su contrapunto como Wenceslao Vargas viejo, en sus poquitas escenas también consigue que su nostalgia y la emoción que le embarga sean reales. De esta manera, la dupleta Godoy/Rojas consiguen esa conexión que hace a la peli ser un todo orgánico y le confiere esa aura de gran evento que son los acontecimientos presentados. Jaime Omeñaca, por su parte, compone un interesante Arturo Prat, no heroico ni para la posteridad, sino simplemente un buen hombre preocupado de cumplir con su deber, a quien las jodías circunstancias acaban por empujarlo hacia lo inevitable, sacando lo mejor de sí como ser humano. Y por cierto, en el sitio web oficial podrían tener el amable detalle de incluir en la ficha técnica qué personaje representaba cada actor, digo, ¿no? En cuanto a la banda sonora, es lo genérico en esta clase de pelis, y en general funciona con corrección.

-- Si tengo que quedarme con una secuencia de esta peli, probablemente es la de "humos al norte" y toda la preparación subsiguiente para la batalla. Ha pasado cerca de 30-40 minutos de peli, hemos aprendido a conocer y apreciar a la tripulación de la Esmeralda, sabemos desde el comienzo que está sentenciada por las reflexiones del Wenceslao Vargas crepuscular, y la catástrofe está servida. Vemos los humos, después vemos los buques peruanos, y estamos preparados para lo que viene. La música, la tensión de los actores, la bonita fotografía, todo está reunido para crear un momento especial. Me pregunto cuántas veces el cine chileno ha conseguido clavar de esa manera al público en su asiento.

-- Un valor añadido, para los fanáticos del cine bélico. Es sabido que las pelis sobre combates navales del XIX no abundan demasiado. Si aprendiéramos historia por el cine, entonces nos encontraríamos que la tecnología bélica naval dio un misterioso salto hacia adelante desde las fragatas de Trafalgar hasta los portaviones del Mar del Coral. "La Esmeralda 1879" cumple con rellenar ese vacío, mostrando un combate naval cañonazo contra cañonazo, además del uso de esa curiosa ramificación de la tecnología naval que fue el espolón, que a finales del XIX se consideró por un tiempo como el arma naval decisiva, antes de que los progresos en materia de artillería hicieron evidente que los buques ya ni siquiera llegarían al cuerpo a cuerpo en los combates del futuro. Eso, para cualquier militarito de pro, debería ser un plus respecto de esta peli.

IDEAL PARA: Seguidores del cine militar, y entusiastas de la historia patria chilena.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español].

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