11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 19 de agosto de 2007

AÑO Y MEDIO Y PAUSA COMERCIAL.

Gran Bastet, como pasa el tiempo... Hace año y medio atrás, 18 meses, que principió esta aventura de Cine 9009. Aventura que lleva consigo la escalofriante cifra de 264 reseñas fílmicas adentro; si consideran que es poco, piensen que en promedio se trata de una reseña nueva cada dos días; y como podrán ver, no cualquier reseña, sino una efectuada después de revisionar la película, investigar sobre ella, establecer relaciones... Todo lo cual lleva tiempo, esfuerzo y trabajo. Pero si consigo de alguna manera mantenerme firme al pie del cañón (o del plato de leche), por otra parte el que sí está reventado, es el sistema de etiquetas.

Eso, porque durante el 2006 mantuve bien actualizado el índice alfabético, pero durante 2007, por confiar en el sistema de etiquetas de Blogger, debo reconocer que esto es un caos interno. Es absolutamente impresentable que tenga 26 películas que comiencen con la letra "C", por ejemplo, y que el lector tenga que ver dos páginas (la primera con veinte reseñas y la segunda con las seis remanentes), sólo para ver si la película que andaba buscando ya ha sido reseñada en Cine 9009. Y por si me quedara alguna duda de que algo está podrido en el cine de Dinamarca, el seguimiento de las visitas a través del contador de BlogPatrol me revela bien a las claras que casi nadie utiliza las etiquetas de título alfabético. Y no los culpo. Para mi también es un fastidio, y no debería serlo... ¡después de todo yo armé este tinglado!

De manera que haré un pequeño alto por labores de mantención. En lo principal, reacondicionar el índice. Para que ustedes, queridos lectores, puedan encontrar sin complicaciones las películas que les interesen, en vez de estar a la buena de Dios, buscando etiqueta por etiqueta con la letra inicial. Ustedes, queridos lectores, quienes me favorecen con un promedio de 50 a 100 visitas diarias (bueno, esto último en los mejores días, que los ha habido), se lo merecen, por ayudar a hacer de Cine 9009 algo grande. Me precio de tener uno de los mejores blogs de cine en Internet, por el apego irrestricto a la espartana fórmula de "un posteo, una reseña", y por lo trabajado de los artículos, en donde discuto las bondades (o maldades) de una peli con argumentos, en vez del clásico "se me para el ojete que es buena" (o más frecuentemente, "...que es mala"), y que es propio de aquellos dizquecríticos buenos para vociferar y malos para pensar. Mis lectores podrán estar de acuerdo o no con mis apreciaciones fílmicas, pero nadie puede discutir que hay poquísimos blogs de cine en castellano más trabajados que éste, si no en la forma, por lo menos en el fondo. Pero todo eso no es para echarse a dormir en los laureles. Si algo está mal, hay que corregirlo. El buscar las películas específicas dentro de Cine 9009 es un problema, así es que se corrige. Así de simple. De este modo, el buen blog mío y de todos ustedes podrá ser incluso aún mejor, y con eso todos somos más felices.

De manera que Cine 9009 se da a sí mismo un pequeño alto, para regresar después a las pistas con un índice alfabético montado en toda forma, en donde sea posible encontrar entrada fácil a todas las películas reseñadas. Regresen por nuestras salas de cine el Domingo 03 de Septiembre, en busca de las novedades que, como siempre, seguiremos teniendo en Cine 9009.

Por supuesto, el blog paralelo "Siglos Curiosos" seguirá con su ritmo normal. Así es que, si te gusta el cine, no lloren porque Cine 9009 de pronto está sin actividad y amenaza con desaparecer. Cine 9009 no desaparece, sino que está trabajando para hacer que una buena experiencia sea aún mejor. Hasta un par de fines de semana más, les dice su seguro servidor el General Gato.

"El coleccionista de huesos" (1999).


-- "The Bone Collector". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Phillip Noyce.
-- Actuación: Denzel Washington, Angelina Jolie, Queen Latifah, Michael Rooker, Mike McGlone, Luis Guzmán, Leland Orser, John Benjamin Hickey, Bobby Cannavale, Ed O'Neill.
-- Guión: Jeremy Iacone, basado en la novela de Jeffery Deaver.
-- Banda Sonora: Craig Armstrong.

-- "El coleccionista de huesos" en IMDb.
-- "El coleccionista de huesos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En una investigación policial que obliga a los polis a enfangarse en un alcantarillado, un detective nigga queda rrrrRRRepultado debajo de unos escombros. Un tiempo después, lo vemos completamente parapléjico y con una enfermedad degenerativa que librará al mundo de su presencia. Paralelamente, empieza a operar un asesino en serie, y de los buenos, porque el desgraciado, como es lugar común en las pelis policiales cuando el asesino es intelija, va cambiando su modus operandi (truco que los guionistas descubrieron después de darse cuenta de cuán ridículo es como Batman cazaba al Acertijo o a Gatúbela en la serie de TV de los '60s, por su apego infame al modus operandi). La escena del crimen es descubierta por una agente dura de carácter, dura de expresión, y dura de pechos (Angelina Jolie cuando estaba buena, ¿bien?), quien se las arregla para tomar las fotos que serán claves para identificar que hay un asesino psicópata suelto, yabah dabah dabah. El modo en que la agente se comporta llama la atención del negro parapléjico, y éste se encapricha en que la chica tiene que estar en el equipo, porque ella tiene los cojones para hacer bien el trabajo (Angelina Jolie, ¿recuerdan?, ella sí tiene cojones, aunque el ajustado traje de Lara Croft no los muestre). Así es que ambos detectives entran en una relación simbiótica en la cual ella aporta los ojos, los oídos y la distracción visual para el espectador, y Denzel aporta el cerebro y el carácter puñetero. Sin embargo, a pesar de lo estupendo que funciona así dividir el trabajo entre Denzel y Angelina, la dupla Denzelina no avanza mucho, con el comprensible cabroneo de los oficiales superiores, etcétera. ¿Conseguirán detener al malvado psicópata antes de que éste llegue a completar su maligno plan...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1995 le dieron al cine de asesinos en serie una patada espectacular. Ese año, David Fincher rodó "Los siete pecados capitales", y puso de moda una cierta estética y prototipo de asesinos seriales (mezcla de esa película y "El silencio de los inocentes") que sería después repetida hasta el cansancio en filmes de enjundia cada vez más ínfima. Ya anteriormente habíamos visto a Morgan Freeman y Ashley Judd en un filme por la línea, "Besos que matan" (seguido por su secuela "Telaraña"). En medio de todo esto, alguien se fijó en una novela llamada "El coleccionista de huesos", escrita por un tal Jeffery Deaver, y que es la primera de una respetable saga de libros que ya van por la sexta o séptima entrega en inglés (en castellano, ni idea, yo reseño películas y no novelas). Ni cortos ni perezosos, llamaron a Philip Noyce a hacerse cargo de la dirección, a Denzel Washington en el protagónico (a pesar de que el parapléjico es caucásico clásico en la novela), y a Angelina Jolie en el coestelar, haciendo uso de la clásica fórmula "estrella consagrada vs. estrella ascendente" (la Jolie lo era aún por aquellos años). Y funcionó bastante bien. O pudo haber sido peor, según como lo quieran ver.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Por la trama? ¡¡¡¡NNNAAAAAAHHHHHHH...!!!! Digámoslo desde ya, la trama no vale un pimiento. Es una investigación policíaca en donde la investigación policíaca camina todo lo que mal que puede. Y eso que se supone que Mr. Inválido es un genio criminalístico. No diremos como arreglan todo al final, pero si mencionamos las palabras "deus ex machina", creo que el espectador culto sabrá a lo que va. En definitiva se cumple con aquello de que "el asesino es quien menos se lo espera"... ¡Porque se han pasado toda la película escamoteando cualquier pista que nos lleve siquiera a sospechar quién es él! Ni Agatha Christie era tan tramposa, y eso que era especialista en esconder la información detrás de una maraña de tíos, primos, sobrinos y bastardos aparecidos varios...

-- La dupla del parapléjico infeliz (infeliz no en el sentido de persona triste, sino en el sentido de "ya motherf...") y la chica dura y sensual funciona la mar de bien. En cierto modo, ambos personajes son una especie de simbionte: la chica es ruda pero necesita un cerebro masculino para resolver el crimen (no digan que soy sexista, la película venía así), y el cerebro masculino carece de un cuerpo que lo lleve a la escena del crimen, así es que usa el de la chica en su reemplazo (así puesto, suena morboso), por la magia de la telefonía celular mediante. Por cierto, ambos personajes son estupendamente servidos por Denzel Washington, cuya carrera ha ido cronológicamente desde roles más o menos apreciables (el prota de "Malcolm X" en 1993) hasta chuleríos horribles como "Hombre en llamas" o "Deja Vu", y por ende, aquí está en su punto medio, ni tan chulo que se le quite lo buen actor, ni tan buen actor que se le quite lo chulazo, y también por Angelina Jolie, por aquel tiempo preocupada de consolidar su posición en Hollywood (venía de ganar un Oscar por "Inocencia interrumpida" haciéndole TOMA YA a la estrella Winona Rider en la cara), y por tanto obligada a ofrecer buenos roles en vez de autoparodiarse salvajemente a sí misma como en "Sr. y Sra. Smith". La química entre ambos es innegable, Denzel pone cara de "¡y yo aquí inválido!" (cualquiera en tu lugar, hijo mío, cualquiera en tu lugar), y Angelina crea un delicado equilibrio entre el lado duro y el lado sensible del personaje, evitando que sea algo más que el clásico lugar común del duro/sensible (que en el fondo es el personaje, según el guión).

-- Morbo gratuito. Pero gratuito a más no poder. A más de la relación estilo coitus interruptus (o mejor dicho, coitus non nasciturus) entre Denzel Washington y Angelina Jolie, están los asesinatos de las víctimas. O sea, que a una de las víctimas intenten cocinársela con vapor caliente, al mejor estilo langosta thermidor, algo entrega de sí. O el pobre individuo al que se lo dejan como aperitivo para las ratas. Además que el poli invalipléjico no la pasa nada de mal, cuando le dice a la poli de carretera: "¡ya, ahora el brazo! ¡Córtale el brazo!"... ¡Con razón dicen que no hay cojo bueno!

-- Philip Noyce. La película derechamente no es buena, ni con perejil picado, pero si algo evita que sea un desastre, o simplemente una mediocridad ambulante, es la pericia de Noyce, que sabe darle acabados delicados a filmes que de otra manera serían simplemente patéticos. Piensen en "Furia ciega", "Juegos de patriotas", "Sliver", "Peligro inminente", "El Santo"... todas películas inanes disfrazadas de grandes eventos fílmicos, pero que tienen ese no sé qué, que las convierte en filmes medianamente pasables. Esta es otra de Philip Noyce, así es que hay garantía de que el desmadre completo de la película está contenido, y hasta se ve pasable. Además, Angelina Jolie actúa mejor que Sharon Stone. O tiene más carisma, no sé. (Y tiene más de otras cosas también, yammi yammi).

-- Dos notas sobre el elenco. Una, Noyce tiene la inteligente idea de sacar el personaje de Queen Latifah lo menos posible al aire (¡hay justicia en este mundo!). Y dos, un punto en contra... ¡Ed O'Neill hace de poli bueno! ¡En serio! ¡El zapatero alcachofero de "Matrimonio con hijos", Al Bundy, aparece de policía bueno! Nada contra el señor O'Neill, que me ha dado algunos grandes momentos televisivos mientras cuartea a las modelos playboy que aparecían en el programa, pero después de eso, cuesta tomárselo en serio allí donde vaya, y menos en un thriller con asesinatos morbosos en serie.

IDEAL PARA: Ver alguna noche relajada, incluso HASTA como opción frente a otras películas.

"Todavía sé lo que hicieron el verano pasado" (1998).


-- "I Still Know What You Did Last Summer" (título original en inglés), "Aún sé lo que hicísteis el último verano" (título en España). Estados Unidos. Año 1998.
-- Dirección: Danny Cannon.
-- Actuación: Jennifer Love Hewitt, Freddie Prinze Jr., Brandy, Mekhi Phifer, Muse Watson, Bill Cobbs, Matthew Settle, Jeffrey Combs, Jennifer Esposito, John Hawkes, Jack Black (sin acreditar).
-- Guión: Trey Callaway, sobre los personajes creados por Lois Duncan.
-- Banda Sonora: John Frizzell.

-- "Todavía sé lo que hicieron el verano pasado" en IMDb.
-- "Todavía sé lo que hicieron el verano pasado" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La neumática Jennifer Love Hewitt sigue teniendo pesadillas con el asuntillo ese de la peli anterior. Además está en la Universidad, y su relación con el noviecito ganado en la primera parte está resintiéndose por la distancia (pero ella, como chica buena, no le hace florecer cornamenta y está en estricto ayuno sexual, mmmmm, yammi yammi). Le cuenta sus penas a un amiguete que parece que quiere con ella, y otra chica trata de ligarlos a los dos. Pero no pasa nada. De pronto, una llamada telefónica: en un programa de radio se ganan cuatro boletos para las Bahamas, gracias a contestar cuál es la capital de Brasil. Que las chicas contesten con ignorancia supina "Río de Janeiro" y les digan que acertaron, no parece despertar las sospechas de nadie. El caso es que la neumática de las pesadillas invita al pesadote de su novio, pero éste sufre un estratégico accidente que lo deja fuera del viaje. Por lo que viajan la amiga nigga, el novio nigga de la amiga nigga, la gomosa protagonista, y el amiguete que lo tienen a ración de pan y agua. Y cuando llegan a las Bahamas, descubren que están fuera de temporada, que van a comenzar las tormentas y quedarán aislados ahí, y que el hombre del gancho de la primera parte, cuyo cuerpo nunca encontraron, ahora está de regreso...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En la segunda mitad de los '90s, gracias a "Scream", las películas de psicópata asesino al estilo Jason Vorhees o Freddy Krueger tuvieron un breve revival. De éste, las únicas que sobrevivieron para la posteridad fueron la citada "Scream", y "Sé lo que hicieron el verano pasado". La segunda en particular, a pesar de ser una simple película pop-corn, tenía un resorte narrativo muy eficaz, muy hitchcockiano, porque los protagonistas estaban abrumados por la culpa de algo malo que hicieron y escondieron, y eso le daba mucho gancho a la historia (aparte del gancho del tipo con el impermeable de pesca). Que despilfarraran ese capital en una película en definitiva mediocre, no fue óbice para que dejaran de hacer una secuela, que heredó todos los defectos de la primera, y aumentados, y a cambio no conservó ninguna de sus virtudes.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¡¡¡NO, NO, NO, POR FAVOR NO!!! Háganse un favor a ustedes mismos, y si les gustó "Sé lo que hicieron el verano pasado", aunque sea porque algo entretenía, quédense ahí y no vean la lastimosa secuela. Lo diré en estos términos: es la clase de secuelas que te deja convencido de que la primera era brillante y original, aunque no haya sido ni lo uno ni lo otro (léase "Bajos instintos 2"). El nuevo grupete de candidatos a ser pasados por el gancho está insufrible, ya no tenemos un elenco estelar con Sarah Michelle Gellar (a quien sacan estratégicamente a colación cuando Jennifer ve una foto enmarcada de ella), Anne Heche o Bridgette Wilson, e incluso (¡¡¡AJJJ!!!) Ryan Phillipe, sino a una pareja nigga nada menos carismática y a un grupo de funcionarios de un hotel que están ahí para hacer bulto de frente a la sobreviniente carnaza (y digámoslo de una vez, ¿a quién diablos le interesa ver como se cargan al botones del hotel...? ¡Es el suche, demonios!). Para colmo, los protas son tan imbéciles que no sólo ignoran que la capital de Brasil es Brasilia, sino que tampoco tienen una mísera enciclopedia a mano para averiguarlo (vale que en ese tiempo aún no existía Wikipedia, o aquello sí hubiera sido un crimen). Para muestra, un botón: Jennifer Love Hewitt se queda en un solarium con un estupendo bikini, y el villano la deja atrapada con una cinta plástica, aumentando el UV al máximo (¡hey, eso es una variación de cuando tratan de arrancarle la columna vertebral a James Bond en "Operación Trueno"!). Y cuando llegan los tres chicos, ¿qué hacen? Van los tres a tratar de romper la cinta, LOS TRES repito, y NINGUNO se le ocurre apagar el UV primero. ¿Alguien puede identificarse con imbéciles de categoría como ésos...? Por cierto, del director Danny Cannon digamos que su punto filmográfico más alto fue "El juez Dredd". Aterrador, ¿verdad?

-- Bueno, digamos algo de bueno sobre la película. Jennifer Love Hewitt sigue estando tan espectacular como la vimos en "Sé lo que hicieron el verano pasado" o "Garfield", y eso es decir (ñomi ñomi). Brandy es pesada y antipática y con eso justifica su penosísima carrera posterior como actriz y cantante de R&B (su otra gran peli serie A es ¡"Aracnofobia"!), pero tiene un cuerpo en el cual las notas musicales deben resonar más que bien. Y la aparición marginal de Jennifer Esposito, actriz cuyo ecosistema natural es el policial serie B, le añade su poquito adicional. Claro que para eso, mejor busquen las imágenes por Internet y ahórrense el resto de la grasa, perdón, de la peli...

IDEAL PARA: Hacer experimentos científicos y neurológicos al estilo Dr. Mengele, para ver si alguno de quienes la vean terminan por perder masa encefálica.

jueves, 16 de agosto de 2007

"Rebeldes con causa" (2007)


"Wild Hogs". Dirigida por Walt Becker. Protagonizada por Tim Allen, John Travolta, Martin Lawrence, William H. Macy, Ray Liotta, Marisa Tomei, Kevin Durand, M.C. Gainey, Jill Hennessy, Dominic Janes, Tichina Arnold, Stephen Tobolowski. Estados Unidos. Año 2007.

¿De qué se trata?
Doug es un pobre infeliz con el culo bien apontigado en su vida burguesa como ortodoncista, con esposa y un hijo que pasa de él, y recordando a veces sus viejos tiempos de alocado. Woody es un pobre infeliz casado con una modelo de trajes de baño que prefiere divorciarse de él a seguir adelante, pero que frente a la pandilla es el tipo que se echa a la modelo. Bobby es un pobre infeliz que quiere respeto de su familia, pero como su señora gana más dinero que él, pues bien, se siente con todo el derecho del mundo para tratarlo como a una pobre ave (¿qué esperabas, comprensión...? ¡Es una mujer, demonios!). Dudley es un cableta incapaz de separarse de su compu, y cuando hace algo salvaje como para enloquecer, es tatuarse un emblema de Apple... Woody, el tipo quiero-y-no-puedo con la modelo, se pregunta entonces en qué puñetero minuto de la vida perdieron el rumbo, y propone salir rumbo a la aventura, al camino, hacia ninguna parte, sin reglas, únicamente para recordar los tiempos de gloria, lo que solían ser, lo salvajes que eran sus vidas. El gritoneado se lo cuestiona un poco, el cableta acepta, pero el dentista piensa en las cuentas, el trabajo... Hasta que de pronto, con presionar delicadamente un botón y otro, la esposa consigue alocarlo un poco. Así es que salen los cuatro al camino. Al principio todo pareciera marchar como se supone; es decir, cuatro hombres solos que dan para pensar que andan en algo gay, cosas así... Pero las cosas se pondrán un poco más serias cuando estos cuatro sucedáneos descafeinados de Lucky Strike encuentren a los bikers de verdad, los de "mírame y te meto el puño por la mandíbula hasta el bulbo raquídeo". Las cosas amenazan con salirse de control poco a poco, en particular cuando Woody tiene una muy poco reflexiva idea, y, pues bien, cómo decirlo... Querían aventuras, ¿verdad? Pues piensa bien lo que deseas, porque puedes encontrarlo...

El espíritu de los tiempos.
La cultura biker es tan americana como los mafiosos italianos, los narcos latinos o los productores de cine judíos... Creo que elegí mal los ejemplos. Voy de nuevo. A falta de una tradición orgánica común, Estados Unidos se ha integrado en un tropel de tradiciones de todo tipo y calibre: el jazz de Nueva Orléans, el estiramiento intelectualoide de Nueva Inglaterra, el pie de manzana de Kansas... y por qué no decirlo, los motociclistas. Aniquilados los cowboys por el avance imparable de la tecnocracia, llegaron su relevo, los bikers, buscadores de libertad y gozosos de encontrarla; emblematizados, por supuesto, en la mítica "Busco mi destino" de 1969 (por cierto, Peter Fonda, el prota de ésa, hace un cameo aquí, como gurú biker). Con el tiempo, la cultura biker se ha hecho algo de postín, por supuesto, como todos aquellos movimientos rebeldes que terminan engullidos por una sociedad y vendidos como paquete de consumo para las masas (hippies, punkies, gothies, etcétera), precisamente porque la gente compra rebeldía. Esta peli da justo en la diana al respecto. Porque debajo de su empaque de comedia más o menos facilona, e incluso con su poco de ñoñardería moral, hay un par de reflexiones bastante contundentes sobre lo que significa en verdad ser un rebelde, en una sociedad que todo lo aplasta y lo consume en el mäelstrom del conformismo apenas levanta cabeza.

¿Por qué verla?
- Partamos por los cuatro actorazos protagónicos. Están simpáticos. Están la mar de simpáticos. ¡Oigan, podría invitarles a tomar una cerveza! Alabar el trabajo actoral de William H. Macy es, por supuesto, casi una insolencia, habida cuenta de que éste no necesita carta de presentación para el cinéfilo promedio. Pero es que miren, está Tim "Barra de Plomo" Allen; y Tim Allen está simpático y querible como nunca. John Travolta, por su parte, hace más o menos el mismo papel de pesadote que siempre, pero ahora en clave de autocachondeo que lo hace... ¿diré la palabra...? sí, la diré... Querible. Hacía tiempo que no veíamos a Travolta así de grande. Y, oigan... ¡Hasta Martin Lawrence, nigga candidato a las algodoneras por su criminal prontuario cinematográfico, está simpático! Nada de sobreactuación, nada de tratar de pasarse de gracioso. Además, se nota que el cuarteto protagónico se lo pasó chupi rodando la peli. Una peli rodada con buenas vibras, es una peli que transmite buenas vibras, y ésta las transmite por todo lo alto. Saquen ustedes cuentas de cuántas pelis que hablan sobre la amistad y la solidaridad entre camaradas han visto, y cuántas de ellas tienen de verdad esa química propia de camaradas que se van a defender en las buenas y en las malas...
- Siguiendo con lo anterior, los personajes. Bien mirados, son cuatro patéticos perdedores a quienes la vida ha pasado por delante, pero de alguna manera se las han arreglado para conservarse fieles a sí mismos, y en medio de toda su mulería y ridiculez, nunca despiertan ese negro sentimiento que es la compasión. Los chistes se hacen con los personajes y a través de los personajes, no a costa de ellos, y eso es algo que se agradece. Incluso hasta el computín, personaje que carga con algunos de los momentos más patéticos de la cinta, tiene también sus segundos de gloria, y bien ganados (además, es el que se echa a la chica).
- Los secundarios también están en su punto. Poner a Ray Liotta como el jefe de los bikers malvados podría tener su crimen sobre el papel, habida cuenta de que este chico malo anda sobre la cincuentena (por cierto, ese pelo negro, ¿será teñido...?). Pero como villano está grande e inmenso, infunde ese respeto que ha conseguido sacar en sacatapunta películas de mafiosos que ha hecho, e inspira. Cuando grande, quiero ser como él. En cuanto a Marisa Tomei, hace más o menos su rol de siempre, pero... Vale, no es la actriz más bonita de todas, pero debe ser una de las más carismáticas de Hollywood, ¿por qué le echan entonces tanta putada encima...? Verla en pantalla siempre es un placer, y esta peli no es una excepción; cuarentona y todo, se sienta por todo lo alto en jessicas y mandys, por mencionar algunos nombres pindies que vienen a mi cabeza ahora.
- Esta película consigue mantener el tono de comedia a lo largo de todo el metraje. Repasemos algunos de los vicios comunes de la comedia hollywoodense: mantienen un nivel plano casi todo el metraje, tienen una o dos secuencias de reventón humorístico, y promediando los dos tercios hacia el final, tienen una secuencia de bajón dramático para que el personaje crezca, madure, se descubra a sí mismo, y recalcar la moralina. Pues bien, si ven esta película, se librarán de todo eso. Hay un momento en que los personajes se ven las caras, sí, y deben descubrir en qué madera están tallados, pero está tratado de manera rápida y ondera, y por tanto no hay lugar para la lágrima fácil ni para el chantaje emocional. Al principio parece comedia facilona, y ya puede uno temer que todo degenere en el humor pedorreta que se ha clavado como un dardo envenenado en el cine desde los noventas a la fecha. Pero no. Hay un poco de humor físico (caídas graciosas, para que nos entendamos), pero también diálogos ingeniosos, y el mejor humor de todos, o sea, el que nace de una interpretación graciosa. ¿Qué más se puede pedir...?
- La banda sonora. Después de tanto despropósito electrónico combinado con apestoso nü metal, es agradable escuchar una banda sonora que se permite libertades con el rock clásico y de toda la vida. Rock setentero, por supuesto, incluyendo AC/DC ("Highway to Hell"), pero con algunas cosillas por ahí que... ¿pueden imaginarse a Tim Allen tratando de rescatar a William H. Macy, con la canción "Thunderkiss '65" de Rob Zombie...? Pues bien, no necesitan imaginarlo, vean la película y lo verán en technicolor.
- La peli se permite reflexionar también sobre el sentido de la autenticidad. ¿Qué es ser auténtico, qué es ser rebelde, en un mundo hiperplastificado que se traga toda la rebeldía antisistema y la fagocita para venderla empacada como producto manufacturado...? Curiosamente, nuestros héroes son grandes porque no tratan de ser rebeldes onderos al uso, ni siquiera por ser bikers, sino que tratan de ser auténticos consigo mismo. ¡Ah! Y eso, casi sin diálogos moralizantes de utilería. "Show, don't tell", dice el viejo adagio cinéfilo, y aquí vemos el problema no porque los personajes nos lo restrieguen por la nariz, sino porque los vemos actuando de esa manera.
- Seamos honestos. La peli flaquea al final. Aunque por otra parte, los guionistas se la pusieron difíciles para concluirla. Pensándolo mejor, es posible por otra parte que este final más o menos amable (quizás demasiado amable) sea el mejor posible. Después de todo, nuestros personajes no son unos héroes, a fin de cuentas. Quizás esa es la magia de la peli: nadie espera que sean más grandes que la vida, sino simplemente ellos mismos. Y sí... Pensándolo bien, es un buen final.

IDEAL PARA: Reirse, reirse, reirse, a carcajadas y con inteligencia.

"Educando a Helen" (2004).


-- "Raising Helen" (título original en inglés), "Mamá a la fuerza" (título en España). Estados Unidos. Año 2004.
-- Dirección: Garry Marshall.
-- Actuación: Kate Hudson, John Corbett, Joan Cusack, Hayden Panettiere, Spencer Breslin, Abigail Breslin, Helen Mirren, Sakina Jaffrey, Kevin Kilner, Felicity Huffman, Sean O'Bryan, Amber Valletta, Ethan Brown, Michael Esparza, Katie Carr, Shakara Lelard, Jane Morris, Joseph Mazzello, Catherine Tayrien, Evan Sabara, Paris Hilton.
-- Guión: Jack Amiel y Michael Begler, basados en una historia de Patrick J. Clifton y Beth Rigazio.
-- Banda Sonora: John Debney y Mark Vogel.

-- "Educando a Helen" en IMDb.
-- "Educando a Helen" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Helen es una chica con toda la vida armada: tiene un empleo con planilla de pagos de cifra gorda, fiestea todo lo que quiere, no tiene pareja ni hijos... Sólo tiene a sus hermanas y a unos sobrinos estupendos para regalonear y por qué no decirlo, malcriar. Hasta que de pronto, todo se va al demonio. Le llega una llamada telefónica a la mitad de una animada reunión, y se entera de que su hermana, la de los sobrinitos, ha sufrido un accidente fatal, así como su padre. Viene, por supuesto, el correspondiente funeral y la recepción, en la que nuestra mimada Helen apenas hace algo, porque la otra hermana superviviente se hace cargo de todo, que para eso ella es la eficiente, la inteligente, la... (¿alguien te pidió que lo hicieras, chica lista?). Después de lo cual, viene la apertura del testamento. La verdad es que no sé cómo demonios es el sistema legal yanki, pero parece ser que, por lo esbozado en la película, los padres pueden disponer postmortem de sus retoños como si fueran cualquier otra mercancía. Y disponen que la custodia quedará a cargo no de la hermana lista, responsable y hágolotodoaunquenomepregunten, sino de nuestra rumbera y happy Helen. Por supuesto que la otra hermana revienta, porque... ¿Helen? ¿Esa floja, inmadura, irresponsable, esa, esa...? Pero Helen, para sorpresa de la hermana, decide aceptar el desafío, porque aunque no tiene puñetera idea de criar niños, es la voluntad de su hermana, la jovial y divertida (no como la que sobrevive, que es pesada y te pone gesto agrio por nada), así es que reunirá aliento vital y se lanzará a la empresa. Empresa que se revelará muy difícil, porque verán, acostumbrada a malcriar a sus sobrinos, ahora que debe ser firme y aprender a educarlos, no tiene idea de cómo, y claro, como los niños son pequeños escualos que muerden apenas huelen sangre, se aprovechan por todo lo alto de la situación. Ahora, nuestra adorable Helen no sólo tiene su empleo en riesgo, sino que además su estilo de vida está por irse al carajo... Eso, por no hablar de la constante mala leche de su hermana, que no trepidará en aplastarla psicológicamente para que renuncie a su caprichito y le deje A ELLA, a la que sabe, a la lista, hacer su trabajo. Thanks, sister...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En el mercado fílmico de las pelis románticas, Garry Marshall se ha hecho de un nombre con una delicada mixtura de comedia de situación con drama amable, nada que trate de arrancar demasiadas carcajadas sino una sonrisita, tarea mucho más simple la segunda que la primera, y que tiene el plus de no requerir el máximo de talento actoral para eso. Así, en el reino de la apuesta segura, Garry Marshall ha sido el hombre tras algunos pequeños clásicos palomiteros románticos como "Mujer bonita", "Frankie y Johnny" y "Novia fugitiva", además de lanzar la carrera de Anne Hathaway con "El diario de la princesa". En esta peli recurrió a la vieja fórmula del drama familiar aderezado con comedia, y reclutó para estos fines a Kate Hudson, actriz que tiene cierto carisma y simpatía, pero que nunca ha conseguido zafarse por completo de su condición de hija de Goldie Hawn, tanto en lo actoral como en lo noticioso (y es que se esfuerza tanto, la pobre)... El resultado es lo que se esperaría de la ecuación Marshall+Hawn: una peli amable que mezcla comedia y drama con una actriz que, digámoslo desde ya, no es Anne Hathaway ni Julia Roberts.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una típica peli de Kate Hudson. O sea, si te gusta Kate "como perder a un espectador en diez minutos" Hudson, está bien. Recordemos que se hizo de un nombre con su protagónico en "Casi famosos", y en aquellos días estaba convocada para proyectos tan disímiles como "Divorcio a la francesa" o "Cómo perder a un hombre en diez días". Eran sus días de fama y esplendor (de relativa fama y esplendor), y después de "Educando a Helen", éstos se fueron apagando progresivamente. Quizás, con un poco más de humildad...

-- El resto de la peli, ¿qué decir...? Técnicamente es buen cine. La historia está llevada con corrección y sin nada que chirríe. Pero tampoco tiene riesgo, ni ningún detalle verdaderamente creativo. Desde cierta perspectiva, es una cátedra sobre cómo contar bien una historia (que, eso sí, está bien contada); desde otra, es quizás demasiado adocenada, demasiado hecha para el gusto de masas que quieren ver un poco de drama, pero sin empaparse en exceso.

-- El juego de relaciones entre las tres hermanas está más que bien resuelto. Las hermanas aparecen cada una con su respectiva personalidad, sin caer en clichés ni amaneramientos. Uno de los resortes de la película es saber por qué demonios los padres de los tres chiquillos do diavlo eligieron a Helen como segunda mamá, en vez de a la más competente e inteligente hermana malvada, y la progresiva revelación de los verdaderos motivos para tomar una decisión como ésa, está resuelta con naturalismo y elegancia. En manos de cualquier otro director o guionista menos experimentado, hubiera derivado en un lagrimón de telefilme cutre. En ese sentido, sin ser una pieza de joyería en la descripción de personajes, la historia se defiende bien.

-- Para los fanáticos de "Héroes", la serie que provocó un terremoto televisivo de proporciones durante el 2007, digamos que actúa la carismática Hayden Panettiere, aún más jovencita si cabe, como la hija mayor de los tres sobrinos del demonio; no es un rol muy lucido, en realidad, y no sale del estereotipo de la adorable-adolescente-rebelde, pero aún así brilla un poco.

-- El cameo de Paris Hilton. Paris "simple life" Hilton es una personalidades más ridículas y patéticas que va a conocer el entero siglo XXI, y en su ridículo cameo de esta peli lo confirma, apareciendo como una diva figurona y sin diálogo. ¿Qué más...?

IDEAL PARA: Amantes de las "good vibe movies".

domingo, 12 de agosto de 2007

"Transformers" (2007).


-- "Transformers". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Michael Bay.
-- Actuación: Shia LaBeouf, Megan Fox, Josh Duhamel, Tyrese Gibson, Rachael Taylor, Anthony Anderson, Jon Voight, John Turturro, Michael O'Neill, Kevin Dunn, Peter Cullen (voz de Optimus Prime), Julie Wight, Amaury Nolasco, Mark Ryan (voz de Bumblebee).
-- Guión: Roberto Orci y Alex Kurtzman, basados en una historia de éstos y de John Rogers.
-- Banda Sonora: Steve Jablonsky.

-- "Transformers" en IMDb.
-- "Transformers" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hace una chupatacienta de millones de años había una cosa con forma de cubo, y llamada creativamente "el Cubo" (¿en serioooooo...?). Como parte de una fulminante guerra estelar, el cubo terminó cayendo en medio de un lugar salvaje y primitivo, lleno de bolsas de carne llamadas "humanos". Una de estas bolsas de carne es un estudiante que, por una vez en la vida, no responde al prototipo de "loser", porque aunque no sea un rugbista del equipo de fútbol profesional de la escuela, se las arregla para sobrevivir mediante la boca más rápida de todo el oeste. En recompensa, su papito va a comprarle un automóvil. Y como suele suceder, con automóvil nuevo empieza a cambiarte la vida. Porque la chica linda que sale con el futbolista, ahora empieza a mirar con otros ojos a nuestro heroico bocazas. Y empiezan a pasar cosas. Como que, por ejemplo, el vehículo no es todo lo santo que debería ser (entre otras cosas se desaparece por las noches). Paralelamente, los boys del ejército de los Estados Unidos estacionados en Qatar (¿y quién los llamó?) son violentamente atacados por una fuerza hostil a su propia fuerza hostil, lo que pone al Gobierno de los Estados Unidos sobre la pista de una amenaza robótica sin precedentes contra la Humanidad (los boys del ejército yanki salvando al mundo, ¿dónde habré visto eso, en CNN...?). Una amenaza cuya clave podría radicar en el abuelito de nuestro prota upgradeado con el hardware Automóvil Conquista Chicas 1.0., y en la misteriosa leyenda del "hombre de hielo", que de alguna manera está a su vez relacionada con el dichoso cubo...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Se han hecho películas basadas en libros. En otras películas. En series de TV. En obras de teatro. En hechos reales. ¡Dios, hasta de videojuegos! Pero en los '80s se llegó hasta el extremo máximo de la chunguez, al hacer series de TV... ¡de líneas de juguete! Algunas de ellas eran presentables, como G.I.Joe, algunas eran malas, pero entretenidas, como He-Man, pero otras... ¿alguien recuerda la horrorosa serie de TV basada en el cubo de Rubik...? En medio de todo eso, la serie de TV de los Transformers brilla por derecho propio, aunque fuera por lo original de la idea para la época: robots antropomorfos que se transforman en toda clase de artefactos y cacharros listos para darse de tunazos unos con otros. Además, los "Transformers" tuvo también la inteligencia de usar capítulos "mitológicos", de trama, que exploraban distintos aspectos del universo narrado, algo inusual en una época caracterizada por las series de episodios autoconclusivos, en las cuales el orden de los episodios solía ser perfectamente intercambiable (léase "Inspector Gadget", por ejemplo). No es casualidad entonces que, por su riqueza visual y por saber explotar la mitología subsecuente, los Transformers se hicieran pronto de culto para toda una generación, sacando serie tras serie tras serie de TV. Hasta que el asunto cayó en las manos de Steven Spielberg, siempre con el olfato listo para oler donde está el dinero. Que Spielberg rodara una peli sobre los Transformers era, por descontado, una buena noticia, toda vez que aunque haya rodado cosas puñeteramente malas, no se puede decir de él que sus pelis sean aburridas (bueno, salvando "Hook" y "Amistad", por supuesto). Pero Spielberg, quien ya había hecho la gracia de renunciar a dirigir "La isla" y sugerir a Michael Bay para el proyecto (thanks for the fist, Spielbie), ahora como ejecutivo productor dijo que Bay iba a dirigir sí o sí la peli de los Transformers. Y así es como nos fue. Sin vaselina.

¿POR QUÉ VERLA?

-- El apartado visual. Es lo único medianamente interesante del filme. Los efectos especiales son todo lo buenos que puede hacerse con CGI en nuestros tiempos, y las transformaciones de los robots son, digámoslo de una, espectaculares. La mala noticia es que durante la primera mitad de la peli sólo vemos a tres robots (Bumblebee, el decepticon que ataca la base de Qatar, y la araña con malas pulgas), por lo que usted no disfrutará de este único elemento positivo de la peli hasta entrar en vereda para la segunda mitad. Porque el resto es horripilante en grado sumo. Michael Bay, insigne prófugo de la justicia cinéfila por crímenes contra la humanidad como "Armagedón" y "Pearl Harbor" (y "La isla" en menor medida, pero también), vuelve a hacer de las suyas con su estilo ramplón y faciloide (y facistoide, podríamos añadir). En Cine 9009 no somos culturetas que llevemos oro, incienso y mirra a los altares de San Kubrick o San Tarkovski y reneguemos de los herejes infieles paganos adoradores del cine comercial, pero por lo menos que ese cine comercial cumpla con un mínimo de creatividad; que recreen la sensación de "esto no lo he visto antes", aunque sea por supuesto un autoengaño, y en particular que no abusen groseramente de la suspensión de la incredulidad. Las actuaciones son espantosas, destacando especialmente por su nulo sex appeal la señorita Megan Fox poniendo cara de muñeca pepona toda la peli (con ese cuerpo de gimnasio que se gasta, hubiéramos esperado más de su presencia como "descanso del guerrero"), aunque el resto del elenco anda en términos similares; que el venerable Jon Voight ande en ésas es cosa que venimos viendo desde "Lara Croft: Tomb Raider", pobre hombre, pero ver al gran y único John Turturro haciendo el payaso como el hombre de gobierno más idiota desde Frank Drebin es un crimen (para que vean quien fue alguna vez Turturro en verdad, acudan a la injustamente olvidada "El dilema", o véanlo como prota de "Barton Fink"). En cuanto a la banda sonora, úsala como medicina contra el estreñimiento, verás que funciona. La trama es una acumulación de lugares comunes sin gracia: los milicos yankis son buenos, nobles y heroicos porque sí, el jovencito pretende a la chica que sale con el tipo del equipo de fútbol, el computín de turno suelta alguna perla supuestamente friki (aunque OKA, salvemos el momento en el cual reflexiona que el zarpazo en la pared debe haber sido hecho por Wolverine y no por Freddy Krueger, porque son tres cuchillas en vez de cuatro)... Y todo con un sentido del humor macarra que hace parecer a Will Smith y su chulería en "Yo, Robot" como un fino comediante inglés de situaciones. Y ya no digamos la solución final tipo ejército para el problema de la batalla sobreviniente: "escondamos el artefacto en la ciudad para que los malos no lo encuentren". Gran manera de proteger a la población civil, genios... Vale eso de que si vas a ver una peli palomitera, no esperes demasiado, y vale por aquellos slurpies que tuvieron que limpiarse las babas viendo a los robots de su infancia transformándose, pero es que la serie televisiva, por muy tosca que pudiera ser a veces, tenía un gran valor agregado que esta peli no tiene ni a cañonazos: se tomaba a sí misma lo suficientemente en serio como para que las peripecias de los personajes fueran interesantes. Michael Bay opta por (¿lo diré? Sí, lo diré) opta por CAGARSE en el concepto, y lo peor es que hay cretinos que defienden lo indefendible porque, después de todo, "es palomitera y salen robots"... Lo dicho, cualquier imbécil hoy por hoy saca un blog, hasta los defensores de esta birria. Afortunadamente estoy yo para cuidarlos, pequeñuelos...

IDEAL PARA: Ir corriendo al baño y defecar, antes de que hagan la segunda. ¡Porque seguro que hacen la segunda!

P.D. Desde ya pido nominación para Megan Fox como Peor Actriz en los Premios Razzies... ¡Ojalá que "gane"!

P.D.2. Sí hicieron la segunda: "Transformers: La venganza de los caídos".

P.D.3. Por "Transformers", Megan Fox se salvó. Pero para "Transformers: La venganza de los caídos" no hubo compasión, y se llevó una candidatura como Peor Actriz, y junto a Shia LePuf como Peor Pareja Fílmica.

"Yo, Robot" (2004).


-- "I, Robot". Estados Unidos. Año 2004.
-- Dirección: Alex Proyas.
-- Actuación: Will Smith, Bridget Moynahan, Alan Tudyk, James Cromwell, Bruce Greenwood, Adrian Ricard, Chi McBride, Jerry Wasserman, Fiona Hogan, Shia LaBeouf.
-- Guión: Jeff Vintar y Akiva Goldsman, vagamente basados en una historia para la pantalla de Jeff Vintar, inspirado en el libro de Isaac Asimov.
-- Banda Sonora: Marco Beltrami.

-- "Yo Robot" en IMDb.
-- "Yo Robot" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hace tiempo atrás, hubo un accidente automovilístico. El detective Spooner cae al agua en un vehículo, y una niña en otro. Un robot se arroja al agua y rescata al detective Spooner, dejando ahogarse a la chica, basado en un cálculo lógico y racional de probabilidades de supervivencia (lo que demuestra que un robot no será nunca más que un montón de chatarra pseudointeligente, porque miren, el detective Spooner venía interpretado por Will Smith... debió dejar que se ahogara). Años después, en Chicago durante el año 2035, nuestro detective se ha convertido a la religión de la tecnofobia. De pronto, lo llaman para un caso bastante particular. En una gigantesca corporación metragoelmundo, dedicada a los robots, uno de sus más destacados investigadores ha fallecido, en apariencia después de haber hecho un recorrido directo desde varios pisos más arriba, sin usar las escaleras o el ascensor. Podría pasar por un suicidio, salvo por varios detalles. Por un lado, la oficina estaba completamente cerrada, pero no hay registro de lo ocurrido en el interior. Además, aparece un robot bastante peculiar, dentro de la propia oficina (¿y...? Los robots no pueden matar gente, les está prohibido por su programación). Además, el vejete no tenía la fuerza para atravesar el vidrio. Y para hacerlo más misterioso, dejó un holograma en el cual encarga específicamente a Spooner que investigue el caso. A la luz de todos los antecedentes, Spooner empieza a investigar al robot, guiado por su paranoia tecnofóbica, a pesar de que todo el mundo le insiste que eso es imposible, que los robots no matan gente, que se tome unas vacaciones, etcétera. Pero Spooner es porfiado (Will Smith, ¿recuerdan?), y ayudado por la bellísima doctora Susan Calvin, empezará a investigar a Sonny, el robot, y llegará a una desconcertante verdad, una que podría estar relacionada con la más gigantesca entrega de robots a lo largo de la historia, una que está próxima, que pondrá un robot cada cinco humanos en el planeta, y que podría ser quizás parte del más dantesco de los planes maestros para...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¿Cómo demonios una peli como ésta puede ser tan buena y tan mala al mismo tiempo? Veamos, la historia es la siguiente. Por allá en los '40s, fueron promulgadas las llamadas Tres Leyes de la Robótica. Su autor fue Isaac Asimov, aunque según éste confiesa, la autoría le correspondía a John Campbell. Las Tres Leyes son: 1.- Un robot no podrá dañar a un ser humano, o permitir que por su inacción éste sea dañado; 2.- Un robot siempre obedecerá las órdenes dadas por un ser humano, salvo que entren en conflicto con la Primera Ley; y 3.- Un robot siempre se autoprotegerá, salvo que sea autoprotección entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley. Parecen perfectas, ¿verdad? Pues bien, Asimov se hizo el pino escribiendo cuentos e incluso novelas en donde demuestra cómo estas leyes, en apariencia perfectas, no pueden funcionar en la vida real, bien sea porque el ser humano se las arregla para meter las patas con los robots, bien sea porque los propios robots se ven enfrentados a situaciones en apariencia imposibles, bien sea por ambición o codicia humana que lleva a utilizar a los robots inocentemente en un sentido u otro... Algunos de esos relatos fueron compendiados en su libro "Yo, robot", y desde entonces ése libro es considerado como el non plus ultra de las obras literarias que versan sobre robots. Intentos de adaptarlos hubo varios, incluyendo un guión del ubicuo Harlan Ellison en vida de Asimov, pero el asunto no llegó a prosperar; además, el propio Asimov era enemigo de la adaptación de sus propias obras al cine, previendo (y con razón) que los tiburones de Hollywood, ávidos de lucro e ignorantes del más banal de los conceptos de "calidad artística", harían pedazos sus obras (no se equivocó). Pero apenas se murió Asimov, su querida esposa Janet se encargó de liberar los derechos sobre las obras. Sobre algunas, por lo menos. Paralelamente, a los Estudios Fox llegó un guión llamado "Hardwire", un misterio policial con algo del feeling Asimov sobre las tres leyes, y que Disney había tratado de adaptar con Bryan Singer de director (sí, Hollywood es un mundo loco; aquello hubiera sido interesante de ver). Como la Fox después adquirió los derechos de "Yo, Robot", decidió reconfigurar el guión para que se pareciera a la obra asimoviana, al menos en parte. El guión pasó por varias manos, hasta que cayó en esas cosas con forma de aserradora mecánica que el guionista Akiva Goldsman se atreve a llamar "mis manos", y... Pues bien... Hemos repasado en otras ocasiones el currículum de Akiva "Descuartizador" Goldsman en Cine 9009, pero es buen lugar hacerlo aquí otra vez: perpetró los guiones de "Batman eternamente", "Batman y Robin", "Perdidos en el espacio", "Una mente brillante" y "El Código Da Vinci". Lo pondré así: es una guionizada por Goldsman y protagonizada por Will Smith. Ya saben en qué gastarán su dinero, si la arriendan en DVD.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Está dirigida por Alex Proyas. OK, no es el mejor Proyas ni de vista. No esperen algo visualmente golpeador como "El cuervo", o un concepto brillante como "Dark City" (la peli a la cual "Matrix" le copió todo, para noticia de quienes todavía creen en el Hada Madrina). Pero su enfoque de mostrar un 2035 futurista, pero no excesivamente diferente en lo visual a nuestro tiempo (la película es de 2004), es una excelente decisión, habida cuenta de que el mundo no ha evolucionado estéticamente demasiado en los últimos treinta años, y por tanto no debiera hacerlo en lo sucesivo (para mí, la última gran revolución estética en materia de vestimenta fue el abandono del corset en las mujeres, del traje sastre en los hombres, y la aparición del bikini, y todo el resto no son sino variaciones sobre el mismo tema). Además, la película tiene pulso narrativo, como no sean en aquellas situaciones en las que Will Smith aparece haciendo el chulo, o peor aún, el Matrix, y que exigen toneladas de suspensión de la incredulidad (y yo tengo una dosis bastante limitada, gracias).

-- Al contrario de lo que muchos criticaron en su día, "Yo, Robot" sí incorpora varios conceptos de Asimov, y los trata bastante bien. Si excluimos la parte hollywoodense de mostrar tiros y explosiones (algo que no aparecía en las obras asimovianas, que prefería acercamientos más intelectuales, pero que en el cine es necesario, porque de otra manera el común de la gente, que suele ser estúpida y las filigranas intelectuales se les escapa, no habrían ido a verla), resulta que tenemos las Tres Leyes de la Robótica, a la doctora Susan Calvin (deslavada por culpa de un guión débil en ese sentido, pero está), a Multivac (no de nombre, pero bajo la forma más atractiva y no tan cuarentera de VIKI), ¡es desarrollada la teoría de la Ley Cero! (aunque sin ese nombre), y todo el misterio policíaco se resuelve con una serie de pistas hábilmente enlazadas entre sí. Por otra parte, a despecho de los iconódulos de toda la vida, la verdad es que Asimov no era exactamente un gran escritor, y él mismo tenía a bien reconocerlo (lean sus "Memorias" o sus trabajos sobre la historia de la Ciencia Ficción, si no lo creen); Asimov era más fuerte planteando conceptos y tramas interesantes, que bajando a la arena de escribir un relato con fuerza y estilo. Así, pues, estando presentes las ideas de Asimov, o algunas de ellas por lo menos, la peli es todo lo asimoviana que podría haber sido.

-- Toda la teoría fílmica se sustenta en crear, en primer lugar, un villano carismático, y en segundo, un prota con el cual la platea pueda empatizar. Pero siempre hay excepciones milagrosas. Esta es una peli en donde el prota es insufrible, porque en vez de ponerse en plan asimoviano (¡por suerte no se llama Elijah Bailey!), insiste en ser él, el mismo de toda la vida, Will Smith himself. Pero por suerte, no le cae bien a nadie. James Cromwell, como el científico muerto, no tiene que interactuar con él, así es que puede pasar olímpicamente de Smith (¿habrá preferido morirse antes que tratar con el Príncipe del Rap...?). En cuanto a Bridget Moynahan, compone una Doctora Susan Calvin bastante deslavada en relación a la heroína del libro original (en parte porque aquí está de "acompañante del héroe"), pero la señorita Moynahan hace lo que puede con lo que tiene, y en ese sentido está bien... además que es casi orgásmico cuando Smith trata de hacerse el chulo con ella, y ella le clava una mirada de "¿eres así de imbécil porque te hace sentir más sexy, o estás haciendo horas extras en el Departamento de Imbecilidad Aplicada?". Chi McBride, por su parte, aporta su cuerpote para componer el típico oficial de policía de escritorio, y con su dosis de sentido común compensa al chulo Smith. Y Bruce Greenwood compone por su parte a un empresario estilo Bill Gates que está demasiado preocupado por la marcha de sus asuntos para dejarse empapelar por el señor Smith. ¡Hasta Sonny se las arregla para lucir menos animatrónico y más humano que el señor Smith, y...! Sí, a pesar de que su pasada "soy demasiado humano para ser robot" es cargante, termina por ganarse nuestro cariño porque es más inteligente que todo el resto del elenco junto (¿qué habrían hecho Spooner y Calvin sin Sonny para salvar el día...?). Pensándolo bien, el señor Proyas fue inteligente: si no podía prescindir de Smith, entonces lo rodeó de gente que le iba a hacer el vacío, y con eso neutralizó su chulería. Hombre inteligente, digo yo.

-- Por favor, miren para otra parte con ese vergonzoso final con Will Smith haciendo el Matrix, y que destruye bastante de lo que con tanto esfuerzo habían construido los realizadores hasta el minuto.

IDEAL PARA: Ver una adaptación bastante decente de las ideas de Isaac Asimov durante las tres cuartas partes del metraje (la cuarta parte restante es Will Smith haciendo el chulo).

jueves, 9 de agosto de 2007

"Los Simpsons" (2007)


-- "The Simpsons Movie". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: David Silverman.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Dan Castellaneta, Julie Kavner, Nancy Cartwright, Yeardley Smith, Harry Shearer, Hank Azaria, Marcia Wallace, Billie Joe Armstrong, Tre Cool, Mike Dirnt, Tress MacNeille, Pamela Hayden, Philip Rosenthal, Albert Brooks, Russi Taylor.
-- Guión: James L. Brooks, Matt Groening, Al Jean, Ian Maxtone-Graham, George Meyer, David Mirkin, Mike Reiss, Mike Scully, Matt Selman, John Swartzwelder, Jon Vitti, con consultorías de Joel H. Cohen, John Frink, Tim Long y Michael Price.
-- Banda Sonora: Hans Zimmer.

-- "Los Simpsons" en IMDb.
-- "Los Simpsons" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La Luna. El objeto de devoción de los científicos. El sueño ideal de los enamorados... El nuevo escenario de las travesuras de Tommy y Dally, los mortíferos clones de Tom y Jerry. El malvadísimo ratón Dally hace una de las carnicerías más salvajes que ha intentado jamás en contra de Tommy (y le resulta, para variar), después de lo cual se levanta Homero Simpson en la sala de cine para decir "¡idiotas, esto lo podría haber visto gratis en la tele!". Primer golpe bajo. Vendrán más. Porque a continuación, a la manera de las películas de catástrofe yankis, vemos una serie de tranquilas e idílicas escenas de la vida pueblerina. Salpicada con incidentes como la locura repentina del Abuelo Simpson (lo dicho, puro cine de catástrofe o terror). Todos los habitantes Simpson siguen con su vida habitual: Marge encuentra un nuevo motivo para preocuparse (¿es el desvarío del abuelo algo geriátrico o esconde una misteriosa clave a lo Dan Brown?), Bart empieza a distanciarse de su padre (otra vez), Lisa descubre a un lindo irlandés con el que tener un affaire... Y Homero encuentra una nueva y linda mascota, un cerdo que podría hacer realidad las más siniestras profecías. Porque el Lago Springfield se ha transformado en una bomba de tiempo ecológica, y bastaría que un cerdito... O porque hay altos funcionarios del Presidente Schwarzennegger (sí, Arnold Schwarzennegger es Presidente de los Estados Unidos, ¿pasa algo?) emperrados en meter la catástrofe bajo la alfombra (o bajo un domo)... O porque cuando Homero se encargue de sembrar el caos, como siempre, toda Springfield quiera lincharlo... La catástrofe está servida.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los '80s fueron la década de los dibujitos con buenas intenciones, el tiempo en el cual He-Man se encargaba de vencer a Skeletor a mamporro limpio para después decirle a los niños en el segmento final que debían resolver sus problemas conversando y no a mamporro limpio (gran ejemplo, Adam, thanks)... Pero algo empezó a cambiar. Probablemente el pionero fueron algunos episodios muy mala leche (para la época, hoy en día suenan ingenuamente desarmantes) de la adaptación televisiva de "Garfield". Luego, coincidiendo con la gloriosa sitcom "Matrimonio con hijos", surgieron "Los Simpsons". Con tanta mala uva, que tuvieron un éxito absoluto y arrasador, del cual los propios Simpsons se burlaron (¿alguien recuerda que por ese tiempo salió el infame "rap de los Simpsons", y que años después, en el programa, Bart hacía una versión rap de un clásico hortera ochentero con la frase "yo no fui"?). A la larga, como programa televisivo, aunque con una fiel base de audiencia, "Los Simpsons" terminaron ahogándose víctimas de su propio éxito. Porque a medida que su irreverente visión del mundo se hizo más aceptable, perdió justamente ese algo irreverente que tenía, para pasar al humor patafísico y metaabsurdo. Y además, porque salieron otros productos que llevaron la crítica social mucho más allá (especialmente sangrante es "South Park", y no lo hace nada de mal "Padre de Familia", sin duda el relevo de "Los Simpsons" para el 2000). Tardaron 18 años, pero finalmente Los Simpsons entraron en la imparable decadencia; y es que hasta el momento conservaban una masa crítica entre la fanaticada, pero ahora, después de los espúreos niveles de la temporada 18, incluso hasta los seguidores de toda la vida están abandonando el barco. En los '90s los productores sostenían que no estaban interesados en hacer una peli porque sentían que "Los Simpsons" se ajustaban mejor al formato televisivo. Después salió "South Park: Larger, Bigger and Cutter" y la posibilidad de hacer una peli Simpson que superara eso quedó sepultada. Hasta ahora. Porque había que hacer algo para detener lo inevitable. Para devolver a los Simpsons a su sitial ganado por el uso y el abuso del derecho propio. Para que la temporada 18 no fuera la última. Aquí está el resultado.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una película entretenida, distendida y llevadera. Bien, gran cosa, ¿no? En realidad, considerando lo infames de los últimos episodios de los Simpsons (los que he visto casi a la maletera, porque la verdad es que ahora priorizo otras actividades más interesantes en vez de los capítulos de estreno), es un buen resultado. Sigue sonando como manotazo de ahogado, pero es un buen resultado. Sigue más o menos el esquema de un capítulo televisivo: un primer tercio con diversos chistes y gags inconexos que sitúan la historia, un segundo tercio en donde pasa todo lo realmente importante, y un tercer tercio (valga la redundancia) de resolución, lo que (sin servir de precedente) no explota el absurdo, sino que recurre a la fórmula del viejo cine de acción para salir del paso, lo que por una vez en la vida, es una buena idea. Huelga decir que el primer tercio es el mejor, el que suelta una mayor cantidad de carcajadas, el que se permite una mayor cantidad de intervenciones de secundarios. Después, cuando los Simpsons deben salir de Springfield, el asunto se pone un poco más desvaído, porque los secundarios pasan del segundo al tercer plano, y en cuanto a los conflictos... Vemos la enésima crisis matrimonial de Homero con Marge y la enésima pelea entre Bart y Homero, y por ende, ya no hay factor originalidad (lo dicho, 18 años)... Pero aunque decae un poco, sigue entreteniendo. Además, se permiten chistes un poco más crudos que en la televisión, aspecto que en la serie televisiva hace rato habían sido desbancados ya no digamos por "South Park" o "Padre de familia", sino también en productos como "La casa de los dibujos" y similares. Mirándolo bien, quizás el peor lastre para la película es que no se puede disfrutarla al completo sin estar por otra parte pensando en la serie televisiva, y como ella va en decadencia, pues bien, es imposible escapar de un cierto airecillo otoñal, de esos primeros fríos de invierno que empiezan a soplar... Uno podría decir con bastante sorna que la temporada 18 es aburrida y detestable porque estaban guardando todos los chistes para la peli, lo que habla bien a las claras del agotamiento definitivo de la franquicia...

IDEAL PARA: Suponemos que para despedir en forma y con dignidad a una franquicia televisiva querida y recordada, que ya está estirando la pata...

"Team América: Policía mundial" (2004).


-- "Team America: World Police". Estados Unidos. Año 2004.
-- Dirección: Trey Parker.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Trey Parker, Matt Stone, Kristen Miller, Masasa Moyo, Daran Norris, Phil Hendrie.
-- Guión: Trey Parker, Matt Stone y Pam Brady.
-- Banda Sonora: Harry Gregson-Williams.

-- "Team América: Policía mundial" en IMDb.
-- "Team América: Policía mundial" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Es un bello día en Metróp... perdón, en París. Los ciudadanos caminan relajados por la calle, el mundo es un bello lugar para vivir... Pero aparecen los malvadísimos y crueles terroristas, listos para detonar una bomba mientras hablan en su inentendible kabalah kabalah kabalah. ¡Pero no se preocupen! Ahí está nada menos que... ¡TEAM AMERICA! ("America... fuck yeah...!!!"), listos para arrasar medio París para detener al terrorismo (Torre Eiffel y Museo del Louvre incluidos, claro está). Uno de los chicos del Team América tiene entonces un orgasmo (figuradamente hablando, no se crean todo lo que leen), y le entrega a una de las coleguis un anillo de matrimonio, antes de decirle que¡¡¡BUDDAH BUDDAH BUDDAH!!! lo deja ametralladito uno de los terroristas que había alcanzado a sobrevivir un segundillo más para joder a la democracia mundial. La chica queda desolada, desconsolada, no volverá a haber otro hombre en su vida... (siempre dicen eso). Paralelamente, el jefe de Team América aparece en un musical, y le ofrece a su estrella el ingresar a Team América, en reemplazo del que mataron. Aunque el chico se impresiona con todo, y la chica con el chico (¿no decíamos que ellas no se aguantan? ¡Si es que son unas sueltas!), el chico decide que no es para él, y se larga. Aunque a poco lo reconsidera, porque verán, el chico es patriota hasta la médula, y no hay nada mejor que vivir en América. Comienza entonces una peligrosa cruzada para Team América, para librar al mundo del apestoso Kim Jong II, el cruel tirano de Corea del Norte. A propósito, ¿ya dijimos que todo esto es CON MARIONETAS?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Desde 1997 que existe un show de televisión, llamado "South Park", que siguiendo el estilo de "irreverencia con monitos" que tanto vendía después del tanquetazo de "Los Simpsons". Andando el tiempo, a pesar de que su humor crudo y descarnado le hacía presagiar una vida más bien corta, el programa se consolidó, e incluso llegó a sacar su película ANTES que la de los Simpsons, eso sí es ganar el terreno. Poco después, los creadores de South Park intentaron hacerse con los derechos para la película en carne y hueso de la serie de marionetas de los Thunderbirds, la mítica serie de marionetas de los '60s, sin éxito. Así es que emprendieron el camino George Lucas: si no me dejan hacer Flash Gordon, perdón, Thunderbirds, hago mi propia versión. El resultado fue esta parida que es "Team América", que sigue más o menos el estilo de "South Park"...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una de los creadores de "South Park". Así es que... ¡¡¡VELA, HEREJE INFIEL!!! O al menos eso opinan los fanáticos de "South Park". No sólo los Simpsons han pasado al estatus de religión catódica, si me preguntan...

-- Piénsenlo. Es una sátira a la política mundial de George W. Bush y sus terroristas acólitos, hecha con marionetas. Con MARIONETAS. Ya una bizarrada de ese tamaño justifica su visionado.

-- No queda títere con cabeza. Esta película es cualquier cosa, menos bienpensante. El blanco principal es la estúpida creencia de los estúpidos yankis WASP en un estúpido Destino Manifesto para enseñarles como vivir al resto del mundo civilizado ("¿al resto del mundo civilizado", escribí? ¡Al mundo civilizado, a secas!). No hay ícono americano que se salve, desde la bandera americana hasta la cretina música folkcountrypatriótica, pasando por los grandes monumentos (ya sabes lo que dicen, "pene pequeño, Obelisco y Casa Blanca grandes") y los lemas patrioteros de rigor de estilo "un héroe hace lo que tiene que hacer", aunque eso sea... pues bien... ejem... Pero tampoco los mamones políticamente correctos del otro lado se salvan, porque quedan retratados en toda su miseria moral, al ser mostrados no como los héroes de la historia, sino como un grupo de carilindos egóticos que piensan que si el mundo fuera un lugar racional, inteligente y lleno de buenos sentimientos, entonces todo el mundo los querría a ellos y les darían un lugar de notoriedad. Impagable al respecto a esa frase sobre qué deberían hacer: "deberíamos dedicarnos a leer las noticias de los diarios y hacerlas pasar como ideas nuestras"...

-- Muestran un amor inconmensurable por la cultura popular de todos los días. Hay citas a numerosas películas, incluyendo una recreación de la cantina de "La guerra de las galaxias" con la misma musiquita pseudojazz de fondo. También están recreados, de manera directa o mediante sutiles alusiones, todos esos filmes de autosuperación personal y americanismo barato de los '80s. ¡Diablos, si hasta aparece recreado "El último guerrero espacial"! En cuanto a los lugares comunes reunidos, son incontables: el malo malísimo que en el fondo es un pobre chato solo, los terroristas tontos, la jerga pseudoárabe, las destrucciones masivas durante las batallas, el prota con trauma personal del pasado, el colega pesado tipo "no me fío de ti", la supercomputadora de la base, las máquinas estilo Power Rangers, la destrucción de mitad de película, las escenas de entrenamiento con música chulorrock ochentera...

-- En cuanto al humor... Pues bien, es bastante grueso, de letrina, al estilo "South Park". Sirve, por supuesto, para que el mensaje llegue directamente y sin intermediarios, pero al igual que "South Park", la sutileza termina por ser sacrificada. Puede que eso le guste a las masas. Para los gatos de chalet como su servidor el General Gato, tanta suciedad puede ser... hmmm... inconfortable.

IDEAL PARA: Gente con cojones para mirar las cosas como son.

domingo, 5 de agosto de 2007

"Harry Potter y la Orden del Fénix" (2007).


-- "Harry Potter and the Orden of the Phoenix". Estados Unidos / Inglaterra. Año 2007.
-- Dirección: David Yates.
-- Actuación: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Helena Bonham Carter, Robbie Coltrane, Tom Felton, Ralph Fiennes, Michael Gambon, Brendan Gleeson, Robert Hardy, Jason Isaacs, Katie Leung, Matthew Lewis, Evanna Lynch, Harry Melling, Devon Murray, Gary Oldman, James Phelps, Oliver Phelps, Alan Rickman, Fiona Shaw, Maggie Smith, Imelda Staunton, Natalia Tena, David Thewlis, Emma Thompson.
-- Guión: Michael Goldenberg, basado en la novela de J.K. Rowling.
-- Banda Sonora: Nicholas Hooper.

-- "Harry Potter y la Orden del Fénix" en IMDb.
-- "Harry Potter y la Orden del Fénix" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El asqueroso primito mimado y consentido por ese mugroso muggle (¿ven como suena parecido?) que cría a Harry Potter, va a molestarlo justo a tiempo para descubrir que cosas malas pasan allá afuera, allí donde el pobre Ubermensch quinceañero anda dando vueltas. Como por ejemplo, que los mortífagos aparecen haciendo de las suyas. Harry Potter tiene que defenderse como mejor puede, aunque eso implica usar la magia en el mundo de los inferiores muggles. Como eso está prohibido, es despachado a juicio. Potter sale bien librado gracias a los buenos auspicios del director de Hogwarts, para variar un poco, pero en respuesta el Ministerio de la Magia, quien ve con muy malos ojos todos esos rumores de que El Que No Puede Ser Mencionado En El Casting ha vuelto... (¡uh, qué terrible, mira, nadie lo puede nombrar...! ¡Cómete esto, VOLDEMORT, VOLDEMORT, VOLDEMORT... Interpretado por RALPH FIENNES!). El Ministerio de la Magia, con una actitud muy Neville Chamberlain ("¡no se preocupen, si Hitler es un gatito!"), en vez de ponerse en alerta interviene a Hogwarts para que los alumnos no armen alboroto (aquí en Chile podrían darle un par de lecciones sobre ello, los que reprimieron la Rebelión de los Pingüinos). Pronto, la nueva directora de Hogwarts hará de la vida en el interior un verdadero infierno, cegada por la autocomplacencia de que son los buenos y los puros y por tanto todo lo que hacen es ético y correcto... e inteligente (en particular, dejar de vigilar a Voldemort). Ahora, acabados todos los conductos regulares con los cuales los ciudadanos pueden hacerle llegar sus reclamos a las autoridades vía derecho de petición, los alumnos de Hogwarts, con Harry Potter a la cabeza, se lanzan a la única opción que les queda a los ciudadanos decentes que aman a su país: la rebelión.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Son tiempos duros para ser un demócrata defensor de los derechos humanos. Resulta que allá afuera, en nombre de la democracia, la tradición y los valores de siempre, una horda de tiranos encabezados por gente como George W. Bush y Dick Cheney, entre otros tenebrosos "ministros de magia" de la vida real, han estado oprimiendo y aplastando justamente todas esas tradiciones que dicen defender. No es raro que algo de ese espíritu se haya infiltrado en la venerable saga de J.K. Rowling, que en fechas cercanas al estreno de esta película estaría cerrada con una novela libremente traducible como "Harry Potter y las reliquias mortales". Desde que empezaron las pelis de Potter, y resultaron un éxito de taquilla, estaba claro que debían exprimir la gallina hasta el final. Independientemente de sus méritos literarios sans phrase, que pese a sus detractores los tiene, Rowling tuvo la inteligencia para comprender que un buen cuento de hadas no puede permanecer hablando sólo de haditas, y que en algún minuto Caperucita Roja debe enfrentarse al lobo tenebroso para crear esa sensación de ominosidad que es propia de los clásicos más nobles del género. Claro que, como el negocio es el negocio, la trama tardaría como cuatro o cinco tomos en ponerse oscura (no como "La dama en el agua", que tuvieron a bien no hacernos engullir siete historias al hilo)... Rowling encontró evidente inspiración (confesa o no) en el pasado de Inglaterra, en las espúreas maniobras de Neville Chamberlain para tratar de frenar a un Hitler que no quería ser frenado; los paralelos entre el Ministro de Magia y Chamberlain son más que evidentes. Algo que sintoniza bien con la Era Bush: si Bush y su banda de terroristas se permiten sembrar Irak de bombas, no es sólo porque ellos sean malvados, sino porque los ciudadanos del mundo con "mentalidad Ministerio de Magia" se lo permiten.

¿POR QUÉ VERLA?

-- No sé si calificarla como la más impresionante de la saga fílmica, pero es uno de los puntos altos, junto con "Harry Potter y el prisionero de Azkaban" (sobre la novela no nos corresponde pronunciarnos). No se diga que no la tuvieron difícil. La verdad de las cosas es que la entrega anterior, "Harry Potter y el cáliz de fuego", había dejado las cosas difíciles, básicamente porque era una soberana yasabenqué o poco menos (había sido dirigida por el generalmente nefasto Mike Newell). Y para colmo, "Harry Potter y la Orden del Fénix" está basada en un tocho de ¿900 páginas, si no me equivoco...? Es claro que sólo una mano firme en la dirección podría salvar a la quinta entrega de un desastre seguro, que no en taquilla (los fanáticos de Harry Potter son cosa seria), sí al menos en resultados artísticos. Esta misión cayó en un tal David Yates, al que no lo conocíamos ni en pelea de perros (media carrera del hombre como director está en TV), y que si bien es un tipo sin grandes ideas propias, sí sabe de trabajar con los mimbres propios de cualquier peli comercial (¡hey, estaría pintado para dirigir alguna secuela de James Bond!). Y eso que en el camino quedó (por declinación propia) nada menos que el gran Jean-Pierre Jeunet... (¿cómo hubiera sido Harry Potter dirigida por el tipo tras "Delicatessen", "Alien: La resurrección" y "Amélie"...?). Por eso, desde ya le maullamos agradecidos... ¡Gracias, Yates, por película concedida!

-- La historia, qué decir de la historia... Tiene nervio y garra. En el fondo es otra variante del clásico esquema "yo soy la justicia", popularizado por Clint "Harry el Sucio" Eastwood o Sylvester "Cobra" Stallone. Todos conocemos el esquema: los buenos y tranquilos ciudadanos tenemos una vida apacible y próspera circulando para conversar con nuestros vecinos y respetando las leyes, hasta que llega el villano a hacer su putada. El prota, entonces, como respeta las leyes y conversa con los vecinos, acude a las autoridades, sólo para descubrir que las instituciones no funcionan, y que si quiere justicia, tendrá que tomársela por mano propia. Ahora bien, dentro de este esquema, la peli arroja frontalmente por la borda uno de los mejores valores que tenían las entregas anteriores (algunas, por lo menos): la construcción de un argumento en clave detectivesca. Digámoslo desde ya, J.K. Rowlings no es una buena constructora de historias (usa y abusa del deus ex machina, entre otras cosas), pero con el ambiente de intriga a lo Agatha Christie contribuía a tapar esos baches. Aquí, justamente por faltar ese elemento, lo lineal de la historia está tan a la vista como el esqueleto de Kate Moss en una pasarela de Milán. Francamente, no sabría decir en dónde está la falla. Podría ser que adaptar el enorme pisapapeles que es la novela original en apenas dos horas y cuarto de peli sea imposible ("Lo que el viento se llevó" tiene cerca de mil páginas, y ver su adaptación al cine consume casi cuatro horas de tu vida, y eso comiéndose media novela en el camino). Podría ser que el material literario de base hubiera sido simplemente escrito en piloto automático. O podría ser que el guionista haya hecho una labor que lo haría digno de ir a parar a las fauces de los leones en el Anfiteatro Flavio. No lo sé. El caso es que la peli está trufada de personajes y situaciones tan fugaces, que parecen casi claves dirigidas a los que leyeron la novela, pero que quienes tomamos la sana opción de esperar al estreno fílmico para saber de qué va la cosa y ahorrarnos el ancho de banda para descargar el PDF de Internet, puede perdernos un poco. El guión está lleno de situaciones que parecen ir a generar algo grande, y de pronto, de manera abrupta, sin que sepamos bien por qué, estamos en otro lugar y otra situación completamente distinta, y cuando estamos adaptándonos al nuevo giro, ¡ZAS!, estamos en otra parte otra vez... Para que nos entendamos: eso está bien en una peli de acción, porque todos conocemos los códigos de las pelis de acción, y además en ellas lo que importa son las explosiones y la carnaza, pero en una peli con un poco más de argumento, puede ser como mínimo algo desorientador. ¿Me entienden ahora, por qué le estoy tan agradecido al señor David Yates por sus buenos oficios...?

-- Las actuaciones son el punto fuerte aquí. Daniel Radcliffe está un poco débil, usando y abusando del berrinche para dar a entender que es un chico a punto de explotar, pero en algunas escenas se supera a sí mismo. Rupert Grant muestra bien la evolución de su personaje, que pasó de ser el niño poca cosa a un adolescente cada vez más seguro de sí mismo. Emma Watson sigue siendo la manzana más deliciosa del huerto, pero ahora tiene competencia por parte de la novata Evanna Lynch, quien desde su rol ultrasecundario de Luna Lovegood se roba cada escena en que aparece; en la novela quizás esté claro, pero en la peli no termina de encajar bien que Harry prefiera a la sosa estudiante china en vez de esta rubiecita que es linda, y además lo entiende bien. En cuanto a los adultos, es casi una ofensa señalar lo bien que están: son la crema de la crema entre los actores británicos, y lo demuestran a cabalidad. Bueno, casi todos al menos (Helena Bonham Carter en el papel de psicótica gótica da un poco de pena, la verdad). Pero la que se lleva el cáliz de fuego con honores y se merienda a todo el resto del elenco como canapé, es Imelda Staunton como la nueva directora de Hogwarts; su personaje es literalmente la "tía buena" que te aprieta los cachetitos en un gesto de simpatía, pero que a poco de andar se descubre es una bruja japuta autoritaria, trepadora e incapaz de cuestionarse a sí misma, y que cuando alguien la confronta, se siente ofendida hasta lo más vivo porque la han pasado a llevar A ELLA, y que cuando consigue imponer un golpe de autoridad, lo hace con la más burlesca de las sonrisitas. Hacía tiempo que no daba tanto gusto que un villano recibiera su justo merecido como esta arpía solterona.

-- La secuencia en la Sala de las Profecías. Digámoslo con todas sus letras, la batalla final es bastante aburrida, resuelta a punta de puros fuegos artificiales y con varios desvergonzados deus ex machina, pero la secuencia inmediatamente anterior, la Sala de las Profecías, es bellísima. Y espartana. Pisos y pisos del Ministerio de la Magia, con pequeñas esferas para ver el futuro de cada persona. Austero. Orwelliano. Y con una fotografía maravillosa. Esos cinco minutos de peli deben contar como una de las mejores secuencias de todas las pelis de Harry Potter.

IDEAL PARA: Recordar que incluso en las pelis de magia, a veces hay que hacer entrar en vereda a los jerifaltes cuando se apoltronan demasiado en sus asientos y no hacen nada por el rebaño que supuestamente deben pastorear.

"Ahora son 13" (2007)


"Ocean's Thirteen". Dirigida por Steven Soderbergh. Protagonizada por George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Elliot Gould, Bernie Mac, Al Pacino, Don Cheadle, Cassey Affleck, Eddie Jemison, Scott Caan, Shaobo Qin, Carl Reiner, Eddie Izzard, Michael Mantell, Vicent Cassel, Andy García, Ellen Barkin. Estados Unidos. Año 2007.

¿De qué se trata?
A Danny Ocean le pasan un lindo recado. Uno de sus onderos miembros del equipo de trabajo ha caído en una trampa; se le ocurrió invertir su dinero con un afamado sinvergüenza, y el afamado sinvergüenza le rompió el corazón. No, no es que el nenazas haya aprendido algo sobre la fragilidad de los sentimientos, sino que de verdad, cuando se da cuenta de haber sido estafado y haberlo perdido todo, sufre un patato cardíaco y va a dar al hospital. De modo que Ocean congrega otra vez a su banda de very stilish desadaptados, para propinar un nuevo golpe. Esta vez no es por dinero. Es por venganza. Su blanco es Willie Bank, el tramposo que está a punto de inagurar un casino en Las Vegas. El objetivo: hacerle perder la camisa y el resto de vergüenza que le quede de raspado, el día de la apertura. La treta: remecerle el piso. De manera literal. Porque Danny Ocean y los suyos van a molestar a medio mundo para salirse con la suya, desde los ingenieros constructores del Eurotúnel hasta... sí, está de regreso su vieja archinémesis, el perverso (cada vez menos perverso, todo hay que decirlo) Terry Benedict, quien ahora, por una vez en la vida, está en el lado de los buenos...

El espíritu de los tiempos.
Quién te ha visto y quién te ve. Alguna vez, Steven Soderbergh fue el chico maravilla del cine independiente, con ese pequeño clásico indie (sobrevalorado, por cierto) que fue "Sexo, mentiras y video". Pero después de perderse en los meandros del cine de baja recaudación, le dio el palo al gato en el 2000 con "Erin Brockovich" y "Traffic", que lo pusieron en el mapa del cine elefantiásico con el cual insistió con "Solaris". Pero sin lugar a dudas fue "La gran estafa", la película más autopagada de sí misma que ha hecho jamás. Porque reunir al pedazo de elenco que juntó en la ocasión (George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Julia Roberts, Andy García, etcétera) ya era una empresa ingente, por presupuesto y coordinar los tiempos de rodaje, y además la trama no podía ser más ondera, en ese revisionismo cutresetentero que fue su marca de fábrica. La operación fue un riesgo, pero la película era lista, y fue un éxito. Tanto, que después vino una segunda parte ("La nueva gran estafa"), después de la cual, por los penosos resultados, ya podíamos adivinar que la saga se iba monumentalmente a pique. Pero ¡sorpresa!, Soderbergh insistió con una tercera parte. Ahora se olvidó del delirio europeo de la segunda, y regresó a lo básico, a la esencia, a Las Vegas, y parió un producto que ha mejorado en un sentido... y empeorado en otro. Pero es una película digna de verse. Bastante digna.

¿Por qué verla?
- Representa un cambio de enfoque en la saga de las grandes estafas (cuyos títulos en inglés son más lógicos: "Ocean's Eleven", "Ocean's Twelve", "Ocean's Thirteen"; en vez de "La gran estafa", "La nueva gran estafa", "Ahora son 13")... Las dos primeras se habían centrado en la confección de un sorprendente golpe maestro. En cambio, acá todos los lineamientos del golpe están ya prediseñados, casi no hay suspenso por ese lado, y si peca de enredosa a ratos, es más bien por lo embrollado del guión, que le sigue la pista a un forrón de personajes, que a un plan deliberadamente enroscado sobre sí mismo. El enfoque ahora está en ponerle a los maestros estafadores un enemigo de altura, con el cual valga realmente la pena el medir fuerzas, y lo consiguen. Porque Willy Bank es un malo de categoría, e irlo aplastando poco a poco de la manera en que lo hacen es una gozada. Confiar en lo intrincado y sorprendente de una historia siempre es una buena opción, pero confiar en los personajes siempre es una opción aún mejor.
- Al Pacino y Ellen Barkin. Los estafadores de Danny Ocean hacen más o menos lo de siempre, y en realidad no es que sorprendan demasiado, aunque como de costumbre, la dupleta conformada por George Clooney y Brad Pitt sirven sus personajes con bonhomía y sentido del humor (Brad Pitt actúa bien cuando quiere, lástima que por lo regular quiera tan poco), mientras que Matt Damon, el chico penoso/aprendiz de la saga, aquí tiene su oportunidad de oro, y brilla actoralmente hablando en su rol de seductor chulocachas. Son los villanos quienes le ponen sal al asunto. Al Pacino compone un Willie Bank realmente odioso y detestable, y lo hace sin recurrir en exceso a los manierismos actorales que se la han vuelto tan mala costumbre en los últimos años. Y Ellen Barkin, quien se mantiene exquisitamente sabrosa considerando que ya ha pasado con cierta holgura de la cincuentena (y otras con treinta ya están para el desguazadero), hace un gran papel como la perra de presa de Bank, o sea, de "Villano #2".
- Tiene cierto toque de nostalgia ver el viejo tema de "la inteligencia humana vs. la moderna computación". Porque ahora, el mayor problema del grupo es cómo poner fuera de combate a una computadora aparentemente imbatible, que se encarga de controlar la seguridad del hotel/casino de Willie Bank, y que hace prácticamente imposible el conseguir quebrar al casino por medios fraudulentos. Hace tiempo que no hacen estas películas con ese toque de "temor a la tecnología"; ya no podrían hacerlas, por otra parte, plagados como estamos de celulares, MSNs, Internet, etcétera.
- El plan para atacar a Willie Bank es mucho más simple y bruto que los otros. Puede decirse que carece del toque elegante de los planes de las dos anteriores, pero a cambio, ofrece un cierto componente espectacular ausente en las dos entregas anteriores.
- Los amigos de la trivia y del mensaje de subtexto estarán de plácemes. Recordarán que Al Pacino y Ellen Barkin estuvieron juntos en "Prohibida obsesión", un thriller erótico de finales de los '80s con cierta enjundia. O que Al Pacino y Andy García, los dos actores que interpretan a dueños de casino, fueron también padrino y padrino delfín de la familia Corleone en "El Padrino III". Eso, por no hablar de la brutal cantidad de citas y referentes a otras películas, que al grueso público le importan un comino, pero siempre hay quien escudriña demasiado... (ten cuidado con lo que pides, porque puedes obtenerlo, si quieres trivia, harán trivia a propósito para cebarte con ella)...

IDEAL PARA: Quienes quedaron gustando de la primera entrega, y deseen quedarse con un mejor sabor de boca que el dejado por la segunda.

jueves, 2 de agosto de 2007

"Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer" (2007).



-- "4: Rise of the Silver Surfer". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Tim Story.
-- Actuación: Ioan Gruffudd, Jessica Alba, Chris Evans, Michael Chiklis, Julian McMahon, Kerry Washington, Andrew Braugher, Laurence Fishburne (sólo voz, como Silver Surfer), Doug Jones, Beau Garrett.
-- Guión: Don Payne y Mark Frost, sobre una historia de este último y de John Turman, basados en los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby.
-- Banda Sonora: John Ottman.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un planeta entero, en algún punto del espacio exterior, empieza a implotar. Y sigue implotando. Y, cuando de él emerge una figura plateada, termina de ser literalmente secado o... succionado... por algo... Mientras tanto, en la Tierra, los Cuatro Fantásticos están enfiestados, porque el Hombre Elástico está a punto de dar su mejor estirón y llevarse al altar a la Chica Invisible (que por suerte no es excesivamente invisible, tratándose de Jessica Alba, el mejor bikini desde... desde... desde hace tiempo). Curiosamente, la preocupada por la boda es ella, porque verán, el siempre cerebrotas de Reed Richards no se despega ni un solo día de sus investigaciones. En una de las tantas, lo contacta la alta plana mayor militar militaroide, y le preguntan por unos misteriosos cráteres que están apareciendo salpicados por toda la Tierra. Richards, a escondidas tanto de su noviecita como de otras chicas (lo habían llevado a su despi de soltero... ¡a la rastra!), comienza a construir un dizquertefacto que rastreará los cielos para ver si aparece el mentado fenómeno cósmico. Sobreviene el día de la boda, y cuando el elástico con neuronas está a punto de darle el palo al gato, ¡ups! Aparece el visitante inoportuno, llamado por el aparato del cerebrotas (OKA, cuando me case, especialmente si es con un cuerazo como Jessica Alba, prometo no dejar la plancha enchufada). El casi cuñado del cerebruto, el señor Antorcha Humana, sale volando tras el sujeto, que se revela como un Surfista de Plata, y cuando trata de demostrarle quién manda en la Tierra, el Surfista deja el punto claro: es él, y la Antorcha a freir buñuelos. Y si los Cuatro Fantásticos pensaban que con el Surfista de Plata tenían problemas, deberían echar un vistazo al lado, porque las misteriosas radiaciones de éste han despertado a su viejo enemigo el Doctor Doom. Además, el Surfista es sólo el aperitivo para el banquete principal: viene un inimaginablemente poderoso y grandote ente interestelar llamado Galactus, y cuando escribimos "banquete", nos referimos a que el platillo en la carta es la mismísima Tierra...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Desde antiguo habían tratado de adaptar los Cuatro Fantásticos al cine. Hubo incluso una vergonzosa adaptación cutrefílmica por allá a mediados de los '90s. Finalmente, aprovechando el tirón Marvel proporcionado por "X-Men" y "Spiderman", y en medio de otros variopintos héroes ("Hulk", "El Castigador", "Daredevil", "Elektra"), tuvieron su oportunidad con "Los Cuatro Fantásticos". La película fue unánimemente criticada por el fándom, que la encontró muy irrespetuosa con el cómic original (como si la historieta original fuera Shakespeare, demonios), pero rindió lo suficiente como para que viniera una segunda parte. Esta vez apostaron a lo grande, rescatando a un elemento emblemático del Universo Marvel, cual es la dupleta conformada por el Surfista de Plata y Galactus, y el resultado es... Veamos... "Llevadero", quizás, es la palabra...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es la continuación en toda regla de "Los Cuatro Fantásticos", por enfoque y estilo. No sólo se repite el plato el elenco protagónico en pleno, incluyendo al metrosexual McMahon como el villano, sino que además regresan Tim Story en la dirección, el infatigable Mark Frost en sus guiones (aunque aquí, justo es decirlo, está de garbancero, sin el brillo de sus aportes para series televisivas como "El hombre nuclear", "El precio del deber" o "Twin Peaks"), y John Ottman en la música, aquí y en la original mucho más relajado que cuando le pidieron ser el émulo de John Williams para "Superman regresa". Podrían verse ambas películas en secuencia, y seguramente nadie adivinaría que no fueron rodadas de manera conjunta si se dijera lo contrario.

-- Jessica Alba. Qué demonios, el traje de chica invisible le queda estupendamente bien. Lástima que el traje no sea algo más invisible que la chica...

-- El Surfista de Plata, sin ser la quintaesencia del poder abrumador que en principio debería ser, no está mal. Los efectos computacionales cantan su poco (y es que uno se pone más exigente con los años), pero la voz de Lawrence Fishburne le da una cierta prestancia. Vale, no es James Earl Jones diciendo aquello de "Luke, yo soy tu padre", y la intención iba por esos pagos, pero se defiende.

-- Reventemos un misterio. Galactus SÍ aparece en esta película, y no pasa, como se temió en un minuto, que quedara guardado para una tercera parte. O sea, pueden verla tranquilos a sabiendas de que la historia no quedará trunca, como otras segundas partes estafadorrrrrrrras que no quierrrrrro (¡"Mátrix recargado"!) mencionarrrrrrrrrrrrr....... (¡"Piratas del Caribe 2"!) ...todo queda resuelto en esta entrega. La mejor parte de esto, es que Galactus aparece caracterizado como lo que verdaderamente es, una fuerza cósmica todopoderosa, y no como un ridículo gigantote antropomorfo como en la historieta original (quizás molaba en los '60s, pero ahora, cuarenta años después)... Es una falta de respeto a la historieta original, claro está, pero es para bien.

-- Respecto de la fidelidad... Pues bien... Muchos van a criticar esta película por no ser "seria", o lo suficientemente respetuosa con el material original. Esa gente puede revolcarse en mi caja de arena si gustan. La verdad de las cosas es que la historieta original, como casi todas las de superhéroes, es ñoña y chatarroide, y ella misma no resistiría un análisis serio. Lo dicho, Stan Lee podrá haber creado personajes brillantes y algunas tramas interesantes, pero no es el nuevo Lope de Vega ni William Shakespeare redivivo. Lo que pasa es que después de "Superman", "Batman" y "X-Men", la gente espera que cada nueva película de superhéroes sea la gran revolución fílmica, que explote hondos contenidos filosóficos sobre la condición del hombre solitario y superior, etcétera, y se olvidan que el material de base tiene cualquier cosa, menos filosofía y reflexiones profundas. A mi nadie me vende el carro de que Stan Lee pretendía filosofar sobre el racismo con los Hombres X, o sobre qué es un monstruo con Hulk: lo que quería era crear historias vendibles que ojalá se sostuvieran en el tiempo y pagaran las cuentas, y le permitieran divertirse haciendo ridículos cameos en su feliz ancianidad. Si aparte de eso habían buenas ideas, entonces vaya y pase. Los Cuatro Fantásticos nunca fueron una gran historia de ideas, sino entretención pura y simple. Lo que no es malo, sino por el contrario, es bueno que existan estos divertimentos menores, porque en algún minuto hay que descansar de las grandes alturas. Que la frikada se avergüence de eso y despotrique con animus pedanti, con academicismo subido a la cabeza, es algo que debería avergonzarles. Yo fui al cine, la vi, me entretuve, no le pedí que me revelara los misterios de la vida ni del cosmos y la disfruté como una historia simple y distendida, y con un final bien resuelto, ¿Y? ¿Hay algo de malo en eso? Pero bueno, no necesito insistir en esto, porque si ustedes no tuvieran el nivel neuronal suficiente para entenderlo, no me estarían leyendo, porque no darían la talla para Cine 9009.

IDEAL PARA: Entretenerse de manera distendida.

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